My boyfriend is famous » hora...

By Ioutopia

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❝Definitivamente ésta no es una historia de amor corriente❞ El sarcasmo se convertirá en tu mejor amiga. More

Sinopsis.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Segunda Parte. Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Tercera Parte. Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
N/A: Trailer.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Epílogo.

Capítulo 3.

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By Ioutopia

Un beso no hace daño a nadie.

Mi corazón se detiene, luego, vuelve a latir tan fuerte que juro que los chicos pueden escucharlo. Por un momento no sé qué hacer, mis piernas me fallan y parpadeo varias veces. Liam ha tenido un accidente… ¡Liam ha tenido un accidente!

Siento como alguien me jala de los brazos, bajo la mirada, Zayn me está arrastrando al auto a toda prisa y yo apenas puedo sentirlo. Salgo del mini-shock de un segundo. Y los nervios resbalan por mi espalada en forma de un frio sudor que me hace estremecer. Escucho como alguien arranca el motor del Audi, quizás Louis, o quizás Zayn… no sabría decirlo.

 Yo solo puedo pensar en mi amigo, y aunque sé que no está bien, pienso lo peor ¿Por qué siempre es así? Quiero decir, cuando alguien dice “tenemos que hablar” o “ha ocurrido esto… u aquello” No piensas: “Oh, bueno, me enterare de lo que pasa y luego sabré si tendré que preocuparme o no” NO, uno siempre, siempre se imagina lo peor.

Yo no soy la excepción.

Vagamente escucho como Zayn dice cosas desesperadas, y Louis trata de decir algo con voz más calmada, pero muy tensa. Por acto reflejo, me llevo una mano a la nuca y me la rasco varias veces, es algo que he hecho desde pequeño, al estar nervioso. Mi madre persistentemente me regañaba, diciéndome que me dejaría marcas en la piel, tal vez debí haberle hecho caso,  juro que siento como mi nuca arde de dolor. Pero ahora no importa, nada de eso es importante.

— ¡Quieres apurarte, maldita sea! —Chilla Zayn con aire turbado, por muy egoísta que suene, me relaja que  yo no sea el único alterado.

Louis respinga, mientras está en el volante. Nuestros cuerpos se deslizan adelante cuando él acelera de repente, setenta… ochenta…. Y aumentado.

Me regaño a mí mismo cuando vuelvo a colocar mi mano en mi nuca, y me digo que quitar la tensión haciéndome daño no es buena idea.

Casi con desenfreno observo como el hospital principal de Los Ángeles se está siendo visible atreves de los  edificios, puedo jurar que un pedazo de mi alma esta reconfortada. Como si el hospital me diera ánimos que no sabría explicar.

Louis rápidamente estaciona el Audi, y se baja de ella, Zayn le sigue segundos después, y luego yo, un poco torpe.

Los tres nos dirigimos al vestíbulo del hospital, las piernas me tiemblan a medida que me acerco. Y como si fuera de caricatura, los tres colocamos nuestras manos sobre la mesa de recepción, mirando atentamente a la secretaria.

Nuestras respiraciones son agitadas, y de seguro parecemos tres locos sueltos, en especial Zayn. La linda secretaria levanta la mirada, cuando sonríe sus ojos se achinan más de lo que son.

Bienvenidos, caballelos —dice, con un tono raro. Se relame sus finos labios rojos, y me mira a mí — ¿En que podlia ayudallos? —Me da una miradita más, y parece sorprendida — ¡Oh, tú eles Niall Holan!

Sí, sí —digo —. Yo soy Niall Horan… o Holan… como usted diga. Necesitamos ver a un amigo.

Ella sigue mirándome, como si yo fuera la cosa más impresionante del universo. Hago un mohín con los labios, cansino — ¿Desea un autógrafo? —Le digo, casi con aburrimiento. Como si fuera la oración de toda mi vida. La secretaria se queda pensativa y luego su linda sonrisa se ensancha.

—No.

¿Ah? ¿Ok?

—Bueno, ¿Cómo se llama su amigo? —pregunta la bonita secretaria con su extraño acento. Zayn me empuja, moviendo de un lado al otro sus piernas.

