Chicas!!
Lamento mucho haberme demorado tanto en publicar el capítulo pero tuve varias cosas que hacer en la mañana. Lo siento.
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Acariciaba el cabello de Jeff. Dejé de sentir caer las lágrimas de Jeff en mi hombro.
- Te amo Sky - me susurró en el oído.
Jeff deshizo el abrazo para poder besarme.
Besaba mis labios con mucho cuidado luego poco a poco se fue haciendo más demandante.
Mordió mi labio inferior para que le dejara explorar mi boca, cosa que lo hice con gusto.
Nuestras lenguas danzaban al ritmo de la melodía que nuestros corazones producían.
Una melodía que ni el mejor de los compositores podría crear, una dulce y hermosa melodía.
Pero, ya no solo me bastaba eso, quería más, quería sentir más a Jeff, quería volverme de él por completo. Si era él, estaba dispuesta a todo.
Al parecer Jeff pensaba lo mismo que yo ya que al separarse de mí, sus ojos reflejaban la lujuria junto con el amor que sentía por mí. Estoy segura que mis ojos reflejaban lo mismo.
Jeff me quitó mi largo saco mientras besaba mi cuello, lo besaba, lamía y mordía produciendo extraños pero placenteros escalofríos por mi cuerpo. Volvió a mis labios mientras me guiaba hacia la cama del matrimonio que ahora estaba muerto, por alguna razón lo encontraba más excitante.
Con cuidado me echó en la cama sin dejar de besarme.
Sus besos fueron bajando nuevamente a mi cuello, mientras su mano recorría por debajo de mi blusa.
¡La ropa era tan estorbosa y molesta!
Jeff empezó a quitármela poco a poco. Primero mi blusa dejándome solo en sujetador, luego me quitó mi short dejándome solo en ropa interior.
Jeff se detuvo para admirar mi cuerpo semidesnudo, pasó una mano por la cicatriz de su nombre en mi pecho y la otra recorrió toda mi espalda. No evité arquearme ante su tacto.
- Solo mía.
Jeff besó la cicatriz más pequeña logrando que mi cuerpo temblara y diversas sensaciones y emociones me llenaron.
- Solo tuya - le confirmé.
Me sonrió y yo hice lo mismo.
Jeff se quitó su sudadera dejando su perfecto cuerpo expuesto, me quitó el sujetador y empezó a besar y lamer mis pechos, las caricias de Jeff me hacían soltar pequeños gemidos. Que al parecer le gustaban porque me pedía que no acallara mi voz.
Poco a poco una mano fue bajando hasta llegar a mi intimidad. Solo bastó que la rozara para que soltara un gran gemido.
Mi cuerpo se sentía tan caliente.
Me quitó lo último que me cubría, dejándome totalmente expuesta ante él.
- J-Jeff...
Volvió a tocar y me sacó un gemido de placer.
Metió un dedo en mi entrada, luego otro y otro más pero nuevamente eso no me bastaba, yo lo quería a él dentro de mí. Mi cuerpo lo pedía a gritos.
- Ya no puedo aguantar Sky.
- Yo... yo tampoco Jeff, hazlo por favor.
Los ojos de Jeff brillaron por mis palabras.
Se deshizo de lo último que quedaba de su ropa.
Entró en mí de una sola estocada. Dolía, dolía pero me gustaba.
El dolor y el placer se mezclaban para crear una única y nueva sensación, una inexplicablemente perfecta. Una sensación que me llenaba por completo.
Nuestros cuerpos estaban hechos el uno para el otro.
Jeff se movía lentamente dándome tiempo para poder acostumbrarme. Pero yo le pedí más.
- Jeff... ma-más...
Jeff empezó a ir más rápido y más profundo, llegando al punto en el que veía el cielo.
- Je... ¡Jeff! - gemía su nombre - Ahhh, Jeff.
Mis gemidos empezaban a aumentar en volumen mientras sus embestidas aumentaban de velocidad.
Nuestros corazones se encontraban sincronizados perfectamente, como siempre debió ser y empezaban a latir cada vez más rápido. Nuestro sudor se juntaba y combinaba al igual que nuestras voces llamándonos una y otra vez.
