My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 13.

La Lógica y El Destino.

Mi casa es normal. Lo que quiero decir con esto es que no es grande, como cuando pasas por esas que realmente son grandes y dices: Vaya de casa. Y no es pequeña ya que es de dos pisos como casi todas en el vecindario. Así que, mi casa es normal. A lo que quiero llegar con esto es que, al ser una casa normal, tú sabes cuando alguien está o no en ella. O si eres como yo, probablemente ya sepas hasta como son los pasos de cada persona que vive en tu casa. El de papá es como si un pequeño oso bebé estuviera corriendo de un lado al otro, mamá es la más ruidosa ya que sus tocones casi siempre la delatan. Y en cuanto a Madison, ella jamás tiene la boca cerrada, incluso en sueños ella dice cosas sin sentido, un día acampamos en el patio trasero y ella no dejaba de decir que estaba enamorada de este personaje anime de esas series que tanto la traen obsesionada. Y cuando la miré, Madison estaba completamente dormida. Si tienes a Madison como hermana, o lo que sea, siempre sentiras su presencia y por supuesto, su ausencia brillara demasiado. No necesitas escuchar sus pasos, su voz es lo suficientemente alta.

Y me sorprende el hecho que cuando yo estoy en la sala, mirando la mini serie de Orgullo & Prejuicio y aburriéndome de cada cosa que pasa ya que la he visto más de dos veces de lo que va la semana, Madison entra sin hacer ningún ruido.

La miro esperando a que diga algo, ella me mira sabiendo que yo espero que diga algo. Y no lo hace. Lo primero que se pasa por mi cabeza es que está enojada, pero sabes cuando una persona como Madison está enojada porque ella te lo hace saber de inmediato.

Pero no lo hace. Entonces lo segundo que pienso es que aún sigue flotando en al aire por ver —estoy segura que lo hizo—, a su hermana gritando en cadena internacional lo enamorada que está de Niall Horan.

Pero sus ojos me devuelven la mirada y estoy segura que ella tiene los pies firmes en la tierra al igual que yo —bueno, no es como si yo fuera la persona más conciente, de todos modos—.

Y lo último en lo que puedo razonar es romper el hielo primero, ya que Madison me mira de esa forma en la que me siento incómoda y necesito hacer algo.

—Hola —Intento que mi voz sea relativamente tranquila. Para que ella sepa que yo no he hecho nada malo. Porque no he hecho nada malo, aunque sé que quizás no piense igual a mí.

Entonces ella observa la televisión y dice: — ¿Darcy ha aparecido ya?

Miro la televisión también, donde Orgullo & Prejuicio sigue transmitiendo.

—Uh, sí —le digo.

Luego ella está acercándose a mí y cuando creo que está por quitar un cuchillo o algo, se sienta en el espacio a lado de mí, alza sus pies en la mesita de café y mira la televisión como si nada.

No sé que esperé que ella hiciera, no sé cómo esperé que actuara. Pero siento esa terrible necesidad que diga algo al respecto. Y no hablo sólo sobre lo sucedido en el programa, hablo de todo en general.

Es como esas veces que haces algo mal—no es el caso, porque como dije, no creo haber hecho algo malo—, y necesitas que alguien te hable para no sentirte tan culpable. Necesito que ella diga algo porque sé cuanto quiere a Niall.

La entiendo. Imagina estar enamorada de alguien casi imposible de alcanzar, imagina escuchar su voz en la radio, imagina su sonrisa en las revistas, imagina mirarlo a los ojos a través de una pantalla que vendría a ser sólo pixeles. No vendría a ser real. Ella siempre lo quiso de esa forma incondicional. Siempre se emociono por él sin haberlo conocido realmente.

Recuerdo que hace como un año atrás él había ganado un premio y ella realmente parecía orgullosa. Le pregunté como podía sentirse así hacía una persona desconocida, ella me miró y dijo: —Lo quiero, ¿sabes? Nadie podrá realmente entenderlo, pero lo quiero. Es un amor que es difícil explicar pero se siente bien aunque a veces es doloroso.