Abro mis ojos al amanecer, mi teléfono no deja de vibrar bajo mi almohada así que lo tomo y veo el nombre de Dani en el. Contestó mientras me giro un poco y veo a Luke dormido a mi lado.
—Más te vale tener una buena razón para llamar a estas horas — Digo por lo bajo para evitar que Luke se despierte.
—Cierra la boca, dime algo ¿Está Luke ahí? —Pregunta de la misma manera, casi susurrando.
—Está dormido, ¿Por qué? —frunzo el ceño un poco, ella gruñe.
—¿Recuerdas lo que hablamos ayer? Bueno, ya estoy aquí —Dice, hago memoria y lo recuerdo, así que me levanto con pesadez de la cama colocándome la bata, busco mis zapatos y después me dirijo hasta la puerta principal. La abro y veo a mi mejor amiga vestida como si estuviera apunto de conocer al presidente, cómo puede estar así de guapa a las 8 de la mañana, incluso me siento mal porque mi apariencia es cómo si acabara de salir de una explosión o cómo si hubiera pasado la noche bajo un puente.
—Pasa, Daniella.
—Te lo advertí ayer y lo haré de nuevo, si esto causa problemas entre Luke y tú, no compartiremos la culpa, ¿De acuerdo? —Dice adentrándose al departamento —Sabes que cualquier cosa relacionado con esto, siempre termina ocasionando discusiones entre ustedes.
—Está vez no será así —me doy la vuelta y camino hasta el sofá, ella cierra la puerta y después se sienta frente a mí.
—Ni siquiera sé por qué vas a hacer esto, ¿Qué caso tiene visitar a esa loca? ¿Acaso olvidas el hecho de que intentó matarte? —Pregunta obvia.
—Bueno, ahora está encerrada, ya no puede hacerme nada malo —Respondo encogiendo mis hombros, ella rueda sus ojos.
—Si piensas eso porque simplemente no se lo dices a Luke y que él te acompañe, así será más seguro.
—Por qué sé que no lo permitirá, sabes cómo es Luke, hará que nos mudemos al otro lado del mundo antes de que termine de mencionar el nombre de Meghan —Respondo, ella ríe un poco.
—Lo sé, pero al menos no tendrás que ocultárselo —Dice Dani, quizás tenga razón pero sé que Luke jamás estará dispuesto a esto.
—¿Vas a ayudarme o no? —Está vez me cruzo de brazos, ella resopla pero finalmente asiente.
—¿Qué tal si Luke despierta y te metes en problemas? Siento cómo si fuéramos a ocultar un cuerpo y Luke fuese un policía —Dice, le sonrío mientras intento aguantar la risa.
—Pues no es un policía ni se despertará, aún es algo temprano —Afirmo y ella asiente —Me cambiaré de ropa y volveré.
—Bien, te esperaré en el estacionamiento —Dice levantando del sofá para después salir del departamento, me dirijo a la habitación de nuevo, me cambio de ropa mientras Luke sigue dormido.
No sé qué estoy apunto de hacer, no tengo idea de lo que estoy pensando pero algo en mí quiere hablar con ella. Sólo espero que Luke no se enteré de esto.
Vuelvo con Dani y juntas nos dirigimos al reclusorio dónde está Meghan, entramos y tuvimos que hacer algunos procedimientos para que me dejaran entrar, me revisaron de pies a cabeza y me quitaron mis pertenencias.
Cómo sola dejaban entrar a una persona, Dani decidió esperar. Un policía se acerca a mí, me hace firmar un papel y después me muestra el camino. Abre una puerta y veo un largo pasillo de celdas, sólo veo mujeres en este lugar.
El policía permanece en la entrada esperando por mi, mientras yo comienzo a avanzar poco a poco buscando aquel rostro que casi me quita la vida. Algunas mujeres me miran y me examinan, me incómoda pero sigo mi camino hasta que finalmente la encuentro.
Está recostada sobre una cama metálica, está mirando el techo por lo cuál ni siquiera ha notado mi presencia.
—Meghan... —Mi voz deja mi boca en un tono muy bajo y delicado, ella gira hacia mí, frunce el ceño y después se levanta quedando sentada. A pesar de que las barreras nos separan, continúo manteniendo mi distancia.
—¿Qué haces aquí? —Dice de mala forma, luce cansada —¿Has venido a burlarte?.
—Nada de eso, he venido a hablar.
