Tal y como había dicho El Decimo Vongola en su mensaje Uni y Byakura despertaron casi cinco horas después pero el dragón blanco de Byakuran no dejaba a nadie pasar, para la gran exasperación de Gamma, y aunque los miembros de Giglio Nero no lo supiesen las Coronas Fúnebres si, Byakuran debía estar lo suficientemente furioso para que no dejase a nadie acercarse y sufrir daños graves, claro que Uni podía calmarle, siempre y cuando estuviese cerca suyo, pero eso no quitaba el hecho de que las Coronas Fúnebres quisieran estar a su lado.
Uni aun alejada de todos, coloco su pequeña mano en la fría mejilla de Byakura, el cual tenia los ojos entrecerrados haciendo ver sus ojos violetas como medias lunas refulgir peligrosamente, su jovial sonrisa de siempre se había tornado algo fría y sus manos estaban apretadas en puños, apretando tanto los nudillos que se le pusieron blancos.
-Byakura...
El mencionado no dio señales de responder pronto, ni siquiera de haber escuchado a la chica que le sostenía la mejilla.
-...tenemos que ir con Tsuna-kun...
Ante el nombre del castaño, el peliblanco entrecerró aun mas los ojos.
-...cálmate.
Pasaron unos segundos sin que el peliblanco reaccionase antes de que Uni retirase su mano, las reacciones de ambos cielos fueron diferentes.
Uni sonrió dulcemente mientras que el ambiente a su alrededor se tomaba mas cálido de lo normal, incluso el ambiente a su alrededor se expandió tanto que llego a calmar a Las Coronas Funebres y a Gamma que parecían apunto de querer pelear con el Dragón Blanco de Byakuran que también dejo de querer morder a Kikyo.
Byakuran quito cualquier índice de molestia de su rostro haciendo que su usual sonrisa jovial reapareciera, sus alas blancas se extendieron mientras que el se cruzaba de piernas mientras flotaba, solo lo hacia cuando se encontraba relajado o en un animo muy juguetón como el de esos momentos.
Ambos lo habían sentido.
Estaba pasando.
Había empezado.
-Mi lindo Tsuna-tama ya esta bien~
Uni asintió tranquilamente aun con esa sonrisa dulce que tenia, el sentimiento cálido la embargaba.
Tsuna había despertado hace horas, lo sabían, pero las cosas recién habían empezado.
-Si
Byakura saco una bolsa de malvaviscos bañados en chocolate blanco de edición limitada, cortesía de Gamma como soborno para que dejase de tratar de comprar muebles blancos para Giglio Nero. El peliblanco se metió unos cuantos malvaviscos feliz antes de que le surgiera una pequeña duda.
-¿Cuanto falta para que lleguen?
Uni se lo pensó mientras que cogía la muñeca del peliblanco quien hizo un puchero por no poder comer los malvaviscos que tenia en la mano que Uni le sujetaba, quien subía parte de su chaqueta revisando el reloj que tenia en su moñeca.
8: 32 am
-Algunas horas mas.
La peli verde soltó la muñeca del peliblanco antes de que este ultimo siguiese cogiendo malvaviscos.
Byakura estaba bastante animado con los nuevos acontecimientos, solo faltaba que viesen al castaño.
-Tsuna-tama se va a sorprender~
Uni solo asintió acostumbrada a como le decía el peliblanco a Tsuna-kun, desde que habían asistido a las juntas de capos, había posicionado a su Famiglia como una de las Aliadas de Vongola por petición de Tsuna, y con Byakura como nuevo integrante de las alianzas de Vongola, a petición de Uni, el peliblanco le había tomado cierta fascinación divertida a las actitudes de Tsuna en las reuniones, llegando a tomarle respeto y cariño, mas del que antes le tenia; siempre que iban a las reuniones de capos en Italia ni el peliblanco ni el castaño dejaban de jugar como mas les apetecía, en cambio Uni únicamente se encontraba como una expectora o consejera si es que veía conveniente su intervención, mas que nada en un carácter neutral en las decisiones llegando siempre a hacerse lo que el castaño creía mas conveniente para todos y tomando las decisiones mas acertadas.
-Byakura será mejor que nos alistemos.
