Hawaii Five-0

By abby_julyd

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Five-0 es una pequeña unidad especial de la policía estatal creada por la gobernadora de Hawaii para investig... More

Bienvenido, tengo algo que decirte:
Hawaii Five-0
Capitulo. 1 Aloha (Hola)
Capitulo.3 Mea Makamae
Capitulo. 4 Limpio
Capitulo. 5 Ka Iwi Kapu
Capitulo.6
Capitulo.7
Capitulo.8 Del pasado al presente
Capitulo. 9 ki'ilua
Capitulo 10. Desiciones Extremas
Capitulo 11. Pahele
Capitulo 12. La Soluciòn
9/11 Teniente Diane Brighton #NeverForget
Capitulo 13. Mai ka wa kahiko
Capitulo 14. El calculo
Capitulo 15. Cabo Sueltos
Capitulo 15. Cabos sueltos Parte II
Capitulo 16. Uku
Capitulo 17.Kalele
Capitulo 18 Venticuatro Horas (Parte I)
Capitulo 18 Venticuatro Horas (Parte II)
Capitulo 18 Venticuatro Horas (Parte III)
Capitulo 19 Reencuentros (Parte I)
Capitulo. 19 Reencuentros (Parte II)
Capitulo 20 Ua hala
Capitulo 21. Deuda saldada
Capitulo 22. Pāheona Pō (Parte I)
Capitulo 22.Pahēona Pō (Parte II)
Capitulo 23. Ke huli (Parte I)
Capitulo 23. Ke huli (Parte II)
Capitulo 23. Ke huli (Parte III)
Capitulo 24. Punipuni Hou
Capitulo 25. Hana I WaʻIa (FINAL)
ACLARACIÓN O NOTA DE ESCRITORA🤷🏻‍♀️😂
Hawaii Five-0 II
Prologo
Capitulo 1. Ke Ho'ohi'
Capitulo 2. Wahines Akamai
Capitulo 3. Imi Loko Ka 'Uhane
Capitulo 4. Kai e'e
Capitulo 5. Huaka'I Kula
Capitulo 6. Olelo Ho'Opa'I Make
Capitulo 7. O ka ʻimi
Capitulo 8. Aloha, Malama Pono
Capítulo 9. Aloha Ke Kahi I Ke Kahi
Capítulo 10. Nā hoʻohiki
Capitulo 11. Akanahe
Capitulo 12. O Kela Me Keia Manawa
Capitulo 13. Inā wale nō (Parte I)
Capitulo 13. Inā wale nō (Parte II)
Capitulo 13. Inā wale nō (Parte III)
Capítulo 14. He hoʻomanaʻo aneiʻoe?
Capitulo 15. Hoʻomanaʻo a me ka makaʻu
Capitulo 16. Aloha makua a me nā hoʻomanaʻo
Capítulo 17. Nā mākua a me ke kaikamahine
Capítulo 18. ʻO ke ola, a me ka hoʻopaʻi make
Capítulo 19. Aloha hou Hawaii
Capitulo 20. Malama Ka Aina
Capitulo 21. O ka Pili'Ohana ka 'Oi
Capítulo 22. Malalo o ko'u malu
Capítulo 23. Ina Paha
Capitulo 24. Kuka'awale
Capítulo 25. Mele Kalikimaka
Capítulo. 26 ka hoomanao ana
Capítulo 27. Pono Kaulike
Capitulo 28. Indelible
Capítulo 29. Pono wau i haʻi aku iā ʻoe
Capitulo 30. Ka manao
Capítulo 31. Oia'i'o

Capitulo. 2 El chiste del dia

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By abby_julyd


La mañana había llegado mucho antes para Diane. A pesar de que intento conciliar el sueño, después de lo ocurrido, no pudo lograrlo eran demasiadas emociones juntas, pero sobre todo los recuerdos, estos no pararon de acumularse durante toda la noche, eran tantos y tan abrumadores, que decidió que la cama no era el lugar para continuar la noche, así que se levantó y tomo su computadora y siguió con la investigación del hombre que hace escazas horas, la tenía bajo su poder; tal vez no conseguiría demasiado pues ya sabía todo lo que necesitaba saber, solo unas horas como su rehén le basto para saber de qué era capaz. No obstante pensó que investigarlo a él podría llevarlo al paradero más cercano de Valdés. Pero esta búsqueda se convirtió en algo parecido a un círculo, no había avances pero tampoco nada que ya no supiera antes, así que pensó que sería mejor que se prepara para lo que haría después de Hawaii, en unas horas amanecería y ella debía irse de la isla; sabía que haría y adonde iría pero se le ocurrió que debía confirmar su participación en la misión en la que se había enlistado, volver a L.A era una opción pero no la mejor para ella, lo que había pasado hace unas horas había revuelto viejas cosas así que lo mejor era algo que le ayudara a escapar de esa realidad y que mejor que alejarse un tiempo de Estados Unidos, tal vez otras brisas la ayuden a pensar con claridad y la captura de Valdés sea próxima de lo que ella desea.

