Hola!! *w*/
Hoy les traigo dos capítulos o tal vez tres si termino el otro.
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- Entonces, Toby y tú llevaran a la chica. Yo a Jeff - dijo Masky.
- Toby está herido. No solo no puede mover sus brazos, tiene unas cuantas costillas rotas - dije interrumpiendo la conversación de los tres.
Ellos me miraron.
- No... no voy a escapar. Hoodie puede ayudar a Toby. Yo también podría ayudarlos.
- Ah... ¿y se supone que debemos confiar en ti? - preguntó Masky -. No te hagas la lista.
- ¡No lo hago! Solo.... Ah - suspiré -. Bien hagan lo que quieran, no será mi problema si su amigo recibe daño en sus órganos por culpa de las fracturas. Luego no me digan que no se los advertí.
Los tres se quedaron pensando por un rato.
- ¿Cómo sabemos que no estás mintiendo? - preguntó Masky.
- Bueno...
Me acerqué a la pared y di una patada a esta. Para asombro de los tres hice un agujero y eso que me controlé.
- Si pude hacerle un agujero a la pared sin usar mucha fuerza, ¿no crees que pude haber dejado muy malherido a tu amigo?
- No era necesario esa demostración tan presuntuosa.
- Solo lo hacía para que me creyeras - dije sonriendo -. Fuiste tú el que me obligó.
Se quedó en silencio por un largo rato.
- Ya sé. Ustedes dos - les dijo a Hoodie y Toby - se quedarán y la vigilarán hasta que regrese.
Se fue hacercando a la puerta llevando a Jeff en su espalda.
- Me llevaré a Jeff primero, vigilen a la chica.
- Oye, ¿a dónde te llevas a Jeff?
- No es de tu incumbencia. Y no intestes lastimarlos o ya verás lo que le haré a Jeff.
Miré a Masky con odio. Él abrió la puerta, salió y cerró.
Genial, ahora tenía a dos personas que no conocía y que por cierto estaban heridad y... ah, verdad se me olvidaba, quieren matarme. Y claro, yo no podía hacer nada o Jeff sería quien las pague.
Los dos me estaban viendo y eso por alguna razón me incomodaba. ¿Qué tanto me miraban? Ya sé que me tenían que vigilar pero no era para tanto.
- No voy a escapar - dije encarándolos.
Ellos apartaron sus miradas.
Por fin.
Mi estómago empezó a gruñir debilmente. Tenía hambre, además no había desayunado.
- Humm... voy a ir a la cocina a preparme algo de comer ¿está bien?
- ¿Harás waffles? - preguntó Toby.
- Ahm, no - respondí.
Me pareció que se desanimó, lo que me hizo gracia. ¿Cómo podía preguntarme tan traquilo que iba a cocinar si hace unos momentos estabamos peleando a "muerte"? Me hizo recordar a L. Jack. Primero luchamos a muerte y luego nos hicimos amigos.
- Pero si quieres puedo prepararte algunos.
- ¡¿En serio?!
- Claro - dije mientras reía por su entusiasmo - Pero tienes que quedarte en el mueble sin hacer muchos movimientos. No olvides que tus costillas están rotas.
Toby se fue a sentar. Yo me acerqué a mi botiquín, saqué unas vendas y se las di a Hoodie.
- Hay que vendar el pecho de tu amigo. ¿Podrás hacerlo?
- No soy bueno en eso además de que ahora no puedo utilizar un brazo.
- Ah, es cierto. Tendré que hacerlo yo.
- ¿Fue en serio eso que dañaria sus órganos? ¿No estará lastimado ahora?
- A decir verdad... no. Solo le he roto unas costillas pero no es nada de lo que haya que preocuparse tanto.
- Nos mentiste.
- Lo siento, solo buscaba una forma para escapar y para que no le hicieran daño a Jeff.
Ah... ¿por qué me disculpé? Bueno, ya no importa.
Di media vuelta y fui a ver a Toby quien estaba sentado en el mueble murmurando "Waffles" con entusiasmo.
Se dio la vuelta al escucharme.
- ¿Ya están?
- Es imposible que los haga tan rápido.