El nombrado asintió feliz, seria un largo viaje, y si todo salía como habían conversado llegarían para el sábado en la mañana. De pronto un pensamiento cruzo por la mente del peliblanco haciendo que su expresión jovial se borrase y pusiera una cara seria.
-Quiero tener una conversación con los guardianes de Tsuna-tama
Uni asintió, su sonrisa se borro al recordar el otro asunto que le tenia preocupados a ambos.
-Yo también...
Byakuran se metió un par de malvaviscos mas en la boca antes de que la peliverde volviese a hablar.
-...no olvides que tenemos que llamar a Enma-kun y Dino-kun
El flash de una cabellera roja y una cara ruborizada cruzo por su mente, su sonrisa jovial volvió y sus ojos destellaron felices, a lo cual la peliverde sonrió sabiendo a quien mas llamarían y porque, solo esperaba que Byakura no estuviese hablando mucho del pelirrojo frente a las Coronas Fúnebres que aun le tenían cierto rencor.
-No te olvides de llamar Sho-chan, el tiene que hacer las nuevas-
Byakura callo.
Hace unos momentos Byakura había hecho desaparecer a su dragon blanco sin darse cuenta ya que pensó en las maneras de divertirse con su querido Sho-chan, pero eso ocasiono la desaparición del dragón, habiendo desaparecido lo único que les separaba del resto del mundo.
-Princesa!
Byakura observo divertido como Gamma corría a abrazar y revisar exageradamente si es que su princesa había tenido algún daño en el tiempo que estuvo fuera de su cuidado, claro que le lanzo una mirada de muerte al peliblanco que solo rio acostumbrado como estaba al trato del rubio, era cómico verle tan protector aun cuando Byakura seria el primero en proteger a la pequeña peliverde, aunque esta pudiese cuidarse muy bien sola.
Salió de sus pensamientos cuando unos menudos brazos rodearon su cintura y una cabellera azul entro en su campo de visón, su pequeña Blue Bell, su niña favorita después de Sho-chan; levanto la mirada y vio al resto de las coronas fúnebres correr para llegar a donde se encontraba.
-Byakura-sama!
Daisy se acerco llorando con su peluche de conejo y trato de quitar a Blue Bell para poder abrazar a su querido Byakura-sama que seguía retenido por la peliazul quien restregaba confianzudamente su mejilla en el estomago del peliblanco, lo que incio con un pequeño empujon termino en una pelea de empujones y golpes por tratar de abrazar a Byakura que comía tranquilamente sus malvaviscos blancos de edición limitada mientras pensaba en los acontecimientos pasados que tuvo, además de la conversación.
Zakuro, Kikyo y Torikaburo negaban al comportamiento de Daisy y Blue Bell mientras se unía a la revisión exhaustiva de su jefe.
-Gamma...
El nombrado seguía hincado sobre una de sus rodillas revisando a su princesa cuando esta puso su mano en su mejilla llamando su atención
-...¿Tsuna-Kun se comunico contigo?
El rubio asintió, luego de que el Capo de la Famiglia Vongola le hubiese mandado el mensaje empezó hace los preparativos para el viaje a Namimori, solo irían las coronas Funebres, Byakuran, Nosaru, Tazaru, Uni y él por lo que solo había mandado a preparar dos camionetas, suponía que el viaje seria algo largo asique hizo las preparaciones pertinentes aunque aun faltaban ciertas cosas.
-Si princesa, ya esta casi todo listo para nuestra partida.
Uni asintió, se sobo un poco el estomago.
-Creo que será mejor que nos aseemos y comamos algo antes de irnos
Gamma enrojeció, debía de oler fatal para que su princesa lo diga pero contrario a los pensamientos del rubio la peliverde solo quería tomar un baño relajante antes de bajar a comer.
-Si, princesa.
Sin que nadie se diese cuenta Byakura y Uni intercambiaron una mirada cómplice.
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Papel. Sello. Firma. Reporte. Sello. Firma. Petición. Sello. Firma.
