Los guardianes, con excepción de Hibari y Mukuro, casi mueren del susto al ver al Hitman entrar con una manta enrollada cubriendo una especie de esfera que tenia entre las manos.
-Chaos, no les dije que tenían que leer sus cartas rápido y en privado?
El único que parecía haber leído la carta, y eso era porque la tenia en su mano, era Lambo que aun tenia el rostro pálido.
-Reborn-san lo siento pero...
El mencionado ignoro olímpicamente las escusas de la autoproclamada mano derecha viendo a la lluvia que se vía nervioso mientras se rascaba la parte posterior de la cabeza.
-Me olvide la carta cuando fui al torneo
Miro al guardián del sol que seguía con el animo de siempre pero sudaba balas.
-LA OLVIDE AL EXTREMO
Desvió la mirada a la nube que simplemente volteo el rostro para salir de la habitación sin mediar palabra.
Reborn siguió con su escrutinio, entrecerrando los ojos para ver a Mukuro con su típica sonrisa burlona.
-oya~oya~ ex arcobaleno, que tiene esa carta de importante, no leo ordenes de mafiosos por si lo olvidaste.
Por mas que el guardián tratase de ocultarlo y fuese muy habilidoso en ello, no engaño al ex-arcobaleno, en los ojos de la niebla había una mezcla de duda y preocupación contenidas.
-La vida de Tsuna puede depender de esa carta que no se te dio la gana de leer.
Habiéndose borrado todo rastro de burla del ilusionista desapareció entre su niebla; las exclamaciones del resto de los guardianes no se hicieron esperar.
-Como que la vida de Juudaime depende las cartas, Reborn-san?
-Ma Ma Reborn que le pasa a Tsuna?
-TSUNA NO PUEDE MORIR AL EXTREMO.
Reborn tenia el ceño fruncido por lo que acababa de escuchar.
No podían leer una simple carta y encima exigen explicaciones.
Todavía seguía cansado tras el viaje y los parloteos de Byakuran, seguía sin entender como es que Uni lo aguantaba ya que si fuera por Gamma, el amante de los malvaviscos con todos su circo de fenómenos que el se empeñaba en llamar Coronas Fúnebres, hace un buen tiempo estarían a un continente o dos de distancia de distancia o seis metros bajo tierra; no necesitaba a que los guardianes le pusieran de mal humor, peor del que ya se cargaba al escuchar que no se habían dignado a leer sus cartas.
-Vayan por sus cartas
Nadie se movió aun esperando explicaciones del ex arcobaleno, explicaciones que nunca llegaron. Lanzo un disparo cerca del guardián del sol que se cogió la mejilla sangrante haciendo una mueca de dolor, sonrió sádicamente ahora apuntando a los tortolos, los tres salieron rápidamente de la habitación por sus cartas. La vaca estúpida seguía estático como si no hubiera escuchado ni visto nada pasándole de largo Reborn camino al sofá para esperar a los guardianes cuando Ceci apareció haciendo una de sus típicas reverencias, aunque se veía ligueramente tensa.
-Reborn-sama buenas noches, espero que haya tenido un buen viaje. Desea que le traiga algo de comer o beber?
Recordó lo molestes que fueron las Coronas Fúnebres, las cuales no habían sido convertidos en coladores a petición de Uni, lo cual no significo que no se hubiese divertido con ellos.
-Preferiría no haber hecho ese viaje. Un expesso estará bien por el momento.
Ceci solo asintió mientras hacia una reverencia tensa.
-Como desee, Reborn-sama
Reborn solo conocía una razón por la que la mujer podría estar tensa y esa razón nunca le gustaba.
-Ceci
Ceci estaba haciendo una reverencia para retirarse pero se detuvo apenas oyó la llamada, sin cambiar su expresión neutra miro al hitman.
-Desea algo mas, Reborn-sama?
-Tsuna sigue durmiendo?
Al ver a Ceci tensarse mas las alarmas que había sentido al llegar a la mansión de Giglio Nero se volvieron a disparar.
-No, Reborn-sama. Tsuna-sama salió esta mañana a la escuela.