—¿Hablar? ¿Conmigo? —Pregunta mientras suelta una risa burlona —¿Ya te has cansado de tu perfecta vida, niña bonita? ¿O Luke ya te ha dejado y has venido a tomar una taza de té?
—No he venido a hablar de Luke. Si no de mí y de ti. De todo lo qué pasó.
—¿Y crees que cambiará si hablamos de eso? Espero que no vengas esperando una disculpa de mi parte —Dice, se levanta de la cama y se acerca a las barreras. Retrocedo un poco y ella al notarlo, sonríe un poco —Porque no me arrepiento de nada de lo que te hice.
—Esto pudo haber sido de otra forma, no tenías que haber llegado a esos extremos —Respondo.
—Esos extremos, como dices, fue a lo que tú me orillaste. Debí haberte matado cuándo tuve la oportunidad, hubiera disparado una segunda vez —Responde.
—Necesitas ayuda Meghan, tus acciones no te llevaron a nada bueno pero creo que eso ya lo sabes y a pesar de eso, no te guardo rencor.
—Presentaste cargos.
—Qué no te guarde rencor no significa que no haría que tuvieras tu merecido, sólo fui justa. Hubieras hecho más daño.
—Así es, lo hubiera hecho. Me lo robaste todo —Gruñe con rencor.
—Meghan, sé qué todo lo que querías era que alguien te amará incondicionalmente, querías una familia, querías ser feliz... Pudiste encontrar eso en otra persona pero pretendiste obligar a Luke, intentaste separarnos, intentaste destruirnos, sé que fue difícil para ti y lo seguirá siendo pero quiero que sepas que te perdono, y... —Respondo pero ella me interrumpe.
—¿Me perdonas? Si claro, cómo si yo necesitara tu jodido perdón —Responde, después se ríe —Ese es el problema de las princesitas como tú, siempre creen que el mundo gira a su alrededor.
Trago fuerte.
—No sabes lo que dices, he venido a hablar bien contigo, no tenemos que hacer esto...
—Nadie te ha pedido que vengas a verme, ni que vengas a escupirme tú jodida lástima en la cara. No te agradeceré por nada, no quiero tú perdón, me has arruinado la vida, ¡Te odio! ¡Siempre te odiaré! —Exclama más molesta, me hace retroceder.
El policía se acerca y me toma del brazo, me hace ir con él mientras continúo escuchando los gritos de Meghan diciendo cuánto me odia y cómo he arruinado su vida. El policía me lleva a la salida.
Después de recoger mis pertenencias, me dirijo a la entrada principal dónde veo a Dani sentada mirando algunos de los cartelones que están pegados sobre la pared.
—¡Ya era hora! ¡Luke no ha dejado de llamar! —Dice en cuanto me ve, se acerca a mí.
Suelto un suspiro.
—Ya hablaré con él.
—¿Cómo ha ido? —Pregunta curiosa mientras inspecciona mi mirada, me encojo en hombros.
—Peor de lo que esperaba, es Meghan, sólo me gritó cuánto me odia y cómo arruiné su vida —Respondo, Dani hace una mueca de disgusto.
—Vieja loca, tú conociste a Luke primero, ella fue quién arruinó tu vida, además ¿Quién demonios se obsesiona de un tipo que apenas conoce y que además te deja en claro que quiere a alguien más?... Exacto, sólo la gente loca —Responde obvia. Acomodando su bolso sobre su hombro —Cómo sea, vámonos, ya hicimos lo que querías, ahora vamos a comer a un restaurante delicioso que acaba de abrir.
—Bien, cómo quieras, ya nada puede ponerse peor —Ambas nos dirigimos hacia la salida y cuánto abrimos las puertas vemos a Luke y a Matt caminar hacia nuestras dirección, nuestras miradas se cruzan y me congelo al instante —Mierda Daniella, ¿Qué hacen aquí?
—A mí no me mires.
—¿Tú le dijiste, verdad? —Rápidamente me giro hacia ella buscando una respuesta.
—¡Sólo le dije a Matt, no creí que fuera a contarle a Luke! —Exclama por lo bajo.
—¿Qué? ¿Acaso no sabes qué contarle algo a Matt es cómo contárselo a todo el mundo? ¡Ahora estoy en problemas por tu culpa! —Exclamo de igual forma.
—¡Desde el principio te dije que era una pésima idea, te dije que no compartiríamos la culpa! —Es lo último que dice antes de que los chicos se acerquen. Matt es el primero en hablar, bajo la mirada para evitar contacto visual con Luke, sé que me está mirando y me pone muy nerviosa su presencia aquí.
