Educando a la futura princesa...

By Emina02

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Tras una típica vida sin preocupaciones por el futuro, nuestras protagonista tiene que enfrentarse a una inev... More

IMPORTANTE
Libro 2!!
CAPITULO 1: "El comienzo"
CAPITULO 2: "Propuesta"
CAPITULO 3: "Destino o Karma"
CAPITULO 4: "Un paseo en la fuente"
CAPITULO 5: "¡Buen apetito!"
CAPITULO 6: "Los gatos y los ratones"
CAPITULO 7: "Game Center"
CAPITULO 8: "Cena y mentiras como postre"
CAPITULO 9: "Grupo de idiotas"
CAPITULO 10: "You're an idiot"
CAPITULO 11: "Un Secreto Problemático"
CAPITULO 12: "Conversaciones De Pasillo"
CAPITULO 13: "Castigo"
CAPITULO 14: "Fanática loca"
CAPITULO 15: "Corredores y pasadizos"
CAPITULO 16: "Cita y parejas"
CAPITULO 17: "Como por primera vez"
CAPITULO 18: "Comidas y visitas"
CAPITULO 19: "La cita perfecta"
CAPITULO 20: "Idiota sin remedio"
CAPITULO 21: "Cine y bodas"
CAPITULO 22: "Juntas de consejo"
Muy importante
CAPITULO 23: "Zeth y apuestas"
CAPITULO 24: "La chica que necesitamos"
CAPITULO 25: "La chica 2A"
CAPITULO 26: "Aniversario"
CAPITULO 27: "Baile Real"
Un enlace ingenioso
CAPITULO 28: "Salto en el tiempo"
CAPITULO 29: "Feliz cumpleaños"
CAPITULO 30: "San Valentín"
CAPITULO 31: "Parque de diversiones"
CAPITULO 32: "Conversemos y riamos"
CAPITULO 33: "Sin un gatito"
CAPITULO 34: "Dos veces"
CAPITULO 35: "Doppelgänger"
CAPITULO 36: "Decisiones"
CAPITULO 37: "¡Mierda!"
CAPITULO 39: "La hoja de la reglas"
CAPITULO 40: "Amistades"
CAPITULO 41: "Salida en grupo"
CAPITULO 42: "Días de juventud"
CAPITULO 43: "Verdad o Verdad"
CAPITULO 44: "De princesa a Hada"
CAPITULO 45: "La decisión de Romeo"
CAPITULO 46: "Romeo y Julieta"
CAPITULO 47: "El viaje"
CAPITULO 49: "Somebody call me wrong"
CAPITULO 48: "Somebody call me right one"
CAPITULO 50: "La princesa de la torre"
CAPITULO 51: ¡Por Helios!
CAPITULO 52: "La chica del cuento"

CAPITULO 38: "Soluciones"

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By Emina02

Me ponía de malhumor solo pensarlo, aunque lo analizara de forma lógica, no podía dejar de sentirme enojado. Me llevó tanto tiempo y esfuerzo poder acercarme a ella, poder mantener la relación que teníamos, tuvo que ser obligada a casarse conmigo para que se diera la oportunidad y todo eso había sido simplemente borrado y remplazado.

No podía siquiera pensar que fuera real, aun si el poco tiempo que pasamos juntos no significó gran cosa para ella, aun asi, parecencia no tener sentido que ella estuviera besándose con Oliver un día después. Bannett no era esa clase de persona. Si no los hubiera visto yo mismo no lo hubiera creído.

Pero ahí estaba. Ella le tomaba por el cuello, y Oliver por la cintura, y no pude evitar pensar en que apenas ayer nosotros habíamos hecho eso.

Entré a la cafetería con el mejor rostro que pude fingir.

Sonreí y camine con la cabeza en alto y mientras en mi mente ignoraba los susurros y coqueteos de la chicas.

¿Hace cuánto le gustaba Bannett a Oliver? ¿Unos meses? Él ya había logrado algo que a mí me tomó años, no solo años, una ayudadita del rey y su loco comportamiento.

Cuando me acerqué a la mesa Osiris se levantó e inclinó la cabeza en una pequeña reverencia.

No le quise decir que no era necesario que lo hiciera, porque me sentía fastidiado.

Me senté en mi lugar y esperé a que un empleado trajera mi comida, Gray parecía curioso en algo acerca de mí, como si esperara que yo dijera algo.

Bien, al principio su inexplicable y dudosa relación con Bannett me fastidiaba un poco, pero el parecía simplemente una cosa del pasado ahora. Juan a su lado, jugueteaba con sus cubiertos, distraído.

― ¿Y la güerita? ― me preguntó directamente ― Este lugar es como un cementerio sin ella.

