FALLEN ANGEL » CLINT BARTON.

15 «Seúl»

Kira Maximoff empezó a doblar el borde del bóxer que Clint le ha dado, ya que éste le quedaba demasiado grande.

— Estúpido Halcón —gruñó la platinada— "Usa mi ropa o te veto de la casa" —ella imitó con voz chillona la amenaza del vengador.

Kira continuó gruñendo mientras se vestía.

— "Dormirás en mi habitación, así te tengo vigilada y no te vuelves a escapar" —ella rodó los ojos—. Debí haberme ido a dormir al granero mejor, o al quinjet. Ahí estaría mejor.

— Bonita ropa — comenta Barton al ingresar a su habitación, con su pijama puesta.

Kira puso los ojos en blanco y sujetó su cabello en una coleta alta. Barton por su parte, de un cajón en la parte inferior de su armario, sacó un par de cobijas extras. Se las dio a la chica y ella agradeció.

Barton le dio la espalda, a lo que ella se permitió observarlo. Una camisa blanca ajustada al cuerpo y un bóxer grisáceo. Esa era su pijama. La chica podía notar el bien trabajando cuerpo del vengador, las piernas y brazos bien torneados. El hombre se mantenía en forma; y eso, por un instante, a ella le gustó.

Kira ladeó la cabeza, sacando el pensamiento.

— Buenas noches — dijo Maximoff de forma cortante, para después dejarse caer sobre el pequeño sofá qué hay en el cuarto.

Clint cruzó sus brazos sobre su pecho, le miró con desaprobación, pero a ella le importó muy poco, puesto que se dio la vuelta, para poder darle la espalda.

El vengador se aclaró la garganta. Nada. Repitió el acto una vez más.

— Dile a Laura que te dé algo para la garganta, Halcón.

Clint reprimió la sonrisa.

— ¿Qué se supone qué haces, Ángel?

— Intentó dormir, pero hay un flemático molesto en la habitación.

El castaño curvó sus labios en una sonrisa. Se acercó a ella y le sacó las sabanas de encima, aventándolas a la cama.

— ¿Que sucede contigo? — Kira se sentó en el sofá.

— Estás en mi cama, quítate — Barton hizo un ademán para que se moviera de lugar.

— Tu cama está por allá...

— Esa será tu cama esta noche —los dos se miraron fijamente— así que, muévete.

— No me siento bien al quitarte tu cama, es tu casa y ya he dado muchos prob...

Clint no la dejó terminar, le tomó del brazo y la guió a la cama. Le dio la orden de quedarse ahí, a lo que ella reprochó. Ambos siguieron así por un momento hasta que al final, ella terminó aceptando la oferta. Se acostó en la cama dándole la espalda a Barton, y cubriéndose con las sabanas hasta la altura de su cuello.

— Debí irme al granero — susurró ella para sí misma.

— Hay animales ahí — replicó Barton.

— Al Quinjet, entonces...

— Es frío ahí.

Kira negó con la cabeza ante las respuestas del castaño. Parecía que él estaba atento a lo que ella hace.

— A la habitación de al lado, con Rogers; ya que Stark se ha ido y ha dejado una cama vacante ahí.

Escuchó a Barton bufar. Ella sonrió. Y acto seguido sintió como era despojada de las sabanas. Se giró para encarar al vengador, pero éste ya se había metido en la cama al lado de ella. Kira apenas  iba a preguntar qué es lo que estaba haciendo, cuando él le rodeó la cintura con su brazo y la juntó a su cuerpo.