Como si fuera una famosa celebridad, que no puede mostrar su rostro en público porque ya tendría a cientos de fanáticos a su alrededor, pidiendo autógrafos o queriéndose tomar una foto con él, Ji Hoon se escondía bajo una gorra y tras un cubre boca y aún ni siquiera era una estrella. Estaba justo frente al restaurante de los Lee, mirando por la ventana en busca de Taeil ya que una vez más no podía comunicarse con él debido a que no ha comprado un nuevo teléfono y después de que se dañara el de su madre, seguro no le darían dinero ni para comprar pan. Ji Hoon se había escapado de la compañía en un momento libre que tuvo la banda pero debía regresar en unos minutos por lo que le urgía encontrar a Taeil más no lo veía dentro del restaurante. Escuchó el ruido de una moto acercarse y se trataba de quien buscaba que volvía de una entrega. El chico no se percató de que Ji Hoon estaba frente al negocio oculto con sus prendas hasta que éste lo llamó con un quedo "Psst".
-¿Ji Hoon? – preguntó Taeil pero enseguida lo reconoció - ¿Por qué vistes así...? Olvídalo, ya sé – sabía que era para que sus padres no lo vieran – Pensé que estabas trabajando.
-Tuve un tiempo libre. Ven conmigo – lo tomó de la mano y lo llevó hacia su auto aparcado un tanto lejos del restaurante.
-Espera, debo volver.
-Sólo será un momento. Yo tampoco tengo mucho tiempo porque debo regresar con los chicos.
-Pero vamos mejor caminando, si no es muy lejos.
-No lo es – sonrió sutilmente y sosteniendo aún a Taeil de la mano, lo guió hasta donde lo llevaría.
Ir a pie en vez de tomar el auto era una mejor opción, sería un buen ejercicio, contribuiría con el medio ambiente y más importante, era agradable caminar de la mano con la persona a la que quieres en un bonito día. Ji Hoon y Taeil comenzaban a recordar los buenos días del pasado y no se habían dado cuenta cuánto los extrañaban. Salir con alguien es una experiencia maravillosa aunque muchos lo vean como algo innecesario pero cuando encuentran a la persona indicada, cambian totalmente de opinión. Así pensaba Taeil, no creía que tener una relación fuera importante, se la daba del típico chico rudo y solitario que no necesitaba a nadie a su lado para ser feliz pero estar con alguien que te ama, que piensa en ti cuando no estás allí y que desea cuidarte es algo que llena el alma y lo descubrió con Ji Hoon, él logró suavizar su corazón y no quería arruinarlo de nuevo.
-¿A dónde vamos? – preguntó Taeil pero su pregunta fue respondida al entrar a una tienda de electrodomésticos y otros productos tecnológicos, sin embargo no sabía qué hacían ahí.
-No puedo estar saliendo todo el tiempo a buscarte para poder saber de ti así que ya es hora de que tengas un nuevo teléfono.
-¿Acaso piensas comprarme uno?
Ji Hoon asintió con una sonrisa y jaló a Taeil hacia la sección donde se encontraban los teléfonos celulares. Había una gran variedad y el pelirrojo dejó que Taeil escogiera el que quisiera pero éste no se sentía del todo bien con eso. Podía regalarle cualquier otra cosa más económica pero un teléfono era demasiado.
-No sé si esté bien que me compres un teléfono – dijo Taeil a Ji Hoon.
-Eso no es nada para mí.
-No me restriegues que tienes mucho dinero – hizo una mueca.
-No te lo restriego, sólo te hago entender que no tienes por qué sentirte apenado porque te regale algo costoso, lo hago de corazón y para poder comunicarme contigo –miró hacia uno de los mostradores donde estaban expuestos los dispositivos – Éste es bueno – señaló uno –Es el que tengo así que te lo puedo asegurar.
Por la indecisión de Taeil, Ji Hoon se encargó de escoger el teléfono y habló con el vendedor para adquirirlo. Después fueron a una agencia telefónica en la misma calle para colocarle la línea y que estuviera listo para usar.
-Éste teléfono se ve muy sofisticado, el mío era de los más viejos - dijo Taeil revisando el teléfono.
-Si yo puedo manejarlo que no soy tan diestro con la tecnología, tú no tendrás problemas.
-Te lo pagaré en cuanto pueda.
-No tienes por qué hacer eso, es un regalo y por los regalos no se paga...Aunque pensándolo bien, podrías pagármelo con un beso - se inclinó a la altura de Taeil y levantó sus labios preparados para un beso.
-No te besaré aquí en plena calle.
-Lo sé, sólo bromeaba - rió ligeramente - Pero como te decía, quiero que aceptes éste regalo de buena manera y que no pienses en ningún momento que me debes algo.
-Está bien, muchas gracias. Pero tendré que esconderlo por un tiempo, sobre todo de mi madre que ya que por mi culpa se dañó el suyo seguro va a querer quitármelo.
-¿Debería comprarle uno a ella también?
-Claro que no. Si ya sería difícil explicar de dónde saqué el dinero para comprar éste teléfono, peor sería con dos. Ya después cuando tenga un poco más de dinero le compraré uno, puedo regalárselo para su cumpleaños que será el próximo mes.
-Sí, tienes razón - miró la hora en su reloj - Ya debo regresar, luego te llamo.
Ji Hoon fue a tomar su auto pero antes se subir regresó con Taeil para darle un rápido abrazo. Ya con el vehículo en marcha, al pasar por al lado del mayor se asomó por la ventanilla y una vez más se despidió de él con una contenta sonrisa, contagiando así a Taeil. Ji Hoon irradiaba alegría, cualquiera que lo viera sabría que algo bueno debía de estar pasando en su vida y en el caso de Taeil era lo mismo, no podía dejar de sonreír porque a cada minuto pensaba en Ji Hoon y sin darse cuenta sus labios se curveaban. Al entrar al restaurante, tuvo que disimular y aparentar estar neutral como siempre, si lo veían tan contento sabrían que algo pasaría y lo atacarían con preguntas; sobre todo su hermana sería la que más le preocuparía ya que sabe que ha visto a Ji Hoon y podría asumir que se trae algo con él.
