My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 5.

• Pequeñas dudas y rubios molestos. [Parte 1]

— ¿Estas lista? —Me pregunta él, con una mirada algo insegura.

Bufo con alegría.

— ¡Estoy más lista que... que pez en el agua! —Exclamo colocando mi pequeña mano en su hombro.

Harry entorna sus verdes ojos, la duda brilla en ellos.

—No prometo nada, preciosa.

—Bien —Ya es costumbre decepcionarme de mi misma ¿Que podría salir mal?

— ¿Y si te haces daño?

Ruedo mis ojos.

—Vamos no soy una chica delicada ¡Podría llegar a ser todo un hombre! No me lastimare.

—Pero...

—Harry —lo corto, con una mueca de perro magullado — ¿No me quieres adentro?

—Por supuesto que te quiero dentro —Suspira de mala gana, indeciso —Temo que te hagas daño, ya sabes, sólo pasó una semana desde el accidente, tu pantorrilla aún debe doler.

—No duele, lo juro —Salto de un pie al otro para que él crea en mis palabras. Trato de no chillar de dolor ¡Puta que sí duele! Sonrío como retrasada — ¿V-ves Harry? ¡N-no me duele!

« ¡Me duele, joder!»

—Yo no sé... —Alborota sus rizos con una mano, los manda hacia atrás y vuelve a colocar su gorra.

— ¿Confías en mí, Harry? —Me cruzo de brazos, cansada de lo mismo. Llevamos como media hora aquí por culpa de la vacilación y las dudas del chico frente a mí.

—Claro, pero...

—Basta de peros —Le frunzo el ceño —No pasara nada ¿vale? además tú dijiste que estarías encantado si yo...

— ¡Ya sé lo que dije! —Levanta las manos, como si le pidiera algo a Dios y luego infla las mejillas suspirando con fuerzas —No me hago cargo de accidentes, problemas emocionales o pensamientos suicidas luego de esto ¿comprendes?

—Ajá.

—Las damas primero —dice de mala gana, abriendo la puerta de vidrio con una mano y haciéndose a un lado para que yo pasé.

Con la barbilla en alto camino hacía la caja, donde un señor se encuentra fregando la brillante mesa de madera con mucha concentración.

—Buenos días —Digo con demasiado entusiasmo.

El señor se sobresalta, sus ojos azules se levantan y se clavan en mí.

—Buenas días —Dice secamente. Trato de sonreír un poco más.

— ¿Cómo está hoy, Giancarlo? —Dice Harry cuando se coloca a mi lado.

—Harold, estoy bien —El señor levanta una ceja —Has llegado tarde.

Harry carraspea —He tenido problemas —se ríe nervioso y me pellizca el brazo —Ella es _____. —Me presenta con aire nervioso.

Giancarlo me mira con sus ojos críticos y luego asiente con la cabeza. Oh, bueno, ha tenido días mejores seguro.

—Ella necesita trabajo —Le explica Harry, yo asiento con la cabeza.

Yo no necesito trabajo en realidad, pero no tengo muchas opciones. La escuela se está terminando, solo queda los exámenes finales a la tarde, y luego llega la graduación.

Ya he prácticamente planeado el resto del mes: A la noche estudiaré, a la mañana trabajare, a la tarde iré a terminar los exámenes y volveré a mi casa luego a estudiar para el siguiente examen.