Reborn se extraño, su instinto de asesino le dijo que había algo mal, muy mal; se suponía que Tsuna estaría tan cansado que no podría mover un musculo; se paso todo el camino leyendo los informes de los médicos de Vongola sobre a los anteriores jefes encontrando una varias similitud en todos con excepción de Primo en una, sin razón aparente los jefes de Vongola desaparecían por algunos días para luego aparecer con sueño y fatiga excesiva que los dejaba durmiendo por tres a cinco días, en el caso del Noveno fueron cuatro días y en el de Primo tres días.
-Puedes retirarte.
Haciendo una reverencia la sirvienta se marcho por el pedido.
Apenas fueron cerradas las puertas Lambo pareció reaccionar y se dirigió hacia él, con paso mecánico le entrego la carta que había estado sosteniendo hasta entonces.
Cogió la carta pero antes de que la leyese aparecieron los guardianes. Hibari fue el primero que entro con el ceño fruncido y la carta arrugada en su mano hasta que la tiro en la mesa de centro.
-Exbebe, Que significa esto?
Seguido entro Ryohei no gritaba sus típicos Extremos, es mas ni gritaba, estaba algo pálido con la carta en la mano.
-Reborn, que sucedió con Tsuna?
Takeshi entro también con la carta arrugada en la mano, había borrado cualquier rastro de esa falsa sonrisa para mostrar su rostro serio con esa mirada de hitman que había pulido con los años.
-Por que Tsuna necesita nuestras llamas?
Gokudera, que estaba mas débil que todos por sus pruebas medicas, entro algo agitado, con el ceño fruncido.
-Reborn-san, que fue lo que le hicieron a Juudaime?
El ultimo en aparecer fue un muy molesto Mukuro que apareció en su típica niebla pero sin sentarse en el sofá o soltar sus kufufufus, estampo la carta en la mesa con excesiva fuerza haciéndola temblar.
-Quiero respuestas, exacobaleno.
Reborn miro inexpresivo a cada guardián antes de hablar, aun seguía iracundo con estos pero no les dejaría ver ninguna emoción de él, tampoco podía dejar las llamas del cielo o desaparecerí ás que seguía pensando en el paradero de Tsuna, era por demás extraño si es que había ido a la escuela ya debería estar en la base/mansión, y si es que hubiese surgido algo le hubiese llamado o en su defecto mandado un texto, algo no estaba bien.
-No tengo idea del contenido de ninguna de sus cartas, me dieron una carta y una misión como a ustedes me supongo y por lo visto no la han cumplido.
Los guardianes que no habían dejado sus cartas en la mesa se acercaron dejándola cerca de las de Hibari y Mukuro. Reborn cogió las cartas empezando a leer la del boxeador.
¨Guardián del Sol, la llama que portas te hace merecedor de nuestro respeto, cuida a Tsu mientras esta débil dale tus llamas apenas despierte de lo contrario puede morir, no es una exageración... Además tienes que ser el primero en dárselas; no lo dejes solo por ningún motivo, es de vital importancia que no se esfuerce en lo mínimo o sus llamas lo consumirán. Solo los guardianes y el ex arcobaleno del Sol pueden estar cerca de Tsu.
En una semana apartir de ahora llegaremos mi hermano y yo a explicarles todo.
Aldo Di Morte¨
¿Por que tenia que ser el sol el primero en dárselas? Tal vez era por sus tradiciones, dejo su pensamiento al aire mientras cogía la carta de Hayato después de lanzarle una mirada fulminante al guardián del sol, tenia un mal presentimiento y su ira no hacia mas que acumularse.
¨Guardián de la Tormenta, mano derecha de Tsu, te pido que no lo dejes bajo ninguna circunstancia solo, no se por cuanto tiempo duerma, lo normal es d días aunque por sus llamas es impredecible. Ahora esta débil, dale tus llamas apenas despierte de lo contrario puede morir, no estoy exagerando y por si te lo preguntes no le hicimos nada. Los únicos que pueden estar cerca de Tsu son los guardianes y el ex arcobaleno del Sol.
Mi hermano y yo llegaremos en una semana contando desde hoy y les explicaremos la situación.