— ¡Liam! —Le grita en la cara a la mujer, quien arruga la nariz cuando el moreno por poco no le escupe en la cara. La mujer, que por lo que puedo ver en la pequeña placa que tiene sobre su bata blanca, se llama Akina, se limpia con los dedos el resto de saliva de Zayn, y trata de sonreír.

—Liam… —Dice, mientras comienza a escribir en su computadora. Siento como Zayn no para de moverse de un lado al otro.

—Ya, amigo, todo estará bien —digo, colocando una mano en su hombro con compasión. Zayn frunce el ceño, y niega con la cabeza.

—Yo… —dice, apunto de echarse a llorar— ¡necesito hacer pipí!

¿Qué?...

¿Liam Payne? —Akina exclama, haciendo que los tres nos fijemos en ella.

— ¡Sí! —dice Louis, mordiéndose las uñas de las manos.

Liam Payne ha llegado hace como media hora, ahola se encuentla en la sala de emelgencias…

—Pero… ¿está bien? —pregunto, con el corazón casi explotando en mi pecho.

No tengo idea —dice ella, con un mohín de vacilación —Creo que el Dr. Cruz esta junto a él, la sala de emelgencias está en cluzando el pasillo junto al cualto de observa… —antes de que Akina termine de hablar, Zayn sale disparado de allí. Louis suspira, con tensión y ladea la cabeza para que lo siga.

Él parece tranquilo, pero sé que no lo está. Puedo ver como los músculos de su mandíbula están fuertemente apretados.

Cuando llegamos a la sala la puerta está cerrada, y Zayn camina de un lado al otro, pasando la mano por su cabello oscuro. —Está cerrado—dice.

Louis suspira— ¿Enserio? Vaya, que observador, Malik.

— ¡No me juzgues!

En ese momento aparece un señor detrás de la sala, un poco más bajo que los tres, con un gran bigote adornándole el rostro — ¿Familiares del Sr. Payne?

—Yo —dice Zayn algo dudoso —Soy su amigo.

El señor asiente — ¿Algún familiar más cercano?

Niego con la cabeza, haciendo que el señor se fije en mí. Me observa unos instantes y luego abre un poco más los ojos — ¡Oh! ¿Tú no eres Niall Horan?

—Sí, soy yo —farfullo— ¿Quiere un autógrafo?

El doctor se ríe con gracia — ¡Por supuesto! —Yo asiento—Por supuesto… que no.

¿Ah? ¡¿Ah?!

— ¿Liam? ¿Cómo esta Liam? —dice Louis, acercándose al doctor.

—Su amigo está bien,  solo tiene unos pequeños rasguños, y una fractura en el brazo… pero nada grave. El cinturón lo ha salvado, eso y que sólo fue un accidente con un perrito. Luego de eso…

— ¡¿Qué?! —Exclama Zayn —Esperen… esperen… —veo como traga saliva — ¿E-El perrito está bien? —el doctor lo mira, extrañado.

—Sí.

—Oh —Zayn suspira, aliviado. De hecho todos lo hacemos, pero no por el perro, si no por el hecho de que Liam está bien, yo no sé qué hubiera pasado si no lo estaba. El alma vuelve a mí, y la sangre va fluyendo, menos tensa.

— ¿Podemos ver a Liam? —pregunto, rompiendo el silencio que se queda helado en el aire. El doctor se me queda mirando.

—Claro —ladea la cabeza, para indicarnos que lo sigamos. El aire acondicionado estremece mi piel cuando entramos a la habitación, hay una pequeña camilla a un lado, en donde nuestro amigo se encuentra.

Me lo quedo mirando, su brazo izquierdo esta enyesado, sus ojos cerrados y su pecho sube y baja con tranquilidad.

—Me temo que se ha fracturado el brazo, con el impacto. El auto trato de esquivar a un perro, o es al menos lo que tengo entendido, su amigo estaba en el asiento copiloto cuando el auto impacto con un poste de luz. Gracias a Dios no fue nada más grave —habla el doctor, en susurros.

— ¿Él está durmiendo? —pregunta Zayn, mirando fijamente al castaño en la camilla.

—Pues… su amigo es una persona muy sensible, cuando llego estaba perfectamente consiente, pero cuando vio la sangre chillo y luego se desmayó.