El papeleo parecía no acabar y la mano le molestaba por el entumecimiento de sostener tanto tiempo una pluma y sello, en momentos como estos agradecía compartir la mitad del papeleo con su adorable nieto, si solo su hijo Xanxus se pasara de vez en cuando por la mansión estaría mas alegre; aunque el pelinegro había cambiado en el ultimo par de años, específicamente desde hace casi dos años, aun no sabia la razón, y por lo que sabia no era por la relación que mantenía con el Capitán Estratega, y aunque su hijo no se lo haya dicho ya lo sabia, Xanxus sabia que él lo sabia pero ni aun así le confirmo ni le negó nada es mas ni le hablo del tema, lo mas probable era que aun estuviese resentido por ocultarle la verdad de su origen; había hecho miles de hipótesis en su cabeza pero ninguna muy cuerda para expresarlas libremente, no creía que el cambio se debiese solo a su nieto, si es que a un principio se odiaban y aunque quisiese creer que Tsuna y Xanxus se llevasen a la mar de bien era un sueño algo idílico que puede que nunca vea concretado, por lo que sabia ahora se trataban mejor ya que el pequeño castaño y su viejo amigo Reborn cada poco se quedaban un par de días en Varia, lo mas probable que en otro de los entrenamientos de Reborn para afianzar la confianza de su temeroso nieto. Lo que le llamaba verdaderamente la atención del cambio del cambio de Xanxus era que las bajas anuales del Castillo de Varia habían sido reducidas considerablemente aunque los costos de construcción y reparación extrañamente habían aumentado, y no solo eso sino que según informes, no había matado a nadie en la ultima reunión de capos y también estaba el hecho de-
-Nono
El mencionado parpadeo un par de veces, se había metido demasiado en sus pensamientos, puede que solo lo estuviese sobre analizando.
Miro al menor de sus guardianes que tenia algunas carpetas en sus manos.
Mas papeleo.
-Ganauche, encontraron a los culpables?
Había planeado hacer una visita sorpresa a su nieto pero la noticia de que se había filtrado información y habían bloqueado las computadoras de información le habían retenido aun en Italia, no podía dejarla con Lal Mirch gritando a cada persona que no le traía buenas noticias, ni con Collonelo reequipando la sala de armamento.
-Aun no, Nono
Ganauche no se sento en ninguno de los dos asientos que se encontraban delante del escritorio del Nono ni se movio, sopesando la reacción de su Jefe por la información que tenia, una que no se le había podido comunicar ya que surgio el problema de la información filtrada, lo que llamaba la atención no era la información se filtro sino la información que cogieron.
-Entonces?
-Los guardianes de la Decima generación hay pedido a la limpieza de Vongola y a los ilusionistas aparecer en Namimori hace casi una semana, según informes han estado retirando cuerpos, muchos cuerpos.
Eso era solo una parte el resto se encontraba entre los papeles dentro de la carpeta que estaba dentro de la carpeta que le dio a Nono, los guardianes de la Decima Generación habían estado actuando extraño, habían mandado a cerrar hace unos días el aeropuerto y el puerto de Namimori , los cuales recién habían sido abiertos ayer por la noche, según informes.
-Estas seguro?
El guardián del Rayo de la Novena Generación asintió.
-Si, Nono.
Timoteo se puso a revisar rápidamente los documentos que le habían pasado, todos con la Decima Generación y su movimiento nocturno de una sola noche, la cantidad de cadáveres, un informe de cada cuerpo e incluso los pedazos de extremidades halladas, las similitudes halladas, el cierre repentino del Aeropuerto y el Puerto de Namimori, Irregularidades y demás.
-Alguien tiene algo mas?
Ganauche asintió.
-Reborn llamo al la limpieza de Vongola hace algunos días, pero pidió que sea la mínima cantidad posible, solo fueron dos agentes y en el informe solo había un cuerpo...
El guardián del Rayo de la Novena Generación se mordio el interior de la mejilla, preferia que el Nono leyese esto en el iforme pero era necesario informarle de lo hallado.
-...Nono, en el cuer-
Antes de Que Ganauche pudiese continuar fue interrumpido por el sonido del abrir de la puerta de la oficina del Nono.
-Interrumpo algo?
El rubio que entro miro al Nono, quien sin levantar la mirada estaba revisando lo que parecía ser un gran folder de su tan odiado papeleo.