—Cariño, te dije que no creía que fuera gran idea que vinieran aquí solas, pudo ser peligroso — Dice Matt, ahora que lo escucho tantas veces comienza a sonar sensato en mi mente. Subo la mirada lentamente hasta ver el marrón en sus ojos, si efectivamente me está mirando así que vuelvo a bajarla.
—Lo sé, lo has dicho 30 veces esta mañana, pero hemos venido y estamos bien, ya que más da —Responde Daniella a mi lado, permanecemos en silencio un poco más hasta que Luke finalmente habla.
—Camila —Dice mi nombre, su voz tiene ese tono que indica, peligro. Levanto mi vista hacia él y trago fuerte —¿Qué estás haciendo aquí?.
—Bueno, yo... —Alzo una ceja —¿Tú qué haces aquí?
—He venido en cuánto supe que estabas aquí —Dice, se cruza de brazos. Matt suelta un suspiro y habla.
—Eso ya da igual, es mejor que regresemos a casa —Respondo.
—Bien, vamos Camila —Dice Daniella tomando mi brazo.
—Se regresará conmigo, es mejor si hablamos a solas —Rápidamente responde Luke cuando nota qué Daniella me toma.
—De ninguna manera Johnson, ella vino conmigo y se va conmigo, además iremos a comer —Dice Dani entrecerrando los ojos mientras observa a Luke, esta vez me giro hacia ella.
—Está bien Dani, ya iremos después, me iré con él —Le digo, ella lo piensa unos segundos y después asiente.
—Bien, pero cuando vayamos, tú pagarás todo —Me apunta con su dedo índice, yo le doy una ligera sonrisa. Mi prima toma a Dani de la mano y se van juntos al auto de ella. Luke me mira una vez más.
—Vamos —Se da la media vuelta y comienza a caminar, le sigo hasta que llegamos a su auto, ambos subimos y abrochamos los cinturones de seguridad. Él enciende el auto y arranca. No dice nada hasta que estamos cerca de casa —¿Ya me dirás a que has venido?
—Es muy claro, vine a hablar con ella —Continúo con mi vista a la carretera, cruzo mis brazos y suelto un suspiro.
—¿Por qué? —Noto como gira cortamente hacia mí y después regresa su vista.
—Necesitaba hacerlo —Me encojo en hombros.
—Al menos pudiste habérmelo dicho, así me hubiera ahorrado el saber que me has mentido —Su voz aún tiene ese tono de molestia.
—No habrías accedido —Respondo sin más, él ni siquiera piensa una respuesta, simplemente lo dice.
—Claro que no lo hubiera hecho, jamás se me habría pasado por la cabeza venir a hablar con ella, ¿Por qué haría algo así? —Él sube su tono un poco más, él entra al estacionamiento de nuestro edificio.
—Bueno, ahí está la diferencia entre tú y yo, yo si lo pensé y decidí venir —Esta vez respondo de mala gana, no sé a dónde nos llevará esto.
—Pues no debiste hacerlo en primer lugar —Aparca el auto y apaga el motor.
—No puedes decirme lo que debería hacer —frunzo las cejas un poco y giro mi cabeza hacia él, se le ve molesto tanto como a mí.
—Pues no tendría que hacerlo si fueras más sensata y si me lo hubieras dicho, no estuviéramos discutiendo ahora —Dice quitándose el cinturón, yo también lo hago.
—Claro, ahora es mi culpa.
—Nunca dije que lo fuera.
—¡Pero es lo que insinúas! —Exclamo subiendo un poco más mi tono de voz.
—Sólo dije que no debiste venir, joder, pudo ser peligroso.
—No hay peligro, está encerrada en una jodida celda a metros de mí, ¿Sabes algo? Olvídalo, diga lo que diga, no cambiarás de opinión, para ti todo lo que haga siempre está mal —Tomo mi bolso y salgo del auto molesta. Él sale también.
—¡Camila, ven aquí, no seas infantil! —Dice mientras se detiene para cerrar el auto, yo continúo caminando hasta llegar al elevador, subo en el, se cierran las puertas y llego al departamento. Minutos después llega él arrojando las llaves en la pequeña mesa a su lado. Él me mira, pero me giro para no verlo —¿Ahora me vas a ignorar?
