El quinjet de los vengadores aterrizó en una pradera, donde justo en el centro hay una casa de madera. Es una granja con un granero y un molino de viento.
—Adelantense—comenta Clint Barton, dejando los controles para luego ir con la Maximoff mayor, ya que asumió el cargo con ella.
Los Vengadores algo confundidos por el lugar, fueron saliendo de uno en uno, deteniéndose frente al quinjet y observando la granja posicionada justo a unos metros delante de ellos.
Clint por su parte, se enfocó en Kira, la vio aún dormida y aquello se le hizo raro. La chica no había despertado en ningún momento del viaje tan largo que hicieron; y la descarga no fue lo suficiente potente como para dejarla inconsciente por tanto tiempo.
Sabiendo que lo más probable, es que la platinada esté fingiendo estar inconsciente, el vengador se dispuso a tomar sus precauciones con ella.
A paso lento, se fue acercando a Kira Maximoff. Observándola detenidamente y a la vez permitiendose sonreír, pues ella dormida le es menos gruñona. Clint le retiró la manta del cuerpo y enseguida notó las muñecas de la chica enrojecidas debido a las ataduras que él le colocó. Hizo una mueca con sus labios. El remordimiento le había llegado.
Así mismo, Kira que permaneció fingiendo todo el tiempo su inconsciencia, abrió los ojos. De un tirón rompió las cuerdas que ataban sus manos y al ver a Hawkeye tan cerca suyo, aprovechó el momento para con sus piernas envolverle el cuello, haciéndole una llave para obligarlo a caer al suelo completamente. Una vez ahí, Kira, moviéndose velozmente, se sentó en el abdomen del chico y colocó su pierna derecha en el cuello de Barton, inmovilizandole.
El castaño tratando de no quedarse atrás, estiró su mano en busca de un arma. Kira rodó los ojos y desplegó una de sus alas en dirección a él, obstruyendole el paso. Clint sonrío un poco por el movimiento de la chica, sin embargo la sonrisa desapareció cuando ella le tomó las manos y gracias a su fuerza sobrehumana, pudo contenerlo.
En un parpadeo, Clint Barton había sido sometido por Kira Maximoff.
—El segundo round es para el Ángel—dijo Kira con superioridad y Barton le sonrió divertido.
—Bien, tú ganas este Ángel. Pero allá afuera tengo a mis amigos y no saldrás bien de aquí si me haces algo ahora. Así que guarda esas bellas alas—Kira torció los labios en una mueca, sus alas desaparecieron y enseguida desvío la mirada de Clint para ver hacia la salida del quinjet.
Error.
Barton tomó el descuido de Kira como una oportunidad de librarse y así lo hizo. Le sacó la vuelta a la chica, posicionandose arriba de ella y sujetándole las manos contra el suelo.
Ahora la Maximoff estaba sometida por Barton.
—Primera regla de supervivencia. Nunca pierdas de vista al enemigo.
—Estúpido Halcón.
—¿El tercer round es para mí?—Bromeó él, pero Kira fue más rápida y dejó caer su rodilla contra la espalda de Clint.
"Si estas sujeta por el contrincante, golpéalo en donde tengas oportunidad hasta que él ya no resista y te deje en libertad"
Los consejos del agente Ward resonaban en la cabeza de Kira.
Grant.
Kira extraña mucho a aquel agente.
Un golpe, dos golpes, tres golpes, cuatro golpes y Hawkeye le soltó. Ella se puso de pie, vio al vengador sobar su espalda, lugar en donde ella le había golpeado intensivamente. Kira rápidamente le tomó del cuello de la camisa para luego levantarle haciendo que los pies de él dejarán de tocar el suelo.
—Dejaremos el segundo round para mí y me sacarás de aquí ilesa. ¡Ahora!—ordenó ella con voz firme y autoritaria, pero Clint sólo sonrío.
—Y yo quiero que me sonrías todo el tiempo, pero no podemos tener todo lo que queremos, cariño.
Kira arqueó la ceja confundida con las palabras de él, mientras el Halcón volvía a sonreírle.