-Iemitsu
El saludo del hombre de cabello bicolor le hizo dar un cabeceo de reconocimiento en su dirección.
-Ganuche...
Iemitsu miro nuevamente en dirección al hombre que mas respetaba.
-...Nono?
Timoteo dejo los reportes en el mismo orden en el que Ganuche se los entrego. Algunas cosas estaban cobrando mayor sentido en su mente.
-Solo algunas cosas un tanto extrañas, tienes algo para mi?
Iemitsu dudo si indagar mas o no pero lo dejo por el momento, habían cosas mas importantes en estos momentos
-Si, Nono. Solo sacaron información medica, misma información que pidió Reborn hace unos dias ...
La información que el tutor de su hijo había solicitado fue de los antiguos Capos de Vongola, lo curioso del asunto fue que solo fuese medica, nunca se le había negado información al hitman, ni creían necesario hacerlo, tampoco era extraño que no le reportasen la información solicitada pero que la misma información que busco Reborn, la hubiese buscado la persona que les robo información no era para nada común, no era como si creyesen que Reborn les fuese a traicionar o algo semejante ya que el pelinegro pese a ser un hitman era un hombre de palabra y sus lealtades estaban sujetas al Nono, pero había algo grande sucediendo, algo que cambiaria muchas cosa.
-...Nono, que esta pasando?
Timoteo soltó un suspiro cansino sin mirar a ninguno de los hombre que tenia frente a el.
-Puede que ya lo entienda.
Si las cosas eran como creía, lo entendía; desde que su nieto asumió el cargo de Capo y no tuvo noticias de Morte creyó que no aparecerían, pero puede que se equivocase y solo se tardaran, como también puede que se tratase de otro asunto lo cual su intuición le decía que no era el caso.
-Nono, se encuentra bien?
Iemitso miro como el semblante de Timoteo se ponía cada vez mas deprimida, como sus facciones perdía fuerza y un gesto melancólico aparecía en su rostro. Pero pese a todo cuando Nono le miro de vuelta tenia el semblante tranquilo de siempre mientras negaba con la cabeza.
-Solo son recuerdos del pasado...
Timoteo miro a ambos hombres que se veían algo dudosos.
-... tienen todo?
Iemitsu hablo antes que Ganauche por lo cual recibió una mirada fastidiada departe de este.
-Aun falta verificar la identidad de la o las personas que lo hicieron.
Lo cual era muy complicado, no habían dejado prácticamente ni una huella, los registros médicos eran de los documentos que no pasaban a las computadoras por razones de una caída de sistema o algo, pero los tenían sellados en un cuarto especial para esos documentos, lo extraño estaba en que las cámaras de seguridad de los pasillos no había captado nada y la de la habitación solo mostraba estática.
-Iremos a Namimori.
Por un segundo el rubio se congelo, acción que no paso desapercibida para ninguno de los dos presentes. Ganauche alzo una ceja mientras que el Nono espero.
-Con el debido respeto Nono aun no encontramos a los culpables, esa visita puede esperar.
Un año a ser posible.
Timoteo puede que no haya sido el mejor de los padres para ninguno de sus tres fallecidos hijos o para su hijo adoptivo, pero siempre creyó que fue lo suficientemente bueno como para estar ahí para sus hijos, cosa que el rubio que tenia al frente no había hecho.
Soltó un suspiro cansado. Se estaba haciendo viejo.
-Ganuche déjanos solos, porfavor.
El menor de los guardianes ya sabia lo que Nono iba a hablar con el León de Vongola y prefería no estar presente, para nadie era un secreto como el Decimo Vongola repelía a su padre peor que si fuese la plaga, hasta parecía que prefería estar en compañía del hitman que tenia por tutor.
-Si, Nono
Antes de voltear Ganauche dio una ligera reverencia hacia el capo y un asentimiento en dirección de Iemitsu, con el paso tranquilo el hombre de cabello bicolor se retiro de la habitación.
Apenas la puerta se cerro el rubio cayo sentado pesarosamente en una de las sillas.
-¿Crees poder contarme tus preocupaciones?
Iemitsu no dudo ni un segundo, siempre fue de lo mas comunicativo con el hombre que tenia frente a él, aunque por lo que sabia su condición de padre no era muy diferente a la suya en estos momentos.
