Lauren POV
¡Volverla a enamorar! Era algo peligroso pues me imaginaba a mí misma con ella, tomadas de las mano mientras sumergíamos nuestros pies en una pequeña laguna y el brillo de la luna se asomaba de unas nubes. Era la noche perfecta y ella lo era, por fin le diría cuanto lo sentía y cuanto la amaba pero al decir las palabras "Te amo" ella me jalaba del pelo y me aventaba al agua.
Mire de nuevo la invitación y deje caer mi cabeza en mi hamburguesa.—¿Cómo puedo hacerlo?—pregunte como si fuera el fin del mundo pero antes de que Mirla contestara llego un chico que trabajaba en aquel restaurante e indicó que levantara mi rostro.
En aquel momento no tenía yo el rostro más hermoso pues estaba lleno de catsup y en una mejilla tenía un pepinillo.—¿Tú eres Lauren?—pregunto el chico, sabía que actuaba raro pues escondía algo.
—Si—replique secamente mientras agarraba una servilleta y me limpiaba mi rostro. De la nada, el chico saco una flor azul y me la dio con delicadeza.
—No es mía, alguien me dijo que te la diera...—dicho eso se retiró.
Era extraño pues después de la ruptura de corazón que tuve con Camila he recibido flores y de cierta manera al sentir esos penales pensaba que acariciaba el delicado rostro de Camila.
Después de que termináramos nuestras sagradas hamburguesas, Mirla y yo salimos del restaurante para dirigirnos a nuestro cuarto.
Ella replicó que tenía que hacer tarea en la biblioteca así que ahora estaba completamente sola. Tal vez un cigarro o una cerveza ahora sean mis nuevos acompañantes.
Entre a mi cuarto y al ver el desorden de mi cama reaccionó... Tenía que tomar un baño, apestaba y mis axilas sudaban, quería enamorar a Camila oliendo a vagabundo.
Del closet saque mi ropa y una toalla.—¡Hay que limpiar esta mugre!—dicho eso me dirigí a las regaderas.
Había un lado positivo de ir a las regaderas. Hay chicas semi-desnudas y las puedes ver sin que se sientan acosadas.
Entre y lo único que encontré fue una humilde mochila, se escuchaba como el agua caía, alguien también había decidido bañarse. Este lugar estaba más solo que un panteón.
Rodé los ojos y me metí en una regadera.
Por fin, sentía el agua caliente sobre mi cuerpo, al sentir esto era como si todos mis miedos y malas decisiones se fueran por el agua llegando a un grifo que las desvanecía.
Era un momento de paz hasta que escuche unas risas algo familiares.
—¿¡Camila estás aquí!?—grito una chica, por esa voz diría que era Dinah pero había algo más importante aquí, Camila se estaba bañando y estaba a mi lado, bueno había una pared que nos separaba pero estábamos relativamente juntas.
—¿No puedo tener un momento a solas?—su voz, su dulce voz podía escuchar de nuevo.
—¿¡Si vas a ir al baile con Ken!?—esa pregunta fue como para que le aventara el jabón y se arrepintiera de decir eso. ¿Quién rayos es Ken? ¿Por qué quería ir al baile con él cuando me tiene a mi?
Aguarde un momento para escuchar la respuesta de Camila,el cual fue un completo y seguro "No se".
—No se, no han eso, estoy en la ducha.
—¡Por favor Camila! Ni que la de alado fuera alguien que te conozca—replicó Normani. En aquel momento quería salir y decir. "Hola ¿se acuerdan de mí?" Pero me resistí.
—¿Quieres ir con Flor?—volvió a preguntar Normani.
Primero Ken y ahora Flor. ¿Qué se creen estos que quieren salir con mi bebé?
—Me gustaría pero...—¿Pero? ¿Pero qué? ¿Quién era ella? Trataba de escuchar mejor así que me recargue en la puerta de modo que pegara mi oreja y escuchara la conversación.—... Es imposible—en ese momento que ella concluyó la frase, recargue más mi oído pero la puerta no estaba completamente cerrada.
Solté un grito y caí al piso desnuda.
[...]
Había pasado la mayor vergüenza en mi vida, me habían visto desnuda Normani, Dinah y otra chica que no conocía, pero lo pero fue que Camila se asomó un poco para ver qué ocasionó tal sonido.
Esa noche no fue mi noche.
Después de eso me acosté en mi cama y me sumergí tras mis cobijas mientas la única iluminación era el brillo de mi computadora, era momento de escribir y ¿por qué no? Incluí la escena del baño, la redacte de manera que sonara más graciosa y menos vergonzosa pero sobre todo un poco más indiscreta.
Escuche que alguien tocaba la puerta de una manera tan desesperaba que hacía que mis oídos explotaran así que de golpe me levante y abrí la puerta.
En el piso estaba una flor mojada.
N\A
Hola! Perdón por si hay alguna falta de ortografía o algo mal redactado.
L@s amo!