El primer amor aparece cuando menos te lo esperas, puede estar a la vuelta de la esquina y ni siquiera te das cuenta; o bien podría estar entre una gran multitud de gente que se empujan entre ellos mientras saltan, cantan y gritan eufóricamente como si quisieran dejar el alma en el lugar. No se puede escuchar más que los gritos y la voz del intérprete cantando a todo pulmón para sus fans en la audiencia, alguien podría ser aplastado y aunque pidiera ayuda, no se darían cuenta y más si es una persona de tan baja estatura. Un pobre chico tan delgado y pequeño queriendo disfrutar del concierto de una banda que tanto admira, no podía hacerlo debidamente por la gente en el público que había en ese pequeño club el cual no podía albergar tal cantidad. Tenía calor, se encontraba sofocado y muy incómodo, aunque le gustara mucho esa banda, ya no tenía ánimos de seguir allí y quería irse; lo haría con una gran decepción por la falta de organización que hubo en ese concierto. El chico se intentaba abrir paso entre la multitud para llegar a la puerta de salida del club pero mientras lo hacía con mucha dificultad, lo tumbaron al suelo y lo empujaban y pisaban sus manos sin darse cuenta que él estaba allí pero al no lograr levantarse, alguien lo ayudó a pararse y salir de allí. Él ni siquiera podía ver quién lo hacía, sólo agradecía que lo salvara.
-Gracias – le agradeció el chico a su salvador. Se abanicaba con la mano y trataba de recobrar el aliento.
-No hay de qué, si no llegaba te podían haber hasta matado, ha sucedido.
-Sí, sería una horrible forma de morir – rió. Miró y las cerró con dificulta, con una mueca de dolor en su rostro.
-¿Te las pisaron?
-Sí, un poco, me duelen – las abría y las cerraba con dificultad y mucho dolor. Estaba sucias por las suelas de los zapatos de quienes lo pisaron y muy rojas.
-No las muevas, ven conmigo.
El chico arqueó una ceja y lo miró incrédulo.
-No soy ningún maleante, puedes confiar en mí.
-¿Qué hacías en ese concierto? No tienes cara de que te guste el rock, te ves muy...Niño.
-Eso es porque tengo dieciocho años apenas ¿Y eso qué tiene que ver? Para la música no hay edad. Y tú no hables, también te ves muy niño ¿Cómo te dejaron entrar? Debes tener como máximo unos diecisiete años.
-Tengo veinte y pronto cumpliré veintiuno.
-¿¡Qué!? – abrió sus pequeños ojos de par en par – No parece, luces muy joven. Pero eso es bueno, es mejor lucir más joven porque así cuando envejezcas no te verás tan viejo.
-Es lo que siempre dicen...Bien, ya me voy.
-Espera, ven conmigo, te ayudaré con tus manos.
-No gracias, yo me ocupo de eso en casa – le dio la espalda y caminó para irse. El otro lo siguió y lo detuvo - ¿Qué quieres?
-¿Podría saber cuál es tu nombre?
-Que me hayas ayudado no significa que debas saber mi nombre, eres un completo desconocido.
-Yo soy Pyo Ji Hoon, es un placer – sonrió levemente.
-Mucho gusto, yo soy Lee Tae Il.
-Taeil.
-No, es Tae Il.
-Es más lindo Taeil. Pero como sea es un nombre muy bonito.
-Claro – frunció el ceño, ya se le hacía muy extraño ese chico – Ya me voy, adiós.
-Adiós – dijo Ji Hoon una vez que Taeil le diera la espalda. Suspiró, ese chico le había encantado.
Ya eran las once de la noche y el concierto seguía en el club, Ji Hoon no pudo terminar de verlo por haber ayudado a Taeil pero de todas formas estaba muy cansado y quería irse a casa a darse un baño y acostarse. Pero a pesar de que no pudo disfrutar del show hasta el final, algo muy bueno le había pasado, había conocido a ese chico que le encantó y no podía dejar de ver su rostro en su cabeza, ni siquiera podía dormir por estar pensando en Lee Taeil. Nunca se había fijado en nadie, era la primera vez que sucedía y todo éste tiempo pensó que le gustarían las chicas ya que es un hombre y es lo más común pero ahora comenzaba a dudar sobre su inclinación.
Ji Hoon deseaba ver a Taeil de nuevo pero no tenía idea de cómo haría eso, tal vez nunca llegara a encontrarse con el chico más nunca pero quizás por cosas del destino, lo vio salir de un instituto de arte y sin ninguna pena lo saludó. Taeil estaba un tanto asustado porque pensó que Ji Hoon era un acosador que lo seguía pero fue tan sólo coincidencia ese encuentro.
-¿No eres un loco? - le preguntó Taeil a Ji Hoon.
-Claro que no, yo no te seguí, sólo pasaba por aquí y...
-Sí ya, te creo - miró de arriba abajo a Ji Hoon que traía su uniforme- Por lo que veo ya saliste de clases.