Emilio Di Morte¨
Tsuna estaba débil el día que lo trajo, según la carta del guardián y los expedientes de los anteriores jefes debería seguir durmiendo, y a todo esto ¿que tenían que ver sus llamas?. Le dirigió una mirada molesta al guardián de la tormenta, sin ver su reacción paso a la siguiente carta cada vez mas preocupado aunque su rostro seguía estoico. La sangre le empezaba a hervir por la irresponsabilidad de los guardianes, no salía a buscar a Tsuna porque necesitaba todos los datos de su condición por mas mínimos que fuesen.
¨Guardián de la lluvia, Tsu esta débil dale tus llamas apenas despierte de lo contrario puede morir. Desde el momento que despierte envuelve el lugar donde él este con tus llamas. Solo los guardianes y el ex arcobaleno del Sol pueden estar cerca de Tsu.
En una semana a partir de ahora llegaremos mi hermano y yo a explicarles todo.
Aldo Di Morte¨
La carta del guardián de la lluvia era la mas corta hasta ahora, pero el pedido de envolver el cuarto no lo entendía, tal vez tranquilizar a Tsuna, y si era así por que razón. Paso a la siguiente carta ya sin mirar al espadachín.
¨Guardián de la Nube, tus llamas son unas de las mas poderosas, dale tus llamas a Tsu apenas despierte de lo contrario puede morir, pero concentra tus llamas cerca de su plexo solar.
No ignores esto.
Te arrepentirás.
Los únicos que pueden estar cerca de Tsu son los guardianes y el ex arcobaleno del Sol.
Cualquier duda mi hermano y yo llegaremos en un semana contando desde hoy.
Emilio Di Morte¨
¿Plexo solar?
Los pedidos cada vez se hacían mas extraños, las llamas eran difíciles de pasar cuando el usuario tenia las llamas demasiado fuertes o se tenian en exceso, y ambos eran el caso de Hibari; pasar llamas atreves del plexo solar era la forma mas fuerte y rápida de pasarlas como también la mas riesgosa, si el receptor no las aguantaba tendría un colapso nervioso y perdida del control de sus propias llamas, por lo que generalmente terminaban en muerte, era peligroso por lo que apenas se descubrió se prohibió.
Paso a la siguiente carta, cada vez mas preocupado, no le gustaban las peticiones, pero esos chicos Morte, por lo que vio antes de que desaparecieran, no harían nada para dañar a su Dame-alumno aun así no se confiaba, y mas por el hecho que esa dichosa prueba lo dejase en ese estado. Si es que algo le pasaba a su Dame-alumno correría no solo la sangre de los guardianes por estúpidos sino la de los mellizos seguida de todos los Morte que se encontrase.
¨Guardián del Rayo ,Tsu esta débil dale tus llamas apenas despierte de lo contrario puede morir, pero se el ultimo en dárselas. Eres el mas joven de todos pero aun así te encargaremos otra tarea, la mas importante, cuando todos los guardianes le hayan dado sus llamas a Tsu crearas una malla eléctrica que envuelva su cuerpo, no te puedo explicar como pero Tsu no sentirá ninguna descarga, no dejaras que nadie se acerque a él hasta que lleguemos.
Los únicos que pueden estar cerca de Tsu son los guardianes y el ex arcobaleno del Sol.
Cualquier duda mi hermano y yo llegaremos en un semana contando desde hoy.
Emilio Di Morte¨
¿El ultimo en dárselas? Esto ya no era por tradición sino le hubiesen dado un orden especifico a cada guardián, es mas si fuese por fuerza hubieran pedido a cualquiera de los guardianes de la nube o niebla que colocara una barrera, ya sea de ilusión o de llama sobre su Dame-alumno, pero de electricidad eso era algo que solo el Bovino podía conseguir y tampoco era el guardián mas fuerte de todos. Cogió la ultima carta.
¨Guardián de la Niebla, se lo que paso en San Valentín, La Navidad de hace dos años, el día de campo de hace unos meses, la noches de películas al estilo Vongola y el incidente con chocolate de la cocina así como otras ocasiones y si no quieres que te quite a tu pequeño amiguito no te acerques ni te atrevas a hacerle nada a Tsu mientras esta durmiendo, PERVERTIDA PIÑA DEGENERADA.