-Todas las veces que he ido mi hijo ha sido reticente a estar a mi lado...
Todas y cada una, si cuando vivía en su casa con su madre, su amada Nana, le repelia pero aun así pasaba tiempo con él, por mas borracho que estuviese, por mas tonterías que dijese, por mas que siempre le decía tuna como una pequeña broma por su nombre, por mas que los años pasasen siempre fue así aunque solo pasase unos pocos días anuales con ellos, con su esposa y su hijo, pero desde que se había mudado a la base mansión o tan siquiera cuando llegaba a Italia, nada, ni le lograba ver y si lo hacia duraba menos de quince minutos.
-...se que al principio no actué como un padre y me metí demasiado en el rol de padre dejado y es mas creo que en realidad pedía ese tiempo libre para poder desestresarme a mi mismo pero...-
No termino su oración, si con lo que decía era suficiente, en su cabeza y como plan siempre se vio mejor de lo que era.
Timoteo vio el pesar en Iemitsu, le entendía, pese a que en mas de una ocacion le dio mas tiempo para que pudiese pasar mas tiempo con su familia no iba con uno que otro problema o escusa.
-Amas a tu esposa y a tu hijo
Lo hacia, pero no formo el amor en su hijo y temia que no le quisiese ver si es que volvía a ir, por mas que fuese con el Nono.
-Si
Nono entrecruzo las manos en su regazo apoyándose en su sillón.
-A que le temes, Iemitsu?
A que mis errores pasados me sean echados en cara.
-Pense que luego de la ceremonia de Sucesion mi hijo seria mas apegado a mi pero cuando voy a Namimori, en las reuniones oficiales, o cualquier cosa que nos haga estar en el mismo ambiente, me repele peor que la plaga.
Semanas antes de la ceremonia había convocado una reunión con los capos que no eran partidarios de su hijo, le había discutido una y otra vez para ver las mejores situaciones en él como futuro Decimo pero al final ninguno salió muy convencido ni siquiera el mismo, por lo que cuando en la Ceremonia de Sucesión todo marcho a la mar de bien se pregunto si al final habían sopesado sus palabras ya que la mayoría de los capos que antes se oponían al castaño ahora lo defendían a capa y espada para la sorpresa de todos, en especial Samuel Les Patricio, el que era su mayor opositor y el que mas argumentos en contra le había puesto.
El Nono simplemente negó con la cabeza.
-Te lo dije antes, no debiste alejarte de tu familia...
En mas de una ocasión lo había hecho, y en mas de una ocasión el rubio había puesto alguna escusa, no quería que el rubio arruinase todas las oportunidades de ser el padre que él no pudo ser, sabia lo que tenia que hace mas su intuición le hacia dudar.
-...entonces, con mayor razón se tiene que hacer esta visita.
Su intuición se disparo. Algo estaba pasando, se quedo estático por un momento.
-Nono?
Timoteo apoyo su frente en su mano antes de pasar su mano por sus cabellos.
-Las cosas estan cambiando
Iemitsu se preocupo, el Nono por un momento se vio mas viejo y demacrado de lo que realmente era, su alrededor se vio rodeado de una fragilidad y melancolía preocupantes, nunca le había visto así, como si el dolor no pudiese soportarse.
-Nono, se encuentra bien?
El Nono asintió, saliendo de los recuerdos.
-Algo nostálgico, puedes retirarte Iemitsu.
Timoteo Di Vongola al encontrarse en la soledad de su oficina no pudo evitar que una lagrima traicionera surcara por su mejilla, llevo una mano a la altura de su corazón con los recuerdos, buenos y dolorosos recuerdos. No pudo evitarlo pero mas de una lagrima cayo esta vez ante el recuerdo de un joven pelinegro con la mirada dorada tan intrépido y arrogante como cariñoso y de buen corazón que no dudaba ni un segundo en ponerle primero a él sobre todo, el chico con el que hace tanto compartió un ¨Lazo¨, el chico que respeto las reglas de su Famiglia, el chico que ya no vería mas, el chico que jugo un rol tan importante en su vida que nunca llenaría el vacío que dejo.