Taeil estaba hambriento, le pidió a su madre que le diera algo para merendar mientras esperaba a que alguien llamara para algún pedido pero esperaba que ya no lo hicieran. Su nuevo teléfono vibró en el interior del bolsillo de su chaqueta y salió hacia la parte trasera del local para atender la llamada o ver el mensaje y que nadie de su familia descubriera que ya tiene un celular. Por supuesto se trataba de Ji Hoon quien le había enviado un texto diciéndole para salir esa noche un rato.
-Está bien, veámonos ésta noche cuando salga del trabajo - respondió Taeil.
-Ya muero de ansias por verte. Hace poco te vi y ya te extraño.
-No seas dramático.
Ji Hoon le envió varios emoticones tristes, uno tras otros y Taeil en vez de compadecerse con él, reía en silencio. Para que no siguiera acongojado, el mayor se tomó una foto sonriendo y haciendo la señal de la paz con sus dedos y se la envió al otro para que no lo extrañara tanto. Sólo Ji Hoon podía hacerlo hacer esas cosas, si alguien lo viera se sentiría apenado.
Cuando Ji Hoon abrió la foto que le envió Taeil, le sacó una sonrisa y eso fue suficiente para animarlo a pesar de que ya lo estaba por haberlo visto más temprano. El chico se encontraba en la sala de prácticas con el resto de la banda, Ji Ho y Yu Kwon tocaban sus partes por separado, Min Hyuk estaba distraído con su teléfono y Kyung que atendía a la música de los otros dos, se percató de lo sonriente que estaba Ji Hoon a su lado.
-Cuenta el chiste - comentó Kyung. Ji Hoon lo miró confundido - Estás tan sonriente ¿Qué es tan gracioso? ¿O acaso es por causa de alguien?
-Sólo veía unas imágenes graciosas. Una tontería - respondió Ji Hoon.
-Es Taeil ¿No? - dijo en voz baja. Ji Hoon abrió mucho los ojos, sorprendido - Ya lo sé, Jaehyo me dijo que Taeil le dijo que están juntos.
-Shh, no vayas a decir nada - le pidió, preocupado por lo que pudiera pasar si se enteraban en la compañía después de que firmó un contrato que claramente decía nada de noviazgos.
-Tranquilo, tu secreto está a salvo conmigo pero ¿Cómo harán?
-Saldremos durante el tiempo antes que debutemos.
-¿Y luego terminarán y ya? Eso es algo triste ¿Creen que podrán desprenderse el uno del otro?
-Así lo acordamos y lo haremos. Sé que cuando llegue el día de terminar será difícil pero por lo menos tuvimos un corto tiempo en el que fuimos felices juntos otra vez.
-Si así lo quieren, bien, pero lo sigo viendo muy triste.
El sonido del bajo y la guitarra en conjunto se calló y Ji Ho y Yu Kwon ya habían terminado de practicar su parte de esa canción. Todo estaba yendo muy bien en las prácticas por lo que el productor Kang creyó que ya al día siguiente podían comenzar a grabar y por ello, el día del debut de la banda sería más antes de lo pensado. Ya entre todos habían ideado un concepto para el disco y el resto del equipo, encargados de trabajar con ellos, se encargaban de cómo serían las fotografías promocionales, el video musical y los atuendos y peinados que los chicos llevarían. Todo sería preparado mientras la banda se dedicaba a grabar el álbum que es lo que más tiempo llevaría y luego sólo debían dar los toques finales. Por tanto trabajo que hacer, el tiempo parecía pasar lento y estaban muy ansiosos por ya debutar pero en un abrir y cerrar de ojos, el gran día llegaría.
Estando por tantas horas encerrados en la sala de ensayos, sin ventanas, cuando salieron se dieron cuenta de lo nublada que estaba la noche y no tardó mucho para que comenzara a llover. Ji Hoon que tenía planeado salir con Taeil ya veía eso imposible, tal vez si esperaba unos minutos, podría escampar pero parecía que la lluvia se quedaría por un buen rato. Ambos estuvieron de acuerdo en dejar su salida para otro día.
-Estúpida lluvia – murmuró Taeil, molesto mientras veía la lluvia caer por la ventana de su cuarto. Suspiró con desgano y se sentó a la computadora pero más que estar allí quería ver a Ji Hoon. Y pareció que el chico escuchó sus pensamientos porque le envió una video llamada. Taeil se asomó por el pasillo hacia la sala de estar y toda su familia estaba allí mirando televisión y su madre en la cocina por lo que no lo escucharían hablando con Ji Hoon. Le atendió enseguida – Hola.
-¡Hola! – Ji Hoon sacudió su mano frente a la cámara del teléfono – Que buena resolución tiene la cámara ¿Verdad? Te veo a la perfección.
-Así es, se pueden ver todas las imperfecciones. Te salió un grano en la frente.
-Ya lo sé – hizo puchero y cubrió su frente con su mano. Taeil rió – Tú te ves bastante cansado ¿Estás comiendo bien?
-Teniendo un restaurante familiar, claro que como bien pero el tener que estar saliendo a llevar una entrega y meterme en tráfico, agota. Tú eres el que debe cuidarse, he leído que los artistas no comen casi por estar trabajando todos los días las veinticuatro horas y también hacen dietas, tú no vayas a hacer eso.
-No creo que me pongan a hacer dieta, ya soy bastante delgado y por mi alimentación no te preocupes...Oye, sabes que mañana comenzaremos a grabar, el debut podría ser antes de lo estimado.
