Después de que pagaran los últimos clientes, Se Hun los acompañó a la salida despidiéndose alegremente de ellos, como si el cansancio que en esos momentos sentía no fuera suficiente. Cerró la puerta con llave y fue a sentarse sobre uno de los bancos de madera en la barra colocando sus brazos sobre ésta, apoyando su cabeza en ellos.
- Chan Yeol no vino, otra vez.- dijo Min Ho dejando un vaso con limonada y hielos. - Debería hablar con él y hacerle entender de una buena vez que tiene que venir a trabajar, pero, ¿Qué hace? Nada. Sale de clases y se va a pasear con quien sabe qué clase de amistades olvidándose de sus obligaciones, de sus deberes.
- No lo harás. Yo vine a trabajar y eso es lo que cuenta.- tomó el vaso y dio un trago. - Aún es un adolecente y sólo quiere pasarla bien con sus amigos.
- Obviamente tù no eres un adolescente, pero das clases durante toda la mañana y aún así vienes directo al restaurante a trabajar. Casi te has convertido en su madre y siempre cuidas de él y la casa.
- No soy su madre.
- Lo sé. Pero estás a punto de serlo.
El menor lo miró con el ceño contraído, pues reconocía que el pelinegro tenía razón en lo que decía. Y siguió escuchándolo hablar de nuevo:
- Sé que no paso mucho tiempo en casa ayudando en lo que hace falta, pues todo el tiempo estoy aquí, pero hago lo que puedo y no necesito que andes atrás de mí pidiéndome que haga las cosas.- decía Min Ho seriamente. - Incluso te has olvidado de ti mismo y has dejado de ser aquel chico alegre que siempre estaba feliz y sonriendo a todo el mundo. Ya ni siquiera sales con tus amigos, ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste?
- Sí salgo con ellos.- dijo tratando de convencerse él mismo. - La última vez que salí con ellos fue..- trató de recordar y no pudo. – Bueno, a veces salgo con Baek Hyun.
- ¿Lo ves?- lo señaló dándole a entender que tenía razón nuevamente. - Ni siquiera lo recuerdas. Baek Hyun no cuenta.
- Claro que cuenta, es mi mejor amigo.- se defendió. - La verdad es que ya no me dan ganas de salir.
- La realidad es que no te dan ganas de salir porque estás cansado y ocupado como una persona mayor, Se Hun. Teniendo una vida que no es la adecuada para un chico de veintitrés años.
Min Ho salió detrás de la barra y fue a sentarse a un lado de él.
- ¿Sabías que Chan Yeol está saliendo con alguien?
- No.- contestò serio y con curiosidad. - Pero a ti te lo ha dicho por lo que veo.
-Así es, y quiere traer a casa al chico que ama para que lo conozcamos.
Dio un par de tragos de limonada y lo miró fijamente.
- ¿Lo ama? ¿Cómo sabe que lo ama?¿Que más te ha contado de ese chico?
- Es algo mayor para Chan Yeol. Tiene veintisiete años.
Abrió sus ojos sorprendido por eso. Tal vez para otras personas la edad no era problema, pero para èl, ese chico era demasiado mayor para su hermano. Once años de diferencia y seguramente gustos y actividades opuestas entre ellos. Sabía que aunque quisiera, no podía oponerse a que su hermano saliera con alguien, pero lo preocupaba que éste fuera algo mayor para él. No sabía el tipo de persona que fuera el hombre ése y tampoco lo que esperaba conseguir de su pequeño hermano. Esperaba que ese noviazgo fuera algo pasajero y sin mucha importancia, además, el que Chan Yeol tuviera un novio y quisiera presentárselos, no significaba que fuera a casarse con él en un corto plazo de tiempo. ¿No?
- Y bien, ¿Qué pensaste?.- Min Ho le preguntó pasando sus dedos tratando de acomodar su cabello. - Chan quiere llevarlo a casa a comer un día de éstos. Yo le dije que por mí no había ningún problema, pero tenía que hablar contigo y tú decidieras el veredicto final.
