Los ojos verdosos de Kira Maximoff se enfocaron en los azulados de Clint Barton. Conforme él se acercaba al lugar, ella se ponía nerviosa. Y es que las palabras del Capitán Rogers le resonaron en la cabeza.
'Clint gusta de ti' ella antes pensaba que el coqueteo de él para con ella, era solamente una forma de distraerla en batalla, pero tal parecía que no era cierto aquella teoría suya.
Kira descendió para poder volverse a sentar en la tela puesta en el césped, les había estado mostrando el fuerte aleteo a los pequeños y durante su regreso al suelo, en ningún momento le sacó la vista al vengador.
Él saludó a los niños y a su hermana, alegrándose de que su familia comenzara a aceptar a la chica Maximoff. La aprobación de ellos era importante para él. Clint pidió a su familia que le dejasen solo con Kira un momento y así lo hicieron. Sus dos sobrinos se despidieron de ella, tomaron sus cosas y con Laura fueron de vuelta a la granja.
—Despertaste —comentó Barton, colocando el peso de su cuerpo sobre su pierna derecha y metiendo las manos en sus bolsillos delanteros de sus pantalones de mezclilla.
Kira levantó la vista hacía él, mirándolo directamente a los ojos. Sus alas seguían a la vista, lo cual comenzaba a ser un medio distractor para Clint. La vestimenta blanquecina de la chica, junto con las alas del mismo tono y su cabellera platinada la hacían lucir como un verdadero ángel.
Y luego estaba esa mirada de tristeza reflejada en ella. Clint casi podía sentir la culpa que comenzaba a llenar el interior de Kira. Culpa que ni la misma Maximoff entendía del porqué la sentía. Pero ahí estaba. Kira tenía culpabilidad por dejar a Barton después de la discusión, por no haber sido capaz de prestarle atención cuando él solo le decía, de una forma no muy sutil, la verdad. Porque necesitó de un bala para poder entenderlo.
—Lo siento —fue lo primero que ella dijo, se puso de pie lentamente y ocultó sus alas. Escondió sus manos en los bolsillos de su short, esperando a que él dijera algo.
Pero no hubo palabras, Clint solo fue hasta ella y le abrazó.
La acción de él le tomó por sorpresa. Sin saber que hacer se dejó abrazar por el castaño, sintiéndose algo incomoda y confundida. No estaba acostumbrada a recibir abrazos de ese tipo, de los que le hacían sentirse necesitada, mucho menos si estos provenían del 'enemigo'.
Dudosa, colocó sus manos en la espalda de Barton y le palmeó un poco. No sabía qué hacer.
—La próxima vez que se te ocurra largarte por ahí a mitad de la noche, me llevas contigo —le reprochó el castaño sin soltarle aún. Kira no pudo evitar la sonrisa.
Clint por fin la soltó, le miró la pierna con el vendaje y luego enfocó su vista en ella.
—¿Cómo está? —preguntó curioso.
—Sobreviviré —replicó ella con una sonrisa, pero a Clint no le pareció gracioso —. Está bien. Gracias Barton.
—Soy Clint.
—Eres Barton para mí.
—Como sea, ángel.
Ella le sonrío, los dos se quedaron mirando por unos momentos. Sin decir nada. Él quería preguntarle qué haría ahora, si se volvería a ir como antes o si se quedaría con ellos, pero no se atrevía a hacerlo. Pensaba que si le recriminaba algo, ella terminaría yéndose nuevamente y se iría con ella toda posible esperanza de mantenerla a su lado.
La miró. Cada facción de su rostro. Memorizándola, pues creía que en cuestión de segundos la volvería a perder y él no quería hacer eso. Kira suspiró. No es gran fan de tener las miradas sobre ella y los ojos azulados de Barton le ponían nerviosa. Lo cual, hasta este momento habían logrado ese efecto en ella, pues ahora conoce el interés que le tiene el halcón.
—¿Piensas irte de nuevo? —soltó Clint valiéndole poco como ella interpretara aquella pregunta.
No le importaba si Kira pensaba que no debe de darle explicaciones, porque él no es nadie en su vida. Clint Barton quería saber la respuesta. Un sí o un no, él quería estar preparado está vez.
Ella no dijo nada.
—Porque si piensas hacerlo, desde ahora te digo que es un error. No puedes irte así como así y seguir causando desastre a tú paso.
—Barton...
Ella no quería pasar por lo mismo otra vez.
—Solo escúchame —él frotó con sus manos su rostro, respiró hondo—. Has visto lo que tu hermana le causó a mi equipo y no la estoy culpando, sé que solo seguía órdenes.
—Y le colocaste una flecha eléctrica en la frente —atacó Maximoff.