-¡Qué bueno!...Aunque eso significa que tendremos que terminar antes.
-Tienes razón, por un momento olvidé eso – su expresión se tornó triste pero se reanimó – Por ello hay que aprovechar ¿Por qué no te tomas el sábado libre y salimos? Invéntales cualquier cosa a tus padres.
-Hmm, tengo que pensar. Podría fingir ese día que estoy enfermo.
-Qué original – dijo Ji Hoon con sarcasmo.
-Está bien, les diré que saldré con mi novio y también les diré quién es él.
-Bueno, bueno, está bien, pero actúa bien para que se lo crean.
-Tranquilo, soy buen actor – aseguró sonriente pero la sonrisa se le borró al escuchar pasos fuera de su cuarto – Será mejor que me vaya ya, no quiero que me descubran hablando contigo. Adiós – culminó la llamada sin dar tiempo a que Ji Hoon se despidiera. Si descubrían que hablaba con Ji Hoon por el teléfono que éste mismo le había comprado, se moriría. No le gustaba tener que estar escondiéndose de su propia familia pero debido lo que sucedió cuando rompieron, era necesario.
Taeil estaba feliz por la noticia que Ji Hoon le dio, mientras más rápido grabaran, más rápido saldría su disco y darían muchas presentaciones; saldrían en programas de televisión, revistas y ganarían muchos fanáticos. Tendrían por fin el reconocimiento del público que tanto han esperado, compartiendo su música y carisma con todos pero a pesar de eso, por otra parte Taeil estaba desanimado. Que Heart Breakerz debutara pronto significaba que no podría estar tanto tiempo con Ji Hoon y aunque ambos lo acordaron, iba a ser difícil. Taeil se dio cuenta lo mucho que extrañaba estar con él, en esos días que habían pasado ha sonreído más de lo normal y no quiere que eso acabe tan rápido. Pero no puede controlar eso, cuando llegue el momento tiene que aceptarlo.
Para cuando llegara el sábado, Taeil debía inventar una excusa para quedarse en casa y no ir a trabajar; decidió lo más sencillo, fingir que estaba enfermo y como su familia estaría en el restaurante, no se darían cuenta que saldría. El chico tuvo que dar su mejor actuación poniendo su mejor cara lánguida para parecer enfermo e iba al baño fingiendo sonidos de vómito para que creyeran que realmente tenía el estómago destruido, incluso caminaba encorvado cuando regresaba a su cama y se quejaba. Esperaba que lo que hiciera no fuera demasiado exagerado e hiciera que alguien se quedara en casa para cuidarlo.
-No comiste nada extraño ayer ¿Cómo es que te duele tanto el estómago? - preguntó la señora Lee a su hijo.
-No sé, quizás fue esa leche con chocolate que me tomé en la madrugada.
-¿Hiciste eso en plena madrugada?
-Tenía hambre pero ya sé para no volverlo a hacer. Si me quedo acostado y durmiendo se me pasará. No podré ir a trabajar hoy.
-Le diré a tu hermano que se quede contigo por si necesitas algo.
-No es necesario.
-No te dejaré solo sintiéndote así - dijo y se retiró del cuarto.
Taeil sabía que su madre no lo dejaría solo al estar tan enfermo pero siendo su hermano el que lo cuidaría, no sería difícil escabullirse ya que se la pasa navegando en el internet o jugando y siempre que hace eso se le va la noción del tiempo. Seguro se le olvidaría que debía de cuidar a su hermano mayor. La familia se fue al trabajo y Taeil se quedó acostado, diciéndole a su hermano que no lo molestara y éste como siempre, se quedó en su cuarto jugando video juegos en línea. Antes de que fuera el mediodía, ya Taeil se alistaba para salir, acomodó una almohada y ropa bajo su sábana para que pareciera su cuerpo y se asomó a la sala para asegurarse que su hermano no estaba allí y seguía en su cuarto. Esperado que todo saliera bien y no lo descubrieran, salió para encontrarse con Ji Hoon que lo esperaba en otra cuadra.
-¿Qué excusa pusiste para poder salir? - preguntó Ji Hoon a Taeil cuando entró al auto.
-Que tomé una leche con chocolate en la madrugada y me cayó mal en el estómago.
-Aww, que lindo, tomas leche con chocolate como un pequeño niño - le pellizcó suavemente la mejilla.
-Cállate y arranca...Y tú eres más como un niño así que no hables.
-Jajaja, eres muy adorable.
-¿Y a dónde iremos? - Taeil cambió el tema.
-Al parque de diversiones.
-¿En serio? No te gusta.
-Sí me gusta, sólo no me gustan las atracciones tan extremas que puedan causarme un ataque al corazón a mi corta edad pero hay algo que debemos hacer ahí.
-¿Qué cosa?
-Ya verás.
Siendo día sábado de verano cuando aún no comenzaban las clases, el parque de diversiones estaba colmado de gente. Niños, jóvenes y adultos disfrutaban de un día con la familia y amigos, unos llevaban en sus manos globos, algodones de azúcar o cualquier premio que se ganaron en algún puesto; los juegos más populares tenían largas colas y Ji Hoon agradeció que la montaña rusa y otras atracciones extremas fueran muy solicitadas porque así no tendría que montarse, él prefiere las atracciones como las tazas giratorias, los carros chocones o el denominado pulpo. Su día en el parque comenzó en los puestos, primero uno donde debían llenar un globo con agua al dispararle con una pistola pero ninguno de los dos logró reventarlo a tiempo; seguido fueron a otro donde debían encestar unas pelotas de baloncesto y Ji Hoon siendo algo bueno en ese deporte logró ganarse un juego de bolígrafos con diseños varios. Seguidamente, fueron hacia las tazas y cuando les tocó su turno, la adrenalina de estar en un parque temático comenzaba a subir. Con esa primera diversión ya estaban entusiasmados por subirse en más juegos, ambos parecían dos niños yendo por primera vez y eso porque tenían años que no iban. La última vez que fueron fue hace cuatro años cuando aún estaban juntos, Ji Hoon porque no es fanático y Taeil porque estaba ocupado trabajando.
