Tom
El sitio de la ceremonia se había transformado por completo, ahora había una carpa que nos protegería del frío nocturno y de las posibles miradas indiscretas. Nuestros invitados y nosotros habíamos estado en una de las cabañas, donde nos habíamos casado por el civil, bebimos una copa de vino mientras nos preparaban la recepción.
- ¡vaya!-exclamó Bree, mientras atravesamos las cortinas de terciopelo color vino que fungían como puerta, tomados de la mano.
Los aplausos resonaron con fuerza y yo me permití mirar a la mujer que había elegido para ser mi compañera, quien sonreía como una niña en una tienda de golosinas, mirando todo lo que habíamos escogido para ese día, se veía preciosa con un vestido más sencillo de tiras que caía desde su cintura hasta sus pies.
Habíamos optado por desechar un menú convencional para darle la Libertad a cada quien de comer lo que le quisiera, por lo que había una mesa-Buffet en el fondo de la carpa, a un lado de la mesa circular donde el bonito pastel de tres niveles de vainilla con coco y una torta pequeña de chocolate con pimienta de cayena en la cima, sólo para Bree.
Para los invitados había un total de 5 mesas redondas para 6 personas cada una, ubicadas frente a la pista de baile y al pequeño escenario donde los mismos músicos de la ceremonia hacían música relajada y agradable. Las mesas estaban arregladas con manteles color Marfil con grandes centros de mesa florales frescos, había orquídeas púrpura, Lilis blancas y rosas rosadas rodeando velas delgadas y elegantes. Nuestra mesa era cuadrada y pequeña, con un mantel color Marfil también y una versión más pequeña de los centros de mesa del resto.
Ellen, la sacerdotisa, era ahora la maestra de ceremonias, ataviada con un vestido verde musgo.
-luce mejor que en los catálogos-susurré y me lleve su mano a los labios, dejando un beso en su dorso.
Bree sonrió ampliamente, lucía feliz y sus mejillas estaban sonrojadas.
-ahora, Bree y Tom bailarán por primera vez como marido y mujer-anunció Ellen, desde el escenario y con micrófono en mano.
Trague saliva, la danza no se encontraba entre mis habilidades, nunca lo había sido. Sin embargo lleve a Aubree hasta la pista de baile, siendo consciente de su sonrisa condescendiente. Coloque mi mano izquierda en su espalda baja, sintiendo el calor que emanaba de su piel debajo de la tela del vestido, sus ojos se trabaron con los míos mientras su mano se amoldaba a mi mano y la suave melodía iniciaba.
Suspire y disfrute el momento, la iluminación era perfecta, el cielo de la carpa tenía docenas de pequeñas luces que me hacían pensar en el cielo nocturno.
-Respira-Bree se burló de mi, sacándome la lengua, haciéndome reír.
Comenzamos a movernos por la pista de manera lánguida, Bree siguiendo mis torpes pasos, evitando así que la pisara... supe que el momento había terminado cuando la música cesó y los aplausos sonaron.
-no lo hice tan mal-se sonreí a mi mujer y acaricie su mejilla, besando su frente.
-No seas creído-me reprendió Bree, aunque sonreía.
La tomé de la mano y salimos de la pista, para sentarnos en nuestra mesa, a la espera, mirando como la maestra de ceremonias se preparaba para hablar, la música sonaba de nuevo pero era un mero sonido ambiente.
-bueno, supongo que al ver crecer a esta pareja hay infinidad de cosas que podrían contar sobre ellos...-Bill gritó "cosas muy vergonzosas" desde su sitio y todos se rieron- ¿a alguien le gustaría compartir algo?
Sentí que me sonrojaba cuando mi hermano subió al escenario y tomó el micrófono de manos de Ellen, con una sonrisa malévola en los labios.
Aubree
Me reí cuando me di cuenta de que Tom se había sonrojado, mi cuñado sonreía.
-Crecer con Tom es la cosa más divertida y genial que me a pasado en la vida...-mencionó él-mi hermano es la persona más cabeza dura y obstinada del mundo y a veces es un dolor en el culo-solté una risa divertida y mi hombre se sonrojo más, aunque sonreia-he sido testigo se todas sus facetas, de sus malos y buenos momentos y...-su voz se quebró un poco y pude hacerme una idea de que momento había llegado a su cabeza y quise llorar ante el recuerdo-y sé que ama a esta mujer, así que, Bree-Bill me guiño un ojo-tenle paciencia, no es malo, sólo estúpido veces.
Asenti con la cabeza mientras aplaudía, Bill le entregó el micrófono a Ellen.
- ¿quien más quiere hablar?-cuestionó ella y no paso mucho para cuando mi padre comenzó a andar hacia el escenario-oh oh, tu suegro Tom.
Ellen le dio el micrófono a mi papá, en medio de la risa de los presentes.
- ¿que podría decir?-comenzó papá con su voz grave y con marcado acento-Aubree a sido la niña de mi corazón desde que supe que venía en camino-sus finos labios se curvaron en una media sonrisa, recordando, sin lugar a dudas-y cuando nació era una cosita pequeña de mejillas regordetas y rosadas que nunca quería dormir y prefería llorar toda la noche y mantenernos despiertos a su mamá y a mi...-a Tom le causó gracia porque soltó una risita-y Chad no entendía que le pasaba a su hermana y se unía al coro de llantos-sonreí y le concedí un vistazo breve a mi hermano mayor por encima de mi hombro-pero aun así la amamos demasiado y si tu, Tom Kaulitz...-la voz de mi papá cambio de tono, adquiriendo uno parecido al que usaba cuando me reprendia-la haces sufrir de nuevo voy a arrancarte la cabeza...-mi chico me miró, con una ceja ligeramente alzada y yo me encogi de hombros-puedo verme menudo pero te aseguró que golpeo fuerte.