-Manolo Di Morte, Il mío fratello. ¿Cuántos años pasaron desde tu muerte?
Muchos, tantos que no quería ni contarlos; si solo no hubiese sido tan estúpido de creer que la diplomacia podía resolverlo todo, por mas que se lo advirtió, si solo...No tenia caso ahora.
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Tenían una carrera contra reloj, lo sabían.
El cansancio, el dolor de las heridas recién curadas, el punto exacto en donde la carne se había unido, el dolor palpitante en las costillas y los recuerdos fluyendo, no hacían mas que querer hacerles ir aun mas rápido de lo que estaban yendo pero no podían, uno tenía que cuidar la concentración del ¨Lazo¨ y el otro tenia que transportarlo, así había sido por los últimos 120 km.
-Apresúrate
El pelinegro se sentía desesperado por llegar, y aun así no podía dejar que las emociones le desbordasen, como desde hace años no hacían.
El pelinegro que le llevaba en la espalda suspiro por quien sabe cuanta vez, a diferencia de su hermano el estaba gastando mas llamas hasta que hiciesen el cambio y se pudiese recargar.
-Al, yo quiero estar ahí tan rápido como tu pero gaste muchas llamas curándonos.
Y lo hizo, mientras que Aldo cuidaba que el ¨Lazo¨ no se cancelara su mellizo estaba curando todas y cada una de las heridas de ambos, si de por si mantener el ¨Lazo¨ era un gasto increíble de llamas, crearlo era aun mas fuerte para ambos mellizos, y usar la cantidad de llamas que uso Emilio para curarles creo un desgasto aun mas fuerte que si solo hubiesen hecho el ¨Lazo¨ y se hubiesen recuperado como debió de haber sido.
Aldo apoyo su frente en el hueco entre los omoplatos de su hermano y indio ligeramente los dedos en sus hombros arrugando aun mas el chaleco negro de su mellizo. La ira, la rabia, el desespero, la impotencia de no haber estado ahí hervían recientes y muy frescas por sus venas, no sabia como ver a su pequeño y dulce hermanito luego de lo que sabían que le había pasado; apenas termino la prueba de confianza había hecho clones a base de ilusiones de su hermano y de el mismo para escribir las cartas para los guardianes, a quienes les pidió que lo cuidasen, que le protegiesen y ,al parecer, no les habían hecho caso.
Su sangre burbujeaba feliz con el pensamiento de la vendetta.
Sfiga.
Quería estrechar entre sus brazos a su adorable Tsu, decirle que todo iría bien, darle todo lo que quería y necesitaba.
Soltó un largo suspiro calmándose un poco, de nada le serbia alterarse, aun apoyando la frente en el hueco de los omoplatos de su hermano, hablo.
-Quiero su cabeza adornando mi pared y no bromeo la dejare ahí hasta que se haga hueso, mejor aun la embalsamare y se quedara de adorno de pared como ejemplo por si alguien se atreve tan siquiera pensar en tocar a Tsu.
Emilio por primera vez en horas se detuvo de su recorrido de salto en salto por las diferentes copas de los arboles.
-Bromeas cierto?...
Aldo iba a replicar, pero sabia lo que pensaba su mellizo mejor que nadie y si por si eso no fuera poco sentía los temblores poco contenidos que azotaban el cuerpo de su mellizo, quien aun le cargaba en su espalda.
Si Aldo seguía furioso y con deseos de Vendetta, Emilio tenia el mismo punto de todo pero había una ligera diferencia, mientras que Aldo quería lanzarse a matar y hacer papilla la mente del pobre diablo que intento algo contra su lindo y pequeño hermanito, su fratello, con sus iluciones, Emilio le tenia un pequeño infierno personal mas físico, no por nada sus llamas eran de la Nube; su ira, su rabia eran tan fuertes como las de su mellizo y burbujeaban igual de rápido por sus venas, tenia los fuertes deseos asesinos que compartía con su hermano, el se había jurado proteger a su pequeño hermanito, había hecho una promesa con Al luego de que se alejaran, apenas se complete el lazo, como que el infierno seguía ardiendo ninguno de los dos se alejaría.