Para cuando envió el correo confirmando su asistencia, ya la mañana se había colado en su habitación, un resplandor amarillento cruzaba sus cortinas oscuras que por momentos se abrían por la brisa de su caminar, o por el aire que se cuela por el cuarto; Diane camino hacia ellas y las abrió de par en par, iluminando completamente la habitación y ante ella un paisaje abrumador, el azul del mar, las montañas que rodean la isla y un hermoso jardín frente a ella, solo tenía que abrir las puertas corredizas de vidrio para estar en él; Diane sintió una vibra de estar en calma ahí, así que abrió las puertas y salió, inhalo el aire de mañana que le regalaba Hawaii y se sentó en uno de los sillones que ahí estaban, y de nuevo volvió a sentirse como no lo hacía desde hace mucho, capaz de entrar en un estado donde los pensamientos y los recuerdos no le asfixiaban, así que ahí se quedó, tranquila, solo mirando al horizonte y sintiendo la cálida brisa del mar.

Habían pasado un par de horas pues, no se levantó de ese sillón hasta que una de las ama de llaves de Dan le llamo a la puerta para darle una nota que Dan le había dejado antes de irse a su oficina, además de ofrecerle una charola con comida, Diane le dio las gracias por el recado y la charola, la tomo y la dejo en la mesa más cerca, su apetito no estaba del todo bien esa mañana así que solo tomo el café. Abrió la nota y en esta estaba una orden explicita de presentarse en su oficina antes de las 12:00pm y que además debe ir vestida formal. En principio Diane sabia a donde iba todo, la cita es antes de su vuelo de las 2:00pm, por lo que Dan intentaría nuevamente persuadirla de que no se uniera a la marina de nuevo, pero lo que si no sabía era el porqué del traje formal; decidió seguirle la corriente y hacer lo que le había pedido, la decisión estaba tomada, ella se iría sin importar que pueda decirle Dan o que pueda ordenarle.

Cuartel General Five-0

El equipo estaba desde muy temprano en las instalaciones del Cuartel, como siempre el papeleo se estaba acumulando y debían hacer algo por él, en el fondo esperando que hoy todo sea tranquilo pues el mencionado papeleo constaba de casi dos torres de papel, y todo eso debía estar terminado para el final del día. Por los momentos quienes estaban en el papeleo eran Danny, Chin y Kono, Steve estaba preparándose para una reunión a la cual lo había llamado el Gobernador, supuso que podría tratarse de lo que había pasado ayer, pero decidió esperar estar frente a él para saber por qué la urgencia con la que lo llamaba y porque lo hacía usar un traje.

—Vaya, que elegancia ¿te vistes siempre así para hacer el papeleo o esta es una ocasión especial? –dijo Danny al ver a Steve entrar por la puerta, enseguida Chin y Kono sonrieron al oír a Danny, era típico de él meterse con McGarrett. Steve había decido a pasar por el cuartel antes de ir a la reunión.

—Gracias por el cumplido Danny, y no solo quería pasar a ver cómo iban y decirles que volveré en unas horas ayudarlos –contesta este.

— ¿A dónde vas que no puedes sentarte ahora con nosotros hacer tu papeleo como alguien normal? –pregunta Danny de nuevo.

—A una reunión con el Gobernador, me llamo hoy temprano, quiere verme en su oficina.

— ¿No estamos en problemas, cierto? –pregunta Kono.

—Espero que no –contesta Steve–, creo que es lo ayer, no lo sé. No sonaba molesto.

—Bueno ayer no actuamos mal, trajimos de vuelta a su chica ¿no? –interviene Chin.

—También pienso lo mismo, tal vez solo quiera felicitarte –dice Danny acercándose a Steve para acomodarle el pequeño bolsillo de su chaqueta, este solo lo mira raro pero después lo deja.

—En el fondo también lo creo. Gracias Danno –dice Steve–, los veo al rato entonces.

—Chao jefe –dice Kono.

—Adiós, y se amable por favor –dice Danny, Steve solo sonríe.

Palacio 'Iolani
Gobernación de Hawaii

Steve había llegado media hora antes, este se encontraba en la sala de espera, sentado en un confortable sillón con una revista en mano, este la ojeaba mientras esperaba, no estaba realmente leyéndola. Ally, la asistente del Gobernador ya había anunciado la llegada de McGarrett pero el Gobernador se encontraba atendiendo a alguien más así que debió esperar hasta la hora exacta de la reunión, además de que Dan no estaba dispuesto a empezar la reunión sin todos sus integrantes. Los minutos pasaban y el seguía ojeando la revista pero sin dejar de mirar a su alrededor, por un momento dejo de ojear la revista y se concentró en una elegante figura que caminaba hacia el escritorio de Ally, que se encontraba a la derecha de la puerta de la oficina del Gobernador. Unos estilizados tacones de punta rosa, y una falda blanca con una blusa del mismo color de los tacones, llevaba aquella figura que tenía toda la atención de Steve, unos cabellos negros azabache y una piel tan blanca como aquella falda; por un momento no podía reconocer quien era, hasta que la mujer dejo de hablar con Ally, y caminaba a donde él estaba, enseguida se dio cuenta que estaba demasiado concentrado en ella así que volvió la vista a la revista, tratando de dejar la curiosidad sobre quien era esa mujer.

Sin embargo ella si le reconoció enseguida, al llegar a donde él estaba busco el sillón de enfrente y se sentó, pero antes pronuncio un "Buenos días", Steve bajo la revista y por fin vio de quien se trataba, así que devolvió el saludo y subió la revista de nuevo. Por alguna razón luce diferente a como la había visto el día anterior, para él seguía viéndose muy atractiva pero su actitud seguía denotando aquella arrogancia que quitaba cualquier rastro de amabilidad o dulzura que en ocasiones podía demostrar su rostro.

— ¿De verdad te interesan esos temas? –dijo ella detrás del periódico que había tomado para leer.

