My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 17.

Quizás.

Te dire algo sobre las relaciones rotas; No son tan malas como creí.

Son incluso peores.

No lloré luego de salir del estudio Tones aquel día, tampoco lloré al llegar a casa, ni siquiera lloré al imaginar los ojos de Niall humedecidos por las lágrimas. Sólo fui directo a mi cama, me acurruqué entre las sábanas y eso fue todo. Ni siquiera un sollozo.

Nada.

Vale, sé que esa no debía ser mi reacción, y créeme, yo tampoco me lo esperaba, yo misma me imaginé la desesperación en mi rostro, pero eso no fue lo que pasó.

Fue algo peor que el llanto. Tuve sentimientos encontrados. Una mezcla de todas las cosas, sí, como cuando me llega la regla, sólo que sin la sangre o el dolor de estómago.

Sentí enojo, tristeza, frustración... déjame decirte otra cosa, el enojo y la frustración podrían ser sinónimos, pero jamás serán iguales.

También sentí algo que jamás había experimentado. El vacio. Un gran hueco en el fondo de mi ser, como si alguien me hubiera golpeado fuerte, simplemente no podría explicarlo. ¿Conoces la soledad? Quiero decir, no la soledad de estar solo, esa soledad de sentimiento, aquella que te hace sentir pequeño y triste ¿Ahora comprendes?  

En pocas palabras aquella noche me sentí así, sola y vacia. Y observé la ventana, por horas quizás, no sabré decirte que esperé que pasara, pero lo esperé y jamás llegó y seguí sintiéndome aún mas sola.

Al día siguiente no hice nada, fue el martes más aburrido y normal que me podría haber pasado en meses.

Y ese era uno de los mayores problemas, a mí ya no me gustaba lo normal, mi rutina ya no era esa.

Pero tuve que seguir, y fingir que todo estaba bien. Yo no queria tirarme a llorar como una idiota todo el día mientras observaba películas basura en la televisión. Porque muy en el fondo queria seguir siendo yo, queria pensar que nada cambió, que él no me habia cambiado. ¿La razón? Porque también muy en el fondo él sí me transformó, y si no fuera por el hecho de que nunca fui una chica sentimental ya hubiera estado llorando amargamente en el sofá, viendo series de amor trágico o alguna que otra mierda que me ponga aún peor.

Y la rutina siguió, y lo que mas me sorprendio fue el hecho de que no volví a llorar, ni una sola vez. Pero el vacio seguía ahí, latiendo fuerte contra mis costillas.

Estuve mas tiempo en casa, con papá y mamá, incluso un viernes pude estar toda una tarde con Madison hablando sobre series japonesas que a ella le encantaban. Sí, es sorprendente como las cosas pueden dar un giro.

No le dije a Amber que yo y Niall habíamos roto, o mejor dicho, que yo lo dejé, y ella no preguntó tampoco aunque sabía que tarde o temprano lo iba hacer.

En cuanto a mi otro complice, papá, a él sí le dije, fue graciosa y tierna su desesperación, incluso me preguntó si no queria ir a terapia, diciendo que podría entrar en depresión o algo así.  

Yo le había asegurado que me encontraba bien, que no se preocupara.

Luego de una semana, todo volvió a la normalidad, bueno al menos eso puedo decir.

El vacio y la soledad no querían irse, pero yo trataba de ignoralos.  

Luego llegó la preocupación. Dog, me preocupaba esa pequeña cosa blanca. Pero quizás sólo buscaba una excusa para poder pensar en Niall.

Niall, él no volvió a llamar como creí que lo iba hacer. Hasta pensé que él me iba a seguir aquel día en Tones, pero no lo hizo.

Fue lo mejor para todos, supongo.