My boyfriend is famous » horan.

Capítulo 11.

Es momento.

- ¿A dónde vas? -Doy un brinco cuando escucho su voz. ¿Por qué hace eso? Me dará un patatús uno de estos días y ¡Todo será su culpa! Con el corazón acelerado y la cara pálida, me doy la vuelta, fulminando a mi papá con la mirada.

-No. Vuelvas. A. Hacer. Eso. Nunca -Silabo - ¿Quieres que me agarre algo, papá? ¿Eh? -Demando. Mi padre entorna sus ojos, dejando su periódico de Los Ángeles Times a un lado.

-He dicho ¿A dónde vas? -Contrataca, tranquilamente. Ruedo los ojos, mirando hacia la puerta. Y sin saber porque, me sonrojo.

-A casa de niakjs -Digo entre dientes, avergonzada.

- ¿Qué? -Frunce el ceño, claramente no entiende a lo que me refiero -Quita la papa que tienes en tu boca -Comenta, burlón -No comprendo.

- ¡A la casa de Niall! -Digo al fin, me doy cuenta que he alzado mucho la voz. Trago saliva comprobando que nadie me ha escuchado, y murmuro-A casa de Niall ¿De acuerdo?

Mi padre enarca una ceja, y parece meditarlo unos segundos.

-Pasas mucho tiempo en casa de Niall -Dice, pensativo. Observo como arruga la frente, luego frunce los labios... ¡Esperen! Eso no puede ser bueno. Él solo hace esa mueca cuando mi madre cocina estofado, o cuando algo realmente le desagrada. ¿Qué significa eso? ¿Le desagrada Niall? ¿O le desagrada la idea de que estoy con Niall? ¿O los dos?

- ¿Qué ocurre? -Pregunto, acercándome y sentándome en la mesa, justo frente a él. Mi padre se encoge de hombros, indiferente. Tampoco puede ser bueno. Luego hace como si no existiría y levanta el periódico, escondiendo su rostro.

- ¡No, señor! Ahora me explica lo que está pasando. -Mi padre carraspea, bajando lentamente las hojas grises. Su mirada se encuentra con la mía. Me mira casi como si me tuviera lastima, como un perro sin comida, o algo. - ¿Papá? -Exijo, relamiéndome los labios. Él sacude su cabeza, y trata de sonreír. Lo conozco, esconde algo.

Cuando pretendo volver a demandar mis derechos, me sorprende cuando vuelve a aclarar su garganta, doblando el periódico y colocándolo a un lado, para mirarme determinante. Oh, joder.

-Es momento -Murmura. Mi corazón para un segundo, y vuelve a bombear, fuerte.

- ¿Momento? -Pregunto, de repente asustada. No me gusta para nada esas palabras, suena como si fuera La muerte diciéndome que llego mi hora. Solo falta que las luces se apaguen y...

Entonces la luz que nos ilumina parpadea, suelto un chillido, luego se apaga. Y estamos a oscuras. -Papá -Gimoteo - ¿Eres tú? -Entrecierro los ojos - ¿Dios? ¿La virgen maría? -Oigo el suspiro de mi padre.

-Olvide pagar la cuenta de la luz. -Qué responsable de su parte. Ruedo los ojos, sabiendo que él no está mirándome. - ¿En dónde estaba? Oh, sí. Cariño, es momento... Tu, tu, tu -Comienza a tararear.

- ¿Qué coño haces? -Pregunto, frunciendo el ceño.

-Es el sonido del tambor... es como más dramático ¿Entiendes?

- ¿Okay?

-Bien, como decía... es momento de -Redoble de tambores -que te dé la "charla" -Todo amago de sonrisa se borra de mi rostro. Yo sé en qué consistía "La charla": Condones, sudor, sexo, y chicos violadores ¿Qué más? Mi padre carraspea, y aunque no puedo verlo en la oscuridad, sé que esta avergonzado. Siento como se remueve -Cuando uno comienza a sentir atracción hacia el otro sexo...

En mi cabeza:

Barnie, Barnie, Barnie.

Es un dinosaurio que vive en nuestra mente y cuando se hace grande es realmente sorprendente.