Papá podría ser todo menos menudo, era un hombre de tez tostada y facciones angulosas, ojos marrones oscuros, cabello Castaño oscuro. Tenía la misma estatura que Tom aunque con una Constitución física más ancha, de hombros amplios, había boxeado de manera semi profesional en sus años de soltero, por lo que obviamente golpeaba fuerte.
-Hay una amenaza sobre mi cabeza-susurró Tom y yo asenti, divertida.
Papá bajó del escenario y la siguiente media hora escuchamos toda clase de comentarios de los presentes, hasta que la amiga de Tom subió al escenario, ¿quien la había invitado? Le dediqué una mirada envenenada a mi esposo, apartando mi mano de su agarre.
-Yo, uh, buenas noches-comenzó la mujer, usaba un vestido largo de corte sirena de un Rosa pálido que destacaba todas y cada una de las curvas de su curvilíneo cuerpo-se que nadie me conoce pero...-Elisa medio sonrió y sus ojos se pasearon por el rostro de Tom-el novio y yo somos amigos-ella dudó-buenos amigos...-enfatizó, provocandome un torbellino de ira-y quiero desearles el mejor de los matrimonios.
Apreté la mandíbula, con la mirada fija en el escenario, mirando como la mujer bajaba del mismo. Seguí su trayectoria, estaba en la misma mesa en la que se sentaban Bill, Chris y Andy.
- ¿porque la invitaste?-le sisee a Tom, quien suspiró ruidosamente, mascullando algo entre dientes- ¿uh?
- ¿cuál es el problema?-cuestionó él, mirandome con molestia- tu invitaste a Andreas.
Jadee, indignada, Bill me había comentado que Andy quería asistir y no le vi el pecado a decirle que podía llevarlo.
- ¡él es tu amigo!-casi le gruñi-No se...
-Éramos...-Tom puntualizó-lo dejamos de ser y tu lo sabes.
Apreté la mandíbula y Tom se puso de pie, andando hacia el Buffet, dejándome enfadada hasta la jodida medula, con los ojos cargados de lágrimas.
Bill
Puse un poco de puré de papas en mi plato, a un lado de mi porción de ensalada, tratando de no mirar mucho los platillos con carne... me estaba volviendo vegetariano y aún era una constante lucha contra la tentación.
Escuche la voz de mi hermano, lo busque con la mirada, ¿pero que Mierda? Tom se veía enfadado mientras hablaba con mamá y no era para Nada el sentimiento que se esperaría de alguien que se acababa de casar por voluntad propia.
- ¿y esa cara de mierda?-lo cuestione, esquivando a mamá para poder llegar junto a él.
Mi gemelo me miró y bufo, tomando un plato y mirando la fuente más cercana de comida.
-Aubree y sus estupideces-respondió, poniendo ensalada en su plato.
- ¿que paso?-quise saber, con el ceño fruncido.
Tom succiono su labio inferior, sin mirarme.
-Se molestó porque invite a Elisa-alce una ceja, joder-y ella invito a Andreas por lo que no tiene derecho a decir nada.
-Andy vino conmigo-aclaré y su ceño se arrugo-así que deja de comportarte como un idiota con Bree...-en ocasiones parecía como que mi hermano no razonaba las cosas que hacia-ve y pídele una disculpa-Tom suspiró sonoramente-es tu esposa ahora y será la mamá de tu hija así que deja de ser infantil.
Tom
Ellen nos llamó a partir el pastel y Aubree seguía molesta conmigo a pesar de que me había disculpado de todas las maneras que sabía... y yo nunca había sido precisamente el señor disculpas. Mire su plato con la comida casi intacta y no pude evitar sentirme culpable, era nuestro día y no la estábamos pasando precisamente bien por unas idioteces sin importancia.
Me puse de pie y le ofrecí mi mano para ponerla de pie pero ella me ignoro, Mierda.
Caminamos hasta la mesa del pastel, seguidos de cerca por los invitados, nos posicionamos frente elegante y bonito postre. Bree sonrió para todos y para las cámaras, mirándome de soslayo, a la espera. Suspire y tomé el curioso cuchillo especial, colocándolo en la torta mediana, Bree colocó su mano encima de la mía y una sonrisa radiante de esas que me gustaban tanto de ella apareció en sus labios mientras la hoja bajaba por el pastel. Medio sonreí y repetimos la operación, cortando una rebanada de un tamaño decente, Aubree tomó otro cuchillo de forma triangular y me miró, con una ceja alzada, aunque una sonrisa jugueteaba en sus hermosos labios.
-oh no, Hazlo tu porque lo arruinare-le susurre y ella sonrió ampliamente.
Mire embelesado como tomaba una platito que se encontraba al lado del pastel, sacando la rebanada con el cuchillo y sirviendola.
-Abre la boca-ordenó y yo hice lo propio.
Ella acercó el pastel a mi rostro con una sonrisa que no prometía Nada bueno, incitandome a arrancarle un trozo con mis dientes... las carcajadas de todos resonaron cuando Aubree estampó el jodido pastel en mi cara, retirando el plato para huir, por lo que la sujete por la cintura antes que de pretendiera escapar, para restregar mi nariz embadurnada contra su mejilla. Aubree jadeo, sin parar de reír y yo no pude sino recordar algo parecido a eso que habíamos hecho un año atrás. Lastima que por indicaciones de su médico esa noche no podía terminar igual de bien, sobre una cama.
La bese, degustando el sabor a vainilla con coco de sus labios, feliz por haber dado ese paso con ella, el amor de mi vida.