Steve se sorprendió y miro bien la revista, le dio la vuelta y observo la portada y esta decía "Woman's health", este la cerro enseguida y dijo: —No, no. La verdad solo la tome, no estaba leyéndola.

—Mmm –musito ella–, me alegra, no luces como si te importara alguna alfombra roja o algo así.

—Pues tú no luces como si te gustaran los deportes –contesto él.

—La verdad solo lo tome, no estaba realmente leyéndolo –dijo ella con una sonrisa pícara, enseguida cerro y doblo el periódico y lo dejo en la pequeña mesa que los dividía–. Soy Diane Brighton –se levantó de su asiento y extendió una mano hasta Steve, este también hizo lo mismo aunque un poco sorprendido. Parecía tener razón, cuando se muestra amable se ve muy atractiva–, es un gusto conocerlo, Comandante McGarrett. Ahora que lo tengo en frente quería disculparme por mi actitud de ayer, sé que hizo lo que estuvo en sus manos para rescatarme, lamento lo que dije, de verdad.

Diane había pensado en disculparse por lo ocurrido desde la noche anterior, solo que no sabía cómo lo haría, pero por alguna extraña razón, ella y McGarrett estaban en el mismo sitio, así que aprovecho el momento. A pesar de que para ella, Five-0 es un dolor de cabeza para Dan, debía agradecerles por haberla sacado de ahí con vida. Eso por un lado, por el otro Steve seguía repasando y aprobando su teoría sobre lo atractiva que le resulta la mujer que tiene en frente y aún más cuando no está sarcásticamente recordándole sus errores, además de que le sorprendía que se hubiese disculpado.

—Seguro. Era nuestro trabajo ¿no? –Dijo este tratando de darle poca importancia a lo que Diane decía, este solo respondió sin sacar la mirada de su revista. Sin embargo esto para ella significo un desaire, no le daba menos importancia a lo grosera que fue con él y con el resto del equipo pero ella intentaba remediarlo, disculpándose sinceramente con McGarrett pero por lo visto Steve seguía ofendido.

—Oye, es enserio, sé que fui grosera pero estoy intentándolo ¿ok?, lamento que no tengas la madurez para pasar la página.

— ¿Perdón? –contesto McGarrett, bajando la revista y dejándola en su piernas.

—Lo que oíste –Replico Diane.

Justo cuando Steve se disponía de responderle a Diane apareció Ally y se detuvo en el medio de ambos, frente a la pequeña mesa y dijo: —Srta. Brighton, puede pasar el Gobernador le espera.

—Gracias Ally, permiso. –contesto Diane y se dirigió a Steve, pero este había devuelto la vista a la revista, tratando de ignorarla, ella se levantó de su asiento y siguió los pasos de Ally.

Ally la acompaño hasta la puerta, una vez que Diane estuvo adentro y se sentó, cerró la puerta y se devolvió a la sala de espera y esta vez fue a buscar a Steve, este se levantó y le siguió, pero antes de entrar pregunto: —¿Los dos? ¿Juntos?

—Órdenes del gobernador –contesto Ally y una vez que este paso a la oficina cerró la puerta y volvió a su escritorio.

Enseguida que la puerta se cerró de nuevo Diane volteo y para su sorpresa y sus presentimientos, quien se procedía a sentar a su derecha era McGarrett, ella solo le miro, suspiro y negó con la cabeza, esto se estaba poniendo raro para ella.

—Comandante McGarrett, que gusto verlo –dijo Dan.

— ¿Cómo esta señor? –contesto este, mirando a Diane y luego a Dan.

—Bien, muy bien. Ahora que estamos todos completos, puedo proceder a comenzar con esta reunión, me alegra que los dos hayan podido venir –decía este, mientras Diane con el rabillo de su ojos miraba atentamente a Steve y este hacia lo mismo con ella–, en primer lugar le llame aquí Comandante porque quería reiterarle mi agradecimiento por rescatar a Diane y sé que ella se siente igual, de la misma manera le digo que en mi nombre y el de ella lamento el altercado que tuvieron.

—No fue nada señor –responde este mirando a Diane–, ya ella se disculpó y agradeció amablemente ¿cierto?

—Así es –contesto ella con una amplia sonrisa que era muy pero muy sarcástica, lo que por momento hizo pensar a Steve que si bien era atractiva era en igual medida muy arrogante.

—Me alegra mucho, de verdad. No podía esperar menos –Dijo Dan volviendo al tema–, bien, ahora lo siguiente. He estado evaluando a Five-0 y he pedido asesoría con respecto a ustedes, y pues la verdad he tomado la decisión de que les dejare trabajar libremente, no creo que necesiten que este tan pendiente de ustedes, no obstante lo de la inmunidad queda igual, no la tienen –enfatizo–. Es por ello que pensé en que tal vez necesiten de algún nuevo activo que les equilibre, así que Comandante quiero presentarle a su nueva integrante, Diane –la miro a ella quien estaba algo desconcertada–, Bienvenida a Hawaii y a Five-0.

— ¿Que? –dijo Steve.

Diane simplemente estallo en risas, y así estuvo por unos minutos, hasta que miro que ni Steve ni Dan se reían. Diane histriónicamente se secó una lagrima de sus risas y tratando de recobrar el aire intervino: —Ay se...señor, si esto es lo del chiste del día, por primera vez en casi doce años le encuentro risa.

