El humo que desprendían los dos autos a su alrededor indicaban que en un corto tiempo empezarían las explosiones por lo que se alejo aun con el hombre trajeado que tenia sujetado del cuello, no quería darle un final rapido; a lo lejos podía ver a sus Coronas Fúnebres aunque la única que parecía quejarse con Gamma era Blue Bell, no quería ser el rubio en esos momentos ya que su linda Blue Bell era bastante molesta cuando su vestido se ensuciaba mas de la cuenta.
-Ca..a..br..ron
Byakuran entrecerró sus ojos violetas en dirección al hombre a la vez que se escuchaba la explosión de los autos.
Tenia que darle algo de crédito al calvito, tenia agallas para insultar a alguien que le tuviese cogido del cuello, literalmente. Byakuran no estaba molesto por el hecho de que colocaron algunas bombas en su camino haciendo que se volcasen los autos, ese hecho ni le importaba ya que Uni lo predijo a un par de minutos de que sucediese; tampoco estaba molesto por lo que pudiese haberle pasado a sus Coronas fúnebres, quienes ya habían empezado a quejarse entre ellos, ya que podían cuidarse perfectamente bien; tampoco estaba molesto por lo que le hubiese podido suceder a Uni ya que ella estaba mas que a salvo con sus perros guardianes revisándola como tampoco estaba molesto por que su chaqueta de cuero blanco estuviese manchada con algo de tierra, sino que estaba MOLESTO porque sus adorados malvaviscos cubiertos en chocolate blanco de edición limitada, soborno de Gamma, estuviesen todos derretidos y esparcidos por el sucio suelo cerca de donde los autos habían explotado.
Si sus malvaviscos habían muerto de esa manera triste y dolorosa, el causante también lo haría.
La mirada violeta dio un brillo peligroso al entrecerrarse dejando ver sus ojos como medias lunas viendo al hombre de cabeza afeitada y traje negro quien empezó a temblar incontrolablemente bajo la mano del peliblanco.
-¿Quién te envía?
Byakuran sintió una morbosa satisfacción al ver el miedo reflejado en los ojos verdes del asesino de malvaviscos, si bien podía saber toda la información controlando su mente no sentiría la misma satisfacción que verle tan asustado como en esos momentos se veía el hombre.
Vengaría a sus malvaviscos derretidos.
-N..oo..oo lo..o seee.
El peliblanco sonrió de manera zorruna, por supuesto que el hombre no diría nada así supiese pero venganza era venganza, sus malvaviscos lo merecían, ya luego averiguaría la razón por la que el calvito había colocado las bombas en la entrada a Namimori. Detrás del Capo de la Famiglia Gesso empezó a aparecer un dragón blanco quien miraba igual que a una cucaracha al hombre a quien Byakuran sostenida del cuello hasta que una pequeña mano se poso sobre el hombro del peliblanco, calmándole.
Uni camino tranquilamente hasta entrar en el campo de visión del peliblanco quien no dejaba de mirar con resentimiento y molestia al hombre que sujetaba del cuello y quien por la cara que traía parecía querer que la tierra se lo tragase de un momento a otro.
-Byakuran, no es necesario.
El mencionado hizo un puchero observando a la peliverde del tatuaje de flor en el pómulo a la vez que sujetaba con mas fuerza el cuello del asesino de malvaviscos haciendo que este empezase a forcejear inútilmente.
-Peroooo Uniii~...
La suplica inocente en la voz del peliblanco al igual que sus facciones amables desentonaba totalmente con sus acciones, pero así era Byakuran.
La Capo de Giglio Nero negó con la cabeza a lo que el peliblanco hizo un puchero molesto, uno igual al que hace un niño cuando no le dan su dulce favorito.
-...y yo que me divertía de lo lindo.
Byakuran soltó al hombre trajeado quien cayo al suelo tosiendo a la vez que trataba de recuperar el aire perdido.
El peliblanco sonrió zorrunamente al ver como Uni se ponía a la altura del hombre al inclinarse ligeramente. Si había algo que nunca querías llegar a ver era el rostro frio de Uni aunque a Byakuran le divertía cada que lo veía ya que era tan inusual como ver a Tsuna-tama sin ruborizarse cada que su guardián de la Niebla le decía, sin importar que hubiesen presente, ¨poseeré tu cuerpo¨.
-Son solo títeres...