- ¡Ey!, que no es ningún juicio. No estoy juzgándolo en mal plan.
- En tu mentecita claramente lo estàs haciendo, Se Hun. Entiendo que el criar y cuidar a tu hermano menor no sea la más fácil de las cosas, pero estás haciendo lo mejor que puedes y lo aplaudo. Pero aún no conoces al chico y ya estás juzgando si es o no bueno para Chan Yeol. No sabemos si él corresponda de igual manera sus sentimientos, y si no fuera así, tú no puedes hacer nada, no puedes forzarlo a que lo ame. ¿Quién sabe? Tal vez sea un amor de unos cuantos meses..
- O tal vez sea para siempre.
- Eso. Tal vez sea para siempre.- recalcó Min Ho mirándolo con un poco de pesar.
El sol había salido hacía un rato y su alarma había sonado ya dos veces. Con pesadez se levantó de la cama, fue a su closet, escogió la ropa que se pondría y fue a bañarse. Terminó de vestirse y arreglarse, seguramente Chan Yeol aún seguiría dormido. Salió de la recamara cerrando despacio la puerta y camino hacia la cocina. La cafetera estaba encendida, lo que le quería decir que Min Ho ya estaba despierto. Buscó una olla pequeña para calentar agua, prepararía un té, pues no le gustaba el café. Se apoyó en la barra de la cocina a esperar.
- Buen día.- lo saludaron.
- Buen día, Min Ho.- contestó el saludo del pelinegro cuando éste entraba a la cocina.
- ¿Y ChanYeol? ¿Sigue dormido?
- Aja.. Anoche durmió hasta tarde viendo una película.
Min Ho se acercó al menor colocándose frente a él tomándole el rostro entre sus manos y le dio un beso en los labios. A causa del contacto, Se Hun se pegó más a su cuerpo cerrando los ojos disfrutando de ese momento, ya que tenían muy pocos. El mayor abandonó sus labios y le dijo:
- Escucha. Hoy es nuestro día libre. ¿Qué te parece si salimos todo el día? Sólo tú y yo.- sugirió Min Ho tratando de convencerlo de estar juntos. - Podemos llevar los patines e ir un rato al parque y de ahí a comer más tarde.
- ¿Qué hay con Chan Yeol?
- Deja de preocuparte por él, cariño.- el pelinegro lo abrazó a su cuerpo y Se Hun le respondió pasando sus manos alrededor de su cintura. – Puede quedarse en casa o tal vez salga más tarde.
- Está bien. Solamente le dejaré una nota y nos vamos.- dijo el menor.
Por ser mediados de semana, miércoles para ser exactos, el parque estaba casi solo. Habían salido del departamento no sin antes tomar su par de patines cada uno y metiendo en la mochila del mayor una botella grande de agua.
Se Hun y Min Ho patinaban uno al lado del otro tomados de la mano. El mayor vio unos metros delante de ellos un pequeño grupo de unas cuatro jovencitas que venían hacia ellos y no dejaban de verlos, sobre todo a Se Hun. Juguetonamente quiso besar la mejilla del contrario, pero este rió dándose cuenta de lo quería hacer y soltando su mano patinó más deprisa dando grandes zancadas alejándose rápidamente. Había avanzado un par de metros pero Min Ho fue más rápido y en una curva sobre el camino le dio alcance y se lanzó contra él. Los dos cayeron sobre el pasto que estaba al lado, rodando por el crecido pasto húmedo entre risas y un grito del menor, escuchando a las emocionadas chicas reír bajito y decir cosas lindas sobre ellos.
- Estas pesado, Min Ho. Bájate de encima de mí.
- ¿No te gusta sentirme sobre ti?
Se Hun abrió los ojos en asombro por lo dicho por el pelinegro y sintió sus mejillas arder. Llevaban dos años viviendo Chan Yeol y él en el departamento con Min Ho, pero tenían cerca de siete años conociéndose, los mismos que tenía el mayor de haber regresado a Corea con su madre después de estar viviendo en Canadá, y apenas ocho meses saliendo a espaldas de su hermano menor.