Durante el tiempo en que Dan entrenaba a Diane para la marina solía hacer algo llamado el chiste del día, el cual consistía en alguna broma o historia que nunca tenía nada divertido o gracioso y que Diane termino por aceptar y reírse por compromiso. Dan siempre lo supo pero aun así lo seguía haciendo, el problema era que esto no se parecía a ello, pues para Diane esa idea si le resultó realmente graciosa.

—No Diane, no es el chiste del día –contesto este muy serio–, quiero que te unas a Five-0. Pienso que sería buena idea tener a alguien cercano ahí que pueda evitar algunas situaciones que pongan el trabajo de todos en riesgo.

—Señor no estamos solicitando agentes por los momentos, y lo que sucede con la oficial Kalakaua puede mejorar, yo...

—O sea que básicamente yo sería su niñera ­–soltó Diane.

— ¿Niñera? ¿Enserio? –dijo McGarrett mirándola.

— ¿Cómo lo llamarías tú? –replico ella.

—Pues creo que... –en ese momento ambos comenzaron una disputa frente a Dan, el cual les miraba atentamente, se conocían solo desde hace unas horas y parecían tener una enemistad de años.

— ¡Basta! –dijo Dan en voz alta callándolos inmediatamente–. Diane te repito no es el chiste del día y Comandante creo que lo dije tiene carácter de orden, y no, esto no es por la oficial Kalakaua, solo quiero darle la oportunidad a Diane, es una excelente policía le servirá de mucho.

—No estoy interesada, se lo que intenta señor, y ya le dije que la respuesta es no, y es definitivo. Gracias por la oportunidad pero de verdad jamás trabajaría con el –señalo a McGarrett.

—Ni yo contigo –contesto este.

—Pues que bueno, porque tienes suerte de que existan quienes te soporten por más de dos horas –replico ella.

—Lo mismo digo, no creo que tengas la madera para ser una Five-0 –dijo este pero Diane no se quedaría callada.

—Soy Teniente Comandante retirada de la Marina de este país, soy un gran activo, trabaje para grandes agencias en este país, tienes razón, soy demasiado para un equipo que no le importa bañarse en lodo –escupió ella, dejando a McGarrett con la boca abierta por lo que había dicho.

—Ese equipo, te salvo la vida ayer –contesto él.

— ¡Basta! ¿Qué edad tienen ustedes? Comandante como le dije es una orden, es todo.

—Perfecto –dijo este y se levantó de su silla–, supongo que no puedo sino seguir sus órdenes. Debo irme, tengo trabajo.

—Lo mismo digo –dijo Diane pero Dan la detuvo enseguida.

—Tú no vas a ningún lado ¿ok?, ¡siéntate! –dijo y ella solo lo hizo, sin replicar, seguía con su plan de seguirle la corriente.

Una vez que Steve salió de la oficina Dan comenzó con aquella típica charla, la cual Diane decidió escuchar, todo por seguir su plan de seguirle la corriente a Dan, solo que no sabía cuánto aguantaría.

—Señor, ya lo sé, todo lo que me ha dicho, ya lo sé –dijo ella tratando de ser amable con Dan, siempre le ha tenido mucho respeto, pero esto en ocasiones llega a molestarla–. Pero no hay vuelta atrás, lo que paso ayer volvió a revolver todo en mí, de verdad no quiero estar en Estados Unidos, necesito pensar, necesito respirar, todo esto está asfixiándome al punto de que creo que enloqueceré del dolor –y un nudo en su garganta comenzó hacerse.

—Lo se Diane, sé que no puedes olvidar lo que paso –contesto el–, pero esta es esa oportunidad, de cambiar de aires, de que por lo menos tengas algo en que concentrarte, sé que es duro para ti. Piénsalo estas lejos de L.A, aquí puedes hacer una vida nueva, como yo lo hice. Diane estoy intentándolo, créeme que lo hago...

—Entiéndalo, no quiero, no puedo. No me identifico con el sitio, con el equipo... Yo tengo planes y quiero seguirlos, de verdad sé que lo intenta, pero no hay nada que pueda hacerme cambiar, y lo sabe.

—Si... Lo sé, creo que ese es problema, que te conozco, sé que nada te hará cambiar de opinión y por eso lo intento aunque sé que es fallido el intento.

—Señor –dijo ella levantándose de su silla–, sé que no encontrare en otro lugar del mundo alguien a quien le importe tanto como a usted o que me vea como una hija tanto como usted, y lo agradezco, créame que lo hago, pero esta vez como las otras tengo esto metido hasta en la sangre, y no hay nada que pueda hacerme cambiar de opinión. Confié en mí, tal vez cuando vuelva sea otra y todo sea diferente, hasta acepte su oferta, solo que no en Five-0 –Dan sonrió, sabía que de verdad no había opción ella estaba decida.

Ambos se acercaron y se dieron un abrazo en silencio, por un momento Dan sintió como si sería la última vez que la vería o la tendría cerca, Diane era su obra maestra, pero con los años se terminó convirtiendo en una hija, y mucho más después de perder a quien era su hija biológica por lo que dejar que se fuera y que probablemente no volviera era de las cosas más duras por las que tendría que pasar.