—Fue en defensa propia. No soy gran fan del control mental —Clint le miró algo incómodo, estaba recordando lo de Nueva York.
Kira notó su incomodidad. Le llamó, preguntándole si estaba bien y él asintió. No estaba satisfecha con la respuesta, pero no preguntó más.
—Nosotros no somos el enemigo Kira, estamos luchando para salvar al mundo. ¿Estuviste en Nueva York? ¿Te enteraste lo que pasó ahí al menos? No estamos solos en el mundo. Hay otros.
—Yo estuve ahí —replicó Kira, su mirada se notó ida y triste— perdimos a alguien ahí también. Mientras ustedes 'salvaban la ciudad' —Clint no supo cómo reaccionar ante aquello— su nombre era Jena, pero claro ustedes no sabían eso ¿verdad?
Clint negó, y Kira desvió la mirada, no muy sorprendida por la respuesta.
—Wanda y yo no la conocíamos, pero Pietro sí. Por eso es él, el que más se ensaña con ustedes. Él fue el más afectado de los tres.
Clint agachó la mirada, analizando bien las palabras que diría. No quería estropearlo.
—Todos hemos pasado por malos ratos Kira —empezó— y no me escudo de eso para justificarnos, pero gran parte del desastre de Nueva York, yo contribuí para que sucediera. Fui manipulado contra mi voluntad e hice cosas que todavía cargo en mi conciencia. Cosas de las que me logré enterar, porque leí los archivos. No recordaba cuantos agentes di de baja con mis 'misiones ordenadas', cuántas familias deshice, pero tuve amigos que me ayudaron a salir de ello y están allá adentro —él señaló la granja— tú situación actual no es muy diferente a la mía.
Barton dio un paso hacia ella buscando acercarse.
—Estas siendo manipulada, estas siguiendo órdenes y no te das cuenta de las bajas que estas causando —él colocó sus manos sobre los hombros de la chica— ¿Crees qué estando con Ultrón vas a traer de vuelta a tus padres? —ella apretó la mandíbula— ¿A Jena? ¿Crees que Ultrón quiere paz? No, él quiere extinción.
Kira se alejó del agente, sabía que los planes del robot eran algo crueles pero no sabía que al grado de querer a todos extintos. Nunca le tuvo la confianza a esa hojalata y con lo dicho ahora, menos. Sintió la necesidad de irse volando e ir por sus hermanos. No los quería cerca de aquel robot.
—Kira, tú y yo no somos tan diferentes como crees, ambos hemos sido utilizados, y la mayoría de los del equipo también lo fueron. Lo que nos diferencia es que nosotros decidimos cambiar e ir por el camino correcto ¿Tú estás dispuesta a hacerlo también?
Hubo una pausa entre ellos. Finalmente. Ella asintió. Él tenía razón y por fin lo había entendido.
Clint Barton le sonrió de lado, orgulloso por la nueva decisión y la abrazó de nuevo. Kira está vez correspondió el abrazo en cuanto lo recibió y sin siquiera querer, se rompió en él. Sintió las lágrimas salir de sus ojos, estaba cansada de ser la fuerte, de llevar el cargo sobre sus hombros. De poner a todos por encima de ella y al decir 'todos' se refería solamente a Pietro y a Wanda. A veces ella quería también que alguien viera por ella.
Clint pudo sentir el dolor en Kira, así que la abrazó con más fuerza, permitiéndole llorar sobre su pecho, le acarició la cabellera platinada y le susurró que pronto todo estaría bien. Que traería a sus hermanos de vuelta con ella y que esa era una promesa.
—Es increíble que toda tu vida, siempre has visto el lado duro de ella; pero en lugar de que eso te perjudique, cada vez te hace más fuerte —comentó Clint, apartándola ligeramente de él y limpiándole las lágrimas del rostro.
Kira sintió un nudo en su garganta, se sentía expuesta.
—Todos los golpes que han recibido, las pérdidas, las caídas. Y a pesar de ello, te las arreglas para cuidar de tus hermanos, ver por su bien, pero ¿quién ve por el tuyo? ¿Cómo le haces?
Ella le regaló una sonrisa torcida.
—Un superhéroe no nace cuando descubre sus poderes —Kira centró su vista en los ojos azules de Clint— Cuando has pasado todo el tiempo peleando por tu vida, intentando hacer lo correcto para ti y tu familia. Trabajando de día y de noche. Ahí es cuando un superhéroe aprende a volar. Sabes que el dolor, se convierte en poder y de ahí sacas la fuerza.
El castaño esbozó una amplia sonrisa, sintiéndose feliz de haber logrado un paso más con ella. Le acarició las mejillas y apartó sus cabellos platinados de su rostro. Los dos se miraron el uno al otro, sintiéndose identificados entre sí. Eran tan similares, y ahora los dos lo comprendían.
