My boyfriend is famous » hora...

By Ioutopia

4.3M 130K 17.4K

❝Definitivamente ésta no es una historia de amor corriente❞ El sarcasmo se convertirá en tu mejor amiga. More

Sinopsis.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Segunda Parte. Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Tercera Parte. Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
N/A: Trailer.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Epílogo.

Capítulo 8.

52.7K 2K 690
By Ioutopia

 •Es una advertencia. 

— ¿Crees que está mal comer una pizza que se encuentra debajo de tu cama? —pregunta Harry, con una mueca.

— ¿A qué se debe esa pregunta? —mi ceño fruncido le hace entender mi desconcierto. El rizado ríe tontamente, mientras se deshace de unos rulos intrusos en su frente.

—Pues, ayer mi madre no estaba en casa, y me daba pereza bajar a ver que obtendría en el refrigerador, así que, recordé que tenía una caja de pizza del día anterior debajo de mi cama…

—Harry, eso es repugnante —hago una mueca y él asiente.

—Lo sé. ¿Crees que es malo?

— ¿En qué parte exacta lo encontraste?

—Junto a mi calcetín.

— ¡Ugh!

— ¿Qué? —Alza los hombros —Se llama sobrevivir.

—No sé como me habías gustado —susurro, mientras me siento en la butaca frente a la caja de la pizzería.

— ¿Qué? —Repite el rizado — ¿Yo te gustaba?

— ¿Yo dije eso? —Pregunto, entornando los ojos —Claro que no lo hice.

—Sí, sí, dijiste “no sé cómo podías gustarme”

—Estas quedándote sordo.

—Y tú loca —él ríe mientras ruedo mis ojos —Te noto... como perdida ¿estás bien?

—Dog ha muerto —suspiro, con melancolía. Una chica se acerca con una sonrisa.

— ¿Podría darme una pizza con doble queso tamaño familiar para llevar? —Le devuelvo la sonrisa mientras anoto la orden en el computador.

—Claro, serian quince dólares. Espere cinco minutos y su orden estará lista —la chica asiente con la cabeza mientras se sienta en una mesa para esperar.

—Vaya, lucias casi profesional —se burla Harry, mientras coge el pedido y en cinco segundos lo lleva  a la cocina para luego volver — ¿Quién es Dog, de todos modos?

—Mi hámster.

—No sabias que tenías un hámster.

—Tenia.

— ¿Qué le ocurrió?

—La mala suerte de ser succionado por una aspiradora.

—Eso debió ser trágico —Harry coloca su mano delicadamente en mi hombro —Tenia un canario a los trece años, un día lo libere de su jaula pensando que tenía la suficiente confianza como para volver.

—No volvió ¿verdad?

—No. Lo encontré semanas después, muerto.

—Qué lindo —ironizo.

—Al menos no lo aspire ¿no?

— ¿Touché?

La campanita suena cuando la puerta de vidrio se abre, Harry mira hacia el cliente y sus ojos se agrandan con temor —Maldita sea —. Susurra, medio balbuceando.

— ¿Que sucede?

—Es él —su cara se transforma completamente, y observo como traga saliva. Ladeo la cabeza, sin poder entender.

— ¿Quién? ¿Dios? ¿La virgen maría? ¿El fantasma de Michael Jackson? —zarandeo su cuerpo cuando se queda absorto en sus pensamientos, con una mueca desagradable en sus labios. Estoy a punto de golpearlo cuando reacciona, de un brusco movimiento se agacha, para que cualquiera que esté del otro lado de la caja no pueda verlo. 

— ¿Qué demonios te ocurre? ¿La pizza tenía una especie droga? —chillo cuando Harry cierra fuertemente los ojos.

—Ha venido por mí, de seguro ¡Está loco!

— ¿Quién? —repito, arrastrando las palabras.

—El chico de las empanadas —susurra con cautela, aferrándose aún más abajo y enterrando su rostro entre sus rodillas, en posición fetal.

— ¿Empanadas? ¿Chico? ¿Qué...?

—El del hospital… —comienza a murmurar. Alguien carraspea, haciéndome levantar la vista. Sus ojos azules se estrechan con los míos.

— ¿Louis? —Digo, demasiado sorprendida —. ¿Qué haces aquí?

—¿_____ ? —Pregunta devuelta, sus pupilas se agrandan del  asombro — ¿Qué haces tú aquí?