—Si, así es, así que déjame sola —Respondo, me dirijo a la cocina. Me acerco a tomar un vaso de agua, lo escucho entrar detrás de mí, me apoyo sobre la mesa para darle la espalda. Él no dice nada más, sólo se queda aquí, observándome —Te dije que me dejarás sola.
Tampoco responde, pero no le tomo importancia, me bebo el agua y después dejo el vaso. Sin embargo, me sobresalto cuando siento sus manos rodear mi cintura con lentitud, me remuevo un poco molesta pero él se aferra a mí, después retira mi cabello de mi cuello para tener acceso a mi mejilla, después deposita un beso ahí.
—Lo siento —Murmura por lo bajo, después deja otro beso —De verdad lo siento mucho.
Cierro mis ojos al sentir su tacto, su piel me tranquiliza. Suelto un suspiro cansado y después dejo caer mi cabeza hacia atrás recargadola en su hombro.
—Yo también lo siento mucho, cariño. No debí ocultártelo. Lo siento. —Digo por lo bajo, él me hace girar hacia él, lo miro a los ojos, a ese dulce marrón en ellos.
Una sonrisa se dibuja en sus labios que me tranquiliza.
—Está bien —Él junta su frente con la mía, y después besa mis labios —Ven aquí.
De pronto me toma por la cintura y me levanta del suelo para sentarme sobre la mesa, suelto algunas risas que después el calla cuando me besa de nuevo.
—¿Has estado comiendo fresas? —Le pregunto en cuánto me separo, él se ríe y después asiente.
—Si, las compré anoche, ¿Quieres algunas? —Pregunta mientras se acerca al refrigerador y saca una pequeña caja de fresas, intento tomar una pero él no me deja —Espera, lo haré yo.
Él toma un fresa y la dirige a mi boca, abro mis labios un poco pero se detiene.
—¿Qué pasa?
—Debes rodearme con sus piernas como en las películas, así será más sexi y romántico —afirma Luke haciéndome reír, así que lo hago, lo acerco a mi y lo rodeo con las piernas.
—¿Así? —Alzo una ceja, él asiente.
—Así es —Dice sonriendo, esta vez si acerca la fresa hasta mis labios, le doy una mordida y rápidamente mi estómago se revuelve, siento unas enormes ganas de vomitar. Alejo la mano de Luke de mi cara y en cuanto él nota mi mueca de asco frunce el ceño —¿Qué pasa?
Siento que vomitaré en cualquier segundo, así que con ambas manos empujo a Luke para quitarlo de mi camino, me bajo de la mesa y corro hacia el baño de la habitación. Tan pronto como me adentro, comienzo a vomitar.
Escucho los pasos pesados de Luke acercarse mientras continúo vomitando. Escucho a Luke tocar la puerta sin embargo lo ignoro y continúo.
—Camila, ¿Qué está pasando? ¿Estás bien? —Pregunta, escucho su tono de preocupación, cuando termino de vomitar, jalo la cadena y me dirijo a lavar mis dientes. Me siento un poco mareada pero a la vez siento un alivio. Abro la puerta y Luke está ahí recargado esperándome —¿Qué ha pasado? ¿Te sientes mal?
—No lo sé Luke, algo me ha sentado mal —Paso por un lado de él, camino hasta la cama y después me siento, doy un gran suspiro. Luke se acerca y se arrodilla frente a mí.
—¿Cómo que algo te ha sentado mal si ni siquiera has comido? —Pregunta confuso, después lleva su mano a mí frente —No tienes fiebre pero estás algo pálida, quizás estás enferma, deberíamos ir al hospital.
—No, estoy bien, dormiré un poco, en realidad si me siento algo cansada —Digo, me recuesto en la cama y me cubro con una manta.
—¿Estás segura? —Pregunta mientras me ayuda a acomodarme —Si sigues sintiéndome mal, no podrás ir a trabajar mañana y entonces tendremos que ir al hospital.
—No seas exagerado, estoy bien, sólo dormiré un poco y ya después me sentiré mejor —Digo, Luke asiente y me deja sola para poder dormir. Cierro mis ojos y pierdo la noción del tiempo.
Abro los ojos un poco y veo que ya ha oscurecido, sin embargo, los cierro de nuevo y vuelvo a dormir, realmente me siento muy cansada.
A la mañana siguiente intento dormir aún más pero escucho ligeras voces acercándose qué me impiden seguir durmiendo.
—¿Estás seguro? ¿Qué podrá haber sido? —Distingo la voz de Dani acercándose, además del tan conocido sonido de sus tacones.