Ella quería borrarle esa condenada sonrisa del rostro.
O quizá no.
—No saldrás de aquí ilesa—él hizo énfasis en esta última palabra—, si yo salgo magullado—Kira supo que él tiene razón pero no quiso reconocerlo—. Ángel, leí tu informe. El registro dice que eres táctica y creas planes rápidamente. Demuéstrame que no se equivocan. Sé lista y hazme caso en esto.
Kira Maximoff se mostró aún más confundida por la nueva información dada por el vengador. Sabía que con el ataque a la base de HYDRA en Sokovia, todos los expedientes fueron a dar con S.H.I.E.L.D. Esperaba que algún agente de la organización los hubiera leído y luego informado a Los Vengadores, pero por lo que Barton le dijo, él mismo leyó el registro de ella.
—Tú no...
—Lo sé todo Kira. El ataque en Sokovia que provocó el odio contra Stark, el reclutamiento con HYDRA...
—No sabes nada—gruñó la chica intereumpiendolo e inmediatamente empujó a Barton contra una de las paredes, a lo que él no dudó en quejarse—. Hay mucho más, no todo está en los registros.
La voz de la platinada sonó molesta pero a la vez algo quebrada. Podía sentir la ira correrle por todo el cuerpo. Siempre le sucedía cuando le hablaban sobre sus padres y los registros, esos condenados registros. Estaba cansada de ellos y de todas esas personas que alegan saber lo que le sucedió a ella y a sus hermanos aquellos días sólo por haber leído un par de párrafos.
La historia de ese día no estaba registrada completamente porque así lo quisieron los tres Maximoff. Así que nadie tenía derecho a decir que saben por lo que pasaron, porque en realidad nadie sabe lo sucedido.
No saben nada.
Clint decidió ser coherente e intentar ponerse en el lugar de los tres hermanos; porque había pasado por algo similar también. Pues él sufrió de la perdida de un ser querido.
Sin embargo, se identificó más con Kira, ya que en ella recaía todo el cargo de cuidar a los gemelos por ser la mayor. Al igual que él.
—Entiendo—susurro Clint, ella sólo le miró de mala manera.
Él no dijo nada más por un momento, supo que ella estaba poniéndose mal; ya que sus ojos comenzaban a cristalizarse un poco debido a las lágrimas retenidas y verla así, le hizo prometerse así mismo a no volver a mencionar los registros nuevamente.
Pisadas se escucharon cerca de ellos, alguien o algunos se aproximaba y tanto Clint como Kira sabían de quienes se trataban.
El resto del equipo.
Kira limpió sus ojos con el torso de su brazo y de estar solos en el quinjet, ella y Clint pasaron a estar acompañados por el resto de Los Vengadores. Al parecer la pelea fue algo ruidosa y atrajo la atención de los otros. Volviéndolos al vehículo aéreo.
Kira se sobresaltó al ver a los otros cinco y como acto de reflejo apretó el cuello de Barton con sus manos, haciendo que éste comenzará a toser.
Natasha fue la primera en avanzar, mientras a su espalda Thor gira a su martillo con intenciones de enviarlo directo a la Maximoff.
—¡Atrás!—chilló Kira—O les juro que aprieto más su cuello hasta rompérselo—amenazó. Dio un apretón más a Barton y el pobre abrió de más los ojos al sentir el dolor incrementarse.
Natasha no hizo caso y lanzó una de sus armas eléctricas contra la chica, Kira actuó rápido y pudo detenerla colocando su ala izquierda frente a ella. Acto seguido, Kira desplegó sus dos alas blancas y aleteó con fuerza, enviando una ráfaga de viento a Los Vengadores para poder distraerlos.
Funcionó.
Pudo tomar a Barton, llevarlo al final del quinjet y aprisionarlo del cuello nuevamente, utilizándolo como un escudo humano.
—Atrás—repitió ella; pero ninguno hizo caso y avanzaron en su dirección.
—No ganarás mortal, déjalo—habló Thor y ella río.
—Tú ni me hables, no me tienes de humor—Thor frunció el ceño confundido.