—Ja —El moreno suspira, con una sonrisa—Oh, sí, es muy sensible. Recuerdo una vez cuando me escondí debajo de su cama… —él ríe— se hizo en sus pantalones.

Ruedo los ojos —No hables,  capitán moja pantalones —. Louis, que hasta ahora se había quedado en silencio, ríe un poco, más tranquilo.

—Joder —dice Zayn, en un gruñido— ¡¿Jamás lo olvidaras, Horan?!

—Orinaste en mi sofá —canturreo. Zayn se acerca con los puños cerrados, yo rio aún más fuerte, esquivando su golpe.  Louis le toca el hombro, con aire de regaño.

—En el hospital no, par de subnormales —dice —Recuerden que Liam odia la violencia. Piensen que están por pelearse enfrente de él, sería como una falta de respeto.

— ¡Uff! Esta inconsciente—dice Zayn, bufando—.

Me quedo pensando un rato, si Liam no fue el que conducía… ¿Quién fue? Frunzo el ceño, mirando un punto inexistente en la blanca pared —Doctor —lo llamo, sin mirarlo — ¿Quién era el conductor cuando se produjo el choque?

—Era una mujer, más bien, una estudiante de manejo que estaba junto al señor Payne, no sabemos el nombre de la joven ya que no traía ningún documento consigo. Quizás puedan conocerla, nunca se sabe.

—Bien —asiento —. ¿En dónde está?

—Por aquí —dice el doctor, caminando hacia la puerta de la habitación. Gira el pomo, y desaparece en los pasillos, los tres lo seguimos rápidamente.

El cuarto en donde se encuentra la chica está a cuatro puertas junto a la de Liam, cuando entramos a ella un fuerte perfume inunda mis fosas nasales, haciendo que quiera estornudar. A diferencia de la otra habitación, esta es más colorida, pero debe ser por las paredes color pastel y la chica con remera rosa que está en la camilla, y como el castaño, también tiene los ojos cerrados.

—Ella sólo está durmiendo —avisa el doctor—cuando llego estaba muy histérica, tuvimos que… ya saben, tranquilizarla de alguna forma.

—No creo conocerla —dice Louis, observando a la chica de lindos cabellos rubios, no tan interesado—. Definitivamente no la conozco.

—Es linda —comenta Zayn, ladeando la cabeza.

—Serás pedófilo, hombre. ¿Cuánto tiene? ¿Catorce años? —Louis lo golpea en el hombro, y él se queja.

—Solo decía, joder.

Entrecierro los ojos, a diferencia de los dos chicos, yo sí creo conocerla. Me da una extraña familiaridad, sus facciones me recuerdan a alguien, sus labios…

— ¿Niall?

— ¿Ah?

— ¿La conoces? —susurra el moreno, colocando un brazo en mi hombro.

—Me resulta familiar… —sacudo la cabeza un par de veces, tratando de recordar.

— ¿No te acostaste con ella, o sí? —Estrecho mis ojos en Louis, quien enarca una ceja. Hago una mueca de horror.

—No, madre mía, no —exclamo, horrorizado —Sólo… me da aire de familiaridad ¿vale? —Quito la mano de Zayn de mi hombro, y me acerco a la chica rubia, por alguna razón mi corazón bombea más fuerte.

La escaneo fijamente. Sin saber porque, aparto un mechón rubio de su cara, para ver más su linda cara. Sus labios están perfectamente curvados, con un color rosa intenso. Es igual a…

—Me recuerda a Birdie —digo, sin pensar siquiera. Nadie dice nada por unos segundos.

— ¿Birdie? —pregunta el doctor.

Louis bufa.

—Su ex novia, tiene que tenerle paciencia al rubio, doctor. Él ve un árbol y le recuerda a su ex. ¡Todo le recuerda a su ex!

—No, de verdad, le parece –tartamudeo, alejándome de ella —Es como su versión rubia ¿captan?

—Si yo te digo “Niall, mira un perro” tú dirás… Oh, se parece a Birdie —dice Louis, burlándose.

—Él tiene razón, Louis —dice el moreno, interrumpiendo las risas del chico— Se parece a Bi… digo, ____. Por eso me resultaba tan linda —miro a Zayn con los ojos entornados y él me guiña un ojo. Ya se va enterar, ya se va enterar…

—Es mejor que la joven descanse —dice el doctor, llamándonos. —Gracias por la ayuda, chicos.