—No lo sé, no ha comido nada, he intentado despertarla pero no quiere, sólo quiere dormir —La voz de Luke me despierta aún más —Ha dormido demasiado, ni siquiera se despertó para ir a trabajar.
—Debemos llevarla al hospital —Dani de nuevo.
—¿Crees que no lo he intentado? Ha dormido desde que vomitó, sólo dice que tiene mucho sueño —Afirma Luke —Creí que si venías tú quizás acepte ir.
—Ven, vamos, ayúdame —Es lo último que dice Dani, ambos abren la puerta y se acercan a mí. Mi mejor amiga se pone en cuclillas a un lado de mí, me toma del brazo y me sacude un poco —Camila, despierta.
Abro los ojos poco a poco.
—No —Es lo único que digo. De inmediato llega a mi el fuerte olor de su perfume, hago una mueca de molestia —Aléjate, tu perfume... No lo soporto.
En el momento que digo eso la veo fruncir el ceño.
—¿Te molesta mi perfume? —Pregunta a lo que rápidamente asiento, ella se queda pensando unos segundos, después parece comprender algo pero no lo dice, sólo aprieta sus labios para no sonreír —Creo saber que es, pero aún así debemos llevarla al hospital.
—¿Qué crees que sea? —Escucho a Luke confuso.
—Tú sólo ayúdame a llevarla —Dice Dani. Cuándo menos lo espero, ya estoy en el auto. Comienzo a sentirme un poco mejor, incluso ya no veo necesidad de ir al hospital.
—Son unos exagerados. Ya me siento mejor, no había que ponerse paranoicos —Respondo de mala gana. Dani viene a mi lado en los asientos de atrás mientras Luke conduce.
—Estarás aún mejor cuando te revise el doctor.
—Sólo fue una pequeña gripa o algo, no sé —Respondo. Continuamos conversando un poco hasta que finalmente llegamos al hospital, tardan un poco pero el doctor me revisa, Luke entra conmigo al consultorio. El doctor me pide que me haga una serie de pruebas para descartar que sea anemia y me pide guardar reposo hasta el día siguiente que estén listos los resultados de los análisis médicos.
Por lo pronto volvemos a casa, mientras como un sándwich y un jugo de naranja, lo como poco a poco para que no me provoque asco. Estoy sola en la habitación cuando alguien toca la puerta y segundos después entra Dani.
—¿Podemos hablar? —Pregunta algo seria y nerviosa, incluso algo cautelosa, frunzo el ceño porque eso sólo significa que algo le pasa, asiento mientras hago la bandeja de comida a un lado.
—Pasa —Le digo, ella se adentra y después se sienta frente a mí —¿Qué pasa?
—¿Ya te sientes mejor? —Pregunta examinándome, ella baja la cabeza y juega con sus dedos, ¿Qué le pasa?
—Un poco, si —Le digo, ella suelta un suspiro.
—Escucha, quería hablarte de esto sin que Luke escuche porque no he dejado de pensar en esto todo el día. Tampoco quería decírtelo hasta que no te revisara el doctor para no meterte ideas pero soy tu mejor amiga y tengo que decírtelo, si no lo hago explotaré, de verdad no he dejado de pensarlo.
—¿Pensar en qué?
—En tu malestar de hoy, cuándo Luke me llamó diciendo que habías vomitado y qué tenías demasiado sueño me hizo pensar en algo y luego lo confirmé cuando me dijiste que estabas sensible al olor de mi perfume — Dice haciendo una mueca algo extraña.
—El doctor dijo que podría ser anemia... Sea o no, lo sabremos mañana —Me encojo en hombros.
—Olvídate de la anemia... Y si estás.... ¿Embarazada? —Pregunta con duda, y susurra el "Embarazada" No lo había planteado antes, sin embargo sólo me río ante su pregunta.
—Daniella, vete al diablo, ¿Cómo voy a estar embarazada? —Continúo riendo.
—Sólo piénsalo, vómitos, sueño y sensibilidad a los olores —Daniella permanece con sus curiosos ojos verdes sobre mí, me interrogan y me hacen pensar millones de cosas —¿Cuándo tuviste tu último periodo?
Me detengo y comienzo a hacer cuentas... Cuando caigo en cuenta, miro a mi mejor amiga mientras abro mis ojos más y más al paso de los segundos.
—Mierda, Daniella. Creo que estoy embarazada.