Capítulo 5

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La tregua que había estipulado Taeil estaba funcionando bien, cada vez que el mayor y Ji Hoon se topaban en el ascensor o en la salida del edificio tan sólo se daban los buenos días y seguían su camino; nadie le lanzaba la puerta en la cara al otro o decían algún comentario fuera de lugar que pudiera hacerlos molestar. Ahora que habían decidido actuar como adultos, había paz entre ellos, la bandera blanca ondeaba alto y se daban cuenta lo estúpido que fueron al darle importancia hoy en día a cosas del pasado que ya debían quedar enterradas. Ambos por supuesto recuerdan todo lo sucedido pero por el buen camino que van, pronto lo olvidarán.

Taeil tenía ya en sus manos todo el dinero que debía pagarle a Ji Hoon por los neumáticos de su auto que pinchó con una tijera luego de un arrebato de rabia y temprano antes de irse a su trabajo se lo entregaría al menor. Llamó a la puerta de su vecino y el chico le abrió rápidamente ya vestido y perfumado con intenciones de salir también.

-Aquí está el dinero de los neumáticos - Taeil le extendió el sobre donde estaba - Perdona de nuevo por eso.

-Está bien. Sí fuiste muy inmaduro al hacer eso pero me lo merecía después de lo que te hice.

-Estabas borracho, no sabías lo que hacías. No deberías tomar así, no es bueno ¿Por qué lo hiciste, intentabas ahogar alguna pena?

-No, estaba en un club bebiendo con un chico que conocí allí y en medio de la diversión no nos dimos cuenta y nos pasamos de tragos.

-Con que eres de ir a clubs y beber con chicos que apenas conoces...Yo también - no era cierto pero sólo lo dijo para verse interesante y que el otro supiera que de verdad lo había superado y por eso ligaba con chicos en los clubes - Me voy ya, que tengas un bien día.

-Espera, yo también voy de salida - salió del apartamento y cerró la puerta tras él - ¿Quieres que te lleve o te acerque a tu trabajo?

-¿En serio lo harías? - se cruzó de brazos.

-Quiero ser un buen vecino, además podrás ver lo bien que se sienten mis nuevos neumáticos - rió ligeramente y caminó hacia el ascensor.

Taeil lo siguió y accedió a aprovechar la cola que Ji Hoon le daría, sólo sería eso, no es como si lo fuese a dejar botado lejos en medio de la nada o en un lugar de mala muerte.

Ji Hoon llevó a Taeil directo al restaurante de su familia al cual recordaba muy bien la ruta y que quedaba en dirección a su trabajo por lo que no se desviaría del camino. El mayor le agradeció por haberlo llevado, bajó del auto y entró al restaurante llegando esa vez temprano a diferencia de otros días. El chico se sentía bien, el no haber estado peleando con Ji Hoon o asesinándose mutuamente con la mirada fue más sencillo de lo que parecía, sólo tuvieron que respirar profundamente, tragarse el orgullo que en ellos habita y así podrían convivir bien. De hecho, ahora que los ánimos estaban más tranquilos, Taeil no pensaba en Ji Hoon, los otros días lo hacía recordando las cosas que pasaron u ocupado odiándolo pero ahora podía concentrarse de nuevo en sus cosas sin preocupaciones que lo aquejen.

Ya Taeil tenía su primer trabajo del día, debía llevar un pedido grande a una oficina y en cuanto estuvo lo cargó en la motocicleta y sin problemas lo llevó. Al regresar al restaurante tuvo que volver a salir enseguida porque habían dos entregas pendientes, una era en una casa de familia y otra en una universidad y estaba tan concentrado en el trabajo que cuando llegó a su segundo destino se dio cuenta que era donde él estudió música. Tenía tanto tiempo sin entrar a la institución que al hacerlo se llenó de nostalgia al ver que todos los lugares en donde una vez estuvo y compartió con sus compañeros seguían exactamente igual. Reconocía a algunas personas de cursos inferiores que llegaba a ver en los pasillos o en el patio y que seguían allí estudiando, muchos de estos estaban en hora libre y tocaban sus instrumentos.

Heart BreakerzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora