Yo también.
-Necesito contarte algo -Musito. La chica, de ahora cabellos cobrizos, levanta la mirada. Enarca una ceja, esperando a que yo proceda. -Es algo importante... -Comienzo diciendo, luego lo pienso mejor y corrijo- Es algo importante para mí.
Amber asiente -Escúpelo, cielo.
Tomo una gran bocanada de aire. -Se trata... se trata de Niall y yo...
- ¡Un momento! -Dice, levantando una mano. Mira alrededor de mi cuarto, luego se inclina más hacia mí, confidencialmente- ¿Niall y tú, eh? No me digas que estás embarazada... -Por un momento frunzo el ceño, confundida. Luego, al pensar más sus palabras, abro mucho los ojos, anonadada.
- ¡Por el amor de dios, no! -Exclamo, llevándome una mano al pecho - ¿Qué tonterías dices, Ambs? -Ella suspira, tranquila.
- ¡Qué bueno! Por un momento creí que tú y campanita habían hecho cochinadas sin condón. ¡Yo no quiero ser tía tan joven! -Se deja caer en la cama, sonriendo. Hago una mueca, negando con la cabeza.
-Niall y yo si usamos condón... -Niego nuevamente con la cabeza ¡¿Qué cosas estoy diciendo?! ¡Al grano, ____! ¡Al grano! -No es eso, se trata de Niall... -Amber vuelve a levantarse, con una mano en su cabello cobrizo, entrecierra los ojos, pensativa.
-Ya veo -Comenta, reflexiva - ¿Está embarazado?
Paciencia, Jesucristo. Paciencia.
-No, Amber. Él no está embarazado.
-De todas formas eso es imposible -Señala, riéndose a carcajadas - ¡Un caballito de mar! ¿Sabías que ellos...?
- ¡Escúchame! No es eso... yo...
-No entiendo. -Exclama, levantando las manos - ¿Quién esta embarazado? -Mi cara seguro se torna rara, porque ella, inconscientemente, se aleja un poco de mí.
- ¡Nadie ha estado follando ni teniendo críos, coño!
Amber levanta una ceja, alza los hombros, despreocupada.
- ¿Entonces, que? ¿Cuál es el problema? -Me relamo los labios mirándola fijamente.
-Ha ocurrido algo entre nosotros...
-Explícate mejor. -Le lanzo una mirada furiosa, y ella se encoge pareciendo pequeña. Y antes de que pueda parlotear de nuevo, lo suelto todo.
-Niall y yo terminamos. -Silencio. Es todo lo que ella me regala por varios segundos, trago saliva, su cara está en blanco, nada concreto que pueda decirme que está pensando. Amber siempre fue así, sabe cómo esconder lo que piensa, sus ojos nunca te mostraran más allá. Pero luego puedo ver algo, un pequeño destello ¿incredulidad? Puede ser.
- ¿Y? - Digo, rompiendo el silencio - ¿No dirás nada?
-Yo... Tengo hambre.
Oh, bueno.
Eso fue...
¿Inspirador?
-Me siento mucho mejor ahora -Ironizo, con enfado. Amber bufa, acercándose a mí, y mirándome, yo desvió mis ojos solo para no tener que observar los suyos.
- ¿Qué quieres que diga? Es lo que siento. -Ruedo los ojos, y ella se ríe un poco, luego y sin aviso me abraza, fuerte, ella tampoco es de abrazar, pero ahora lo hace y vaya que es asfixiante. -Oh, ____. Querida, jamás tuve que pasar por esto, dios, hasta pensé que se casarían. ¿Tonto, no? Bueno, yo no soy de consolar a las personas, de hecho, la única vez que tuve que hacerlo fue con mi tía, y estaba en medio de un parto natural detrás del jardín... lo sé, me quede algo traumada aquel día, realmente ni siquiera la consolé, porque al siguiente segundo, yo ya estaba vomitando y de color verde. De todas formas, si te hace sentir mejor ¡Invito unas pizzas! No hablemos de campanita... digo el Innombrable, él se pierde este pedazo de hermosa criatura -Pincha uno de mis cachetes, y sonríe.
-Amber, él no ha... -Él no ha terminado conmigo. Yo lo hice. Quiero decir, pero ella me zarandea de un lado al otro.
- ¡Escucha! ¡No olvides nuestra promesa, eh! -Mi cuerpo se tensa un minuto.
- ¿P-promesa?