Barton algo fastidiado por ser la damisela en apuros en estos momentos, gruñó y levantó sus manos a sus amigos, indicándoles que se detuvieran.
Ellos le hicieron caso.
Por alguna extraña razón, Clint Barton siente empatía por la chica. Quizá es porque piensa que ella no sabe lo que hace y él está acostumbrado de cuidar de sus amigos y de personas que lo necesitan. Y sin duda alguna Kira Maximoff y sus dos hermanos gemelos están necesitados.
—Déjenme arreglar esto solo—le pidió el ojiazul a sus amigos.
—Barton.
—Natasha, shhh.
La pelirroja chasqueó la lengua. El resto de los Vengadores se miraron entre sí.
—No lograrás nada, Halcón; así que ahórrate...
—Debes ser lista Ángel, estás del lado equivocado—habló Clint intereumpiendola, haciendo su mayor esfuerzo para hablar—. Déjame mostrarte que nosotros somos los buenos.
—No lo son...
—Si lo somos, danos una oportunidad—ella no dijo nada, miró a los otros héroes los cuales mantenían la vista fija en ella. Kira negó con la cabeza cuando sus ojos verdes fueron a dar con el rostro de Stark—dámela a mí al menos.
La platinada lo pensó por un momento. Pensó en las variables. Tiene a Hawkeye contenido y fácilmente puede romperle el cuello, acabandole la vida rápidamente, pero frente a ella está el resto de sus amigos. Cinco contra una. Por más alterada que fuera, no podría con el circo entero. Sería su fin y dejaría a sus hermanos solos y eso es lo que ella no quiere. No quiere que Pietro y Wanda tengan que pasar por otra perdida.
Kira Maximoff respiró hondo, soltó al vengador, guardó sus alas y tomó una posición recta. Sedería está vez, pero no se daría por vencida todavía.
Aún podría conseguir nuevas oportunidades. Sólo debía mantenerse alerta.
Barton se aclaró la garganta y llevó sus manos a ella, dando un leve masaje. Natasha se colocó al lado de él, tomándole del brazo. Él le dijo que estaba bien y enseguida repitió la pregunta con ella. Por una extraña razón, Kira se molestó por la unión de ese par.
La platinada desvió la mirada de Barton y Romanoff, poniendo su atención al asgardiano y pensando en como le haría para poder darle un buen golpe en el rostro. Debía darle uno al menos después de todo lo que él le hizo a ella.
—Haz lo que tengas que hacer—dijo Kira, volviendo la vista a Barton y extendiendo las manos en su dirección para que él volviera a atarlas.
Él negó.
Se acercó a la ojiverde para tomarle del brazo. Kira le miró mal pero él sólo asintió.
—No nos habrías ganado de todas formas, niña—le dijo Stark para después darse la vuelta y dirigirse a la salida del vehículo.
Kira molesta por el comentario, intentó ir tras él, pero el Capitán América se adelantó y ayudó a Hawkeye a detenerla. Cada uno le sostenía de un brazo.
—Tranquilízate—pidió el Capitán.
Ella le miró mal por un momento, pero Steve Rogers le dedicó una mirada de reproche; haciéndole saber que su actitud no era nada buena. Kira se sintió regañada y para no discutir, le hizo caso.
—Así esta mejor.
Barton rodó los ojos al notar la sonrisa que el Capitán le regaló a la Maximoff. No quería que nadie se metiera con su ángel.
—Cállate Capitán o me veré tentada a lanzarte otro tanque encima—amenazó Kira Maximoff a la par que se zafaba del brazo de Rogers y se dejaba guiar por Barton fuera del quinjet.
—Espera ¿Fuiste tú?—preguntó el Capitán confundido, recordando lo sucedió en Sokovia días atrás, pero ya nadie le escuchaba, estaba sólo.
N/A: Andaba leyendo los comentarios y fue bueno saber que quieren el beso de Kira ft Clint tanto como yo; pero lastimosamente todavía falta para eso u.u
¡La historia ha llegado a las +10k de leídas! ¡Muchísimas gracias por leerla, comentar y votar! Se les aprecia demasiado chulxs.
Saludos, Jane x.