Uni nunca se equivocaba en esa clase de cosas aunque Byakuran ya lo sabia.
-...Byakuran ¿crees que puedas averiguar algo?
La sonrisa zorruna del peliblanco asustaría a cualquiera menos a Uni que le conocía tan bien como a ella misma. El Capo de la Famiglia Gesso fue hasta el hombre pero antes de que tan siquiera le tocara el asesino de malvaviscos se desmayo, sin importarle ese hecho cogió la cabeza del hombre con la cabeza afeitada para luego presionar su frentes contra la del hombre, todas y cada las veces que lo hacia podía acceder a todos sus recuerdos o si alguien había tratado de manipularle de algún modo. Pasaron unos segundos en los que el peliblanco no pudo acceder a ninguno de los dos, ni memorias ni recuerdo, nada; Byakuran dejo caer el cuerpo al suelo, algo de esto no le gustaba nada y en los otros universos no tenían nada de esto.
-Fue cortado y bloqueado.
Si alguien sabia como funcionaba la manipulación ese era él, lo había hecho muchas veces para conocer los puntos fuertes y débiles de esa táctica, una que solo se daba a la llama del cielo y en parte a la de la niebla. Quien sea que estuviese manipulando al asesino de malvaviscos era alguien fuerte, lo mas probable la persona que había atacado a Tsuna-tama.
Byakura tenso la mandíbula para luego colocar su usual sonrisa zorruna al mirar a la peliverde.
-Fue manipulado.
La sentencia de Uni cobro mas veracidad cuando Byakuran asintió.
-Uniiii~...
La mencionada ya sabia lo que el peli blanco quería pero no podía permitir aquello, al menos no en esos momentos que tenían que llegar donde Tsuna-kun lo mas rápido posible.
-...¿que haremos con él?~
La peli verde camino hasta llegar cerca del peliblanco sin apartar la mirada de los ojos violetas.
-Lo llevaremos con Tsuna-kun.
El Capo de la Famiglia Gesso hizo un puchero a la vez que hacia aparecer sus alas flotando en el aire al recoger sus piernas entrecruzándolas.
-Pero Tsuna-tama~ no me dejara divertirme mucho si sus guardianes estan presentes~
El peliblanco miro suplicante a Uni a quien lo miraba sorprendida.
-Byakuran! No puedes hacer eso.
Uni sabia como era la diversión que Byakuran quería tener y no podía dejar que volviese por ese lado, seria como dejar a un alcohólico en un cuarto lleno de licor.
-¿Que?~
La peliverde negó, en esos momentos solo conocía algo que pudiese parar esa actitud caprichosa del peliblanco.
-Puede que este hombre sea un pista para llegar a quien daño a Tsuna-kun.
Ante las palabras de Uni, el peliblanco coloco una cara a la que nadie le gustaría presenciar, su mirada violeta se había vuelto fría y su sonrisa zorruna no podía ser mas intimidante de lo que ya era; Byakuran amaría vengar a sus malvaviscos derretidos pero mas que ello deseaba poder jugar con la mente del que daño a su Tsuna-tama, le gustaba el castaño tanto como le gustaba Uni y no dejaría que nadie se volviese a meter con las personas que le gustaban.
-Byakura-sama!
Blue Bell por fin había obtenido la palabra de Gamma para un nuevo vestido por lo que apenas obtuvo lo que quería del rubio salio corriendo al lugar en el que se encontraba su querido Byakuran-sama para abrazarle de la cintura sin ver ni su expresión ni nada, solo queriendo abrazarle como siempre hacia, era su lugar favorito.
-Mi linda Blue Bell...
El tono de voz de Byakuran era dulce pero gélido.
La mencionada soltó en el acto al peli blanco quien la miraba con sus ojos entrecerrados en forma de medias lunas.
-...estaba hablando con Uni y si no quieres dejar de ser mi favorita no me interrumpas.
La única fémina de las Coronas Fúnebres asintió a la vez que suprimía su temblor.
-Lo..o siento, Byakuran-sama.
Uni se adelanto colocando una mano en la mejilla del peliblanco.
-Byakuran, hablaremos después, no asustes a tu famiglia.
El mencionado deshizo cualquier molestia en su rostro haciendo un puchero a la vez que extendía los brazos hacia Blue Bell quien rápidamente le volvió a abrazar.