—Trabajo aquí —siento que algo me estira la tela baja de mis jeans, observo de soslayo a Harry en el suelo, quien me regala un ceño fruncido, como diciendo “¿Lo conoces?”

— ¿Trabajas aquí? —dice Louis, haciendo un mohín. Observa el lugar, decorado con el tema del viejo puente de los piratas, y finalmente dice—. Que vida miserable.

—Gracias, eh —Enarco una ceja con sarcasmo. Louis bufa y me sonríe.

—Solo estaba bromeando —siento otro tirón de Harry pero intento ignorarlo.

— ¿Dónde está… mm… el rubio?

Louis alza las cejas — ¿Hablas de…?

—Sí.

—Sigue infeliz por la situación de Dog, sabes, lloró cuando te fuiste.

— ¿De verdad?

—Aja.

Cuando Harry vuelve a estirar la tela de mis pantalones, suspiro, y sin querer pateo su rostro con mi pie. ¡Fue un accidente, lo juro! Harry chilla y rápidamente se pone de pie, llevándose la mano a la nariz. Ja, deberían darme un premio, primero casi dejo tuerto a Niall por golpearlo en el ojo y ahora Harry tendría una hemorragia nasal por mi culpa. ¿Por qué las personas aún se acercan a mí? Louis mira a Harry con sorpresa y éste da un paso atrás.

— ¿Curly Boy? —Louis sonríe, el rizado frunce el ceño.

—Tengo nombre. Me llamo Harry.

—Pues a mí me gusta curly boy —remata el castaño, divertido.

—No quiero tus empanadas.

—No vine para darte mis empanadas.

— ¿Ah, no? —Harry, al notar que su nariz no está sangrando, suspira — ¿Entonces para que vienes?

—Es una pizzería. Se compra pizza. También es un país libre, puedo comprar una pizza aquí si lo deseo.

— ¿No estarás siguiéndome, verdad? —Louis se echa a reír.

—No, curly boy, no te estoy siguiendo.

—Pues, dejaste en mí una mala espina ese día en el hospital. Me asustaste.

—También asusto a los niños, no es personal.

— ¿Pedirás la pizza o qué? —pregunto, aburrida de escuchar su “fascinante” conversación. Louis asiente y lee el menú que se encuentra pegado a la pared.

—Pizza con anchoas —dice sin pensarlo demasiado.

—Bien. Harry, ve a buscar la orden de la chica, y lleva la de Louis.

Harry le regala una mirada de reojo a Louis antes de darse media vuelta hacia la cocina. Louis y yo nos quedamos solos —Así que…  ¿es tu novio? —. Pregunta el castaño, sin ocultar su curiosidad.

— ¿Hablas de Harry? Oh, no. Él es sólo mi amigo.

— ¿Amigo? —Louis alza las cejas, la picardía destella en sus ojos azules.

—Sí, amigo —recalco la palabra y él se echa a reír.

—Oh, claro. ¡Lo olvidaba! Tú estas completamente y estúpidamente enamorada de Niall.

Lo suelta con tanta naturalidad que me dan ganas de abofetearlo. Ja, ¿Yo? ¿Estúpidamente enamorada de algo que no sea el chocolate?  Aunque Niall… oh, Niall. Realmente lo que siento por él es indescriptible. Mi estómago da vueltas, el mundo parece desaparecer, y cuando me besaba sentía como si nada en el universo fuera más perfecto.  Y estaban sus ojos, tan azules que podrías confundirlo con el cielo, y cuando se enoja estos parecen oscurecerse y volverse de hielo.  Su sonrisa siempre me hace pensar en su boca, y cuando pienso en su boca pienso en sus labios, y en sus besos. Es un círculo vicioso y difícil de salir, como una droga, pero menos mortal y más embriagador. Y…

— ¿Dejaste de pensar en Niall desnudo?

— ¿Qué? —Parpadeo hacia Louis, quien tiene una sonrisa socarrona en los labios.

—Te quedaste como una retrasada y la baba por poco no se resbala de tus labios, entonces… uno supone cosas.

—Yo no…

—Tienes suerte, chico de las empanadas. Giancarlo ya había preparado pizzas con anchoas, así que no tuviste que esperar tanto —Harry entra en la conversación de pronto, con dos cajas de pizza en las manos.

—También tengo nombre. Es Louis.

—A mí me gusta más “chico de las empanadas”.

—Como tú digas Curly Boy —Harry bufa al escuchar el tonto sobrenombre y Louis le sonríe, coge la caja de pizza y me tiende un billete de veinte dólares.