-Pues claro, tonta, ¿Recuerdas? Nunca te conviertas en ese tipo de idiotas que cuentan los días lejos de su ex, ¡Recuerda tu orgullo! -Trato de sonreír.
-Eso de la promesas no es lo mío -Admito. «Promételo, Birdie» Sacudo mi cabeza -Realmente no es lo mío, pero lo intentare. -Amber cierra un poco el ojo derecho, analizándome. Oh, no ¿Eso es bueno?
- ¿Segura que no quieres contarme nada más?
-No. Déjalo ahí.
-Bien -Suspira.
Pedirá explicaciones después, la conozco. Pero por el momento, disfrutare de mi libertad mental.
***
-Luego Jonathan quiso ir a ese tonto juego del túnel de amor ¿Lo conoces? Ugh, pero le dije que eso es para maricas. De todas formas, sé que solo quería tocar mis senos en la oscuridad y fingir inocencia luego. Es tan tonto. A veces no lo soporto, de hecho, no lo soporto. Oh, y la otra vez, cuando estábamos en su casa, vino su hermano, el rubio que esta mucho mejor que él...
-Amber.
- ¿Si? -La chica deja de hablar y me observa.
-Uno, no hables con la boca llena, estas salpicándome con la cebolla de tu pizza. Dos, deja de hablar de tu amado, no es bonito frente a una chica que está saliendo de una relación, se más comprensiva. -Amber cierra la boca, pareciendo avergonzada un momento.
-Oh, sí. -Fue lo único que dice, volviendo a coger otro pedazo de pizza. Su teléfono comienza a sonar, ella lo coge con un pedazo de tomate resbalándose por la comisura de su labio. Me recuerda a Niall, él es igual de cerdo a la hora de comer. -Hofla -Dice Amber, con la boca llena. Cuando escucha a la persona al otro lado del teléfono rueda los ojos - ¿Qué pasa, mamá? -Luego de un silencio, ella exclama - ¡¿Cómo que no puedes?! ¡¿Y cómo se supone que nosotras...?! ¡Mamá! ¿Estas demente? ¡No, no escúchame tú a mí!
-Disculpe, señorita, ¿Podría decirle a su amiga que no grite? Esta asustando a los niños. -me doy la vuelta, preparada para responderle al camarero de la pizzería cuando me doy cuenta que es nada más y nada menos que Harry. Él repara en mi presencia, y sonríe ampliamente.
-Bueno, hola, _____ -Exclama, feliz - ¿Qué haces aquí?
Aunque no quiero ser mala, respondo-Bueno, eso es algo obvio. Estoy comiendo pizza. -Harry se sonroja, golpeándose la frente.
-Que pregunta tan estúpida, claro que es obvio. -Ríe nerviosamente, mirando de reojo a Amber - ¿Qué le pasa a tu amiga?
-Está hablando con su mamá. No te preocupes, es costumbre. -Harry entorna los ojos, asintiendo.
-Ya veo. -Murmura.
-Hola aquí, rulos -Exclama Amber cuando ha dejado de hablar por teléfono.
-Hola allá. -Responde él, alzando las cejas.
- ¿Trabajas aquí? -Le pregunto, desconcertada.
-Si ¿No recuerdas aquel día cuando te lleve miles de cajas de pizza, y tú estabas vestida de cabra? -Exclama Harry, palmeando mi hombro.
-Mmm... no. -Su sonrisa desaparece un instante, desilusionado.
-Bueno, yo sí, aun me pregunto por qué estabas vestida de cabra. De todas formas, desde que renuncié en la cafetería trabajo aquí. Repartiendo y siendo camarero. La paga es buena, supongo -Alza los hombros -Sólo es algo que me mantiene ocupado, mi madre odia verme haciendo del perezoso en casa.
-Mi madre odia verme en casa -Dice Amber, pensativa. -Hablando de la caza fortunas, no va a poder venir a buscarnos. -Miro hacia mi amiga, con asombro.
- ¿Cómo demonios volveremos a casa? No pienso ir caminando. -Bufo, cruzándome de hombros.
-Yo podía llevarlas, mi casa está cerca de la tuya -Interviene Harry mirándome dulcemente.
-Eso es mentira -Digo -Esta como a cinco minutos. -Él se sonroja de nuevo y se encoge de hombros.
-Bueno, no dejaría que dos bellezas se fueran caminando a casa. Y mi turno está por terminar así que...
-No, Harry -Le corto -Eres muy amable pero... -Un fuerte dolor me inca en el pie. Suelto un chillido agudo, Amber me fulmina, ¡Me ha pisado! Le devuelvo la mirada.