-Uniii~ dile a Gamma que me consiga mas malvaviscos~
La peliverde solo sonrió a sabiendas de que acababa de evitar una tragedia, al menos una para el hombre trajeado quien se encontraba desmayado.
Pocos segundos después apareció Gamma mientras que el resto se encontraba algo mas alejados esperándoles.
-Princesa me temo que tendremos que caminar parte de la carretera, los autos que ordenamos nos esperaran a un par de kilómetros.
Uni asintió.
-Hay que darnos prisa...
La Capo de Giglio Nero volteo a ver el cuerpo del hombre que les había tendido la trampa solo para volver la mirada nuevamente hacia Gamma.
-... Gamma, por favor, lleva al...-
Byakuran con Blue Bell colgando de la cintura de este se acercaron a Gamma y a Uni de lo mas alegres.
-Asesino de malvaviscos.
El rubio frunció el ceño al peli blanco y a la peliazul por el extraño alias aunque no dijo nada sino que observo como la Princesa sonreía tranquilamente.
-Llévalo, por favor.
Gamma asintió.
-Si, Princesa.
El rubio empezó a ir con dirección al hombre de cabeza afeitada mientras que Byakuran, Blue Bell y Uni se dirigían con el resto de las personas de sus respectivas Famiglias.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
No podía terminar de creerlo aunque con el Decimo nunca se sabia.
Soltó un suspiro pesado a la vez que seguía caminando en dirección a la oficina del Nono.
¿Debía de haber dicho algo en su momento? Era muy tarde para ello aunque tampoco era como si se arrepintiese de sus decisiones y aunque tuviese cierta duda en esos momentos no diría nada hasta que el resto lo descubriese por ellos mismos, el Decimo si que lo había dominado.
El hombre de cabello bicolor volvió a suspirar.
Solo tenia que informar a Nono sobre el enano, nada mas.
-Ganauche.
El mencionado se detuvo viendo a la persona que se encontraba detrás de él quien se coloco a su costado por lo que reanudo su caminata
-Coyote.
La mano derecha del Nono se lo quedo mirando por unos segundos.
Su nombre no era solo un nombre sino que ese viejo era alguien bastante inteligente, perspicaz hasta la medula.
-¿Sucede algo?
El de cabello bicolor se encogió de hombros, tal vez se notaba algo estresado.
-El enano acaba de salir del país...
Ganauche vio la confusión en las facciones del otro guardián por lo que volvió a suspirar, el Nono le había encargado esa misión hace poco menos de una hora por lo que su mano derecha no debía tener aun el conocimiento por todo el ajetreo en cuestión a los documentos médicos filtrados y la caída del sistema.
-...Ranking Futta.
La comprensión pareció brillar en los ojos del mayor para que luego frunciese el ceño.
-No debería ser posible, el Nono no ha dado ninguna autorización además de que no puede salir por si mismo.
Y era cierto, el Nono no había autorizado, en ese momento, la salida del menor a ningún lugar además de que Ranking Futta era menor de edad por lo que no podría salir solo del país a menos que fuese en un avión privado lo cual no había sido el caso según las averiguaciones de Ganauche.
-Cuando llame al colegio de Mafiosos para informar sobre el viaje que haría el enano me dijeron que no me preocupase que Lancia ya le había recogido y acababan de tomar el vuelo.
La mano derecha del Nono se detuvo unos segundo con el ceño fruncido por lo que Ganauche también lo hizo hasta que Coyote decidió reanudar la caminata.
-¿Lancia?¿No estaba en una misión de infiltración en Moscú?
Supuestamente así debería de ser ya que Lancia era uno de los espias de Vongola y la ultima misión que se le asigno era una con la Famiglia Cortana a la cual tenia que investigar por algunos de los ataques que había mandado en contra de Vongola. Ganauche miro esa chispa en los ojos de la mano derecha del Nono, parecía estar uniendo hilos existente e inexistente, le deseaba suerte con ello ya que si el Decimo no quería que se supiese algo, no se sabría.
-Al parecer volvió antes...
El hombre de cabello bicolor sopeso en menos de un segundo si decirle la información o no, nada malo sucedería, solo era lo que él tenia y nada se podría hacer con ello además que tarde o temprano seria deducido.
-...ingrese al sistema del colegio para hacer algo de investigación, solo hay dos personas quienes pueden autorizar la salida del enano...
La comprensión pareció instalarse en los ojos del mayor.