-Sí ¿Por?
-Iba a ir a comer algo ¿Quieres ir? Es para agradecerte por ayudarme la otra vez.
-Bueno, ya almorcé pero supongo que podría merendar algo ¡Vamos!
De una sencilla salida para ir a merendar, más se fueron dando. Mantuvieron el contacto porque se llevaron bien pues tenían gustos similares, sobre todo en la música y de vez en cuando quedaban para ir juntos a conciertos. De allí surgió una amistad de la cual Ji Hoon quería que llegara a ser otra cosa pero no estaba seguro cuales serían los sentimientos de Taeil y si le gustaban o no los hombres. De todas formas el menor insistió todo lo que pudo para enamorar al otro y éste en un momento terminó cediendo, llegando así a tener una relación. Ji Hoon amaba a Taeil, de eso no tenía duda y siempre se lo demostraba con detalles, abrazos, besos y sonrisas pues es un chico muy cariñoso que lo único que quería es que su novio fuera la persona más feliz aunque tuviera que comportarse como un pequeño niño o un payaso para hacerlo reír siempre; lo cual no se le hacía difícil ya que es su personalidad, muy divertido y extrovertido. A Taeil le gustaba mucho como Ji Hoon lo trataba a pesar de ser un chico más serio al que nunca le ha gustado tanto romanticismo y cursilería pero su novio lo hacía sentir muy querido como nadie lo hizo antes.
Esa relación que ya llevaba un año se fue resquebrajando sin que ninguno de los dos se diera cuenta. Taeil a veces solía ser muy frío cuando estaba estresado con sus estudios de música y sin percatarse, lastimaba a Ji Hoon con sus palabras y su actitud pero éste no decía nada porque comprendía a su novio y sólo dejaba que se tranquilizara y pasara toda su frustración. Tenían altos y bajos, a veces estaban muy bien pero otras veces estaban distanciados y al menor eso ya le estaba preocupando porque no quería que la relación terminara. Un día se sentó a hablar con Taeil seriamente para resolver los problemas que tenían y el primer inconveniente que expuso el mayor era que Ji Hoon era demasiado "pegoste", así lo dijo. Al inicio eso le gustaba pero lo hacía siempre y con el pasar del tiempo comenzó a molestarle porque sentía que el menor no le daba su espacio. Ji Hoon nunca se percató que eso no le gustara a Taeil ya que éste no decía nada para no herirlo puesto que el menor es un chico muy sensible pero ya estaba cansado y por eso Ji Hoon quiso cambiar pero no se sentía feliz ser alguien que no era.
Las cosas entre los dos empeoraron cuando Ji Hoon comenzó a sospechar que Taeil tenía a otro, siempre lo veía salir del instituto junto a un chico todos hechos sonrisas y risas y por lo que el menor veía, al mayor no le importaba tener contacto físico con ese otro muchacho ya fuera que éste lo rodeara con su brazo, le pellizcara los cachetes de forma juguetona o le despeinara el cabello. Varias veces Ji Hoon los siguió sin que se dieran cuenta y un día Taeil lo descubrió y comenzó una gran discusión a raíz de eso. El mayor negaba las acusaciones de su novio, el cual estaba seguro que lo estaba engañando con ese otro chico que era totalmente inocente. Entre gritos e insultos no se pudieron entender, cada uno sacaba a luz las cosas que les molestaba del otro y las cosas comenzaban a ponerse peor. Ji Hoon estaba molesto por la actitud tan fría de Taeil hacia él mientras el mayor estaba indignado porque no confiara en su persona y pensara que lo estuviera engañando, llegando al punto de espiarlos. Estaban tan cansados de todo que la única solución que encontraron fue separarse, Ji Hoon lo propuso y Taeil sin pensarlo dos veces accedió.
Unos días después Ji Hoon estaba muy arrepentido por todo y pidió el perdón de Taeil pero éste no se lo dio; incluso se arrastró ante él pero tampoco eso funcionó. El menor quería arreglar todo porque sabía que se había equivocado pero ya era demasiado tarde, la relación se había roto y tomaron caminos separados. Ambos estuvieron muy mal durante los primeros meses, se les fue difícil superar el rompimiento porque en un tiempo llegaron a amarse mucho pero no había confianza entre ellos y de esa forma una relación no podía prosperar. Taeil pensaba que él era el responsable de todo por haberse comenzado a distanciar de Ji Hoon, él sabía muy bien que el menor era demasiado cariñoso y sólo lo hacía para demostrarle su amor pero aunque lo quisiera mucho, no podía simplemente aguantar algo que no le gustaba lo que le hizo ver después que fue una mala idea ser novios. Al final se dieron cuenta que eran muy diferentes en realidad y una relación entre ellos dos juntos no funcionaba ni funcionaría nunca. El separarse fue lo mejor que pudieron hacer pero quedó ese rencor del uno para el otro por lo que no quisieron verse más nunca y si de por casualidad lo hacían, actuarían como si eran dos desconocidos.