My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 11.

La reina del desastre.

—Si no despiertas en cinco minutos llegaras tarde a la escuela —me susurra mi mamá, lo que es raro, porque ella siempre grita a la hora de despertarme. A veces hasta simplemente abre la puerta y me arroja agua fría. Lo juro.

—Sólo... unos diez minutos más —imploro entre dientes. Por alguna razón me duele todo el cuerpo, y necesito seguir durmiendo.

—Vamos, no seas una perezosa. Tienes que ir a la escuela.

Frunzo el ceño sin abrir los ojos. Es raro que ella no me haya golpeado ya, por lo general lo hace cuando me pongo molesta. ¿Qué le cuesta dejarme descansar cinco o diez benditos minutos más? Para mí eso hace la diferencia... además ¿escuela? ¿No me había graduado la semana pasada?

—Mamá, ya no me voy a la escuela.

—Bueno eso es obvio —su risa cosquillea mi mejilla. Esa risa... Mi ceño se entona un poco más.

—No eres mi mamá ¿verdad? —No me molesto en abrir los ojos, ciento que si lo hago mi cabeza explotara —. Déjame en paz, necesito... lo necesito.

— ¿Necesitas qué?

—Dormir. Tuve un sueño raro —suspiro, alzando mi brazo para tapar mi rostro.

— ¿Como era?

Quiero bufar por su insistencia, pero decido responder en voz baja.

—P-pues —carraspeo—. Soñé que Niall Horan y yo éramos novios... fue raro.

—Wow, eso si debió serlo.

—SIP —mi voz sale ronca —, mi cabeza está por explotar. Demonios.

Intento abrir los ojos, pero sólo consigo entreabrirlos. Una fuerte luz me ciega, y hace que en mis labios se dibuje una mueca. Observo su cabello rizado y Harry sonríe.

—Creí que jamás despertarías, joder —me toca la mejilla y chillo por el repentino dolor. Harry frunce los labios —, fue un golpe duro.

— ¿Qué? Me duele todo.

—Claro que sí, tuve que golpearte para que despertaras. Demonios, mujer, eres un tronco —Lo que escucho a continuación no es la voz de Harry, ladeo mi cabeza en la dirección contraria y me encuentro con sus ojos azules.

—Hey —murmuro, él me sonríe al igual que lo hizo Harry, parece más tranquilo, sin embargo. También alza su mano y toca mi frente, quiero escapar de su contacto pero no puedo. Todo mi ser se encuentra flojo, sin ánimos.

— ¿Tienes sed? —me pregunta, sus parpados se entornan por la duda haciendo que sus ojos azules se vean más pequeños.

Paso saliva, para mi sorpresa, mi boca está seca y mis labios se sienten agrietados.

—Un poco —digo al final, aunque podría llegar a tomar una jarra entera sin ningún problema.

Intento levantarme con la poca fuerza que tengo. Si un camión me hubiera arrollado se hubiera sentido más o menos así.

Los dos chicos me miran. Aunque sus miradas no son iguales. Los ojos verdes me miran preocupados y los azules más tranquilos, pero tal vez algo de preocupación brilla en ellos. Cosa que no tendría sentido.

—Toma —me dice Harry, pasándome un vaso de agua, realmente no sabría decir si ya lo tenía en sus manos. Tomo el agua rápidamente, tal como una muerta de sed lo haría. Miro un poco a Harry, y me encuentro con el hecho de que está en ropa interior.

Esperen... ¿por qué está en ropa interior? Dejo de tomar cuando el vaso se vacía, me relamo los labios. Harry puede comprender mi confusión y se ríe.