-... y quien mando la autorización para que Raking Futta saliese de los dormitorios fue el Decimo por un correo además de que dejo en claro que solo Lancia podría recogerle, dio sus características físicas y un numero clave para confirmar su identidad antes de que pudiese recoger al enano, ordeno que todo sea clasificado hasta que el menor estuviese en el avión.
Luego de que Ganauche terminase de habla solo se escuchaban los pasos amortiguados por la alfombra del pasillo.
-¿Que esta sucediendo con el Decimo? No suele hacer esa clase de movimientos sin consultar con el Nono.
Ganauche asintió como si esa fuese una verdad universal.
Había algo que el resto de los guardianes de la Novena Generación, con excepción de él, desconocían y eso era que el Decimo siempre hacia lo que se le venia en gana en el momento que quería sin que le culpasen de nada o se diesen cuenta de que era él el responsable; la primera vez que el guardián del Trueno de la Novena Generación vio esa manera caprichosa en la que actuaba el Decimo no se lo creyó pero luego lo acepto aunque no dijo nada, ese adolecente jugaba con él como quería ¿quién diría que el menor supiese como manipular de ese modo a alguien? lo tentó y él cayo como un idiota, pero la principal razón por la que Ganauche no decía nada era porque las decisiones difíciles que el Nono dudaba en hacer por temor a una guerra, el Decimo las hacia sin pestañar, sin dudas ni culpas tal y como un Capo debería de hacer.
-No creo que sea nada de lo que preocuparse, lo mas seguro es que solo quiera ver al enano, ya sabes como es con los niños
Eso pareció relajar a la mano derecha del Nono pero aun así parecía estar tratando de unir los cabos sueltos, solo que eran demasiados.
-¿Sabes donde se encuentran Lal Mirch y Colonello?
La verdad era que desde ayer en la noche que no les veía, era raro no escuchar los gritos e insultos de Lal Mirch ni los ¨Kora¨ de Colonello, mas aun con el problema que tenian entre manos.
-Ni idea pero no los quiero copulando como conejos en la sala de armamento, otra vez.
Ganauche se estremeció ante el recuerdo, los muchos recuerdos.
Al parecer haber sido bebes les tuvo bastante restringidos.
La mano derecha del Nono soltó una risotada ante los estremecimientos del guardián mas joven, nadie le culpaba ya que había sido Ganauche quien les había encontrado la gran mayoría de las veces al llamarlos o al ir por un arma, decidió no atormentarle mas.
-¿Averiguaron algo sobre la caída del sistema?
Ganauche negó.
Todo el personal de Vongola corria de un lugar a otro tratando de saber que era lo que pasaba pero ni sus mejores técnicos podían hacer nada y para colmo de males Gianini se había quedado atascado en el aeropuerto de Atlanta por lo que no podían contar con él.
-Aun no tenemos nada ¿Iras con el Nono?
Coyote asintió.
-Si, además que tu también le informaras sobre Ranking Futta ¿no es asi?
El de cabello bicolor asintió a la vez que se encogió de hombros.
-No le veo la importancia a ello pero si, tengo que hacerlo.
Ambos hombres siguieron caminando hasta llegar a las puertas de la oficina del Nono.
Ganauche se volvió a preguntar si guardar silencio fue lo correcto pero lo dejo, algún día se sabría de todos modos como sucedió con el Caballo Salvaje.
Coyote toco dos veces las puertas de oficina del Nono antes de recibir un ¨adelante¨, tras abrir las puertas solo encontraron una imagen la cual se veía un día del año; el Nono se encontraba rodeado de un aire melancólico mientras se encontraba viendo una vieja fotografía, o al menos lo que se podía adivinar como tal.
-¿Nono?
El mencionado dio un suspiro melancólico pero en ningún momento aparto los ojos de la fotografía.
-Coyote, Ganauche pronto saldremos a Japón, Iemitsu ya fue avisado.
Ambos hombres asintieron a las palabras del Nono aunque este no hubiese levantado la vista.
Coyote coloco su mano sobre el hombro de Ganauche.
-Yo le diré al Nono sobre lo sucedido con Ranking Futta.
El Guardián del Trueno de la Novena Generacion simplemente asintió volteando sobre sus talones.
-Avisare al resto de los guardianes sobre los nuevos planes.