Ahora Tsu esta débil, no puedo darte explicaciones pero dale tus llamas apenas despierte de lo contrario puede morir. Solo los guardianes y el ex arcobaleno del Sol pueden estar cerca de Tsu.
En una semana apartir de ahora llegaremos mi hermano y yo a explicarles todo, aunque a TI no te deberíamos dar ni una PIÑA PERVERTIDA
Aldo Di Morte¨
Los guardianes veían como Reborn leía cada carta antes de pasar a la siguiente, en las primeras mando miradas fulminantes y molestas pero luego ni se molesto, es mas parecía haberse olvidado de ellos hasta que llego a la ultima que sin soltarla le mando a Mukuro una mirada tan fría y cargada de ira que congelaría el mismo infierno y si no fuese por que el guardián había cruzado los seis infiernos lo mas probable es que se hubiera asustado; tanto Mukuro como Hibari se les acababa la poca paciencia que tenían, querían respuestas y las querían ya.
Los guardianes mas problemáticos iban a hablar cuando el hitman soltó la ultima carta haciendo algo que ninguno de los Guardianes de la Decima Generación le habían escuchado decir desde que le conocían dejándolos en un ligero shock.
-M-E-R-D-A
Si bien Reborn era un hitman, mataba a sangre fría con una precisión escalofriante y tenia inclinación hacia lo sádico y malvado, desde que lo conocían nunca había soltado ninguna tipo de grosería delante de ellos, y el aura negra que estaba creciendo a su alrededor no ayudaba mucho. Los guardianes miraban asombrados, unos mas que otros, al hitman; los primeros en recomponerse de la situación fueron los guardianes de la Nube y de la Niebla.
-Hibari, viste a Tsuna hoy?
-no vi al omnívoro.
No lo había visto desde que el hitman se lo llevo para que descansase, y ni él ni ningún miembro del comité disciplinario paso hoy por Nami-Chuu.
-Reborn-san sucede algo?...
El guardián de la tormenta pregunto, dando un paso hacia delante, estaba preocupado y cansado pero tenia que saber donde se encontraba la persona a la cual le juro serle fiel hasta que se extinguiera la llama de su vida, no podía permitir que nada malo le pasase, le buscaría así tenga que arrastrarse hasta encontrarle.
-Alguien tuvo algún contacto con Tsuna?
El silencio confirmaba sus sospechas. Antes de que Reborn cometiera genocidio por la estupidez de los guardianes entro Ceci con el pedido del Hitman, hizo una reverencia antes de hablar, ignorando olímpicamente el ambiente tenso.
-Buenas noches, jóvenes Guardianes de la Decima Generación. Reborn-sama aquí traigo su pedido.
Sin obtener respuesta alguna Ceci puso toda la indumentaria sin importarle el aura que desprendía Reborn o las caras de los guardianes, al parecer creo cierta inmunidad.
-Disculpe, Reborn-sama.
Usando casi todo su auto control el hitman se calmo y asintió a la sirvienta para que hablara.
-Llamo el Noveno hace unos minutos y me pidió que le dijese que llegaría con unos días de retraso.
Esa era tal vez la mejor noticia que había escuchado hasta ahora.
-Entiendo, antes de que te retires, fuiste la ultima persona en ver salir a Tsuna?
Ceci se volvió a tensar y en su mirada apareció una pequeña emoción que el hitman pudo leer claramente, angustia.
-De los empleados si, Reborn-sama, Tsuna-sama salió esta mañana con su uniforme, no desayuno y lucia bastante cansado, lo salude pero no respondió.
Eso era toda la señal que Reborn necesito, nunca antes había sentido mas fuerte su instinto de asesino y paternal, algo andaba mal y como si el destino se lo confirmase sonó un celular. Hibari frunció el ceño mientras sacaba el celular del bolsillo de sus pantalones y lo revisaba.
-Es un mensaje del omnívoro
Sin mediar palabra Reborn le había arrebatado el celular para leer el mensaje, Tsuna nunca enviaba un mensaje solo a uno de sus guardianes, es mas primero siempre se lo enviaba a él y luego uno en conjunto para los guardianes.
