My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 9.

Oh, descubierta.

Salí del baño de damas con una sonrisa deslumbrante en la cara. Ahora que ya no trabajaría aqui... ¿porque no hacer una gran salida? Entre en la cocina y devore la primera dona de chocolate sin preocuparme de disimular. Jason, uno de los camareros me observo con horror y con una mueca de asco, yo le sonreí consiente de que mis dientes tendrían chocolate. Cogí otra dona y me la estampe en mi boca, se sentía tan bien comer y no preocuparte en absoluto que consecuencias traía.

- ¿Que sucede? - pregunto el chef, cuando me vio sus ojos se abrieron como dos enormes platos - ¿Estas loca? - me grito con su acento italiano y temblando por la rabia.

Yo asenti con la cabeza y me chupe los dedos que tenian restos de chocolate.

- ¿ ____(Tn)? - pregunto Sarah entrando en la cocina, me miro por un momento y luego entrecerro sus ojos incrédula. Oh, oh eso sólo hacía cuando estaba realmente enojada, que bueno que ya no era mi jefa - ¿¡Pero que te pasa!? - gruño entre dientes.

Yo cogí otra dona y se lo lancé en la cara, ella chillo mientras yo sonreia.

- Eso es por tratarme siempre cómo un perro- le escupi con sed de venganza ya era hora de poner algunos puntos-.

- ¿Has enloquecido? - me grito, limpiandose la cara.

Tomé un waffle y lo tire en el suelo para luego pisarlo.

- Siempre odie estos waffles saben a estiércol - exclame. Vale, yo jamás habia probado estiércol pero de seguro sabía igual -.

- Tú siempre me usas cómo una marioneta, me gritas y me tratas mal - grite. Me senti bien diciéndole todo eso, pase un año entero aguantando todo, pero ahora no, ya no.

-Y ¿Sabes algo, Sarah? - Tomé una bocanada de aire llenando mis pulmones - ¡Me cansé! - grite. Esto no se sentía bien, esto se sentía genial - ¡Renunció! - le dije. Sarah me miró, si pudiera leer su mente estoy segura de que ella decia: Es oficial, esta loca. Un silencio sepulcral invadió la cocina de la cafetería, los camareros que estaban observando toda la escena que habia armado se quedaron con la boca ligeramente abierta, igual que Sarah, ellos pensaban que estaba loca. Trague saliva y alce la barbilla.

Un aplauso me hizo girar la cabeza a cincuenta grados, ahí se encontraba Harry con su típica sonrisa curvada, aplaudiendo, aplaudiendome, a mua, ósea a mi. Yo lo mire, con mi estupida cara de confusión. De repente todos empezaron a aplaudír y mi cara fue todo un poema. Noté cómo la cara de Sarah se empezaba a sonrojar de la furia.

- ¡Estas despedida! - Me grito. Todos dejaron de aplaudir. - Y ustedes...- dijo apuntando a cada uno de los camareros para terminar en Harry - si no vuelven al trabajo en cinco segundos les aseguro que no dudare en despedirlos tambien - Espeto, cortantemente.

Todos salieron atropellandose unos a otros de la cocina entre murmuros y cotilleos. Harry fue el último en salir, me miró de soslayo con esa sonrisa y me guiño un ojo. Yo le sonreí, radiante.

- Si vuelves a esta cafetería no dudare en llamar a la policía - me amenazo Sarah.

Puse mi dedo índice y corazón en mi frente e hice el tipico saludo de marinero.

- La comida de aqui siempre fue un asco - Y tras tirar mi delantal, salí de la cocina dejando a una muy cabreada Sarah.

Harry me tomó del codo cuando estaba por salir de la cafetería.

- Fue lo más loco y genial que vi hacer a una chica - me aseguro.

Yo le sonreí, orgullosa.

- Ah bueno, yo siempre soy así, ya sabes, divertida y alocada, para nada aburrida, en absoluto - le asegure, bueno tal vez estaba mintiendo un poco, sólo un poco.