Ambos se despidieron y aunque a Diane se sentía un poco culpable, en el fondo le tranquilizaba que Dan haya entendido que ella no se quedaría en Hawaii y mucho menos se uniría a Five-0, no por el equipo como le hacía entender a McGarrett, eso solo lo decía para poder sacarlo de quicio, sino porque no podía verse en otro equipo que no fuese el suyo, en otro sitio que fuera L.A, sentía como si les traicionara, así que por ello prefiera rechazar la propuesta. En el fondo le preocupaba que Five-0 y sus locuras fueran afectar a Dan, y por ello también se sentía culpable, tal vez debía protegerlo como el a ella, pero su pasado era más fuerte que ella, así que era preferible que se mantuviera firme en su decisión.

Diane había tomado de nuevo el carro de la casa de Dan así que se dirigió al estacionamiento donde lo había dejado, pero antes de llegar saco su celular del pequeño bolso que traía, este estaba vibrado desde hace un buen rato pero no le había prestado atención. Al sacarlo vio que la llamada se había caído, al subir la mirada se encontró con que a unos metros de ella se encontraba McGarrett hablando con el hombre rubio que Diane había visto cuando la rescataron, pensó en que mejor les ignoraba y se dirigió a su auto y rodeo el mismo hasta la puerta del copiloto, pero ya estos la habían visto y el rubio por alguna razón decidió acercarse hasta ella, Steve intento detenerlo pero este solo le dijo un "¿estas ciego? Iré a conversar un poco" y camino hasta ella, Steve solo negó con la cabeza pero le siguió.

—Vaya, si es la chica que salvamos ayer y nos odia por eso –dijo Danny deteniéndose detrás de ella, Diane les había visto venir así que retraso su entrada al auto.

—Hola –contesto ella con una sonrisa, con una real no sarcástica–, soy Diane por cierto –extendió su mano y Danny la tomo.

—Bonito nombre, Danny Williams –dice este un poco pícaro, Steve solo levanta la ceja y lo mira con desaprobación–, Y lo sé, te investigamos antes de buscarte Comandante. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿Qué haces tú aquí? –pregunto ella.

—Vine por mi chico, alguien tiene que llevarlo a casa ¿no? –contesto Danny. Por alguna razón estaba actuando un poco extraño.

—Me alegra –y Diane sonrió de nuevo, le parecía algo graciosa la actitud de Danny–, oye, también voy a decírtelo a ti, lamento mucho mi comportamiento de ayer, les agradezco que hayan ido por mí, de verdad.

— ¡Naah! –contesto Danny haciendo un ademan con la mano–, no te preocupes.

— ¿Qué no podías venir tu solo o temías que te asesinara? –dijo Diane mirando que McGarrett estuvo detrás de Danny durante toda la conversación.

— ¿Qué? –Dijo este, y Diane dirigió su mirada a un lado de Danny, este enseguida entendió y vio a Steve–, ah, eso. No, no te preocupes él es así, un poco sobreprotector.

— ¿Si no te importa señor modales debemos irnos, aún hay papeleo, si? –intervino Steve.

—Lo sé, los modales no son su fuerte ­–dijo ella mirando fijamente a Steve.

—Aprovechando tu insolencia, voy a decirte que a pesar de que sé que dijiste que no, para el Gobernador sigue siendo una invitación abierta, pero de este lado no la hay. No eres bienvenida al equipo –dijo este y Danny puso su mano en la cara y negó con la cabeza por lo que este acababa de decir, de verdad le parecía muy grosero, aunque también tendría que preguntar de qué hablaba porque no entendió lo de la invitación.

—Ya te lo dije, jamás me mezclaría con ustedes. Tengo una reputación como policía, se que se vendría abajo si se supiera que trabajo para ti–espeto ella, dejando a Danny igual que como cuando Steve hablo, para él estos dos soltaban veneno al hablarse.

—Me alegra, ahora te doy veinte minutos, si no estás en el auto, me iré sin ti ¿ok? –se dirigió a Danny e ignoro a Diane.

—Yo, enserio lo lamento, en ocasiones suele perder los modales –dijo Danny.

—No te preocupes, creo que ya lo conozco –le respondió y en ese momento su celular comenzó a sonar de nuevo, ella se disculpó y contesto la llamada­–. Diane.

—Diane es el capitán Greene de la LAPD, te tengo malas noticias.

—Capitán Greene, cuénteme ¿Qué sucede?

—Diane alguien acaba de hacer volar tu casa y tu auto en Bel Air.

— ¿Cómo que volar? ¿De qué habla?

—Hubo una explosión, primero tu auto y luego la casa, los vecinos llamaron a los bomberos y estos a nosotros. Buscamos por el lugar pero no encontramos nada sospechoso, aunque estoy seguro de que sabes de quien se trata ¿no?

—Claro que se –contesto ella–, ¿no hay heridos ni muertos, cierto?

—No, no. Solo daños materiales.

—En unas horas sale mi vuelo a L.A manténgame al tanto capitán por favor –colgó ella.

— ¿Todo bien? –pregunto Danny quien había escuchado un poco de la conversación.

—No, pero nada que ya no haya pasado.

— ¡¿VIENES O ME VOY?! –Grito Steve desde su auto sonando el claxon una y otra vez.

—Ve, o a tu amigo le va a dar un infarto, debería relajarse, creo que por eso luce tan mal –dijo ella, de boca para afuera porque a pesar de lo mal que le caía McGarrett le parecía igualmente atractivo–, fue un placer.

—Igualmente y oye, no te caería ser un poquito más amable con nosotros ¿sabes?

—Solo lo digo para molestarlo, de verdad les agradezco mucho, pero no le digas que te dije eso ¿ok?

—Hecho –dijo él y le dio la mano. Steve seguía tocando el claxon– Bye.

—Bye.

