My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 12.

Ellos pueden esperar.

Harry inclina su cabeza hacia atrás —L-Louis —gime, con la cara aún roja—, n-no quiero, tengo miedo.

Louis deja en el aire un suspiro, una pequeña capa de sudor brilla en su frente, realmente concentrado.

—Está bien —susurra, acerca su mano para tocar a Harry y éste gime nuevamente—. Tranquilo, si la coloco rápido te haré menos daño. 

El rizado entorna los ojos, esconde sus ganas de gritar cuando captura su labio inferior entre sus dientes.

—Oh, dios —gime sin parar—, esa cosa me dolera como el infierno.

Louis ríe haciendo que Harry lo mire, al instante deja de sonreír y se aclara la garganta —Sí, dolera, pero sólo un segundo. Luego se sentirá... bien.

— ¿Prometes que serás cuidadoso? —Harry parece poco convencido.

—Sí, te lo prometo.

Louis se inclina para colocar la punta pero Harry chilla:— ¡Es muy grande! ¡Voy a morir antes de que metas eso!

El ojiazul parece desesperado un segundo, y al siguiente se la coloca a Harry, tan repentinamente que él pega un grito al cielo.

Harry se queda mudo cuando Louis la quita nuevamente, sus ojos están entrecerrados y en su expresión no hay nada claro —Oye —le dice a Louis—, no dolió tanto.

El otro chico le sonríe —Claro que no, las vacunas son para hacerte sentir mejor, Harry.

Yo sigo mirándolos desde mi posición en el sofá a su derecha. Harry frunce un poco el entrecejo mientras Louis se levanta llevando la vacuna consigo. Alzo las cejas con preocupación.

— ¿Cómo estás ahora, Harry? —mi pregunta se queda en aire unos segundos hasta que él sacude su cabeza.

—U-un poco mareado.

Resulta ser que Harry, al igual que yo, es muy torpe. Luego de lo ocurrido con Niall, nuestra «reconciliación» y toda la cursilería que te podrías imaginar, Yo, Louis y Harry decidimos ir a la casa de Niall, pero luego lo llamaron para algo qué, según él, no tenía importancia —pero su cara lo delataba, así que sí tenía importancia aunque no quería decirlo. Me pregunté si se trataba del gran espectáculo que armé—. Louis se ofreció a comprar unas pizzas porque dijo que se moría de hambre, yo y el chico de rulos no nos negamos a su invitación porque a) moríamos de hambre también y b) ¡era gratis!

Aquí es cuando viene lo gracioso; mientras caminabamos por la acera de regreso al estacionamiento Harry hablaba entretenidamente, y luego se tropezó con algo-aún-desconocido. Sí, a cualquiera le pudo haber pasado. Harry parecía avergonzado cuando Louis comenzó a reírse —Tal vez yo también me reí, sólo un poco—, entonces se tornó enojado y le gritó a Louis algo como — ¡No es gracioso! Mi tobillo de verdad duele.

Louis intentó ayudarlo mientras trataba de calmar su pequeña risa, pero el rizado dio a entender que de verdad estaba herido. Fue ahí cuando le ofrecí para irnos al hospital central, que era el más cercano.

Harry, como el gran terco que es, se negó rotundamente. Dijo que odiaba los hospitales y bla, bla, bla.

Secretamente creo que sólo quería lucir rudo, no lo sé.

Al final, yo y Louis lo llevamos a la casa de Niall.

Harry parecía impresionado por la inmensa mansión. Pero no dijo nada, tenía una mueca de dolor en su cara y su ceño fruncido porque su orgullo dolía al ser cargado por Louis y una chica.