Fue lo más hermoso y perfecto en toda mi vida.
- Sky...
- Jeff, te amo.
Ambos llegamos al clímax.
Me besó y se acostó a mi lado.
- Yo también te amo Sky.
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Jeff se estaba vistiendo, al igual que yo. Le estaba dando la espalda por la vergüenza.
"Ya te ha visto desnuda"
"¡No lo digas!"
Me estaba poniendo mi blusa cuando Jeff me llamó.
Volteé a verlo, vi que tenía la mano cercenada de la mujer.
Lo miré confundida. Pero luego vi lo que hice, a esa mano muerta le quitó el anilló que tenía y luego la lanzó a quién sabe dónde quedándose con solo el anillo.
Mi corazón empezaba a acelerarse de sobremanera, ¿esto es lo que creo que es?
- Sky, ¿quieres...?
- ¡Sí! - lo interrumpí.
Corrí hacia él y salté dejando que él me levantara. Enrollé mis piernas en su cintura, Jeff me dio vueltas mientras me besaba con amor.
Luego me bajó y me puso el anillo.
- Ahora me perteneces de todas las maneras posibles.
- Siempre lo he hecho Jeff.
Nos volvimos a besar diciéndonos sin palabras lo mucho que amábamos al otro.
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Salimos de la casa de los ex-estafadores.
- Por lo que veo ya no te importa tu presa.
- Ellos eran unos estafadores.
- Entonces sigues siendo selectiva con tus presas.
- Sí. ¿Me vas a ayudar? Hay una larga lista de personas de las que debo encargarme.
- Con gusto.
Junto a Jeff me fui de cacería. Matamos hasta hartarnos, regresamos a mi departamento riendo y con nuestras ropas cubiertas en sangre.
- Sky, por fin... ¿Jeff?
Liu se detuvo al vernos.
- Sky... ¿qué haces con él?
Liu miraba a Jeff molesto. Sus ojos reflejaban el gran deseo de matarlo.
- Así que aquí estabas. ¿Se puede saber por qué estás aquí con Sky?
- Esa pregunta debería hacerla yo, Jeff.
- Ella es mía. No tengo que darte razones para estar con lo que me pertenece.
- Ella no es tuya y jamás lo será. No mientras yo pueda evitarlo.
- Pues qué pena hermano, ya es muy tarde.
Jeff y Liu se desafíaban con la mirada. Jeff cogió mi mano y se la mostró a Liu con un aire de suficiencia. Liu me vio y se sorprendió.
Me sonrojé. Jeff le había mostrado mi anillo.
- ¿Qué pa...sa?
Jack había salido de quién sabe dónde y se quedó mirando la escena. Primero a Liu, luego a Jeff y finalmente a mí, sus ojos se posaron en mi anillo.
Su rostro hizo una mueca de dolor. Me sentí mal por Jack, sabía lo que él sentía por mí a pesar de qué él no lo entendía.
Tal y como apareció, desapareció soltando una lágrima negra antes de irse.
- ¿El payaso emo también estaba aquí? Bueno que importa. Sky alístate que nos iremos a la creepyhouse.
- Ella no irá a ningún lado. Ustedes aún no están casados ¿no? Solo comprometidos.
Liu tiró de mí y empujó Jeff sacándolo del departamento. Rápidamente cerró la puerta en sus narices.
- ¡¿Qué haces Liu?!
- ¡Abre la puerta de una vez idiota o la tumbaré! - gritó Jeff tocando la puerta fuertemente.
Fui a abrirle a Jeff pero... con un brazo me cogió de la cintura y con el otro detuvo mi brazo estirado. Abrí los ojos sorprendida, ¿por qué Liu hacía esto?
- No vayas con él Sky.
Liu me hizo dar media vuelta para quedar frente a él.
- No te dejaré ir con él.
- Liu... ¿qué te pasa?
- Te quiero.
-..... Yo también te quiero, eres como el hermano que nunca tuve.
Liu cerró los ojos.
- No es a eso a lo que me refería.
Abrió los ojos y me miró fijamente.
- Déjame cambiar las palabras. Te amo.