Vi como Osiris le miró con molestia y después volteó hacia el lado contrario ignorándolo.

― Más vale que no se aparezca por aquí ― murmuró Mikaru moviendo su comida con el tenedor.

No parecía interesado en comer, solo buscaba distraerse, me pregunté si el de casualidad los había visto antes o sabía que estaba con Oliver. Debía ser asi, porque ellos dos nunca estaban mucho tiempo separados y él no había hecho ningún comentario al respecto.

― No sé qué tanto tiene que hablar con Oliver ― se quejó Juan, ganándose la mirada molesta de Mikaru y mía.

Pareció darse cuenta, porque volvió a su comida escondiendo su cabeza en sus hombros.

― El ambiente es más radiactivo que Chernóbil aquí.

Fonn, Karla y Tabita habían vuelto a sentarse en su mesa de antes, Sora no apareció por ahí y por unos segundos olvidé que Bannet y Oliver se estaban besando allá afuera y me concentré en lo mal que estaban las cosas entre ellas por mi culpa.

Me sentía un peor ahora.

La familia real, aun después de todo, le habíamos arruinado la vida social a Bannett. La dulce Bannett, que frente a todo, lo único a lo que siempre era débil, era a sus amigos, sé que ella haría todo por ellos, la había visto hacerlo a lo largo de los años.

Sinceramente, no sé porque me sentía peor, por tener que casarme con una sociópata, por su amenaza, por tener que olvidar la idea de estar con Bannett, por el hecho de que esta la estuviera pasando mal con sus amigos o porque, ¡Maldita sea!, se estaba besando con uno de mis mejores amigos.

― No lo creo ― Mikaru se encogió de brazos y se inclinó en su asiento en el aula.

― Créeme, los vi ― le dije rodando los ojos.

― Por más que Oliver no corresponda mis sentimientos, el jamás besaría a alguien después de saber lo que siento ¡Jamás!

― Pues me alegro mucho de que por fin se lo hayas dicho, aunque resultara como resultó, pero te conté lo que vi.

― No ― negó con la cabeza ― Oliver no lo haría.

― Tampoco Bannett ― dije golpeando mi cabeza con el respaldo del asiento.

Vi al castaño alzar una ceja.

― ¡Dios! Pero los vi, es como si mi cabeza no creyera lo que vieron mis ojos.

Desvié mi mirada hacia la chica, quien estaba en su asiento más abajo, me sorprendí al notar que tambien me miraba, asi que regrese mi vista hasta mi amigo a mi lado.

― Me siento un desastre, me casaré con Osiris, lo más sano seria simplemente olvidarme de Bannett.

― Por lo menos te casas con alguien idéntica a ella físicamente ― suspiró ― desearía que Oliver tuviera un gemelo gay.

Golpee su hombro para apoyarlo, y él me correspondió con la misma expresión lastimera que seguro yo tenía.

― Somos el maldito parido perfecto, ¿Por qué no va tan mal en el amor?

― ¿Porque estamos obsesionados con personas que no nos quieren?

― ¡Qué asco! ― soltó con enojo ― Estoy pensando seriamente en atar a Oliver en mi sótano, podría ponerle un collar que diga mi nombre ― lo vi sonreír, quizas por la imagen mental ― Asi todos sabrán que me pertenece, si lo encuentran.

― Amigo, me preocupas ― palmeé otra vez su espalda pero ahora con una mueca de preocupación ― ¿Quieres que consiga un psicólogo?

El me hizo que me alejara con brusquedad.

― Concéntrate en tu gemela salvaje ― me señaló más abajo con la mirada ― No deja de mirarte.

― Ni siquiera dejes que voltee, si la veo le sonreiré y me veré como un idiota, necesito conservar mi dignidad.

El hizo un gesto de fastidio y se dejó caer en la mesa.

Todos estamos en nuestros lugares debido a que una profesora faltó, pero se nos dio el tiempo para estudiar, habíamos aprovechado para hablar ya que Osiris se había levantado a acicalarse, y Mikaru había mandado a Oliver por un café a la cafería solo para mantenerlo lejos y ocupado.

El ojiverde parecía querer evitar a toda costa al más alto, ahora que se le había ocurrido besarlo en pleno pasillo confesando los sentimientos que había ocultado por años.

Osiris volvió con su postura y aura de perfección, llevó sus mechones ondulados detrás de su oreja y se sentó en el lugar a mi lado con la misma gracia que mostraba siempre.

Vi a Mikaru hacer una mueca y voltear hacia otro lado para evitar mirarla. Ella veía a Bannett, quien había vuelto a su postura habitual y hablaba con sus amigos. Me había preguntado que tanto la miraba, que era lo que pasaba por su mente cuando la veía; pero su rostro y expresiones eran poco comunicativas.