Siempre se habían llevado muy bien ellos tres, pero con la convivencia diaria entre Min Ho y Se Hun, la cercanía fue aumentando cada día más, llegando el momento en que el pelinegro se preocupaba por el menor cuando no lo tenía cerca y aumentaban en él las ganas de quererlo abrazar y tenerlo en sus brazos todo el tiempo. Éste sabía que Se Hun jamás había tenido novio y tampoco había salido con nadie, por eso se tomó todo el tiempo que pudo para lentamente acercarse a él sin que éste pudiera asustarse y entonces se alejara.
¿Si le había costado trabajo que el menor lo aceptara más allá de ser un simple amigo? Claro que sí. Se Hun era en verdad desconfiado con las personas que no eran cercanos a él y su hermano, y Min Ho no había sido la excepción a pesar de los años que tenían de conocerse. Había luchado por ganarse un lugar en su corazón, ambos se querían, ambos eran realmente importantes para el otro, ambos trataban de estar juntos aunque sea un pequeño momento una vez al día, pero Min Ho sentía que no era suficiente para él. Sentía que cada día lo que sentía por el menor aumentaba peligrosamente. ¿Por qué peligrosamente? Pues porque su sentir no era correspondido de igual forma.
Se Hun era cinco años menor que él y lo que más le importaba era su hermano. No sabía si para éste la relación que tenían era en verdad tan importante como lo era para él, si lo amaba o lo valoraba en verdad. Estuvieron un buen rato tirados bajo la sombra de un gran árbol cerca del estanque. Platicaron sobre algunos pendientes del restaurante pues en los próximos días dos de sus proveedores principales les entregarían sus pedidos. Cuando el hambre comenzaba a hacerse presente en ellos comieron una manzana acaramelada que pasó un señor vendiendo muy cerca de donde estaban recostados.
Después de eso se quedaron en silencio. Se Hun acomodó su cabeza en el pecho de Min Ho, podía sentir el perfume que éste usaba y que tanto le gustaba. Llevó su mano y brazo izquierdo al estómago del pelinegro y ahí lo dejó, abrazándolo un poco.
- Cariño.
- ¿Mmm?.- contestó el menor.
- ¿No crees que es hora de que le hablemos aChan Yeol sobre nosotros?
El mayor lo sintió tensarse, suspiró sentándoseal mismo tiempo que el contrario.
- ¿No quieres decirle nada aún? ¿Necesitamosesperar más tiempo?
Se Hun lo miraba serio sin decir una solapalabra, y continuó hablando:
- Sabes que te quiero muchísimo, que eres lapersona más importante para mí y que siempre estoy a tus órdenes sea lo que sea que necesites. Chan Yeol está saliendo con alguien y tú tambiéntienes derecho a tener una pareja. ¿Acaso tienes miedo a lo que tu hermanopueda decirte si sabe que sales conmigo?.- decía con dejo de duda.
- No. No me importa lo que piense Chan.Él respetaría mi decisión de salir con quien yo quiera.- llevó la mirada hacia lasaguas tranquilas del estanque. - También te quiero mucho y sabes lo importanteque eres en mi vida. Pero no puedo prometerte nada, Min Ho. No quiero jugar contus sentimientos y mentirte al decir que te amo.
- Lo entiendo. Sé que no me amas. Pero tampocome has dado la oportunidad de luchar, de demostrarte realmente lo que sientopor ti, no me has abierto tu corazón para dejarme entrar del todo. Jamás podríaexigirte que me ames, pero me encantaría algún día poderte escuchar decírmelo.
Se Hun quedó pensativo unos minutos poniendo alpelinegro nervioso. Su rostro serio y entrecejo fruncido lo hacían parecer másadulto. Volteó a ver al mayor y dijo:
- A la hora de la cena se lo diremos a ChanYeol. Ya fue suficiente mantenernos en secreto.- decía Se Hun poniéndose depie ofreciéndole la mano derecha para ayudar a parar al contrario. - Quieroamarte, de verdad lo quiero. Te prometo poner todo de mi parte para que esosuceda.- se puso de puntitas y lo besó.