Quedate Conmigo《Newt》 2° TEMP...

By byronbay17

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Ariana cree que todos sus problemas se han terminado luego de que aquella desconocida élite los rescatara de... More

Capítulo 1: La Resistencia.
Capítulo 2: Cinco minutos.
Capítulo 3: Grupo B.
Capítulo 4: Algo oculto.
Aviso: Preguntas y Noticias ❤
Capítulo 5: ¿Janson?
Capítulo 6: Vienen por nosotros.
Capítulo 7: Te encontraré.
Capítulo 8: Volveremos.
Capítulo 9: Un largo viaje.
Capítulo 11: La pérdida.
Capítulo 12: La oscura trampa.
Capítulo 13: Extraños.
Capítulo 14: Beatriz se llevó mi nariz.
Gracias The Maze Runner ❤
Capítulo 15: Soy su héroe, hermanos.
Capítulo 16: La Ciudad Oscura.
Capítulo 17: Ella no está bien.
Capítulo 18: Éxtasis.
¡Importante!
He vuelto. (Aviso temporal)
Capítulo 19: ¿Donde está Minho?
Capítulo 20: C.R.U.E.L es bueno.
Capítulo 21: El comienzo del final.
Capítulo 22: La traidora.
Capítulo 23: Lexie.

Capítulo 10: Ruta defectuosa.

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By byronbay17

* Narra Ariana *

El día comenzaba a ir de mal en peor desde que la temperatura se había elevado considerablemente.
El sol parecía disfrutar de vernos agotados ante su presencia y aumentaba el calor de sus rayos sobre el Desierto.

Cuando habíamos abandonado la vieja casa al amanecer, junto con Aris y Minho liderábamos el grupo. El cansancio hizo que perdiera el ritmo y terminé por ser una de las últimas en la fila. Cada paso se volvía más débil y lento que el anterior. De hecho, cualquiera de nosotros tenía el aspecto de estar al borde de caer sobre la ardiente arena.

Trataba de enfocarme en seguir avanzando, pero no podía. Sentía mi piel quemarse dolorosamente y lo peor serían las marcas que quedarían más tarde.
Tratar de tragar saliva fue mala idea cuando comencé a toser por la falta de la misma. La tos provocada hizo que mi estómago rugiera por algo de comida y entrelacé mis brazos alrededor de mi abdomen para reprimir un poco el dolor. Ansiaba beber al menos una gota de agua.
Por enésima vez en el día volvía a deslizar mi lengua sobre mis labios resecos mientras maldecía hacia mis adentros preguntándome cómo demonios se nos había ocurrido escapar sin provisiones de comida y agua.

Apenas habíamos logrado atravesar difícilmente las primeras dunas, unas pocas del montón que se extendían más allá del horizonte. El viento se movía entre ellas con fuerza, formando pequeños remolinos que golpeaban la debil piel expuesta al sol.

- ¡Shuck!- escuché a Brenda soltar un grito detrás mío.

Apoyo sus manos sobre el suelo y se reincorporó con rapidez, mirando la arena algo extrañada.

- Dejame ayudarte- le tendí una mano para que pudiera recuperar el equilibrio por completo.

Sus ojos verdes permanecían inmóviles del suelo.

- ¿Sucede algo?

Ella sólo tardó en unos seguidos en formular una respuesta sin poder evitar tartamudear un poco.

- Yo sólo creo que... - tendió las palmas de sus manos hacia arriba, mostrando sus manos rojas, como si estuvieran hirviendo.-, creo que quemé mis manos- soltó un quejido- ¡Arde como el infierno!

En la punta de sus dedos había finas gotas de sangre.

- ¡Brenda, tus...!

- Escuché el grito...

La voz de Minho a mis espaldas acercándose me interrumpió. Se detuvo a cierta distancia cuando se percató de que nos dimos cuenta de su presencia. El resto solo se detuvo a vernos.

- Sólo quiero asegurarme que estas bien- se dirigió a Brenda- ¿Te has hecho algún daño?

Ella ocultó sus manos y sonrió de lado.

- Sólo me caí, estoy bien. Sigamos.

Minho le sonrió y ella le devolvió el gesto. Se miraban embobados uno al otro.

- ¿Vamos a continuar o se miraran así hasta que nuestras cabezas estén en llamas?