Sus ojos azules fueron dirigidos a mí, seguro porque notó que la veía.

Inclinó su cabeza, como si se preguntara algo. Ese gesto me tomó por sorpresa, era adorable y era facil saber por qué, era el mismo que Bannett hacía. Como el de un pajarito.

Sus estilos eran totalmente diferentes, pero había algo que sin duda las unía como gemelas, tenían algunos hábitos similares. Pero ese pensamiento se esfumó de mi mente al recordar la conversación del día anterior.

Oliver volvió y le entregó el café a Mikaru, quien se tensó en cuanto lo vio, bebió el líquido con una mueca.

― Está muy dulce.

― Es tal como te gusta.

― Pues lo odio ― dejó a vaso en la mesa y lo empujó hacia el lugar del más alto.

― Te traeré otro ― Oliver se iba a levantar cuando Mikaru lo interrumpió.

― Déjalo, ya no quiero nada.

Oliver parecía incómodo, y no pude evitar sentirme mal por ello, cuando su mirada se encontró con la mía, la desvió rápidamente. No podía esperar menos de alguien que odia las confrontaciones. Había sido, sin duda, bastante atrevido por su parte besar a Bannett, algo, como decía Mikaru, que él no haría.

Aun asi, yo los había visto, y los razonamientos lógicos, no podían contra una prueba irrefutable.

Al final de día, una mano firme, unos ojos brillantes y un cabello rubio desalineado me jalaron hacia un armario de limpieza oscuro de la primera planta.

― Tenemos que hablar.

Miré los rincones polvorientos y la puerta trabada con seguro, y no pude evitar que los recuerdos recientes inundaran mi mente. Asi que mi vista bajó a sus labios y me imagine acariciando su mejilla, cuando llegué a sus ojos recordé la razón por la que estábamos ahí, el beso.

Ese estúpido beso.

― No tenemos nada de qué hablar, Bannett.

Despejé mi mente.

― No te dejaré salir hasta que me escuches ― afirmó cruzándose de brazos y recargando su peso contra la puerta ― Asi que hazlo o toma asiento.

Rodé los ojos fastidiado.

No quería saber nada de lo que había pasado, entre menos pensara en ello mejor. No quería detalles.

― Lo que hagas o dejes de hacer con otros chicos, es tu problema ― me aseguré de que eso tambien fuera para mí mismo ― Ayer, las cosas entre nosotros...

― No te comportes como un idiota, por favor ― me interrumpió.

Y me guardé el "terminaron".

― Oliver y yo no nos besamos.

― Limpiabas sus labios con los tuyos ¿No?

― En verdad puedes ser insoportable a veces... Lo había olvidado.

Alcé una ceja y le miré mostrándole lo irritado que estaba por sus comentarios.

― Tambien había olvidado lo salvaje que puedes ser a veces.

― ¿Salvaje? ― preguntó indignada ― Palabras fuertes viniendo de nuestro maldito príncipe de pacotilla.

Su enojo se desvaneció con un suspiro.

― Oliver y Mikaru tuvieron un inconveniente y quería ayudar, eso es todo.

Subí una ceja incrédulo.

― ¿El beso?

― Imaginé que Mikaru te contaría ― me dijo asintiendo ― Ese idiota lo besó frente a las cámaras de seguridad.

― Si, lo estuvo lamentado todo el día ― rodé los ojos al recordar que no paró de hablar de ello cada vez que tuvo oportunidad ― Es demasiado impulsivo ― Suspiré penado en el tema al que quería llegar ― Supongo que es por lo de su madre ¿No?

Asintió.

― Oliver dijo que si ella sabía, seguro las cosas no irían bien para Mikaru.

― Eso sí que es algo que haría Oliver ― admití recargándome en los estantes a mi espalda

― Solo nos acercamos ― puso su mano cerca de su cara como ejemplo ― Por el ángulo parecería que nos besábamos, y la directora vería que Oliver no tiene esa clase de interés por él.

Si, que Oliver no tuviera esa clase de interés era de hecho la mayor de las preocupaciones del Mikaru.

Ambos nos quedamos callados después de la última oración, sin saber cómo seguir esa conversación.

― Ya no tenemos que escondernos en los armarios Bannett ― dije, moviéndome incomodo en mi lugar.

Era un espacio reducido y oscuro, sin duda, demasiado para mí.

― La costumbre ― me dijo sonriendo ― Solo no quería que tu o Mikaru pensaran que habíamos hecho eso, ninguno de los dos sería capaz de hacerlo.

Asentí incómodo.

En verdad me aliviaba saber eso, me quitaba un gran peso de encima, y me dejaba en claro que conocía bien a Bannett, pero este tipo de relación, me ponía un poco triste por una esperanza sin fundamentos.