-¿Vamos a la montaña rusa? - dijo Taeil al salir de los carros chocones y jalando a Ji Hoon con él.
-¿Por qué no mejor vamos a comer algo antes? Tengo mucha hambre - si comían, estarían llenos y no podrían montarse en atracciones que pudieran hacerlos devolver el almuerzo.
-No puede ser que después de tanto tiempo aún tengas miedo.
-¡Claro que no tengo miedo! - aseguró ofendido - Es que me rugen las tripas - dijo con la mirada baja y un puchero.
Taeil rodó los ojos y rió para sí. Detrás de esa apariencia ruda de Ji Hoon, aún estaba ese niño que le tenía miedo a las montañas rusas. Era algo que confundía a Taeil ya que a veces podía mostrarse muy tierno cono siempre ha sido y otras muy dominante y adulto -algo que era nuevo en él-pero le parecía una combinación interesante e impredecible.
-Bien, vayamos a comer - Taeil terminó por acceder a la petición de Ji Hoon, si no quería subirse a la montaña, no lo obligaría.
Fueron a uno de los tantos puestos de comida del parque donde servían perros calientes y hamburguesas, Ji Hoon se pidió dos de los primeros y Taeil tan sólo una ración de papas fritas y refresco.
-¿Sólo comerás eso? - preguntó Ji Hoon.
-Sí. Si como mucho no podré subirme a la montaña rusa.
-¿Subirás?
-Yo sí, si tú no quieres no lo hagas.
-Pero subirás solo.
-No tengo problema con eso. Tú sólo espérame abajo - continuó comiendo sus papitas.
Cuando terminaron de comer, fueron a la montaña rusa y Taeil hizo la kilométrica cola que después de estar allí por veinte minutos, se cansó y aún faltaba para poder montarse. No pretendía quedarse todo el día allí y prefería aprovecharlo junto con Ji Hoon ya que se había ido tras espaldas de su familia. Taeil sugirió irse del parque y hacer otras cosas pero se acordó de lo que Ji Hoon le dijo, habían ido allí porque quería hacer algo de lo cual no le contó.
-Oye Ji Hoon, dijiste que querías hacer algo aquí ¿Qué era?
-¡Ah, cierto! Se me había olvidado - Ji Hoon retrocedió, llevando a Taeil consigo por el parque en busca de algo y halló el puesto de helados que buscaba. Se sentaron en una mesa libre y de un pequeño bolso que traía Ji Hoon, sacó una cámara instantánea - ¿Recuerdas cuando vinimos aquí y nos tomamos unas fotos?
-Sí - Taeil recordó la fotografía en la basura de Ji Hoon.
-Yo boté una de ellas y era la que más me gustaba, por eso quiero recrearla - arrimó su silla al lado de la de Taeil y puso la cámara frente a ellos – Sonríe.
Taeil sonrió y sabía cómo era esa foto por lo que no le sorprendió cuando Ji Hoon besó su mejilla para recrear la misma foto que perdió.
-Quedó muy bonita - dijo Ji Hoon al ver la fotografía - Estaba muy molesto cuando boté la otra foto y quise recuperarla pero no pude. Me quedó ésta - sacó del bolso la vieja foto - Pero sales con una mueca y quería una con tu linda sonrisa.
Taeil se sonrojó y sonrió tímido.
-No digas esas cosas - dijo Taeil tímidamente.
-No puedo evitarlo, eres muy lindo - apoyó el codo sobre la mesa y reposó su mejilla en su mano mientras contemplaba a Taeil con ojos enamorados.
-Ya, no sigas -apartó la mirada. Volvió a mirar a Ji Hoon al darse cuenta que aún lo seguía mirando - Pareces un bobo.
-Tú me pones así - sonrió.
-Es incómodo y hay mucha gente alrededor.
-No me importa, podría besarte ahora mismo y olvidarme de las personas que están aquí. Aún me debes el pago del teléfono.
-Ya vámonos mejor - se levantó y adelantó. Ji Hoon lo siguió rápidamente y aunque no lo podía besar allí, no se abstuvo de entrelazar sus dedos con los de Taeil.
Las horas transcurrían y Taeil lo estaba pasando tan bien con Ji Hoon que se le había olvidado la mentira que dijo para no ir a trabajar y que su hermano seguía en casa para cuidarlo. Si ya lo habían descubierto no era una preocupación en esos momentos, no pensaría en eso para no mortificarse y así aprovechar el poco tiempo que tenía junto a Ji Hoon antes de que tuvieran que separarse.
Entre todas las cosas que hicieron ese día, una fue ir al cine para ver una película. Era una de acción que Taeil quería ver desde hace semanas pero Ji Hoon en vez de hacerle caso a la película, estaba pendiente de tomar la mano del mayor, besarla, darle besos en la mejilla o darle las palomitas en la boca. Suerte que estaban casi solos en la sala y en la última fila.
-Taeil - susurró Ji Hoon.
-Shh, ve la película - respondió Taeil en voz baja sin apartar los ojos de la pantalla.
Ji Hoon recostó su cabeza del hombro de Taeil e hizo lo que le dijo pero ya le había perdido el hilo a la película y estaba aburrido. Levantó un poco la cabeza para mirar a Taeil y besó suavemente el cuello del chico; luego le dio otro más profundo y se quedó pegado a su piel.