Una vez que este dio la vuelta ella se subió rápidamente al auto, lo encendió y se fue a casa de Dan a recoger sus cosas e irse al aeropuerto, quería volver para despedirse de Dan pero no podía, sentía que cada minuto era valioso. Si el que hizo eso fue Valdés quiere decir que está en L.A o tiene nuevos lacayos y para ella era importante atraparlos todos o acercarse a él. Dan seguro sabría todo muy pronto así que no será necesario explicar.

Una vez que las maletas estuvieron listas, le pidió al chofer de Dan que la llevara al aeropuerto, ya eran la 1:30pm en media hora saldría su vuelo a L.A, así que antes de abordar le envió un mensaje a Dan, despidiéndose como quería hacerlo y agradeciéndole como siempre. Rápidamente camino hasta la puerta donde le tocaba, pero de pronto un bullicio comenzó hacerse, ella volteo y vio correr a las personas, sin poder evitarlo se salió de la fila de quienes abordarían el avión y fue hasta donde estaba aquella revuelta.

Al acercarse al lugar vio que todo el mundo corría porque habían dejado una maleta, y eso en América es señal de alerta para un posible ataque terrorista; la seguridad de aeropuerto corría hacia la maleta y acordonaba el lugar, al igual que la policía local se hacía presente, y detrás de ellos corrían cuatro personas que Diane ya conocía y se preguntaba que hacían ellos en el lugar si básicamente eso le correspondía al FBI o los militares que se encontraban en el lugar, la curiosidad la mataba así que fue hasta el lugar, pero al darse la vuelta para ir hasta ellos, se encontró de frente con el hombre que el día anterior la tenía bajo su poder, Carlos Castillo, este la apuntaba discretamente bajo un abrigo.

— ¿Va algún lado Comandante? –dijo el hombre.

— ¿Son ustedes cierto? –pregunto ella.

—Camine –ordeno y ella solo le siguió no quería provocar algo grande.

Todo seguía revolucionado incluso aún más que antes, puesto que los Five-0 habían encontrado a quien había puesto la maleta y al descubrirlo este corrió, así que Steve y Danny iban detrás de él, lo que Castillo no sabía pues trataba de moverse rápido entre la multitud era Steve y Danny iban justo detrás de ellos, a unos metros pero en la misma dirección Diane que sabía que estaba desarmada y con pocas probabilidades de hacer algo para detenerlo, ya que su vestimenta le impedía cualquier movimiento, aun llevaba puesta, la falda y los tacones, así que inmediatamente ideo un plan, dejo que siguieran caminado y constantemente miraba atrás y cuando estos estuvieron a una distancia considerable de ella, empujo a Castillo y le golpeó fuertemente, este no dudo y sacó su arma y enseguida le disparo.

Esto hizo que la multitud por breves segundos quedara en silencio, Chin y Kono que venían del otro lado quedaron frente a Diane y Carlos, y al segundo siguiente Kono acciona su arma y quien ahora cae es Carlos, por otro lado Steve y Danny gracias a la distracción lograron atrapar al hombre de la maleta. Enseguida lo llevaron con ellos y fueron a la escena donde se encontraban Kono y Chin, al llegar le entregaron al hombre de la maleta y Steve se acercó a Diane que seguía en el suelo sosteniendo su hombro donde le había dado la bala que Carlo había disparado.

—Tranquila, solo presiónala fuerte –le dijo y la rodeo con su brazo para ayudarla a levantar– apóyate te llevare a una ambulancia.

—No dejes que escape esta vez –le dijo ella muy bajo, el dolor era bastante fuerte y apenas podía pensar.

—No te preocupes, ya el equipo lo tiene lo llevaremos a los calabozos de la HPD.

— ¿Cómo está? –pregunto Danny, que había visto todo pero estaba apresando a Castillo.

—Está herida, hay que llevarla a una ambulancia o al servicio médico del aeropuerto –responde Steve.

—Creo que la segunda opción es mejor, está cerca de acá, mejor vayamos allá.

Diane se fue con un médico del aeropuerto mientras Steve y Danny terminaban con su caso, la herida no era grave, solo había rozado la bala así que solo limpiaron la herida y la vendaron, durante ese tiempo Diane pensó en varias cosas, la primera era que estaba realmente rodeada, Valdés la seguía muy cerca puesto que sabía su hora de vuelo, además de que sus hombres están en cualquier parte, y que ahora saben que esta Hawaii, sus ataques son cada vez más fuertes y no tiene miedo a ser descubierto, por lo que estaba en gran ventaja frente a Diane, ella no tenía nada, estaba retirada de la fuerzas policiales y dependía de un viejo amigo para obtener información, y si algo era cierto es que a ella no le importaba morir, pero no lo haría a manos de Valdés. Por lo que tomó una decisión, no era lo que esperaba pero confiaba en que al menos eso le ayudara a fortalecerse y hacer algunas alianzas, además de que podría ayudar a Dan en lo que había pedido.

Un rato después, apareció Dan en el aeropuerto, obviamente luchaba con su equipo de seguridad, ellos solo hacían su trabajo pero en ocasiones Dan era bastante rudo de llevar; este se había enterado por las noticias de lo ocurrido, así que inmediatamente le dijo a su equipo de seguridad que irían allá y sin peros. Una vez allá fue directamente a donde Diane estaba, cuando vio que estaba totalmente bien no perdió la oportunidad para darle el mismo sermón, solo que esta vez la reacción de Diane sería diferente.

