FALLEN ANGEL » CLINT BARTON.

3 «Sobreviviente»

Tres días, tres días habían pasado solamente y Kira sentía que se quedaba sin sus cuerdas vocales. Las sesiones con el Doctor se volvían más intensas, ya que éste solía dejarle más tiempo la ventana abierta para así la luz azulada del cetro hiciera su trabajo.

La mañana del cuarto día llegó y Kira se encontraba recostada en una colchoneta desgastada, durmiendo un poco, pues al aumentar la intensidad de las sesiones, la chica quedaba exhausta física y mentalmente. Y aunque ella no tuviese muchas energías, los de HYDRA se encargaban de mantenerla atada con cadenas en sus pies y manos, seguían temerosos de que la chica escapara.

Por otro lado, los gemelos permanecían a raya con la práctica de sus poderes, pues habían sido amenazados. Matarían a su hermana mayor si no hacían lo que ellos les pedían. Ninguno de los dos quería sufrir una pérdida más, así que aceptaron cooperar.

El cabello de Pietro había comenzado a ponerse platinado en la última sesión que el chico tuvo con el cetro y los líderes de HYDRA no se explicaban el porqué de eso, inclusive comenzaban a creer que el chico podría tener la metamorfosis incluida también, pero descartaron la idea cuando notaron que solo parte del cabello de él había cambiado.

— La hermana lo tiene, él no — dijo el Barón Strucker refiriéndose al poder de la metamorfosis, y el Doctor le dio la razón, manteniendo la esperanza viva en aquella Maximoff.

Sacaron a Pietro de la sala de pruebas y le llevaron a su habitación, donde Wanda sintió la presencia de los pensamientos de Pietro al instante que él llegó, pero a pesar de que su hermana menor intentaba comunicarse mentalmente con él, Pietro se sentía lo bastante cansado como para responderle. Wanda perdió su conexión cuando el chico cayó dormido, mientras él durmiera, o estuviera inconsciente, no podría comunicarse.

Así que, la menor de los Maximoff, decidió buscar la mente de su hermana, de la cual no había sabido nada en los últimos tres días.

Después de que pudo oírla por los parlantes, hizo lo posible por comunicarse con ella, pero no pudo hacerlo nuevamente, algo se lo impedía. Wanda llegó a la conclusión de que por el maltrato que sufría su hermana, quedaba exhausta al grado de quedar inconsciente y por esa razón no podía establecer contacto con ella.

Wanda se sentó en el suelo de concreto, recargó su espalda y cabeza en la fría pared y sollozó lo más bajo posible, se sentía inútil encerrada ahí y sin saber nada de sus hermanos. Quería estar del otro lado de la pared, en la habitación de Pietro y verlo dormir al menos. Quería estar con Kira para abrazarle y decirle que todo estaría bien, así como Kira le hizo infinidad de veces pero no podía. No podía hacerlo porque estaba en su habitación encerrada y no era buena para la pelea física.

Wanda dobló sus rodillas, y las abrazó contra su pecho, hundió su rostro entre sus rodillas y continuó llorando mientras viejos recuerdos con sus hermanos pasaban por su cabeza.

Flashback.

— ¿Cómo le haces para ser tan fuerte? — preguntó Wanda a su hermana entre lágrimas.

Nuevamente la menor de los Maximoff, lloraba por la muerte de sus padres. Kira suspiró y pasó sus manos por su cabello castaño y ondulado. Se sentó en la cama de su hermana y le abrazó de lado.

— No soy fuerte Wanda, solo finjo serlo — respondió su hermana — alguien debe serlo y por ser la mayor, me toca a mí.

— Pero...

— La vida no siempre nos sonríe Wanda — le comentó su hermana — pero es nuestra decisión hacer el cambio, no podemos lamentarnos de lo que nos sucede, debemos afrontarlo con firmeza y coraje, eso es lo que trato de hacer ahora. Si algo no está de nuestro lado, debemos hacer que lo éste. Solo así sobreviviremos.