—Quédate con el cambio —me dice, levanta su vista hacia el rizado y su sonrisa se ensancha —Hasta pronto, Curly Boy. Ya sabes, si quieres empanadas…

—No te llamare, chico loco.

—Bien, como tú digas… Harry —Louis pronuncia su nombre lentamente y con burla —Hasta luego, _____.

Con la pizza en las manos, y un asentimiento de cabeza se da media vuelta hacia la salida.

—Es increíble que conozcas a ese maniático —murmura Harry, negando con la cabeza.

—Te agrada.

—No es así.

—Solo necesitas conocerlo, es un gran amigo.

— ¡¿Es tu amigo?!

—Sí —asiento con orgullo. Harry entorna los ojos hacia mí —Nunca he probado sus empanadas, si te lo preguntas —le regalo una sonrisa antes de echarme a reír.

[]

— ¿Te has dado cuanta que falta como... pocos días para la graduación y aun no nos hemos preocupado por conseguir un vestido? —Me dice Amber, mientras se pinta las uñas de sus pies con color negro, su lengua toca su labio inferior demostrando su concentración.

—Creí que irías en ropa interior, ¿recuerdas? —Amber levanta la vista en mí, con una ceja enarcada.

—Oh, claro, claro. Simplemente no supe si ponerme la braga negra o la de piel —Ironiza —Ya en serio, deberíamos conseguir vestidos, o podríamos robárselos a mi vecina, pero te advirtió… sus vestidos lucen como paracaídas.

—O… podemos comprar en una tienda normal como todas las adolescentes de nuestra edad.  

Mi amiga bufa —Si eso quieres. Podemos ir ahora, tengo las llaves del auto de mi mamá.

— ¿Te dio las llaves de su auto? —pregunto, asombrada. La madre de Amber es muy mezquina, incluso con su propia hija.

—No, se los robe.

Eso tiene más sentido.

—No hablas enserio.

—Lo hice. Está muy ocupada con su nueva conquista.

— ¿Ah, sí? —Me siento junto a ella en la cama —. ¿Quién es?

— ¿Conoces al señor Collon?

— ¿El que te reprobó por haberle puesto azúcar a su hamburguesa?

—Sí.

— ¿Está con el Señor Collon? —Frunzo el ceño —Creí que tu madre tenía buen gusto en cuanto a hombres se trataba.

—No, solo estarán juntos hasta que pueda graduarme —Amber  me sonríe dulcemente.

—Oh, dios, así que habías planeado todo esto desde el principio —exclamo, y ella asiente con la cabeza —Eres una jugadora sucia, Collins.

—Oh, vamos. Me amas, perra.

[...]

—Creo que esa estará bien —le digo a Amber, cuando nos encontramos en el centro comercial. Para ser sábado por la tarde no hay tantas personas. Observo a un chico vestido de una gran aspirina quien vende vitaminas y anti parasitarios mientras Amber decide que vestido negro le gusta más. Es un milagro que ella haya querido usar vestido, esperen… ¡es un milagro que ella quiera ir a la graduación!

—Creo que me llevare esta —Amber señala el vestido de corte bajo como única opción —Listo. Ya, he elegido —Coge la billetera de su bolso y me dice que espere justo donde estoy mientras ella paga por el vestido.

Me cruzo de brazos mientras espero, me llega un mensaje de mi acosador personal.

“ljfkhnfnmbdfkjd”

Mi ceño se arruga “¿Qué demonios significa eso?”

“Es lo que me haces sentir” responde casi de inmediato. Dirijo mis ojos al cielo un momento, para luego contestarle.

“No digas tontearías, Niall”

“Hoy me drogué” Suelto una risa tonta.

“No juegues”

“En serio, casi estuve a punto de hacerlo”

“¿Qué te detuvo?”

“Pensé en ti. Ya eres como una droga”

Antes de que pueda contestarle una voz ronca y familiar me hace despegar los ojos de la pantalla. Harry me saluda con una gran sonrisa —Bueno, hola chica empanada.

—No me llames así, hola Harry. ¿Qué es eso? —pregunto echándole un ojo al pequeño bolso de compras que trae en la mano.

—Oh, condones —dice simplemente —. ¿necesitas uno?

Mi cara se torna roja —No. ¿Pero por qué tantos? ¿Eres una maquina exprés o qué diablos?

—Son en total ciento cincuenta condones.

—Madre santa.