—Todas las heridas, las mentiras y lágrimas derramadas desaparecerán ahora Kira, porque ahora estás en el momento adecuado. Puedo ver ese ardor en tus ojos, buscando hacer justicia, eres más fuerte de lo que crees y no me refiero físicamente, que lo eres, me refiero a emocionalmente también. Tienes coraje. Úsalo y quédate con nosotros —Clint suspiró— quédate conmigo —y tras decir eso último, él la besó.
Si bien Kira Maximoff no esperaba aquello, tampoco opuso resistencia. Le tomó del cuello al agente y continúo el beso también. Se besaron pausadamente, sin apuro y con sentimientos reales por parte de ambos. Ahí es donde ella se dio cuenta que él no le era tan indiferente después de todo.
Los dos se separaron, pero ninguno dijo nada. El beso de alguna manera les había sorprendido a los dos. Clint no esperaba que ella le respondiera, esperaba recibir un puñetazo en la cara probablemente. Pero no sucedió. Y Kira, bueno ella tampoco pensó en continuarlo, pero lo hizo. Ella sin estar muy segura de que hacer ahora, buscó los brazos del vengador y buscó refugio en ellos.
—Ayúdame a traer a mis hermanos de vuelta, por favor —pidió ella en un susurro.
—Lo haré, ángel —replicó él, abrazándola aún más.
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Kira Maximoff estaba sentada el pórtico de la casa, impaciente.
Dentro de la casa, Nicholas J. Fury estaba teniendo una conversación sobre el porqué una de los Maximoff estaba en la 'granja secreta' de uno de sus agentes más valiosos que tenía.
—Me pediste que mantuviera este lugar secreto, y lo primero que haces es traer al enemigo —le recriminó el hombre del parche.
Kira torció los labios al oírlo. Jugueteó con sus dedos inquieta. Quería ingresar y decirle un par de cosas al sujeto, pero Clint le había pedido que no debía involucrarse, por miedo a que perjudicara la situación.
—Ella no es el enemigo, jefe. No lo es más —le defendió Barton, levantando un poco la voz.
—¿Cómo pueden saberlo? Y si está aquí como un agente doble. Ustedes dos saben de eso, deben tenerlo al menos pensado.
Los dos agentes se miraron y rodaron los ojos al mismo tiempo.
—No es el caso —dijo Clint cruzándose de brazos.
—Aun así no voy a revelar nada con ella afuera escuchando todo —Kira se molestó, el sujeto del parche ya le había cansado.
Se puso de pie y aunque quiso armar un escándalo solo para asustar al hombre, no lo hizo, solo entró a la casa moderando su fuerza. Los sobrinos de Clint estaban ahí también y no quería causarles otro susto. Las miradas rápidamente se posaron sobre ella, pero las ignoró totalmente, solo se enfocó en Clint Barton.
Lo localizó en una esquina de la cocina, él le preguntaba con la mirada que rayos estaba haciendo, pero ella sólo le miró y caminó hasta él. Posicionándose a su lado derecho. Estando cerca de Hawkeye, había menos probabilidad de que alguien fuera por ella para sacarla. Clint lo impediría. El antes mencionado posó su mano derecha sobre la espalda de Kira, a lo que ella le sonrío levemente.
—Ultrón los dejó fuera de combate para ganar tiempo —dijo Kira Maximoff, enfocando la mirada en Nicholas Fury— está construyendo algo, cuando 'nos reclutó' —ella hizo comillas en esas dos últimas palabras— él construía réplicas de sí mismo. Con el vibranium que robó gracias a nosotros —ella hizo una mueca, no sintiéndose muy orgullosa de eso— ahora el ejército es más resistente. Por lo que sé, ese metal es el mismo con el que se hizo el escudo del Cap, así que... tendremos unos cuantos robots algo más difíciles de destruir, si es que usa el metal para ellos. Claro.
Clint sonrío al escucharla decir la información, miró a Natasha, quien estaba sentada en la mesa, ella también sonreía. Todos dirigieron la mirada a su jefe, pero él solo veía a Kira Maximoff de forma retadora.
En un momento Fury, buscó apoyo en el resto de los vengadores, quería sacar a la Maximoff del juego pero sus dos agentes de excelencia estaban con ella, luego Steve se les unió. A Stark le dio igual y Banner prefirió hacerse de oídos sordos. Nick Fury, estaba solo. Bufó.
—Y de Ultrón ¿Qué sabes? —le preguntó Steve a Kira, ya que nadie más decía nada.
—No mucho en realidad —Nick rio y Kira lo ignoró, prestó atención a Steve—. Sus planes siempre solía contarlos a medias, ya sabes quería estar siempre un paso adelante. Deja rastros por ahí para que la gente lo note, pero nunca revela mucho.