Todos asentimos, saliendo de la habitación. Sigo absorto cuando llegamos al pasillo de la recepción. No puedo quitarme a esa chica de la cabeza, no por lo hermosa que era, si no por el hecho de que le parecía tanto a _____. Quizás sean parientes…

Una idea poco placentera pasa por mi mente. Voy hacia el doctor, que habla animadamente con Zayn.

—Usted sabe… sabe si… ¿había alguien mas en el auto?

—Tres personas. Su amigo, la joven… y otra señorita.

Mi respiración se congela, igual que todo mi cuerpo. Puede ser cualquier otra persona, Niall. Me digo a mí mismo. Puede ser cualquier otra persona.

— ¿Podría verla? — Me maldigo por parecer desesperado, él sonríe.

—Descuide, Niall. La señorita ya tiene visita, y esta consiente.  Nos dio el número telefónico de un pariente para que venga a buscarla. Creemos que también es familiar de la otra joven, aunque no le hemos preguntado nada aún.

—Oh —suelto la respiración que se había quedado atascada en mis pulmones.

Bien, Niall, no es _____. No es ella, tranquilo. Sigo caminando junto a los chicos nuevamente a la habitación de Liam. Al instante, me detengo de golpe.

Si la chica es pariente de la rubia… y la rubia  me parece paralelamente familiar a Birdie…

—Madison —susurro. La hermana de ___ se llama Madison, y se parecen bastante.

“Es como tu gemela” le había dicho una vez, cuando estábamos en su habitación. Ella bufó con indignación.

“Estas drogado, cabrón” me dijo, empujando mi hombro.

“Es verdad, se parecen demasiado, sólo que ella es rubia”.

“Madison es más linda” dijo, con una mueca.

“No” rápidamente negué “Las dos lo son, porque son iguales. Pero si tuviera que elegir siempre te preferiría a ti”

“Dios, que romántico” ironizó con su abrumadora sonrisa y luego me besó.

Las piezas del rompecabezas se unieron.

Por eso la rubia me resultaba familiar, por eso me sentí tan bien cerca suyo. Era idéntica a ____, porque era su hermana. Era Madison. Eso quiere decir que la otra joven es ____, lo que significa que ella también estuvo en el accidente, y se ha hecho daño…

Por un momento quiero golpearme por ser tan estúpido y no verlo antes.

Pero todo eso se esfuma cuando pienso en _____ ¿Si se ha hecho mucho daño? Algo me golpea el pecho, y veo la habitación de una forma rara. ¡Voy a desmayarme! ¡Maldita sea!

— ¿Niall? —Louis mueve una mano frente a mis ojos —Estas pálido, maldición ¿te encuentras bien? ¿Niall…?

—B-Birdie —me llevo una mano a la cabeza, sintiendo ganas de vomitar —Necesito… —Miro desesperadamente alrededor, buscando al doctor, pero él ya no está. Algo aún más fuerte me golpea, una mezcla de desesperación y pesimismo juntos —. ¿Dónde está el doctor? —por un momento creo que me atacara una especie de asma por la forma tan irregular con la que respiro. Aire, necesito aire.

—Niall —Louis trata de tranquilizarme. No lo consigue —Amigo, me estas asustando.

—Quédense con Liam… yo tengo que… tengo que… —me quedo en silencio, sin intentar completar la frase.

Mis pies parecen moverse por sí solos cuando voy nuevamente hacia la  recepción, puedo ver como todos me observan con una expresión rara. Esta vez estoy seguro que no es porque soy Niall Horan, sino por la cara de loco que traigo. Siento como alguien toca mi hombro.

— ¡¿Qué?! —exclamo. Louis se sobresalta.

—De verdad me estas asustando—su expresión es seria cuando me mira fijamente. No le doy importancia y voy en busca del doctor, que está charlando con una señora embarazada.

—Doctor —exclamo, o quizás grito. Él me observa igual que la señora —La joven… que también se encontraba en el coche ¿Dónde está ahora?