¨Omnivoro hora: 8:31 pm/Asunto: lo sabras si lees ;)
oli, kyo-kun! Dile a los chicos que llegare tarde, no me esperen jeje. Besitos! Muak!¨
Leyendo el mensaje en voz alta miro a cada guardián que tenia una mirada mas confusa que el otro, Tsuna no escribía así. Apretó fuertemente los dientes sin soltar la esfera con las llamas del cielo; llamo un par de veces al numero de Tsuna pero lo mandaron al buzón de voz, estaba llegando al limite de su paciencia que no era mucha, apretó el celular hasta romperlo, escondiendo la mirada bajo el ala de su fedorra.
-Le asignare una misión a cada uno...
Las protestas del guardián de la tormenta y la lluvia no se hicieron esperar, el resto estaba expectante.
-Reborn, Tsuna esta en peligro tenemos que encontrarlo.
-Reborn-san, que pasara con Juudaime?
Ambos guardianes estaban preocupados por su amigo y no sabían que hacer o donde empezar a buscarle.
-Zitto Hayato.
Pocas veces Reborn le hablaba al guardián de la tormenta en su idioma pero esos momentos en los que lo hacia la mejor decisión que podía tomar era quedarse callado, mas aun con la forma en la que lo dijo y con la orden que le dio. Takeshi había aprendido italiano por tener mas en común con su novio y al igual que el guardian al escuchar al hitman hablar se quedo callado.
A Reborn hace rato que tenia ganas de volver coladores a los guardianes pero se aguantaba, los necesitaba para encontrar a su dame-alumno, ignoro olímpicamente a todos para dirigirse a la niebla de Vongola.
-Mukuro revisa la zona sur de Namimori con Lambo.
La zona sur era la que bordeaba con Kokuyo y no había lugar que no conociera el ilusionista.
-Ya mande a Ken y Chizuka me deberán estar por llamar. Nagi no puede moverse.
Mukuro apenas había leído la carta llamo a Shizuka ordenandole que el y Ken buscasen a Tsunayoshi por toda la Zona en la que se encontraban.
-Entonces el puerto y el aeropuerto, que nadie salga o entre.
Lambo hablo por primera vez desde que entro Reborn a la habitación.
-yo me encargare del aeropuerto, voy ha hacer algunas llamadas.
Apenas termino de hablar, Lambo, salió corriendo de la habitación aun con la cara pálida llevando la ballesta consigo. Tsuna-nii tenia que aparecer pronto, nunca le fallo y por como viajaba con la bazuka de los diez años cuando era niño, se supone que tendría que estar bien, aunque los acontecimientos con Byakuran cambiaron el futuro no podía pasarle nada a su querido Tsuna-nii; seguía decepcionado de si mismo pero no podía hacer nada hasta que lo encontraran y viera su estado.
Mukuro sabiendo que no obtendría ningún tipo de respuesta o explicación desapareció para dirigirse al puerto, nadie tocaba lo que era suyo y se iba tranquilo, si es que alguien habia tocado a Tsunayoshi-kun le haria saber por que la mayoria de las famiglias mafiosas de italia le temian. Esta era la primera vez que Tsunayoshi-kun se encontraba solo, por extraño que parezca nunca lo estaba, si no era el ex–arcobaleno, era un guardián(generalmente el perrito faldero, el idiota, la vaquita o el gritón) ya que él mismo pasaba las tardes con Tsunayoshi-kun lo veía generalmente ahí, pero ave-kun lo vigilaba en la escuela y las salidas además del resto de los guardianes que siempre le rodeaban sin contar al ex arcobaleno que era prácticamente su sombra; ahora todo había coincidido para que ninguno pudiesen estar con él lo cual era extraño, no solo la repentina falta de energía y la aparición de estos aliados, daba uno de sus anillos del infierno a que había gato encerrado; el trato con Verde-kun llevaba tiempo discutiéndose así que ahí no debería haber trampas, las idas al hospital del perrito eran sincronizadas por el mismo Shamal así que tampoco, el viaje de la vaquita fue repentino por la cercanía del inventor ahí podría haber algo, los únicos guardianes en la escuela pudieron ser enviados por una intervención de alguien mas, puede ser que estuviese divagando mucho pero era necesario buscar las razones en parte, y aunque no lo admitiera en voz alta, se sentía culpable por no leer una miserable carta que solo le robaba unos minutos.