Me sorprendí por sus palabras, tanto que me quedé helada. Eso no era posible. Debía ser un error...
No me di cuenta cuando Liu salvó la distancia que nos separaba y me besó.
Abrí los ojos como platos, no reaccioné por la sorpresa que me llevé por sus actos.
Liu se separó de mí.
- ¿Ahora me entiendes?
Solo miraba a Liu, no podía creerlo.
Escuché la puerta rompiendose y entrando Jeff al departamento.
- ¡Aléjate de ella!
Golpeó a Liu en el rostro haciéndolo caer al suelo.
- ¡Ella es mía!
Miró a su hermano mayor con odio.
Liu se limpió la sangre de la nariz, Jeff se la había roto.
Jeff tiró de mí y me sacó del departamento. Vi por última vez a Liu quien aún seguía en el piso, me vio por un momento pero luego bajó la cabeza. Lo último que llegué a ver fue el dolor y tristeza reflejado en su rostro.
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Al llegar a la creepyhouse, todos me recibieron con los brazos abiertos, me habían extrañado tanto como yo los había extrañado a ellos.
Les pedí disculpas a todos por lo que hice. En especial a Nina.
- Ya quedó en el pasado - dijo encogiéndose de hombros -. En parte fue mi culpa.
Todos me perdonaron, el único que fue más difícil de convencer, como siempre, fue Slender pero usando mis fantásticas habilidades y los consejos de Sally, al final me perdonó. Todo solucionado.
Cuando todo se aclaró, Jeff les dijo y amenazó a todos con que ahora yo era su prometida y pobre de aquel que se me acercara (lo típico de él).
Al escuchar esa noticia, Toby y E. Jack fulminaban con la mirada a Jeff, Sally se veía un tanto decaída, Slender miraba a la nada un tanto molesto, Jane se fue, Hoodie no dijo ni hizo nada al igual que Masky y Ben.
La única que nos felicitó, para mi sorpresa, fue Nina.
Aún no confiaba en ella.
- No me mires así. Lo digo en serio - me dijo -. Además no seré tan estúpida para volver a hacerte enfadar. Y, algunas cosas cambiaron...
Eso último lo susurró para que solo yo lo escuchara. Desvió su mirada un poco, vio a E. Jack.
- Me gusta alguien más - susurró.
Me sonrió y yo hice lo mismo. Con tal que no se acerque a Mi Jeff, la apoyaría con gusto con lo de E. Jack. De esa forma también puedo dejar que me siga acosando, mato dos pájaros en uno.
Como ya era tarde, Slender nos mandó a dormir a todos, ya que Liu no vivía aquí recuperé mi habitación.
Estaba cansada así que luego sacaría mis cosas de la habitación de Sally, solo fui a su habitación para sacar un pijama.
- Sally.
Sally me seguía viendo con ese rostro decaído.
- ¿Qué es lo que sucede? - le pregunté sentándome en su cama, a su costado.
- ¿Por qué te vas a casar con Jeff?
¿Era por eso? ¿Tal vez creía que si me casaba dejaría de jugar con ella?
- Sally, aunque me case voy a seguir jugando contigo, no te preocupes.
- No es por eso.
- ¿Entonces por qué?
- ¿Por qué tiene que ser Jeff? ¿Por qué no es mi papi Slendy? Yo quería que tú seas mi mami.
- ¿Qué? ¿Qué cosas dices Sally?
Mi reí por lo que se le acaba de ocurrir pero me detuve al ver su rostro serio.
- Pero Sally, yo quiero a Jeff, él es la persona a la que amo. Además Slender es solo mi maestro y yo su alumna, él no me ve de otra forma.
- Te equivocas. Yo sé que le gustas a papi Slender.
- ¡¿Qué?!
Sally estaba viendo cosas en donde no había nada. Pero bueno, es solo una niña.
- Sally, te estás confundiendo. Mejor dejamos está conversación ¿sí? Ahora estoy muy cansada y quiero ir a dormir.
- Bien...
Arropé a Sally y salí de su habitación. Me fui a la mía y me cambie, me eché en la cama y me tapé.
- Qué cosas se le ocurren a Sally. Eso es imposible.