—En la habitación número 102, justo al lado de la muchacha rubia… —sin querer escuchar más voy disparado hacia la puerta número 102, me doy cuenta que  lo que me golpea tan fuerte el pecho es mi corazón, que no para de retumbar como un bomba de tiempo.

Las pisadas de Louis se escuchan detrás de mí, él me está diciendo algo, pero estoy tan enloquecido que no logro descifrar qué. Cuando estoy cerca de la habitación, me detengo y siento como si un balde de agua fría chocara contra mi cuerpo al ver una mata de cabellos rizados y al chico acercarse a la habitación 102.

—Oh, ni se le ocurra –gruño, con fuerzas. Louis se detiene junto a mí, con la respiración pesada, y encorvándose sobre sus rodillas como si hubiera corrido una maratón de miles de kilómetros —Louis —lo llamo, bruscamente.

— ¿Qué? —dice él, agarrándose de mi hombro para no caerse.

— ¿Ves a ese chico? —digo, y a punto disimuladamente al rizado.

—Aja —dice el castaño, aun desorientado por la corrida.

—Quiero que lo distraigas.

Louis se aparta de mí, y me observa con confusión — ¿Por qué yo haría algo así?

—Por favor —digo, apretando los puños.

—No lo hare si no me dices porque —Sin poder contenerme le agarro del cuello de la camisa con tanta fuerza que chilla, sus ojos azules me miran con pudor.

—Ve y distrae a ese chico ¿Entiendes?  —escupo, con rabia. Louis asiente mientras lo suelto con demasiada brusquedad, él se tambalea un poco con el cuerpo flácido.

—Das miedo cuando te enojas, Niall —susurra y luego mira para el chico, que camina tranquilamente hacia la habitación. Suelta un suspiro, y sonríe — ¡Hey, tú, curly boy!

El chico se detiene, y Louis rápidamente corre hacia él. Con disimulo me levanto la capucha, y camino tan tranquilo como puedo. Louis envuelve un brazo alrededor del rizado, y este lo mira como si tuviera otra cabeza de panda alcohólico, o algo así. Paso por su lado, escuchando un poco su conversación.

— ¿Cómo te está yendo el día, curly boy? —Louis le dice, como si fueran los mejores amigos. El chico se zarandea un poco, tratando de apartarse.

—Debo ver a alguien, lo lamento…

— ¿Te gustan las empanadas? —trato de no reír al escuchar al castaño.

— ¿Empanadas? —pregunta el rizado.

—Sí, yo podría darte deliciosas empanadas. 

— ¿Deliciosas? —exclama él, horrorizado.

—Aja.

—No gracias —Louis lo atrae aún más.

—Vamos, curly boy, ¿jamás has probado las empanadas?

Rápidamente entro a la habitación aprovechando la situación de las empanadas, y cierro la puerta tras mi espalda. Mis pupilas buscan desesperadamente el objetivo, y cuando la miro, es inevitable no sonreír de alivio.

 Ella se encuentra allí, descansando sobre la cama, serena y hermosa como siempre que cierra los ojos. Trato de coger aire, acercándome a  Birdie, mis piernas se sienten al igual que las gelatinas y mis manos tiemblan como si tuviera alguna enfermedad. No es nuevo, ese sentimiento al verla, mis manos temblando, no es nuevo. Siempre siento algo raro al observarla, algo raro y familiar, algo que me alivia y me hace sentir tranquilo. En casa.

Me arrodillo frente a la camilla, y la observo. Tiene algunos cortes en la frente, y un gran golpe en la mejilla izquierda. Recorro su cuerpo con mi mirada, y noto que una de sus piernas está envuelta en una blanca venda.

Paso saliva, y vuelvo a ver su rostro. Sería tan fácil besarla ahora. No sería un beso de amor, sería un beso algo así como… amistoso, porque ¿existen los besos amistosos, no? 

Dejo escapar un respingo, si ella fuera como Tiffany todo sería más fácil. Absolutamente todo.

Solo un beso, me digo. Uno pequeño y ya. No hace daño a nadie.

Inflo el pecho, y curvo los labios, por instinto cierro los ojos y me acerco a su rostro. El olor a vainilla me inunda, hogar, dulce hogar. Mi corazón comienza a volverse loco de nuevo, su cálida respiración choca mis labios. Oh, te extrañaba.