—Sí, y antes de que pienses que soy un loco adicto al sexo y esas cosas, debo dejar en claro que no son mías. Al menos, no todas —suelta un bufido —. Mi madre quiere ayudar a los adolescentes para que usen condones y así eviten embarazos inesperados.

—No me digas, te mando a ti, de todos los chicos "vírgenes" para que reparta condones por la calle.

—Exacto. Así que... coge una —dice dándome un pequeño sobre de aluminio —En la parte de atrás están las instrucciones. Oh, también ten esto —me pasa un folleto —Deséame suerte. Hoy un señor casi me golpea cuando le iba dar un condón. ¡Y gratis! Por dios, debería agradecérmelo.

— ¡Harry! —Una chica lo llama, y puedo distinguir que es su hermana mayor —. ¡Ven, tenemos que ir en la sección de Video Juegos!

—De verdad necesitaras suerte si quieres darle condones a los tipos de esa sección —le digo, colocando mi hombro como si estuviera apoyándolo.

—Gracias, la necesitare.

Cuando se va, leo el folleto con una mueca “Recuerda, los condones y anticonceptivos deben ser tus amigos” 

—Que linda frase —ironiza Amber quien llega detrás de mí.

— ¿Ya compraste el vestido?

—Sí, y también los zapatos. Soy una mujer práctica. ¿Tú? Aun no veo que hayas elegido algo.

—Mamá lo hará, o al menos eso me dijo a principio de año, está tan enojada conmigo que ahora lo dudo.

—Ya se le pasara, pero por si existen dudas, elegiremos un vestido ¿sí?

[]

Al final, solo elegí un simple vestido color marino. Según Amber, esos colores resaltaban con mi tono de piel… y mi trasero. De todas formas solo acepté comprarlo porque no tenía muchos ánimos, fuimos a casa luego de eso, ella se quedó por un rato y luego su madre la llamo para que vaya a cenar. Papá se encontraba en una conferencia de trabajo, y por esa razón el televisor no me hacía compañía en el silencio que inundó mi hogar.

En este mismo momento Madison se encuentra en su habitación, y mi madre en la sala, tejiendo no sé qué, y sigue sin hablarme y eso ya empieza a preocuparme demasiado. Me disculpé miles de veces, pero ella dice que todo está bien, pero no con su típica sonrisa. Estoy empezado a creer que la perdí para siempre. O al menos por un largo tiempo indefinido.

Con el reloj marcando las diez de la noche, subo a mi habitación luego de ver La Vida Secreta de una Adolescente Americana por más de dos horas.

Apenas abro la puerta observo a Niall tendido en mi cama, sus brazos cruzados por sobre su nuca y sus ojos cerrados. Incluso así, no me sorprende, me irrita un poco.

—Dios, Niall, ¿algún día dejaras de molestarme?

Sus parpados se abren perezosamente, y una lenta sonrisa se dibuja en sus labios.

—También me alegro de verte, Birdie —su voz es grave, algo así como ronca —. No habías contestado a mi mensaje, ¿no estarás ignorándome o si, bebé?

— ¿bebé? Uy, sí que fumaste algo fuerte. Muy fuerte —recalco las últimas palabras con mis labios y él se echa a reír.

— ¿Quieres que te dé muy fuerte?

—Eso fue grosero, Horan.

Él vuelve a reír libremente.

—Es mejor que cierres la boca, mi madre y Madison está rondando por la casa, y tú riéndote como un desquiciado no ayuda mucho.

—Necesitas unas vacaciones, tantos exámenes y trabajo te estresan. Louis me contó que trabajas en una pizzería.

—Lo hago —gruño, dejando el bolso de compras a un lado y derrumbándome en mi cama con la intención de que Niall se aparte y se largue.

— ¿Qué es esto? —me pregunta, y alza la tarjeta de mi baile de graduación en el aire.

—Me graduare.

—Genial, ¿Cuándo?

—El viernes.

—Mmm —observa la tarjeta detenidamente —. ¿Tienes pareja?

Cierro los ojos, y no le respondo por unos segundos —No.

Sí, le he mentido ¿vale? Pero, no es de su incumbencia de todas formas.

— ¿No?

—No.

— ¿Por qué? —vuelve a reírse con las palabras arrastradas. Giro mi cabeza para mirarlo, sus ojos se conectan con los míos, chispeando.

—Porque no iré.

No sé, no me preguntes porque le he mentido. Simplemente presiento que no le gustaría saber que iré con Harry. Y… repito, ¡No es de su incumbencia! No somos nada.

