FALLEN ANGEL » CLINT BARTON.

18 «Charlas»

A zancadas cortas, Clint entró a la habitación de Kira, con ella siguiéndole los pasos de cerca, puesto que él todavía la tiene sujetada del brazo.

Kira movió su brazo un poco, intentando zafarse —por la buena— de Clint, pero éste parecía importarle poco lo que ella le pedía ahora.

Hablaría con ella, sí o sí.

•••

A puerta cerrada, los dos permanecían inmóviles, viéndose fijamente, de forma retadora y con los brazos cruzados por encima del pecho. Era como si ambos estuviesen concursando por quien aguantaba más en no desviar la mirada.

Así siguieron unos cuantos minutos, hasta que Kira fue la primera en detener la situación.

— Bueno ¡Ya! Deja de verme así — se podía notar el tono molesto en la voz de la chica.

Ella escuchó la risa tenue y triunfante de Barton, la cual sólo logró hacerla enojarse aún más. Kira rodó los ojos, y acto seguido, se fue al extremo contrario al hombre. Entre más lejos, mejor para ella.

El vengador cerró los ojos y contó hasta tres para calmarse también. Kira le resultaba más que complicada, pero eso en lugar de alejarlo, la unía más a él.

Quería descifrarla, entenderla por completo y ayudarla en lo que más pudiera para que tuviera una mejor vida. Y aunque sabe perfectamente que ella es lo suficientemente capaz de cuidarse a sí misma, a él siempre le invadía una sensación de protección para con ella.

La miró de la cabeza a los pies y viceversa. Las expresiones que ella mostraba ahora le daban a entender que Kira está confundida, preocupada y hasta cierto punto harta, pero no podía encontrar el por qué y eso es lo que le causa frustración a él. Eso y el moretón que ella tiene en la frente.

Barton solo necesitaba que ella le dijera un nombre, y él se encargaría de ponerlo en su lugar. Por haber lastimado a su ángel.

— ¿Estás bien? — preguntó Clint, intentando mostrarse sereno, sin embargo, la preocupación podía notarse en su voz, ella no respondió, él inhaló — No tuve tiempo de preguntarlo antes, por obvias razones, pero lo hago ahora, y sinceramente, me gustaría que me respondieras.

Kira, quien permanece frente a la ventana con vista a la ciudad, bajó la mirada al suelo por un momento, respiró hondo y una vez más, se enfocó en los edificios.

— Pasaron muchas horas desde la misión — Clint volvía a hacer un intento por hacerla hablar — el comunicador no funcionó, regresaste molesta cuando antes estábamos bien y...

— No hay un "estábamos bien" Clint — interrumpió la platinada, volviéndose a él para verlo de frente y levantando un poco la voz, al ver la expresión desconcertada de Barton, ella hizo una pausa para modular su tono —, las cosas ya estaban extrañas desde antes de la misión en Seúl y tampoco es como que nosotros estemos saliendo, porque hasta donde sé, no estamos saliendo.

Ella desvió la mirada nuevamente a los edificios y aunque esas tres últimas palabras fueron dichas con cierta falta de seguridad, Kira se aseguró de repetirlas, solo para sonar convincente esa vez.

Los labios de Clint se curvaron en una sonrisa torcida.

— Eso dices tú, hasta donde sé, sí estamos saliendo. De una forma no muy convencional, pero saliendo a fin de cuentas — el vengador posó sus manos en su cadera y la vista en Kira.

Ella por su parte mordía su labio inferior, en un intento de distraerse un poco. Cada vez que Clint sacaba el tema de los sentimientos, a Kira le era imposible no ponerse nerviosa, o sentirse extraña.