— ¡Aaaaaaaah! —un fuerte golpe me tira hacia atrás, y por reflejo comienzo a gritar.

— ¡Mi ojo! ¡Mi ojo! —grito, llevando una de mis manos a mi ojo izquierdo que late con vida propia. Con el ojo sano miro a _____ que me está mirando con las pupilas dilatadas por el susto. Frunce el ceño —Si llego a tener un ojo de vidrio será tu maldita culpa.

— ¿Niall? —pregunta ella, desorientada. 

—El mismo —gruño.

Debo dejar de querer ser romántico, a veces puedo perder un ojo, literalmente.

— ¿Qué haces aquí? —pregunta aún más confusa. Se sienta lentamente en la cama, y entrecierra los ojos en mí. 

—Vengo a violarte —Ella hace una mueca por mi comentario asquerosamente sarcástico —. Liam está aquí, luego me entere que tú también, así que… era obvio que debía verte.

— ¿Era obvio?

—Sabes que me preocupo por ti.

Ella no dice nada, se lleva una mano a la mejilla y crea otra mueca, esta vez de dolor. El silencio se va deslizando entre nosotros, pero a mí no me parece incómodo, me la quedo mirando, y nuestros ojos se cruzan. Sonrío, y ella se muerde el labio inferior.

— ¿Te duele? —le pregunto. ___ parpadea, negando con la cabeza y mira su pantorrilla.

—Ni siquiera lo siento.

—Debe ser la anestesia.

—Probablemente.

Y el silencio lo congela todo de nuevo. No es como si me molestara, pero aun quiero besarla. Debe ser la abstinencia, que me pone como un perro desesperado. No es bueno, créeme.

Carraspeo, al notarla pensativa, sus ojos están clavados más allá de mi espalda, y están entornados aún. Eso quiere decir que está pensando algo con mucho cuidado. Desearía saber qué es.

— ¿Estas bien? —pregunto, sólo para que me preste atención. Asiente con su cabeza, y rasca su muñeca con un poco de nerviosismo.

—Estoy bien —dice, en voz baja —De hecho me alegra verte.

 Unas palabras inesperadas, pero de seguro no se quitaran de mi cabeza en todo el resto del día. Sé que en este instante sonrío como un imbécil.

— ¿De verdad?

—Sí. Realmente necesito decirte algo.

Enarco una ceja, acercándome nuevamente a ella, su mirada me mira desde abajo — ¿A sí? —Susurro — ¿Qué es, Birdie?

—Debo decirte que lo siento. Más de lo que piensas.

El mundo está lleno de sorpresas.

—Vaya… —murmuro, y no puedo evitar fruncir mi entrecejo — ¿Por qué?

—Por todo —dice, y toma una gran bocanada de aire —Por haberte dejado sin dar explicaciones, por haber herido tus sentimientos, por decirte que no me importabas, por mentir… por ser una cobarde.

—No eres cobarde.

—Soy cobarde —dice, mirándome mal para que me mantenga callado. Lo hago— Fui cobarde al dejarte. Fui cobarde cuando herí tus sentimientos.  Temí salir al mundo, temí que si algún día alguien se llegara a enterar que nosotros dos nos queríamos me odiaran. Me odiaran por querer a la persona que amo. Temí que perdieras admiradoras por mi culpa. Para mi Tiffany tenía razón ¿sabes? ¿A quién iban a querer, después de todo? ¿A ella, la chica que siempre estuve ahí para ti, o a mí, la chica que destruyo la relación más hermosa y perfecta de la farándula? Ambos sabemos la repuesta. Yo siempre seria la mala, la odiada, la fea, la que no merece estar contigo. Y ella siempre seria la hermosa, la pura… la que debería haber tenido un futuro junto a ti.  Niall, yo soy cobarde por pensar en eso. Soy cobarde y ya.

—Birdie…

—No, escúchame. No deseo culpar a Tiffany por lo de nosotros ¿entiendes? Pero ese día, en Tones ella me lo dijo, ella destruyó toda la valentía que tenía guardada hasta el momento. Me manipuló, porque es mala, y sabía mis puntos débiles.