—Acepto. –dijo ella interrumpiéndolo.

— ¿Qué? –dijo este confundido.

—Que acepto, me quedare en Hawaii y me uniré a Five-0.

—No tienes idea de la paz que me da esa decisión –dijo este y la abrazo.

Ambos salieron del servicio médico del aeropuerto a la casa de Dan para que Diane descansara, en el camino se encontraron a los Five-0 y enseguida Dan quería darles la noticia pero Diane le pidió que no lo hiciera, no hoy, recordó que para Steve ella no era bienvenida al equipo, así que ella se haría cargo de la situación.

Palacio 'Iolani
Gobernación de Hawaii

Diane había tomado una decisión y aunque seguía sin agradarle, parecía ser lo correcto, así que a la mañana siguiente a las 8:00am estaba lista en la oficina de Dan, este se veía realmente emocionado, por lo visto le ponía feliz saber que Diane hacia lo que él quería.

—Bien. Esta es la llave de tu auto ­–Dijo Dan entregándole un manojo de dos llaves y un interruptor pegado a ellas–, y esta es tu placa y tu arma.

—Mmm, bien –dijo abriendo la caja donde se encontraba el arma y al verla se sorprendió–, ¿es mi...?

—Sí, la recupere luego del juicio, y espere hasta entonces para entregártela, se cuánto la aprecias.

Ella solo sonrió y al sacarla de la caja la miraba una y otra vez, esa arma se la había regalo Greg cuando se hizo oficial la SRU, era especial era como el sello de la amistad entre ambos, y para Diane siempre fue importante, cuando supo que la había perdido ese día como a sus amigos y a su novio se entristeció pero para ese entonces su dolor era mayor pues más que perder su arma había perdido un pedazo de su alma.

—Gracias Señor.

—De nada, ahora ve, de seguro debes hablar con McGarrett, intenten llevarse mejor, note que hay una relación bastante tensa entre ustedes.

—No le prometo nada, pero...

Cuartel General Five-0

En un costoso auto el cual la hizo pensar que su teoría de que gastaba demasiado en ese equipo era cierta, había llegado a las afuera del cuartel de los Five-0. Frente a ella un edificio de arte italiano, y que en su frente tiene una gran estatua dorada en el cual por la historia que había leído en un folleto de avión se trataba del Rey Kamehameha, un importante Rey de la isla y considerado casi un dios. al entrar en el edificio este parecía más grande por fuera, pero en realidad era solo estructura por dentro era más modesto, subió hasta el piso del cuartel general, camino por un corto pasillo y al cruzar se encontró con un puerta de cristal donde podía verse todo el interior del cuartel, y adentro se encontraba todo el equipo alrededor de una mesa cuadrada, la mirada de Diane fue percibida por todos as que cuando voltearon a verla ella abrió la puerta y camino hasta donde ellos estaban.

—Hola –dijo ella para todos.

— ¿en podemos ayudarte? –respondió Steve a su saludo, por lo visto no tenía planeado ser amable con ella.

—Hola ¿Cómo estás? –Dijo Danny parándose frente a Steve tratando de calmar las aguas pues ya se veía venir la respuesta de Diane para él– veo que está mejor de tu hombro.

—Hola –respondió Diane con una sonrisa–, si, ya estoy mejor, solo fue el roce de la bala, nada grave.

—Me alegra, ¿Qué haces aquí? –pregunto Danny esta vez de forma más cordial, todos estaban expectantes a la conversación.

Decidí aceptar la oferta de Dan, me uniré al equipo.

—No te dije que no eres...

—Oh, vaya –interrumpió Danny en voz alta para evitar que Steve interviniera–¸ no sabía que te habían ofrecido el puesto.

—Sí, cuando llegue, y pues seré honesta. Me importa muy poco si soy o no bienvenida al equipo, ustedes siguen las ordenes de Dan, y si él me puso aquí, deben seguir su orden, no les pido que seamos amigos y vayamos a tomar cerveza cada tarde después de cerrar un caso, pero sí que seamos profesionales.

Danny solo asintió con la cabeza tratando de pensar en algo que pueda evitar la posible contienda entre ella y McGarrett pero no se le ocurrió nada, lo que ella decía era arrogante, sí, pero era cierto y Steve no tendría de otra que aceptarlo. Chin y Kono se quedaron sorprendidos ante el discurso de Diane y miraban a Steve esperando su respuesta.

—Si me das un minuto, debo hablar con él un momento –dijo Danny tomando a Steve por el brazo y halándolo a la oficina más cercana.

— ¿Qué demonios haces? –le dijo Steve una vez adentro.

—Escucha sé que esto no es fácil, para nadie lo es, sabemos que no le agradamos a ella pero es la consentida de Dan si te pones en ese plan solo lograras que nos envíen a la oficina de empleos, porque cerraran Five-0. Piénsalo, si tanto nos odia terminara por irse ella misma por su cuenta, pero no te metas con ella ¿entendido?

—Danny esto es un capricho del Gobernador, no necesitamos más agentes, y mucho menos una niña mimada de Beverly Hills.

—Lo sé, lo sé, pero se inteligente Steve usa la cabeza, solo acéptala y listo, en algún momento ella se cansara y se ira, no le veo con ganas de quedarse, de hecho algo me dice que solo lo hace por Dan, pero que no se quedara. Te lo repito o la aceptas, o nos pones en la lista negra del gobernador.

—Bien, supongo que no tengo de otra.