El guardián mas joven no recibió respuesta pero sabia que era lo mejor, el único que podía acompañar al Nono en esos momentos era su mano derecha ya que él era el único que sabia lo que le pasaba al Nono, o al menos siempre era el caso cuando veía esa fotografía vieja.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Paciencia, haz podido con el durante todo este tiempo, un viaje en auto no es un problema.
Gamma sentía que de un momento a otro cometería homicidio en primer grado contra cierto Capo peliblanco.
El rubio soltó un suspiro exasperado.
-¿Llegamoosss?~
Calmate. Calmate...Calmate!
El rubio se repitió esas palabras por un par de segundos como si se tratase de un mantra antes de tan siquiera contestar pero aun así no aparto la mirada del camino, solo un poco mas de ese infierno y acabaría con la tortura, al menos en lo que el peliblanco acosaba al Decimo y el resto de sus guardianes lo intentaban controlar.
-Aun no.
Gamma miro a la Princesa de reojo solo para encontrarla con ese semblante tranquilo pero serio que llevaba desde que salieron de la mansión, era raro verla así pero algo grave debía de haber pasado para ello además de que no había mencionado nada sobre lo ocurrido con el tiempo que se había quedado en ¨meditación¨
-¿Y ahoraaa? Tsuna-tama debe de estar esperándonos~
El rubio volvió a suspirar.
Byakuran tenia un talento natural para sacarle de sus casillas pero tenia que resistir.
-El auto sigue en movimiento.
Reino el silencio por unos dulces minutos en los que el rubio se pregunto porque había terminado con esa división de pasajeros. Ahh cierto, Byakuran no queria salir del rango de la princesa y ella había aceptado, y donde se encontraba el peliblanco automáticamente le seguían la caprichosa peli azul y el enano peliverde del muñeco, se consolaba con que Nosaru y Tazaru tendrían que soportar al resto de las Coronas Funebre ¿A quien engañaba? Últimamente esos parecían llevarse a la mar de bien.
Maldijo el momento en el que Byakuran decidió venirse en su mismo carro mas aun por el hecho de que el peliblanco parecía sufrir ataque obsesivo compulsivo por su falta de malvaviscos. ¿Era que no conocía lo que era la diabetes?
-¿Y ahora?¿Llegamos? quiero ver a Tsuna-tama~
Inhala. Exhala. Inhala. Exhala.
Gamma lo haz soportado todo este tiempo, no dejes que te afecte.
-Aun no.
Gamma volteo al escuchar la pequeña risa de la princesa quien simplemente le dio una sonrisa amable.
-¿Yaaaa?~
El rubio sujeto fuertemente el volante.
Lo matas, la princesa llora. Lo matas, la princesa llora. Lo matas, la princesa llora. Lo matas, la princesa llora.... Lo matas, la princesa llora.
Las palabras fueron como un mantra seguido por las risas de esos enanos que Byakuran tenia abrazados a su cintura y osaban llamarse Coronas Funebres.
-Te comprare los malvaviscos de edición limitada sabor oreo si te quedas callado hasta que lleguemos.
Palabras mágicas.
Por el retrovisor se vio como Byakuran sonreía contento a la vez que hacia una mímica de cerrar la boca como si fuese un candado y tiraba la llave, que linda ilusión.
-Gamma.
La atención del nombrado fue rápidamente al copiloto pero aun así mantuvo los ojos en el camino.
-¿Si, Princesa?
Uni sonrió al rubio como siempre lo hacia cuando le diría algo que era mas que cierto.
-Byakuran te cae bien.
Todos en el auto, si no fuese por los benditos cinturones de seguridad, casi salen disparados para cuando el rubio freno con la cara totalmente pálida.
-No, por supuesto que no!
La única respuesta de la peliverde fue reir tranquilamente al desabrochar su cinturón al igual que Byakuran, Blue Bell y Daisy quienes ya estaban saliendo del auto.
-Llegamos~
Gamma suspiro bajándose del auto al igual que el resto lo había hecho.
Uni y Byakuran caminaron por un momento hasta llegar a las puertas de la base/mansión de la Decima Generación seguidos por sus Famglias, el resto de las Coronas Fúnebres había llegado a los pocos segundos que Gamma había frenado por lo que siguieron a ambos cielos; todos sabían que les esperaban ya que no se activo ninguna de las usuales trampas que rodeaban la base/mansión, trampas que solo afectaban a las personas indeseadas.