Sartén nos hizo volver a todos en sí y entre algunas sonrisas ante el humor de su comentario .
El asiático volvió al frente del grupo tan rápido como salió de su trance y siguió avanzando.

Teresa, quién iba última, hizo un esfuerzo y se adelantó. Miró las manos de Brenda con detenimiento.

- Acabas de mentirle, ¿por qué?

- No es nada, Teresa. Debemos seguir.

- Estás sangrando- insistió ella en voz baja.

La pelirroja se limpió en su ropa y volvió a mirar su manos.

- Había algo en el suelo, lo sentí cuando mis manos se enterraron en la arena- señaló mientras seguíamos subiendo el arenal- Esa sangre no era mía.

- ¡Hey!- Anne gritó unos metros más adelante- Vi algo en la arena. ¡Se estaba moviendo!

Thomas retrocedió hasta ella y sujetándola de la muñeca, para obligarla a caminar.

- Es probable que hay sido una serpiente, o cualquier bicho andante del Desierto- habló en general y luego se dirigió a la muchacha- Si sigues caminando con normalidad nada va a pa...

Inmediatamente, un desgarrador grito de uno de los Habitantes desvió la atención de todos.
En la delantera de la formación, Winston estaba siendo succionado por la arena.
Thomas y Aris llegaron en su socorro con rapidez, mientras Minho trataba de liberar su pierna.
El resto subió a la cima para intentar ayudar.

En el intento, mi cuerpo atravesó un sentimiento de ahogo por el aire caliente entrando en mis pulmones. Apenas me reuní con el resto y lo vi enterrado en la arena quedé atónita. Creía que se trataba de una
alucinación debido a la mala circulación de aire, pero no. No lo era.

La pierna de Winston estaba siendo atravesada por uñas, que más bien, parecían garras. El brazo poseía escamas verdosas y le faltaban trozos de piel. Desde la arena salió una cabeza repleta de úlceras infectadas y enormes llagas. La piel de aquella persona estaba totalmente demacrada. Sus ojos oscuros se movían con desesperación, al igual que su cuerpo.
Podía ver a Winston gritar y ver sangre desparramarse en la arena.
La sensación de ahogo aumentaba cada vez más y mi presión estaba bajando. No podía escuchar nada, solo el sonido de mis latidos en mi pecho. Todo se movía en cámara lenta a mi alrededor.

Ahí estaban todos, luchando por salvar a Winston, y yo tratando de recomponer mi equilibrio y el aire de mis pulmones. Asimismo no podía salir de mi alteración interna, no podía quitar mi vista de aquel muerto viviente.

Muerto viviente... había una palabra para definir aquello. Cerré mis ojos con fuerza, intentando formular un recuerdo de mi vida pasada, pero no pude obtener nada.

Por detras del gran forcejeo que se estaba librando por salvar a nuestro amigo, pude divisar una serie pequeños montículos de arena comenzar a sobresalir. Pude ver más brazos, cabezas, garras, desenterrandose.
Esas cosas eran demasiadas. Muchas más que nosotros.

Debía alertar al resto del grupo, pero apenas tenía control sobre mi cuerpo. Me hice hacia atrás, tratando de alejarme del peligro. No podía defenderme por mí misma sintiéndome cada vez más débil.

Mi espalda chocó en seco con algo, haciéndome tambalear.
En ese momento, supe que no era algo, sino que se trataba de alguien.
Al voltearme me encontré con lo último que hubiera querido toparme.
Repleto de llagas, costras en la piel, su cuerpo lleno de sangre y el venenoso olor a muerte, lo rodeaba.

Era uno de esos monstruos que había atrapado a Winston y detrás de él seguían surgiendo más y más de ellos de las dunas.

Nos estaban rodeando.

Aquella cosa, estaba lista para abalanzarse sobre mí cuando fue derribada de una enérgica patada en  lo que quedaba de lo que alguna vez fue su estómago.
Aris no se detuvo a pensarlo más de dos veces y cuando la criatura cayó al suelo, le pisó su cabeza salpicando todo alrededor de una oscura y violácea sangre.

Tal acto de brutalidad me devolvió lentamente a la realidad, como si aquello hubiera sido una bofetada a mi cuerpo obligándolo a reaccionar como debía.