Cálmate, controla tu cuerpo, controla tu mente, controla tus emociones. Cálmate, controla tu cuerpo, controla tu mente, controla tus emociones. Cálmate, controla tu cuerpo, controla tu mente, controla tus emociones...Puede que se repitiera una y otra vez pero aun así, aun con cargando a su mellizo en la espalda, golpeo con tanta fuerza el grueso árbol tumbándolo antes de volver a saltar y seguir con su camino.
-...quiero cortarle pedazo a pedazo, rasgarle cada pedazo de piel al...
Aldo le entendía, no por nada habían crecido juntos, no por nada eran hermanos, confidentes, amigos.
Emilio sentía la rabia hervir aun fuerte y correr por sus venas.
Cálmate, controla tu cuerpo, controla tu mente, controla tus emociones. Era el mantra que en mas de una ocasión se repetía a si mismo, cuando no aguantaba mucho de si.
-...ese maldito hijo de puta, argggg..no tengo ni palabras para expresarme.
Aldo le palmeo la espalda mientras sentía como el viento corría por su cara, generalmente quien calmaba a alguien era Emilio, pero entendía que ambos llevaban las mismas emociones aun si tenían diferentes reacciones.
-Lo se, las heridas no fueron profundas pero el desgaste de llamas lo hizo dolorosas, y los golpes.
Aldo no termino su oración no quería salirse de control y perder el ¨Lazo¨ por culpa de ello.
-Si nosotros casi no aguantamos, no quiero ni imaginar como la habrá pasado Tsu, lo que me preocupa es la herida de la cabeza y la cadera.
Aldo asintió.
Con la primera parte que dijo su mellizo, tenia mas que claro a que se refería, ellos tenían un aguante demasiado bueno para el dolor, no por nada tenían la experiencia que tenia, y aun si su pequeño hermanito había absorbido esa experiencia y hecho una copia en si mismo su cuerpo no tenia la practica solo la teoría. La herida de la cabeza, había sido dada en entre la parte occipital y la parietal, si es que era tan fuerte como lo habían sentido debía haber causado por lo mínimo un traumatismo, y en el caso de la herida de la cadera, ese tajo había dolido tanto, sentían que casi había llegado a partir parte del hueso, no sabia si tomarlo como buena o mala suerte pero solo había rasgado carne.
Agito su cabeza ligeramente antes de imponerse con esa voz de mando que hacia que hasta los Sub-Jefes de su Famiglia aceptasen sus palabras como una verdad absoluta.
-Pronto llegaremos, haremos el ¨Lazo¨ y no nos alejaremos de Tsu.
Emilio asistió antes de mirar sobre su hombro sin perder la concentración que tenia en el camino, ambas miradas aleonadas chocaron en un entendimiento común.
-Eso ni se mencione, no saldrá de mi vista en ningún momento
El mellizo que era cargado asintió apretando ligeramente los hombros de su mellizo.
-Nuestra vista, Al... y dormiremos con él.
La cama de Tsu era lo suficientemente grande para que entraran los tres y si no lo era, fácilmente podían mandar a traer otra de proporciones mayores.
-Milo, eso ya esta prácticamente puesto en piedra...
Su mellizo le había leído el pensamiento ya que el pensaba lo mismo.
Aldo sentía algo mas lenta las corrientes de viento y su hermano se veía algo cansado saltando las copas de los arboles, por mas que sus piernas estuviesen rodeadas con llamas de la Nube y del Sol, no podía dejar de ver el cansancio que le provocaba.
-...Cuanto falta para cambiar?
-Al menos seis kilómetros, ve cargando tus llamas.
Emilio entre saltos reacomodo el cuerpo de su mellizo en su espada, sentía que se estaba durmiendo cuando un par de brazos rodearon su cuello.
-Hu-uh...despiértame para cambiar.
Antes de llegar a los brazos de Morfeo, un pensamiento cruzo por la mente de ambos hermanos.
Falta poco para que nos encontremos Tsu, espéranos.
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Tama o chama: Es similar a "-sama" pero pensado en como lo diría un niño, generalmente de manera muy, muy cariñosa.
Fratello: hermano
Pregunta:Que creen que le pasase a las cámaras?¿Que creen que paso con Uni y Byakura?
Muchas gracias por leer!
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