Su rostro decayó.
- Pero ya los voy a hacer.
Alzó su rostro nuevamente entusiasmado. Parecía un niño y eso me causaba gracias. Si hubiera tenido un hermano menor ¿sería así?... ¿Susan... se sentía así...?
Sacudí mi cabeza para alejar lis pensamientos de Susan, no era momento para deprimirme.
- Pero primera tengo que vendarte.
- Ya me vendaste.
- Te vendé los brazos, no las costillas.
- Ah... está bien.
- Entonces... lamento arruinarte la ropa.
Dije eso y rompí su polera y el polo que llevaba por la parte de adelante, de esta forma no necesitaría levantar los brazos. Con cuidado se lo quité.
Lo vendé con cuidado y luego volví a ponerle su ropa aunque ahora estaba rota por delante, pero a nada...
- Ya está.
- ¿No... no está un poco ajustado? - me preguntó, su voz temblaba ligeremente.
¿Tan fuerte le había que su voz temblaba? No lo había hecho tan fuerte.
Además ahora ya no me miraba. No lo entiendo.
- Tiene que estar así para ayudar a que tus costillas mejoren ¿bien?
Él asintió.
En serio parecía un niño pequeño.
- Entonces ahora iré a preparerte tus waffles.
- Sí, waffles - celebró.
- No hagas movimientos fuertes - le rependí y luego reí.
Me sentía como una hermana mayor.
Pasé por el lado de Hoodie.
- ¿También quieres waffles? - le pregunté.
Él asintió y yo fui a la cocina. Hoy iba a almorzar waffles por culpa de estas dos personas que acabo de conocer.
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Le pasé un plato de waffles recién hechos a Toby y a Hoodie. Ahora que me podía a pensar, ¿cómo iba a comer Toby si no podía utilizar sus brazos? Al menos Hoodie tenía un brazo sano.
Al parecer él pensó lo mismo porque cuando dejé el plato en sus piernas me pareció que estaba a punto de llorar.
Hoodie se estaba burlando de él. Hoodie estaba sentado en el mueble frente a Toby.
- Yo te ayudaré a comer - le dije.
Después de todo no era la primera vez que hacía algo como eso. Cuando Susan empezó a hacer sus prácticas como enfermera, a veces la iba a visitar y ayudaba en algunas cosas. Como animar a los niños y ancianos y en algunas ocaciones también les di de comer. Esto no era diferente.
"Lo es y bastante. No olvides que ellos trataron de matarte"
"Ah... es cierto"
- ¿Lo... lo harás? - me preguntó Toby.
Ya no podía negarme, después de todo yo me había ofrecido.
- Sí.
Me senté a su lado.
Le quité el bozal y le di de comer. Me pareció que se sonrojó pero aceptó con gusto la cucharada que le tendía. Alternaba cucharadas, le daba a él y mientras masticaba, cogía mi cuchara y comía de mis waffles.
- ¡¿Cómo es posible que estén tan relajado comiendo waffles?!
Rodeé mis ojos. Ya había venido el tipo molestoso.
- Y encima le está dando de comer a Toby.
Me levanté y lo miré molesta.
- Tenía hambre ¿está bien? Y no iba a dejar que ellos solo se quedarán viendo.
Era algo que mi madre me enseño. A pesar de ser asesina aún tenía educación.
- Masky, deja de ser tan amargado. Estos waffles están deliciosos.
Me sentí alagada por sus palabras.
- Yo solo cumplo con las órdenes Toby.
- Ya Masky. No te moleste - lo trató de calmar Hoodie.
- Me voy a calmar cuando llevemos de una vez a esta chica ante el operador.
Masky sacó una jeringa de su bolsillo.
- Ahora...
- ¿Me vas a dejar incociente y me llevarás? Hazlo si quieres, no me importa. Solo ¿Jeff está bien?
- Por el momento y lo seguirá estando siempre y cuando cooperes.
- Confiaré en tus palabras, no me queda de otra.
Me acerqué a Masky y aparté mi cabello para dejar expuesto mi cuello.
Él me inyectó y a los pocos segundos todo se puso negro.