-Ji –Ji Hoon, no hagas eso aquí - le pidió Taeil pero como Ji Hoon no le hacía caso, se alejó de él. Sin embargo, el pelirrojo no se despegaba y Taeil se levantó para que se detuviera - Ya basta, déjame ver la película.
-Lo siento -se enderezó en su asiento y se quedó en silencio.
Al salir del cine, Ji Hoon estaba muy serio y callado, caminaba con sus manos en los bolsillos de su pantalón y miraba a cualquier lado menos a Taeil. Se dio cuenta de lo que hizo, justo lo que al mayor no le gustaba y una de las razones por la cual se echó a perder su primera relación; él estaba dispuesto a cambiar esa parte de él pero era débil cuando estaba con Taeil. No podía evitar demostrar su cariño pero era excesivo y tenía miedo de que sucediera lo mismo que hace cuatro años.
-¿Qué te pasa? - preguntó Taeil a Ji Hoon.
-Nada.
-¿Te molestaste por lo de hace rato en el cine? Lo siento pero es que no me dejabas ver bien la película.
-No estoy molesto.
Taeil se detuvo frente a Ji Hoon, haciendo que también parara.
-Sé que estás molesto - dijo Taeil.
-No estoy molesto contigo sino conmigo. Soy fastidioso, lo sé y eso es lo que no te gustaba de mí – dijo Ji Hoon con desanimo.
-No digas eso, tú no me fastidias.
-Claro que sí. En el pasado te molestaba mi exceso de muestras de cariño y por eso hice que te alejaras. Todo lo que sucedió fue mi culpa, siempre tuviste razón - suspiró - Pensé que había cambiado, que ya era más maduro pero sigo siendo el mismo de antes. Es que...Es que tú haces que me comporte así porque te quiero mucho y estoy feliz cuando estás conmigo.
-Bueno, no está mal que te comportes así pero debes hacerlo en los momentos precisos, no a cada rato y en cualquier lugar - tomó la mano de Ji Hoon -No hace falta que me demuestres a cada segundo cuanto me quieres porque lo sé - sonrió dulcemente y Ji Hoon también lo hizo - Así me gusta, no quiero verte triste o desanimado.
Ji Hoon abrazó a Taeil.
-Gracias y trataré de ser un mejor novio que antes, seré más como un mejor amigo, con beneficios, claro - dijo Ji Hoon.
-Yo también seré mejor para que éste poco tiempo que estemos juntos sea muy bueno.
-Tenías que mencionar eso - se separó - No pensemos en eso, por favor.
-Está bien, lo siento - miró detrás de Ji Hoon -Es Jaehyo, está con esa chica.
Ji Hoon volteó para mirar.
-¿Es su novia? - preguntó Ji Hoon.
-No pero es lo que le gustaría ¿Ya te convenciste lo hetero que es?
-Sí, sí, ya me quedó claro. Creo que debería disculparme con él cuando tenga oportunidad.
-Sí, deberías...Ya vámonos.
Ya eran las seis y media de la tarde y apenas se estaba comenzando a ocultar el sol por lo que antes de regresar a sus respectivas casas, decidieron terminar su cita en un hermoso jardín japonés. Tan sólo darían una vuelta para disfrutar del hermoso paisaje decorado con puentes sobre cristalinos lagos donde se podían ver peces koi, una pagoda y estatuas de la cultura japonesa; si fuera primavera, los cerezos estarían en flor pero con sus hojas verdes brillantes lucían igual de hermosos. Ya salían cuando estaba oscuro, Ji Hoon que se aferraba a Taeil con su brazo sobre los hombros del chico, aprovechó que no había personas o autos alrededor al momento de cruzar la calle para darle un largo beso sólo sobre los labios. Ambos sonrieron contentos y a Taeil no le importó que hiciera ese literalmente en medio de la calle. Sin embargo, aunque no se veía a nadie cerca, había una persona que causalmente pasaba por allí y justo en el momento menos indicado. Se detuvo al ver esa pareja que se le hizo conocida y comprobó que eran ellos cuando los vio subirse al auto.
-No puede ser - dijo para sí, Ji Ho y sintió una desagradable marea de celos que lo inundó.
Ji Ho no quería creer lo que veía pero ese chico alto de cabello rojo caramelo y ese otro bajo con tatuajes en los brazos no podían ser otros que Ji Hoon y Taeil. Había un contrato al que su amigo accedió y firmó donde claramente decía que no podían tener relaciones sentimentales durante los primeros años y lo estaba rompiendo. Sin embargo eso no fue lo que disgustó a Ji Ho sino que estuviera con Taeil. Sabía que no tendría ninguna oportunidad y como dijo anteriormente, olvidaría sus sentimientos pero aún así sintió muchos celos y su corazón se apretó por no ser él el que estuviera junto a Ji Hoon. Ahora entendía por qué su amigo había estado tan animado esos días, pensó que sería por el contrato pero ya se daba cuenta que no era sólo eso.
Después de haber visto esa romántica escena para nada agradable a su vista, Ji Ho sólo quería arrancarla de su mente y hacer como si nunca sucedió. Debería estar feliz por Ji Hoon porque él lo es pero estaba de mal humor y quería desahogarse de alguna forma. En su viaje en autobús a casa, pasó cerca de un puesto de comida y bajó en la parada para tomar algo. Creyó que eso lo ayudaría, la bebida podía ser la solución para olvidar lo que vio. Por lo menos así se sentiría más feliz.
Ya llevaba varias botellas de soju, habían dos vacías sobre la mesa y llevaba la mitad de la tercera. Servía y servía en el pequeño vaso y se llevaba la bebida hacia la boca que luego bajaba por su cuerpo, calentándolo con su fuerte sabor. Entre algunos tragos se detenía pero era una mala idea porque usaba ese tiempo para pensar en Ji Hoon, así que volvía a retomar lo que hacía.
