TRUST ME© El amor rompe todas...

Da ernovels

8K 362 46

Sinopsis Todos tenemos secretos dolorosos que nos hacen cambiar drásticamente y ver la vida de otra manera. K... Altro

PREÁMBULO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Epílogo
Nota de la Autora
Entrevista a Jason Timberlake. Por C.J. Arcos

Capítulo 32

102 5 0
Da ernovels

Mamá sube a avisarnos que se irá a casa con Kelvin así que Kathie y yo nos vamos con ellos, ya que Jason se quedará gestionando lo del video del juego y ver cómo sucedieron las cosas. En el camino a casa Kathie, Kelvin y yo vamos en la parte de atrás. Él tiene su pierna lastimada estirada sobre nuestras piernas.

—Vamos al hospital —dice mamá muy serena mientras conduce.

—No, no es necesario, no se alarmen por tan poca cosa. Solo quiero ir a casa —dice mientras imagino sigue con las ganas de llorar, sin embargo, retiene su dolor.

—No te lo estoy preguntando. Solo te estoy avisando cual es nuestro destino. Iremos por una radiografía. Si estuvieras "bien" como dices, habrías seguido jugando, pero no. Estás aquí con las patas para arriba —su tono de voz es algo cortante. No se escucha preocupada pero, estoy segura que está tratando con todas sus fuerzas de no sentirse alarmada.

La cara de inconformidad de Kelvin es muy notable, a nadie o a muy pocos nos gusta escuchar ciertas verdades que puedan llegar, antes de recibir malas noticias, preferimos vivir en la oscuridad y ocultarnos. Es parte del miedo que le tenemos a las circunstancias de la vida. Sé que lo menos que quiere escuchar Kelvin en este momento es que no puede jugar, él no quiere escuchar que no puede jugar por una semana, por un mes, por el tiempo que sea, porque él siempre ha dicho, cada día de práctica te hará ser mejor.

Llegamos al hospital y de inmediato nos dirigimos a urgencias. Las enfermeras son muy colaboradoras y buscan una silla de ruedas para facilitar la movilidad de Kelvin.

Mamá les explica la situación a las enfermeras y éstas lo llevan al cuarto de Rayos X. Kathie y yo nos sentamos en la sala de espera junto a los demás familiares de otros pacientes y esperamos. Mamá sale para que nos sentemos con ella junto a la camilla que tenemos asignada.

—Mamá, quita esa cara. Todo está bien, ya verás —la aliento dándole un abrazo.

—Lo sé pero, es inevitable preocuparse —dice con su voz tranquila.

Kelvin está de regreso en su silla de ruedas conducida por una joven enfermera de pelo oscuro, por sus facciones, es obvio que tiene ascendencia asiática.

—Aquí les dejo a su chico —dice con una gran sonrisa en su rostro—. El doctor estará aquí en unos minutos. Mientras, te voy a poner este calmante para el dolor —ella saca un pequeño frasco de uno de los bolsillos de su pijama.

—Espera. ¿Eso no es inyectado, verdad? —dice él con cara de preocupación.

—Estás en lo correcto, corazón. Pero tú decides, ¿Quieres que te inyecte en el brazo o en una de tus nachas? —su acento se hace un poco evidente al pronunciar esas palabras. No solo diría que desciende de asiáticos, sino también que vive con alguno de ellos. Sonrío al escuchar su tono de voz.

—Decido el basurero. No me voy a inyectar —dice negando con la cabeza.

—Ya es tarde, ya está en la jeringa. Decide rápido o te doy vuelta como a una torta.

—Brazo, Brazo. Está bien —él cierra sus ojos y recibe la inyección poniendo una cara de dolor anticipada. Abre los ojos y ve que todo ha pasado sorprendido—. ¿Ya?

—Sí. Gallina —ella se va riéndose y le guiña un ojo—. Por cierto, no perdonaré que no me dejaras ver tus nachas —le dice como últimas palabras en voz baja pero, lo suficientemente alto como para que cualquiera que estuviera a nuestro lado lo escuchara. Ella logra sacarle una sonrisa a Kelvin.

El doctor se acerca con la radiografía en sus manos.

—El señor Kelvin State, ¿cierto? —pregunta observando la hoja de resultado.

—Soy yo —dice con una cara de horror que no pudo evitar poner.

—No pongas esa cara que no tienes nada que un buen descanso no solucione. Tienes un esguince grado uno en tu tobillo izquierdo.

—¿Esguince? —pregunta mamá extrañada.

—Es una desviación del ligamento de su tobillo. Les voy a dejar esta receta y todo estará bien pronto —dice mientras escribe en una prescripción médica.

—¿A qué le llama usted pronto? El miércoles empieza mi entrenamiento para la NBA.