- Ariana, ¿qué te sucede?- El muchacho me tomó por los hombros y me sacudió- Reacciona, debemos irnos. ¡Ahora!

Lo miré a los ojos mientras me recomponía y asentí.
Intenté soltarme de su agarre, pero él solo se encargó de apretar mi muñeca y tirar de mí para correr.
Miré hacia atrás y el resto del grupo venía detrás de nosotros, más de uno quitando del camino a esos cadáveres vivientes.

Concentrada en la dirección a la que nos estábamos dirigiendo, vi ciertas pisadas en la arena, que no podían ser de alguien más que nosotros.

- Aris, espera- intenté detenerme pero me fue imposible al no poder librarme de él-, ¡estamos volviendo!

- ¡Ya lo sé!- exclamó fastidiado- Thomas lo dijo.

Una cabeza salió de la superficie, seguida de un brazo que sujetó el pantalón de Aris.
Hasta el momento no había oído el espeluznante alarido que salían de las gargantas de aquellas cosas mientras trataban de conseguir devorar algo de carne humana.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo por la columna, bajando hasta mi pierna derecha, la cual se levantó en el aire involuntariamente y se estrelló en la cabeza infectada de la criatura.
Otro alarido horrible salió de su boca pero no conseguí lo que quería.
Una, dos, tres, cuatro veces repetí el golpe hasta ver como se esparcía la sangre del, ahora, cuerpo inerte.

Aris me miró sin poder creerlo por algunos segundos, para luego actuar como si nada hubiera sucedido.

Teresa llegó hasta nosotros y nos empujó, volviéndonos a la realidad.

- ¿Qué hacen? ¡Corran!- dijo mientras se alejaba mirando hacia atrás- ¡Están viniendo!

A nuestras espaldas, los Habitantes bajaban corriendo tan rápido como podían las movedizas dunas, seguidos por un pequeño grupo de aquellos seres a toda velocidad.

La mano de Aris me soltó y comenzó a correr para ayudar a Minho y Sartén, quiénes cargaban a un ensangrentado e inconsciente Winston.

- ¡Sigue a Teresa!

Y eso hice.

Horas más tarde, estábamos desparramados sobre el suelo de una abandonada calle, debajo de un gigantesco puente rojo.
Nuestras respiraciones estaban aún agitadas despues de haber corrido durante un buen tiempo bajo el ardiente sol.
Las quemaduras comenzaban a arder con fuerza, incluso algunas sangraban.
Brenda se encargaba de vendar la pierna herida de Winston antes de que el sol desapareciera por completo.
Solo había silencio y el silbido del viento desértico.

Sartén y Minho consiguieron algo de agua y comida adentrándose apenas en la abandonada ciudad, temiendo encontrarse con más de aquellas horribles criaturas.

Anne prendió una pequeña fogata para calentarnos durante la noche. Ni siquiera sabía como lo había hecho, solo pude ver que lo hacía con completa facilidad. Después de todo, no parecía tan inservible como aparentaba. Quizás necesitaba una oportunidad.

- ¿Qué hay sobre mañana? No podemos volver ahí. Por lo menos no yo.

Sartén estaba en lo cierto, pero nadie tenía una respuesta a aquella pregunta. Cada minuto parecía ser incierto en el nuevo mundo.
Todas las miradas estaban en el piso, sin saber que decir.

- No hablemos sobre mañana- dijo Thomas en el tono más frívolo que alguna vez pude oír.

Un aullido de algún animal en algún lugar bastante alejado de nosotros cruzó el aire

- Esta noche, tendremos que dormir con un ojo abierto.

           ○●○●○●○●○●○●○●○●○●○

Para su suerte, no. No me tragó la tierra. ¡Acá estoy!

Perdón por no haber actualizado en tantos meses, pero este año mis horarios están llenos y la falta de inspiración tardó en llegar.
No puedo prometer actualizaciones rápidas pero si voy a tratar de subir apenas puedas. Espero que puedan entender.

PD: KAYA ESTÁ EMBARAZADA OMGGGG

Tendremos una kayita/o muy pronto 😍❤ ¡Estoy muy orgullosa y feliz por ella, va a ser una excelente madre!

Creo que eso es todo, nos leemos (espero) pronto! ❤😙

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