Nadie tuvo ni que tocar la puerta ya que esta se abrió dejando ver a una sirvienta pelinegra de expresión neutra mas que conocida para el peliblanco y la peliverde quien hizo una reverencia dejándoles pasar.
-Señorita Uni, Joven Byakuran, señores.
Byakuran fue el primero en acercarse a la pelinegra.
-¿Ceci, donde esta Tsuna-tama?
Pese a la cara estoica que tenia la pelinegra sus facciones se suavizaron al igual que su mirada al pronunciamiento del nombre del castaño.
-Tsuna-sama quiere que le esperen en el piso superior mientras tiene una conversación con sus guardianes, Joven Byakuran.
El peliblanco frunció el ceño a la vez que hacia un puchero al cruzarse de brazos.
Gamma rogaba por que Byakuran no hiciese aun su berrinche, uno que llevaba prediciendo desde que salieron de la mansión de Gliglio Nero.
-¿Podrías guiarnos, por favor?
Uni miro en dirección a Ceci a la vez que esta ultima asentía.
-Si, Señorita Uni.
Apenas pronunciadas la palabras la pelinegra se giro sobre sus talones para dar marcha al interior de la base/mansión, nadie dudo en seguirla.
-¿Varia ya esta aquí?
Ceci volvió a asentir.
Si Varia ya estaba ahí ¿porque no habían explosiones? Debería ser la primera pregunta que se deberían hacer pero era conocido a voz populi en la mafia que cuando Varia se encontraba cerca de Tsunayoshi Sawada, no hacían muchos destrozos ni habían bajas a menos que atentasen contra el castaño, los mafiosos fuera de las alianzas de Vongola y aquellos que no habían sido ¨advertidos¨ o ¨castigados¨ por el castaño aun creían que era porque el Decimo era algo así como una mascota para el Jefe de Varia, cuan equivocados estaban.
-Si, Señorita Uni pero no desean compartir la habitación de espera además Tsuna-sama mando colocar algunos malvaviscos rellenos en una de las habitaciones mientras esperan.
El mal humor de Byakuran se esfumo en el acto cuando saco sus alas y se puso a flotar de lo mas feliz siendo abrazado de la cintura por Blue Bell quien había empujado a Daisy.
-Gracias, Ceci-chan.
El resto del camino se realizo en silencio hasta que se llego cerca de la escalera por donde también se podían ver las puertas dobles que daban dirección a la sala de la base/mansión, pero eso no era lo que hacia que la mayoría viese en esa dirección sino a los dos pelinegros de ojos dorados quienes se encontraban parados como centinelas en las puertas a la vez que se encontraban haciendo bailar algunas llamas del Sol en sus manos, como si fuese un mero juego, todo sin apartar su mirada de Uni y Byakuran quienes también los miraban; ambos chicos eran idénticos y totalmente desconocidos para la mayoría de los presente además que mostraban una prepotencia en su mirada y una sonrisa burlonas.
-Uni, Byakura.
Amos chicos habían hablado al unísono aunque lo que hizo que la mayoría con excepción de los nombrados se pusiese alerta fue la confianza con la que hablaron como si ya se conociesen. Byakuran volvió a hacer un puchero al mirar a ambos pelinegros mientras que Uni les dedico una sonrisa tranquila, idéntica a las que solía dar al Decimo Vongola.
-Mouuu Tsuna-tama será mas difícil de abrazar.
Aldo y Emilio asintieron felices de la vida antes de volver a hablar al unísono.
-Apreciamos tu comprensión~
Byakuran siguió a Ceci entre refunfuñidos a la vez que las Coronas Fúnebres les seguían lanzando una que otra mirada desconfiada en dirección de los mellizos la misma que tenían Gamma, Nosaru y Tazaru quienes se encontraban detrás de Uni.
-Nos vemos después. Aldo-kun, Emilio-kun.
La peliverde dio una sonrisa tranquila, esas de las cuales caracterizaba a los cielos y de las cuales tranquilizaba todo a su alrededor como en esos momentos hacia.
-Uni.
La mencionada empezó a subir las escaleras no sin antes darles una ultima sonrisa a los pelinegros para luego apresurarse escalera arriba siendo seguida rápidamente por los miembros de su Famiglia, Uni solo esperaba que Byakuran no hiciese un berrinche por querer estar con Varia.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Gracias por leer!
¿Review?