—Y ¿aun así confiaban en él? Aunque no les dijera nada. Vaya. No son muy listos —Kira puso los ojos en blanco al escuchar a Stark, quien se mantenía entretenido con unos dardos.
Estuvo tentada a responderle de una forma grosera, pero la sobrina menor de Clint apareció en la cocina con un dibujo de una mariposa en mano, para dárselo a Natasha, así que reprimió las malas palabras.
—Ultrón. Es fácil rastrearlo, está en todas partes. Se multiplica más rápido que un conejo en primavera, pero eso no nos ayuda a descifrar sus planes.
—Es lo que dije —le susurró Kira a Clint, él sonrío y negó con la cabeza, dándole a entender que no venía al caso enojarse por eso, ella apretó los dientes y él le acarició la espalda para calmarla—. No sé cómo lo aguantas.
Clint volvió a reír.
—¿Aún trata de robar los códigos? —pregunta Stark, lanzando dardos al blanco pegado en la pared.
—Sí, pero no ha conseguido nada todavía —Nick comenzó a picar unas cosas con un cuchillo, se estaba preparando su cena.
—Eso no tiene sentido, descifré los códigos del Pentágono cuando estaba en secundaria —Kira no quiso escuchar los alardes de Stark, por lo que se enfocó en Barton y el té que estaba haciendo.
—Creo que necesitaras uno—le susurró él y Kira le regaló su más tierna sonrisa.
—Sí, por eso hablé con todos mis contactos del Nexo —Kira levantó la vista, no entendiendo hacia donde se había dirigido la conversación.
Por suerte, no fue la única que pensó igual.
—¿Nexo? —preguntó Steve.
—El centro mundial del internet, en Oslo —aclaró Banner—. Por ahí pasan todos los datos del planeta. Es el acceso más rápido.
—Y ¿Qué te dijeron? —preguntó Barton. Kira lo vio jugando con un dardo, él le guiñó un ojo y le pidió que estuviera atenta a lo que haría. Ella asintió.
Clint señaló a Stark, quien recogía los dardos estancados en la pared de la cocina, que en el blanco. Él tenía una pésima puntería.
—Está obsesionado con los misiles —dijo Fury— pero le cambian los códigos constantemente.
—¿Quién? —Tony preguntó, Clint sin más lanzó su dardo y esté cruzó bastante cerca del rostro de su compañero, causándole un leve susto. Stark regresó a verlo molesto y Barton solo se encogió de hombros, mientras se reía junto con Kira.
Nick Fury, se aclaró la garganta, atrayendo la atención de los bromistas.
—¿Tenemos un aliado? —Natasha volvía a involucrarse en la conversación.
—Ultrón tiene un enemigo. Son dos cosas distintas. Igual podría pagar por saber quién es.
—Quizá deba ir a Oslo y hallar a nuestro desconocido.
Natasha suspiró.
—Todo esto es muy bueno, jefe. Pero al verlo esperaba que tuviera más que eso.
—Lo tengo. Los tengo a ustedes —él hizo una mueca— y ahora la tengo a ella también —señaló a la Maximoff.
—Técnicamente, Clint reclutó a Kira, así que...
—Romanoff —la pelirroja guardó silencio —. Antes solía tener ojos y oídos por todos lados. Ustedes tenían toda la tecnología que querían... y aquí estamos, en la Tierra, solo con nuestro ingenio y ganas de salvar al mundo. Según Ultrón, Los Vengadores se interpusieron en su misión. Aunque no lo admita, su misión es la extinción global. Enterrar todo esto.
Kira sintió el pecho apretársele, seguía sin creer que ella hubiese sido participe de esa misión. Había sido tan ciega y rehúsa a creerlo por su afán de venganza.
Clint notó su cambio de humor, así que le sostuvo de la mano y le hizo saber que ahí estaba él. Con ella. Y que ahora podía hacer una diferencia. Sin necesidad de palabras, Clint le daba a entender que podía contar con él de ahora en adelante y ella agradeció eso.
—Resistan —pidió Nick Fury —. Y detengan a ese robot bastardo.
Nick Fury se sentó en una de las sillas del comedor y tomó un sorbo de su bebida, mientras Natasha hacia un comentario sobre el lenguaje estricto que tiene el Capitán. Luego de la broma local del equipo, siguieron debatiendo sobre los planes de Ultron. Hasta que dieron con la idea de que él busca la evolución en sí mismo. Y en base a esa teoría. Lograron dar con un nombre. Helen Cho. Con la localidad encontrada de Ultrón, ahora solo les faltaba formular el plan de ataque y ejecutarlo.