— ¿No iras a tu baile de graduación?

—No, es aburrido. ¿Ok? No quiero hablar de eso.

Vuelve a reírse, ¿Qué demonios es tan gracioso? Frunzo el ceño, él aparta la vista y puedo ver como sus mejillas están sonrosadas.

—Niall, mírame —suspiro.

— ¿Mm? —sus pupilas están dilatas.

— ¿Estás ebrio? —Abro un poco más los ojos, y me aparto de él de un brusco movimiento. Niall bufa.

— ¿Ebrio? —Repite, en voz baja y luego se ríe —Sí.

— ¿Cómo demonios llegaste hasta aquí? ¿Alguien te vio? Oh, dios mío.

—No, nadie me vio —Niall imita mi ceño fruncido —. ¿Siempre te preocupas tanto?

— ¿Qué no lo ves? Deja de querer pensar que el mundo es tan fácil, no lo es ¿Está bien? No puedes entrar aquí, es mi casa, tú no eres nadie. Nadie ¿Oíste? Que seas famoso, no te hace más importante que cualquier otra persona, a veces pienso que eres un malcriado que piensa que puede tener a cualquiera.

» ¿Y sabes otra cosa Niall Horan? Me canse, termine contigo, porque estaba cansada. ¿Y qué me das a cambio? Lo mismo, ¿no lo ves? Tú y yo jamás estaremos juntos de nuevo, no me esconderé como antes, y no quiero que le digas a nadie que estuvimos o estaremos juntos. No me gusta el público, no me gustan las cámaras, eso no es lo mío. Yo jamás seré buena en eso, no cambiare por ti. Tú tampoco dejaras todo por una estúpida americana ¿verdad?

Niall se queda callado. Se levanta de la cama y se acerca a mí, sus ojos se vuelven fríos como el hielo.

— ¿Tú no lo ves? —su aliento a wiski resopla sobre mis labios —Todo lo que pienso eres tú,  busco las maneras de estar contigo, hasta me creí que esa estúpida idea de ser amigos. No me creo importante por ser famoso, de hecho, a veces pienso que no valgo la pena. Deja de querer fingir que no te importo, que lo nuestro se terminó. No es así ¿Me oíste? Sé que no cambiarias por mí, ¿vale? Te lo repito, tú puedes no sentir nada por mí, pero yo te amo, si no lo hiciera te hubiera dejado ir, y esta historia terminaría en un amor pasajero, clandestino y fácil de olvidar. Pero no estaré esperándote hasta el fin del mundo, aunque te amé,  no lo hare. Tengo que saber si luchar vale la pena, de no ser así, dímelo, me iré y tú y yo jamás nos volveremos a ver. Te lo juro.

Sus manos cálidas envuelven mi cintura, juntando aún más nuestros cuerpos, puedo escuchar a mi corazón retumbar en mis oídos. Sus labios van lentamente hasta mi oído, rozándolas dulcemente.

—Voy a besarte —susurra, con su voz ronca.

—Niall… —mi voz sale fina, por un momento no puedo reconocerme.

—No —me corta, sus dedos aprietan suevamente mis caderas —Voy a besarte, es una advertencia, no te estoy pidiendo permiso. Pero como toda advertencia tienes el derecho de retroceder. Te besare, y si en realidad me amas como habías dicho en el pasado, estaremos juntos, le diré a todos que eres mi novia y que te amo, me importara una mierda Tiffany, las personas que comentan, nada importara si tú aceptas. Y haremos el amor, y te besare, y pondré las cartas en la mesa por ti. Todo por ti. Pero dime que sí...

n/a: Las personas al estar sobrias no son capaces de decir ni la mitad de las cosas que piensan, en cambio, las que están ebrias son lo suficientemente valientes como para dejarlo salir todo. Por eso me gusta que mis protagonistas se emborrachen de vez en cuando —M. C

Continue Reading

You'll Also Like

109K 16.6K 59
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
4.9K 228 25
Algunas imágenes son de algunas series que veo, y algunos son mios. «»«»«»««»«»«»«»«»« ______ Connors es una chica de 20 años con dones increíbles...
11.4K 392 5
Este One Shot esta inspirado en la canción Change my mind, One Direction. Básicamente, es la manera en la que yo interpreto la canción y decidi pasar...
2.9K 148 7
Tener a una persona que amas tanto que darías tu vida por el o ella es algo complicado de explicar no, pues a quien nos a pasado que nos nazca ese se...