Reborn, luego de que Mukuro se fuera, miro a Hibari y Ryohei.
-Ryohei a la zona Este, Hibari oeste y Nami-chuu.
Ambos salieron sin decir nada luego de recibir sus ordenes.
Kyôya asintió apretando los dientes antes de salir sin decir nada, no le molestaba en lo mas minimo la pedida del celular solo sentía que algo no andaba bien y no era un estúpido presentimiento herbívoro ,era la sensación de alerta de un carnívoro y su territorio, no tenia la intuición tan desarrollada como el omnívoro pero su intuición era muy buena para no ser algún descendiente de sangre de la familia Vongola. Si alguien había tocado al omnívoro le haría conocer el infierno bajo su propia mano. No quería pensar en nada que no fuese encontrar al omnívoro, no quería entrar en ese pozo que llamaban culpa, el era un carnívoro y como tal no tenia ningún sentimiento de arrepentimiento en sus acciones.
Ryohei se sentía decepcionado de si mismo. La persona que juro proteger, querer como a un hermano y le juro lealtad estaba desaparecida y hasta posiblemente casi muerto y todo por su negligencia, no mas. Para él solo habían tres cosas importantes en su vida, su hermana, Tsuna y el box, ya no volvería a dejar que le sucediera nada a su amigo y jefe; Tsuna había apartado a su hermana de la mafia así que no tenia que preocuparse en que le pasase nada, todo lo contrario a lo que estaba pasando con Tsuna, el no se encontraba seguro en estos momentos y era parte de su negligencia, si para garantizar la seguridad de Tsuna tenia que dejar el boxeo así seria. Con esa resolución salió a buscar a la persona que le dio una motivación, ayuda, amistad y seguridad esa persona que era como el cielo que representaba.
Reborn miro a los últimos guardianes en la habitación.
-Hayato la zona norte y Takeshi la zona comercial.
Ambos solo salieron, no podían seguir tratando de sonsacarle respuestas al hitman cuando sabían que no recibirían ninguna, en esos momento era mas importante era encontrar a Tsuna y hacer lo que debieron en un principio darle sus llamas sin hacer preguntas.
Hayato por un segundo tuvo la visión borrosa, tambaleo un poco hasta poder apoyarse en la pared mas cercana, esta débil pero tendría que aguantar, no podía dejar de buscar a su queridísimo Juudaime por una pequeña recaída, era su culpa no haber leído la carta, era su culpa no haberle dado de sus llamas cuando pudo hacerlo, era su culpa haberlo dejado solo pero sobre todo era su culpa haberle descuidado; con la respiración agitada saco dos pastillas de su bolsillo y las trago, aguantaría hasta encontrar a su jefe y amigo así sea lo ultimo que haga, no solo le debía la vida sino que también el le dio una oportunidad de aceptarse a si mismo.
Takeshi trataba de no pensar en como le había fallado a Tsuna por anteponer el baseball, si no hubiese ido al torneo y hubiese leído la carta en su momento Tsuna no estaría desaparecido pero los ¨hubiera¨ no existen ni cambian nada en los hechos del presente; ya no mas, si para que Tsuna estuviese a salvo tenia que dejar el baseball, lo haría, dejaría el deporte que tanto amaba por lo que ahora era su único propósito desde que su pequeño jefe y amigo le dio su "segunda vida ". Encontraría y protegería a Tsuna a toda costa así le costase la vida.
Reborn lanzo un suspiro fastidiado, la ira seguía latente por cada fibra de su ser pero no podía dejar la esfera con llamas del cielo, no sabia donde estaba Tsuna pero tenia un mal presentimiento, saco su celular para mandar un mensaje grupal a los guardianes.
¨En dos horas.¨
Observo la hora que marcaba en el celular antes de mandar el mensaje.
8:46 pm
Tsuna
No dejaría que las emociones le embarguen, no hasta que encontrasen a Tsuna, era momento de buscarle.
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Zitto: No es una groseria ni nada por el estilo, en si pero es bastante molesto, quiere decir "càllate".
¿Review?