Al salir de la oficina ella estaba con Chin y Kono, a pesar de no ser tan agradable como al principio, conversaba con estos y ellos con ella, no había ironías ni sátiras solo tres personas conversando.

—Ok, te lo explicare. El Gobernador te puso aquí –dijo Steve de nuevo siendo poco amable, Danny otra vez negó con la cabeza y rodo los ojos, iba a intervenir pero era inútil ya este se había salido de control–, pero yo soy el líder y si quiero estas fuera.

—Sabes, me sorprende lo poco profesional que puedes llegar a ser, de verdad. Pues si quieres que las cosas sean así, bien, entonces yo te explico que fue ¡TU JEFE! El que me puso aquí y es él y solo ¡EL! Es quien puede sacarme, tu solo eres un peón en este juego de ajedrez.

—Yo de verdad creo que tu vuelas demasiado... –iba a responder Steve pero Danny intervino.

— ¡Basta! Dios mío solo se han visto tres veces y ya esto es así. Por el bien del equipo les sugiero que se contengan, no estoy...

—No estamos –dijo Kono.

—Bien... No estamos dispuesto a soportar esto, tu –señalo a Diane­–, debes de dejar de decir esas cosas, resérvatelas y tu –señalo a Steve–, ¡TIENES QUE ACEPTARLA! Ella tiene razón quien la puso aquí es el gobernador y nosotros seguimos sus órdenes ¿entendido? Ahora si no les importa tenemos un caso que resolver –se dio la vuelta y los dejo ahí, Kono y Chin siguieron a Danny, mientras Steve y Diane se seguían lanzando miradas de odio.

—Estas advertida –dijo Steve y se dio la vuelta.

—Díselo a Dan –replico ella siguiendo su paso.

Para cuando Diane se unió al equipo en la investigación ya el caso iba muy avanzada sin embargo se dedicó a mirar, oír y analizar cómo era la dinámica en el equipo, en el proceso de investigación conoció al Dr. Max el forense que trabaja para el equipo, quien le pareció una persona simpática, lo cual la había hecho pensar que no encajaba en este equipo pues Max transmitía ser una persona pensante y razonable cosa que sin duda no lo transmite el equipo. En ese mismo proceso se reencontró con Joe White, quien fue su comandante en algún momento en la Marina aunque fue por pocos meses. Joe era la razón por la cual se abrió el caso, este le pidió a McGarrett rehacer la autopsia de un Seal que se cree que suicido, al final del día dieron con que no fue así sino un asesinato dando de una vez el nombre de la persona que lo hizo, a pesar de que Diane no estuvo muy involucrada con el caso decidió ir en la búsqueda del asesino, llegando a una casa donde emboscarían al asesino pero este se dio cuenta de la presencia del equipo y salto por una ventana y comenzó a correr.

—Ey, ¿izquierda y derecha? –dice ella dirigiéndose a Steve.

— ¿Que? pregunta el confundido.

— ¿Que si tú por la izquierda y yo por la derecha, el asesino se escapa? ¡Hola! Mofo.

—Seguro respondió el asintiendo con la cabeza y señalando el camino con la mirada.

Ambos desenfundaron sus armas y corrieron detrás del asesino, Danny quien se quedó sorprendido ante ese cruce de palabras sin una sola pizca de ironía se dispuso a ir detrás de ellos, lo que le hizo pensar sobre su teoría con respecto a Diane y darle una segunda oportunidad.

Steve y Diane lograron acorralar al asesino pero este al verse así comenzó a correr en dirección a Diane quien no le apuntaba con su arma, con el fin de derribarla pero esta enseguida que estuvo cerca le propino un golpe en la nariz haciéndolo caer instantáneamente, ella había notado que no traía arma.

— ¡Estás loca! –grito el hombre retorciéndose del dolor en el piso.

—Ay cállate, quedas arrestado por el asesinato de Carl Baker.

—Vaya, que golpe –dijo Steve poniéndole las esposas al tipo.

—Regla número uno conmigo, si me haces correr, me haces enojar, si me haces enojar te va ir mal aunque seas bueno.

—Buen criterio. –dijo él.

—Lo sé.

—Dios, Steve no tenías por qué romperle la nariz dijo Danny al llegar y ver la cara del hombre.

—Ojala hubiese sido yo –dijo tomando al hombre y llevándoselo de la escena.

— ¿Esa fuiste tú? –pregunto Danny.

—Si respondió ella caminando en dirección a donde iba Steve.

— ¿No es muy pronto para eso?

—Para nada, me hizo correr lo merecía dijo ella.

—Te diste cuenta de que tú y Steve... ahm, cruzaron palabras sin que indirectamente se odien.

—Claro, soy profesional, te lo dije no importa cuánto nos odiemos el trabajo siempre es primero. Bueno al menos eso creo yo.

—Me alegra eso. –Dijo Danny ¿Podrían mantenerse así?

—Pues yo puedo, ahora McGarrett no lo sé jamás respondería por él.

—Tranquila lindura, yo lo mantendré así

—Entonces se feliz Danny.

—Créeme ya lo soy.

Ambos rieron por su conversación, luego de atrapar al asesino, Diane volvió a casa y noto que necesitaba un lugar donde vivir si trabajaría de ahora en adelante con Five-0, vivir en caso de Dan no era precisamente correcto.

Como pueden ver, Diane es parte del equipo ahora, dentro de poco conocerán más de ella y si su actitud hacia Steve continuara igual.

Mahalo por leer:*

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