-Nos encantaría, rulos ¿No es así, _____? -Me regala una mirada condescendiente. Harry me lanza una mirada picara. Al final, y casi con resignación, acepto con una aprobación de cabeza.
- ¡Genial! -Dice Harry, sin dejar de mirarme -Dejare esta última orden, y podemos irnos.
-Bien. -Amber y yo alzamos los hombros. Apenas él está caminando lejos de nosotras, mi amiga me fulmina, como diciendo: ¿Qué te pasa, pedazo de idiota?
- ¿Qué te pasa, pedazo de idiota? -Ven, yo la conozco demasiado. Demasiado para mi propio bien. - ¡Es Harry!
- ¡Oh! ¿De verdad? No me había dado cuenta. -Ironizo, dándole un último sorbo a mi refresco.
-No es momento de sarcasmos infantiles, _____. ¡Él estaba insinuándote!
Claro que lo estaba haciendo.
- ¿Y?
- ¿Y? -Repite sin aliento -Es Harry, tu Harry, el chico del que has estado enamorada desde... desde los doce años ¿Recuerdas? Tu primer amor, tu platónico... y estaba prácticamente rogándote un poco de atención.
- ¿Y? -Repito, sin importancia.
- ¡La ____ que yo conocía se hubiera hiperventilado de la felicidad!
-Pues esa _____ se ha ido.
Amber se queda callada, incrédula.
- ¿Estás pensando en él, verdad?
Frunzo el ceño.
- ¿A qué te refieres?
-No te hagas -Vuelve a clavarme su pie un segundo por debajo de la mesa -Niall te ha dejado completamente enamorada.
-Mientes. Ni siquiera se me ha pasado por la cabeza -Digo, y no es mentira, bueno, al menos no del todo.
-Miento. Claro -Ironiza, haciendo una mueca desagradable con sus labios -Lo que tú digas, mi amor.
- ¿Qué pasa con eso de "no hablaremos de El innombrable nunca más a menos que sea para insultarlo"? -Amber suspira.
-Escucha...
-No quiero hablar de él ¿Vale? No quiero.
-Vale. -Algo me dice que aun quiere explicaciones.
Harry se sienta en el asiento del conductor, conmigo y Amber atrás. El olor a su auto, y su auto en si me recuerda vagamente a aquel día que lo "tomé prestado" para ir con Niall Horan, era los primeros días siendo su asistente. Ugh era un rubio bastante cabrón y mandón.
-Bueno, chicas ¿Cómo les está yendo en la vida?
-Pues... -Comenta Amber -Mi madre se ha operado la nariz la semana pasada, todo salió bien hasta el momento, mi nuevo padrastro dice que si le da nuevamente una hemorragia nasal tendremos que demandar al cirujano.
-Oh, eso es... ¿Bueno? -Harry sacude la cabeza. Sus ojos verdes se encuentran con los míos en el espejo retrovisor. Él sonríe.
- ¿Y tú, preciosa?
-Pues... nada, mi vida no es interesante. -Observo como Harry enarca una ceja, irónico. Y por algún motivo me cohíbo y bajo la mirada, y todo lo que puedo pensar es en Niall, pero no por mucho tiempo, por suerte. Niall ¿Qué estará haciendo? Son las diez de la noche. De seguro esta con los chicos diciendo estupideces mientras miran Friends. Los chicos... Zayn, Louis y Liam, ¿Qué tonterías estarán diciendo? Zayn de seguro se está quejando porque Dog se le acerco más de la cuenta. Oh, Dog, espero que él este bien... y... debo dejar de pensar en eso. No está bien pensar mucho en tu ex y en su mascota, ¿Verdad?
Por supuesto que no está bien.
- ¿Tú qué piensas, preciosa? -Me sobresalto al escuchar la voz de Harry. Levanto la mirada, para observarlo.
- ¿Yo... que... no? -Harry se ríe, sacudiendo la cabeza.
-Estaba diciendo que el viernes hare una fiesta, y me preguntaba si ustedes querían ir. -Miro de reojo a Amber, que se encoge de hombros.
-No hay problema. -El chico le sonríe.
-¿______? -Me dice Amber, esperando mi respuesta.
-Yo... -Titubeo. No me gusta muchos las fiestas, demasiado sexo y alcohol en el ambiente. Harry carraspea, haciendo que vuelva a la realidad.