—El miércoles no será posible. Debes tener un reposo de al menos 15 días. En 15 días estarás como nuevo, es mejor esperar ese tiempo y evitar una gangrena, lo que sí arruinaría todos tus planes de por vida prácticamente, a solo perderte unos días de entrenamiento. Te indicaré fisioterapia para mañana para que estés mejor cuanto antes.

—Debe haber otra solución —dice algo molesto—. No lo sé. Un medicamento, una inyección, lo que sea. ¿Cómo le explico al entrenador que me caí como una niña con un charco y me lastimé un pie? A él no le importará eso.

—Te haré un certificado médico. Eso te ayudará a sustentar tu problema, puedes inventarle una mejor historia que esa. Señora —dice dirigiéndose a mi madre—. Encárguese que lleve su tratamiento al pie de la letra y mañana a terapia, también le recomiendo que usen algunas compresas frías o hielo para reducir la inflamación. ¿Correcto? —dice él mientras entrega otro papel.

—Perfecto doctor. Gracias —dice ofreciéndole una sonrisa a doctor.

—Pueden irse tranquilos, esto es algo común y totalmente curable, no tendrás problemas con ello después que sane el ligamento, solo debes reposarlo. Cuídense. Espero no verlos pronto, porque eso quiere decir que están sanos —dice con una sonrisa y le da la mano a Kelvin para despedirse y pone su mano en la cabeza de Kathie que está sentada sobre mis piernas—. Hasta luego señoritas.

Pienso que todos aquí en urgencias son todos muy amables y relajados, es difícil sentirse enfermo acá.

Vamos hasta el auto con Kathie conduciendo la silla de ruedas de Kelvin.

—No te preocupes. Yo te voy a cuidar —dice Kathie dándole un abrazo a Kelvin cuando estamos dentro del auto.

—Sé que sí —él le responde con un beso en la frente.

—Entonces dices que te resbalaste —digo.

—Sí, muy estúpido de mi parte —dice girando sus ojos.

—¿De dónde salió el agua? —pregunto.

—No tengo idea pero, asumo que habrá alguna gotera en la pista —dice sin preocupación, es extraño que él esté tan seguro de que haya sido un accidente, o que siquiera pase por su mente que eso haya sido provocado. Me hace pensar que quizás Jason esté más obstinado y loco después de lo que le pasó. Pero podremos comprobar más adelante que sucedió.

—Verásque ellos te darán el chance de entrenar más tarde —lo aliento.

—Eso espero. Pero te confieso que estoy preocupado, si ellos deciden dejarme afuera eso significa el fin de mi insipiente carrera que ni siquiera ha empezado aún y me quedaré de por vida como el entrenador frustrado del equipo de Harvard que no logró cumplir su contrato por despistado.

Llegamos a casa. Mamá y Kelvin suben hasta la habitación de él con un cubo de hielo en sus manos. Mi celular suena y contesto:

—Hola —le respondo a Jason, no con la típica sonrisa que suelo hacerlo, ya que estoy esperando unas noticias en específico.

—Hola. Lo tengo todo, el partido completo. Por cierto, ganó Michigan.

—Oh. Lástima. Estamos en casa, llegamos hace unos minutos del hospital.

—¿Qué les dijeron? —pregunta. Escucho la bocina de su auto sonar. Al parecer está utilizando los altavoces.

—Tiene una desviación. Debe durar unos quince días fuera del ruedo.

—Eso está mal. El miércoles empieza el campamento. Voy camino a tu casa. Llevo el video y allí lo vemos.

—Está bien. Te veo —digo y finalizo la llamada.

Todos están allá arriba con Kelvin acompañándolo en su dolor pero, no puedo sacar de mi mente el hecho de que es posible que haya sido provocado el accidente. Jason llega en un lapso de unos 15 minutos después de la llamada, corro a abrir la puerta y él entra caminando hasta la televisión que está en la terraza trasera.

Enciende la TV y el reproductor e introduce el DVD. Al reproducir el video, adelanta hasta el minuto 53 que es un poco antes de finalizar la primera mitad del juego. Estamos atentos, observando detenidamente los movimientos de cada uno de los jugadores. El receso empieza en el video y su atención se incrementa. Llegamos y observamos unos movimientos extraños. Él detiene el video y lo atrasa. Repite la escena una y otra vez y otra vez, cuantas veces sea necesario lo repite para confirmar la siguiente afirmación:

—Peterson —dice fríamente. Con algo de rabia en su voz pero, no está sorprendido, es como si siempre supo quién había hecho todo.


TxيA

Continua a leggere

Ti piacerà anche

76.5K 6.7K 65
Sus métodos de espantar a los hombres han mantenido a Melanie Grey a salvo de cualquier traición o decepción. Una estrategia que ha funcionado exitos...
2.9M 172K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
802K 48.7K 41
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
30.8K 1.6K 42
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...