»Manipuladora, ella siempre fue así. Y lo siento, por culpa de mí y Tiffany, tú no podías ser feliz. Yo siempre seré una cobarde, y ella siempre será manipuladora… y… lo siento —termina de decir, soltando un bufido, y bajando los hombros. Como si un peso de mil toneladas se resbalara al fin de su espalda.

—Gracias —susurro, con el corazón en la garganta. _____ levanta la mirada.

— ¿Ah?

—Gracias —vuelvo a decir—Yo jamás fui feliz de verdad, siempre estaba de un lado al otro, entrelazando las manos con Tiffany. Realmente no era feliz, solo creía que lo era. Y en algo te equivocas, yo si fui feliz junto a ti, más de lo que piensas.

»No eres cobarde, una verdadera cobarde no hubiera hecho todo eso por mí, una cobarde no diría todo lo que acabas de decir. Y te debo las gracias, porque por ti, yo puedo abrir los ojos. Me concentrare en la música, en mis amigos, ellos me hacen feliz. Ellos creen en mí. Las mujeres podrán esperar. Aun así quiero que sepas que siempre serás especial para mí, siempre.

—Tú también —dice ella asintiendo con la cabeza. Trago saliva, sonriendo. Me acerco a su rostro y deposito un beso en su mejilla herida.

—Mejora eso —le digo, burlón. Ella rueda los ojos —. ¿Amigos? —pregunto, sin querer hacerlo realmente. ___ levanta las cejas.

— ¿Tú crees?

—No creo que ser mi amiga sea algo malo.

—No lo es.

—Vale… entonces… ¿Amigos?

—Amigos —su sonrisa hace que me estremezca un poco.

—Amigos con derecho —digo, mordiendo mi labio y levantando una mano, para cerrar el trato.

—Niall —advierte, fingiendo fastidio.

—Debía intentarlo —suspiro, riendo un poco—Ya, ¿amigos?

—Amigos —levanta la mano y sacude la mía.

Si esto es todo entre nosotros, debo decir que no me siento triste. Pienso que hay algo más allá afuera y deseo averiguar que es. Y como dije, Birdie siempre estará en mi corazón, quizás sea el inicio de una buena amistad. Sin temor. Sin cobardía.

Me despido de ella después, con un movimiento de mano, ella también lo hace.

— ¡No quiero tus empanadas, chico raro! —exclama el rizado, cuando estoy en el pasillo. Me subo aún más la capucha, y le doy una mirada a Louis, quien me la devuelve.

—Bien, fue un gusto curly boy —exclama el castaño, alborotando el cabello del chico–Cuando quieras unas empanadas, no dudes en llamarme.

El chico murmura algo como “loco” y luego se dirige a la habitación de _____ sin notarme siquiera. Louis suspira.

—Ese chico no es fácil de convencer —gruñe y yo le sonrío — ¿Todo bien, Horan? —pregunta imitando mi sonrisa.

—Nunca he estado mejor —suspiro. Y esta vez, no miento.

Punto de vista de ____:

Me quedo observando la puerta en donde Niall se ha marchado hace solo unos segundos. Quiero golpearme por tener una sonrisa estúpida en la cara. Si Amber estuviera aquí diría algo como: “Amiga ¡¿Qué has hecho?! Haz roto todas las reglas sobre tener un ex. Nunca seas su amiga, es lo más incómodo y estúpido que puedes hacer” lo dirá, estoy segura.

Pero no me arrepiento. Supongo que no sería la “amiga” de Niall, creo que él lo dijo porque quería que las cosas terminaran bien. Yo lo hubiera dicho en su lugar.

Harry entra en la habitación, sus mejillas de un ligero rosado —Recibí la llamada del hospital —dice un poco confuso—Es raro que no llamaras a tus padres.

—Me matarían. Y a Madison también.

—Fue un accidente.

—No los conoces, Harry —Él asiente.

—Un loco quería venderme empanadas.

Parpadeo, y luego me echo a reír.

— ¿De verdad? —Ladeo mi cabeza, y él se acerca con una sonrisa — ¿Y qué le dijiste?

—Pues que era un loco —rueda sus ojos, y me besa en la frente — ¿Cómo estás?

—Estoy bien, Harry. Muy bien —Y cuando lo digo, la palabra jamás se sintió tan verdadera en mis labios.

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