-Si quieres puedes llevar a Tom... o como se llame ¿Es tu novio, no? -Pregunta, secamente.
Ted.
Nick Ted Jo.
Niall.
-Oh, no ellos terminaron. -Dice Amber, como si nada. Algo se hunde en mi pecho, pero lo ignoro. Harry se detiene en la entrada de mi casa. Su sonrisa es tan grande que me pregunto si las comisuras de sus labios no le dolerán.
- ¡Eso es genial! -Exclama. Oh, bueno. ¿Qué se supone que fue eso? Harry vuelve a sonrojarse por tercera vez en la noche -Digo, es genial estar soltero... -Frunce el ceño, tratando de cambiar de tema - ¿Pero vendrás, no?
Abro la puerta del auto -Ni siquiera lo dudes. -Aseguro -Buenas noches. -Les digo a él y a Amber, y de repente me siento muy cansada y con ganas de acurrucarme en mi cama, pensando en una persona que no debería recordar.
Harry me ha gustado desde los principios de mi adolescencia, y no es como si ahora no me gustara, quiero decir, fue mi amor platónico por años. Pero, como toda perfección tiene sus fallas, Harry tiene una diminuta: No es de tener una sola chica. No digo que sea un mujeriego, y mucho menos un chico infiel, pero no le gusta enredarse en las relaciones. Saldría con Harry, pero es muy libre para mi gusto. O al menos ahora lo es. Y hay otro diminuto problema: Yo ya estoy enamorada, y no es exactamente de Harry.
Entro a mi casa lentamente, con la mente en blanco. Todo es tan silencioso que me reconforta. No sabía que esto de las rupturas fuera tan difícil de superar. Yo creo que es mucho más difícil cuando estas enamorada.
Qué asco es el amor. Las personas no deberían enamorarse. ¡Imagínatelo! Todo sería tan fácil. Pero al destino no le gusta lo fácil, he ahí el problema.
Mi celular suena, un pitido en medio de la sala. Dejo de caminar.
Es Niall. Es Niall. Es Niall. Me repito, nerviosa.
¿Qué cómo estoy segura que es él? Realmente no tengo idea, solo... lo sé y ya. Así de simple.
Por un momento no quiero abrir el mensaje. En mi cabeza se llenan miles y miles de ideologías. ¿Y si me dice que me odia? ¿Qué jamás me quiso? ¿Qué fui una idiota que no supo valorarlo? Bueno, en lo último tendría razón pero... no importa, tengo mis excusas, supongo.
Pero nada de lo que pienso ocurre, como siempre.
"Sé que no debería hablarte pero, necesito preguntarte algo"
Y por alguna razón, mi corazón se acelera.
"¿Qué ocurre?"
Rápidamente me llega una respuesta.
"¿Qué pasara con Dog? Tú también eres su dueña, después de todo"
No sé qué espero, pero mi corazón da un vuelco de desilusión por su respuesta.
"¿Qué quieres que haga? ¿Mandarle cinco dólares por semana como toda buena madre?"
Pasan varios minutos, y luego el responde. "Creo que te extraña, se le nota en la cara, si hablara diría: Oh, extraño a ___ aunque sea una pésima madre"
No puedo evitarlo, tengo que reír.
"De seguro eso dice."
"También Zayn te extraña ¿Sabes? No para de preguntar por ti, dice que extraña tus frases poco modestas sobre su nuevo peinado. Todos te extrañan."
"Nunca me sentí tan amada"
"Yo te amo, y te extraño"
De nuevo ese sentimiento me golpea el pecho.
"¿Por qué haces las cosas tan difíciles? Incluso diciéndote la verdad, no te detienes"
"¿Se supone que debo pedir perdón por decirte eso? Eres bastante rara, _____. Solo he dicho que te extraño. No le veo lo malo"
Pues yo sí, quiero gritarle. Pero no puedo, porque es un mensaje, y no soy lo suficientemente valiente. Jamás lo soy.
"Niall."
"¿Qué?"
"Yo también te extraño, es difícil no hacerlo"
"Si tratas de enamorarme aún más para jugar conmigo, no funcionara. Ya estoy demasiado enamorado, creo que sería imposible, pero lo estás haciendo bastante bien"
"Eres tan cursi."
"Y tú tan hermosa."
"¿No hemos terminado?"
"Eso no quiere decir que no lo seas."
"Tengo que irme, es tarde."
"Te amo, Birdie."
Y como si quisiera golpear a mi orgullo, respondo:
"Yo también te amo, imbécil."