-¿Qué haces? - preguntó un muchacho. Ji Ho subió la mirada con fastidio y vio que era Yu Kwon.
-Bebiendo ¿Qué no ves?
-¿Puedo acompañarte?
Ji Ho asintió y siguió bebiendo. Notó que Yu Kwon también lucía algo desanimado, muy inusual en él.
-¿Qué pasó? - preguntó Ji Ho.
-Vi a Jaehyo con una chica, supongo que debe ser la misma con la que tuvo una cita hace unas semanas atrás.
-¿Y están saliendo?
-Supongo, Jaehyo es encantador. Esa chica sería estúpida al no salir con él - pidió a la encargada dos botellas de soju y acompañó a Ji Ho a beber - No pude hacer que se fijara en mí - dijo derrotado.
-No podías hacer que cambiara sus gustos, si le gustan las mujeres así será siempre. Ya es adulto por lo que debe estar claro qué quiere y qué no.
-Es verdad, fui un idiota al pensar que podría fijarse en mí - suspiró con desgano - Me siento mal.
-No creí que te gustara tanto, pensé que sólo te atraía porque es guapo y que era algo del momento como otras veces ha pasado.
-Él es diferente, no es un chico fácil de lo que les guiñas el ojo y ya están sobre ti. Es dulce pero también es amargado, por lo menos conmigo y eso me gusta - suspiró triste -Pero alguien más se lo llevó.
-Somos dos desafortunados en el amor- miró el vaso vacío en su mano y se sirvió un poco más- ¿Sabías que Ji Hoon y Taeil están saliendo?
-¿¡Cómo!? Pero el contrato...
-No le hizo caso, los vi en medio de la calle besándose muy felizmente. Debería estar feliz porque él lo es pero estoy muy, muy celoso ¿Es eso egoísta?
-No lo creo, los celos son algo normal, egoísta sería que hicieras algo para separarlos, como lo que hiciste aquella vez cuando atendiste esa llamada de Taeil.
-Me arrepiento tanto por eso, soy realmente estúpido -tomó el contenido de su vaso y se sirvió un poco más, también llenó el de Yu Kwon - Brindemos por nuestra mala suerte en el amor.
Yu Kwon rió en silencio pensando lo estúpido que era brindar por algo malo pero era la realidad de ambos así que levantó su vaso y lo chocó con el de Ji Ho. Se quedaron un largo tiempo compartiendo esa desdichada noche mientras bebían y hablaban de cualquier cosa; cuando ya entraron a un estado de ebriedad, decían incoherencias y se reían por estupideces pero ya habían olvidado por qué terminaron allí y eso era algo bueno. La encargada del puesto de comida tuvo que decirles que se fueran porque ya daban mal aspecto al lugar y sin protestar, se marcharon.
-La luna está enorme hoy - dijo Yu Kwon mirando al cielo e intentó agarrar la luna con su mano. Reía mientras hacía eso - Ji Ho ¿Alguna vez has querido viajar a la luna?
-He querido viajar a Saturno, es un bonito planeta.
-Dudo que alguien pueda llegar tan lejos. Seguro te explotaría la cabeza - rió, contagiando a Ji Ho - ¡Mira un gato! - señaló delante de él.
Ji Ho miró hacia donde señalaba y miró incrédulo a Yu Kwon.
-Es una bicicleta - dijo Ji Ho.
-Ah, con razón era tan grande, ya me iba a preocupar - rió una vez más gracias a las incoherencias que la bebida le hacía decir.
Se detuvieron un momento para descansar recostados de la pared de un edificio. No había nadie en esa calle, era tarde y sólo se escuchaba el lejano sonido de un compresor de aire acondicionado. Ji Ho miraba al cielo, volviendo a pensar en Ji Hoon y una lágrima resbaló por su mejilla; rápidamente la secó porque era algo tonto llorar por eso. Suspiró profundo y miró de reojo a Yu Kwon que estaba con la cabeza gacha y se estaba durmiendo, levemente le dio un empujoncito con su hombro y el chico se espabiló.
-¿Qué? - preguntó Yu Kwon, mirándolo risueñamente.
-No te duermas.
-Tengo sueño - bostezó y miró al cielo. Cerró los ojos nuevamente.
Ji Ho observaba el perfil de Yu Kwon, con sus ojos cerrados, su mandíbula finamente delineada y su rubio cabello con raíces negras, despeinado. Tal vez era por el efecto de la bebida o el despecho que traía que veía a su amigo muy atractivo, no es como si no supiera que es guapo pero nunca le había atraído como en ese momento. Sacudió su cabeza para sacar esas ideas y continuó el camino, Yu Kwon lo siguió para no quedarse atrás. Andaban en silencio, de vez en cuando sólo se escuchaban sus bostezos o algún comentario sin importancia por parte de Yu Kwon. Ji Ho lo miraba de reojo y nuevamente volvía a sentirse atraído; le daban ganas de empujarlo contra una pared y besarlo. No entendía por qué de pronto sentía eso, el hecho de no poder estar con la persona que realmente le gusta podría ser una razón. Sólo quería olvidar con algo más que alcohol. Después de aguantarse durante varias cuadras, dejó de pensar tanto y simplemente hizo lo que quería, empujó a Yu Kwon contra la pared de un edificio. El rubio no dijo nada inmediatamente, sólo lo miraba risueño y confundido por su repentina acción. Ji Ho lo contemplaba con una profunda mirada llena de dudas sobre lo que iba a hacer pero dejando que su cuerpo actuara solo, se aproximó hacia los labios de Yu Kwon quien no hizo nada para evitarlo y correspondió al corto y suave beso. Lo interrumpieron pero sin separar sus rostros.
-Tus labios saben a soju ¿O son los míos? - dijo Yu Kwon en un susurro.
-Ambos bebimos lo mismo.
-Cierto - rodeó a Ji Ho con sus brazos y sus labios volvieron a unirse en un beso más profundo donde hasta sus lenguas se entrelazaban y saboreaban una vez más ese fuerte sabor a soju. Yu Kwon abrió sus ojos y miró atrás de Ji Ho. Se separó - Allí es donde vivo.
Ji Ho miró atrás y luego a Yu Kwon nuevamente.
-Es verdad - dijo Ji Ho.
-¿Quieres pasar un rato a mi departamento?
-Sí.
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El sol salió y con él, Ji Hoon abrió los ojos, sus labios se curvaron en una sonrisa y sin levantarse de la cama, buscó en el cajón de la mesa de noche la fotografía que tomó ayer. Era igual a la anterior, podía ver la sonrisa de Taeil mientras besaba su mejilla, la única diferencia es que lucían más adultos aunque para él, Taeil pareciera no envejecer. No podía apartar los ojos de la foto, la cual la contemplaba sonriente y tomó su teléfono para llamar a su novio al cual ya extrañaba. Ni siquiera pensó si aún seguiría dormido, lo cual estaba pero se despertó al escuchar el vibrar de su teléfono contra la madera de la mesa de noche. Con flojera y sin abrir aún los ojos, atendió.
-¿Por qué llamas tan temprano, Ji Hoon?-
-¿Cómo sabías que soy yo?-
-Eres el único que sabe que ya tengo teléfono-
-Podía ser número equivocado-
-Sí, como sea - bostezó - Estaba dormido-
-Lo siento pero es que te extrañaba, quería escuchar tu voz. Aunque tu voz se escucha bastante apagada, mejor te dejo para que sigas durmiendo-
-No importa, ya me desperté y no podré volverme a dormir - se incorporó sentándose - ¿Dormiste bien anoche?-
-Muy bien - aseguró - Oye ¿Y qué pasó cuando llegaste a casa? ¿No te descubrieron?-
-No, mi hermano es demasiado desentendido, se quedó todo el día en su cuarto en la computadora o durmiendo, pudiera haberme muerto y él ni enterado. Es terrible pero fue una ventaja, por eso no me preocupé en salir ayer-
-Qué bueno que no te descubrieron. Fue un gran día, gracias por eso-
-Igualmente, la pasé muy bien. Podríamos vernos hoy también, es mi día libre-
-Claro, pero debo llegar temprano a casa porque mañana debo ir al estudio...Aguarda, tengo otra llamada - Ji Hoon atendió la llamada entrante. Era Ji Seok, el hermano de Ji Ho y le extrañaba porque nunca lo llamaba - Hola Ji Seok...¿Ji Ho? No, no está conmigo ni lo vi ayer...Qué extraño, intentaré llamarlo...Sí, yo te avisó, adiós - colgó y volvió con Taeil - Lo siento Taeil, debo colgar ahora, luego te llamo-
Ji Ho no había dormido en su casa y su familia después de llamarlo sin éxito de contactarlo estaba muy preocupada. Era extraño que él hiciera eso, era la primera vez que sucedía y si no dormía en casa avisaba que se quedaría con algún amigo como lo hizo en algunas oportunidades cuando se quedaba hasta tarde en una fiesta o simplemente bebiendo y era más seguro que no volviera a su casa sino hasta el día siguiente con la luz del sol. Ji Hoon intentó llamarlo pero repicaba una y otra vez hasta que salía la contestadora; le dejó varios mensajes para ver si esos los leía y le respondía pero la espera se hizo larga. Intentó una vez más pero fue lo mismo. El teléfono de Ji Ho vibraba dentro de su chaqueta pero nadie lo agarraba, sin embargo ese sonido que hacía fue suficiente para hacerlo despertar pero no lo suficiente para darse cuenta de dónde venía.
A pesar de tener los ojos cerrados, Ji Ho percibía la claridad a través de sus párpados por lo que se cubría con sus manos. La cabeza le palpitaba y tenía una pesadez en el estómago; sus energías y ganas de levantarse eran nulas y quería quedarse todo el día acostado donde quiera que estuviera pero el frío que sentía le molestaba. Se dio cuenta que no traía camiseta y al mover un poco sus piernas, también supo que no tenía pantalones. Abrió los ojos lentamente y se percató que estaba acostado en el suelo sobre una colcha, lo primero que vio fue su ropa regada a un lado y al subir la mirada reconoció donde estaba. Por un momento no entendió la situación pero enseguida comprendió y sintió un frío en su estómago al creer qué había sucedido la noche anterior. Con temor, se dio la vuelta y vio a Yu Kwon acostado a su lado.
-Ay no - murmuró Ji Ho.
Yu Kwon se quejó por su malestar ocasionado por la bebida y se acomodó boca arriba, abrió los ojos y bostezó. Podía sentir que había alguien a su lado y lentamente giró la cabeza; sus ojos y boca se abrieron de par en par por la impresión y de golpe se sentó.
-No - dijo Yu Kwon sorprendido.
-Dime que no sucedió nada - dijo Ji Ho sentándose igualmente - No puedo recordarlo, sólo sé que nos besamos en la calle y luego no sé qué pasó.
-No lo sé- bajó la mirada para mirarse - No tenemos ropa - levantó la sábana - Aunque sí interiores.
-Entonces no sucedió nada.
-No es prueba suficiente.
-¡Ay no puede ser! - exclamó Ji Ho horrorizado.
Ji Ho se levantó y caminaba de un lado a otro agarrándose la cabeza, lamentándose por lo que creían que había sucedido pero de lo cual no recordaban. Mientras lloriqueaba como si el mundo se hubiera acabado, Yu Kwon intentaba hacer memoria desde que estaban en la calle besándose y lo que vino después cuando entraron al edificio y subieron hasta su cuarto. Se acordaba que al llegar continuaron besándose y luego terminaron quitándose la ropa y lanzándose contra la colcha pero no que hubiesen tenido sexo propiamente dicho.
-Ji Ho, cálmate - le pidió Yu Kwon que le dolía aún más la cabeza con los lamentos de Ji Ho.
-¿¡Cómo quieres que lo haga!?
-Ya me cuerdo qué pasó. No hicimos nada.
-¿Ah no? - se sentó al lado de Yu Kwon con interés - ¿Qué recuerdas?
-Tú estabas sobre mí besando mi cuello y de pronto caíste dormido.
-¿Me lo juras?
-Sí. Yo después te quité de encima de mí, nos arropé y también me dormí.
-¡Gracias a Dios!...Pero aún así, estuvimos a punto de hacerlo.
-Sólo estábamos tristes por nuestro desamor y borrachos, es una mala combinación. Esto no quiere decir nada, aún me gusta Jaehyo.
-Y a mí Ji Hoon - suspiró - Que difícil será verlo sólo como un amigo.
Ambos chicos, más tranquilos y claros por lo que realmente sucedió, se vistieron nuevamente y ya era hora que Ji Ho volviera a casa pues su madre y hermano debían de estar preocupados por él.
-Yu Kwon, gracias por acompañarme anoche a beber, hubiese sido muy deprimente hacerlo solo.
-Siempre estaré para ti así como tú lo estás para mí - lo abrazó - Yo soy el único que debería agradecerte, lo que yo haga es muestra de mi eterna gratitud.
-Ya no hace falta, han pasado muchos años.
-Pero tú y Min Hyuk siempre serán algo así como mis héroes - rió ligeramente y se separó de Ji Ho - Ustedes salvaron mi vida, si ustedes no hubieran aparecido esos tipos...
-Ya, no pienses más en eso.
-A veces no puedo evitarlo y es horrible recordarlo- suspiró profundo - Será mejor que ya te vayas, nos vemos mañana.
-Sí, adiós.
Ji Ho sabía que debía tener muchas llamadas perdidas de casa por no haber avisado que se quedaría fuera. Le dio miedo mirar el teléfono y cuando lo hizo vio que tenía quince, pero no todas eran de su madre o Ji Seok, las dos últimas eran de Ji Hoon y también mensajes de él preguntándole dónde estaba y diciéndole que su familia estaba preocupada. Ignoró eso y lo que hizo fue llamar a su hermano diciéndole que se había quedado con Yu Kwon, cosa que era cierta pero tan sólo le dijo que se quedaron haciendo música, se tomaron unos cuantos tragos y se quedó dormido y no pudo avisar. La excusa más fácil. Al terminar su llamada, una de Ji Hoon entró pero no contestó y siguió su camino a casa pero antes se detuvo en una tienda de conveniencia para comer algo, necesitaba recobrar las fuerzas. Se compró un jugo y un emparedado frío y se sentó en las mesas de afuera del local para desayunar. Sin verlo venir, alguien golpeó su cabeza.
-¡Ah! ¿¡Pero qué demonios!?...- alzó la mirada y vio a Ji Hoon.
-Al fin te encuentro, idiota ¿Dónde rayos estabas? Tu familia estaba muy preocupada porque no dormiste anoche en casa – lo regañó Ji Hoon.
-¿Me buscabas?
-Tu hermano me llamó diciéndome que no habías dormido en casa y luego te llamé pero no me contestaste por lo que me preocupé. Estuve dando vueltas buscándote y te encuentro aquí de lo más tranquilo desayunando - se sentó frente a Ji Ho y le quitó la mitad de su sándwich - Por tu culpa no desayuné, tengo hambre.
-No tenías por qué hacerlo, y ya llamé a casa.
-¿Dónde estabas? Tú nunca duermes fuera sin avisar.
-Estaba con Yu Kwon, se me olvidó avisar y me quedé dormido.
-No vuelvas a hacer eso – Ji Hoon lo amenazó con el dedo.
-No lo haré - se puso de pie - Ya me voy - se alejó.
-¡Oye! - Ji Hoon lo siguió - Deja que te lleve a casa.
-No - dijo secamente sin detenerse.
-¿Ocurrió algo? Te notó un tanto apático.
-Nada.
-Sí, claro - tomó a Ji Ho de la muñeca y dio la vuelta para llevarlo con él hacia su auto. Ji Ho se frenó y soltó bruscamente - Ji Ho...
-Déjame, no quiero estar con nadie en éste momento y menos contigo.
-¿Qué sucede? ¿Acaso hice algo malo?
Ji Ho se aguantó las ganas de decirle que lo había visto con Taeil, aunque sabía que estaba mal por el contrato, no quería que se sintiera incómodo o culpable. Como Yu Kwon le dijo, sería egoísta si hace algo para que Ji Hoon y Taeil no estén juntos así que era mejor quedarse al margen y dejar que su amigo hiciera lo que quisiera contal que estuviera feliz. Lo que le preocupaba es cómo iba a esconder su relación una vez que debutaran, sería un problema con la compañía si lo descubrían y un escándalo fuera de ésta ya que la gente allí no es muy abierta de mente.
-Yo...Ya me voy - dijo Ji Ho y se dio la vuelta para marcharse, dejando a Ji Hoon confundido por actitud.
Ji Hoon estaba tranquilo porque Ji Ho estuviera bien pero igualmente preocupado y eso perduró por varios días en donde vio a su amigo muy alejado de él. Creyó que ya había logrado sentirse cómodo a su lado de nuevo después de su confesión pero por lo que se daba cuenta, aún le dolía el no poder ser correspondido. Ji Hoon se sentía culpable aunque no lo fuera y temía que Ji Ho descubriera que salía con Taeil porque eso lo haría sentir peor.