Que ella me viniera a explicar esto, era algo que en el fondo yo quería que hiciera, pero al mismo tiempo, sabía que complicaría las cosas.

― Te dejo volver ― dijo de repente abriendo la puerta que tenía detrás.

Ella salió primero y yo le seguí, ninguno de los dos revisó que no hubiera nadie, lo cual fue un error. Osiris estaba ahí, cruzada de brazos, como si esperase que saliéramos, sin duda, nos había visto entrar.

Bannett, de detuvo en cuanto la vió y y tuve que rodearla para poder abrirme paso.

― Hola ― saludó incomoda.

La de cabello rizado solo la miró con curiosidad y frialdad, inclino su cabeza y después me miró a mí.

― Me preguntaba cuanto tardarían, pero fue rápido ― se enderezó y planchó con las manos su uniforme, ajustó su corbata y sonrió ― Es hora de irnos.

Gray apareció por el pasillo con una mirada cautelosa en su rostro, se posicionó al lado de Bannett, pero Osiris no le dirigió ni un poco de su atención.

― ¿Todo está bien? ― le preguntó a su amiga.

― Si, solo algo incómodo ― respondió entre dientes.

― Supe que estas muriendo ― La voz dulce de Osiris contrastaba con sus turbulentos pensamientos.

Bannett hizo retroceder su torso al escucharla.

― ¡Osiris! ― le reprendí, mirando por el pasillo en busca de alguien que haya podido escuchar.

― ¿Qué? ― preguntó confundida viendo a los lados ― ¿Era un secreto?

La rubia de ojos brillantes mordió su labio inferior para reprimir su frustración, la había visto hacer eso cientos de veces.

― Eres bastante impertinente ― Gray se cruzó de brazos y le dirigió la misma mirada fría que ella daba.

― ¿Se lo dijiste? ― me preguntó directamente.

― En realidad tus padres fueron hoy al castillo a suplicarme que te donara sangre ― señaló su telefono ― Los empleados me llamaron a mí para darme su mensaje.

A ninguno de los tres le pasó por alto el cómo llamó a los señores Bannett, ni tan poco lo sorpresivo de esa noticia.

― No soy un monstruo ― mencionó riendo, pero ninguno de los tres sabía bien si realmente lo ameritaba ― Por supuesto que te daré mi sangre si la necesitas.

Sí, no lo ameritaba, porque si era un monstruo, o lo más cercano a uno que un humano puede llegar a ser.

Pero Bannett si creyó en su teatro, y sonrió feliz, eso hizo que olvidara tambien mi molestia y sonreí con ella.

― ¿De verdad? ― Podía ver sus ojos brillar aún más que de costumbre, como si el mismo sol estuviera atrapado ahí.

― Claro, Bastet. Es una de las ventajas de tener una gemela.

Bannett se le lanzó encima y la abrazó dejándose llevar por su emoción, Vi como Osiris se tensó ante esa muestra y frunció el ceño, Gray tambien la vio hacerlo.

― Necesitaremos programar la cirugía y yo debo de seguir una dieta seguro ― soltó una pequeña risa que dejó escapar toda su felicidad.

Eso me hizo pensar que todo estaría bien, como s fuera algo a lo que aferrarme para convencerme de que, lo que hacía, era lo correcto.

― Necesitaras mucha sangre, asi que supongo que me irán extrayendo poco a poco, la cirugía tendrá que ser después de la boda. Debo de poder estar bien para todo este proceso.

Algo en el rostro se Bannett se apagó por un segundo mientras aceptaba.

― Gracias ― terminó murmurando.

― ¿Tu ganaras algo? ― preguntó Gray de forma fría y golpeada ― Porque esto es extraño.

Osiris no había visto en su dirección ni una vez hasta ese momento, pero cuando los ojos de ellos dos se toparon, casi pude sentir el ambiente más gélido.

― Eso no te importa, Gray. Metete en tus propios asuntos.

― Este es mi asunto ― murmuró con molestia.

Bannett le tomó del brazo como señal para que parara y pude escuchar un ligero resoplido de Osiris.

― Deberíamos irnos, Osiris.

― Por favor ― mencionó ella, como una súplica irónica, después de unos pasos la vi mirara hacia atrás y suspirar después de eso, uno pesado y lleno de frustración.

― Quizas si fueras más amable el mundo no te odiaría ― le dije cuando el chofer le abrió la puerta de la limusina blanca.

Ella me miró solo unos segundos, como si no estuviera segura de que hablé.

― No me interesa si me odian, podría decir que el sentimiento es mutuo.

Casi puede imaginar a Bannett diciendo esas palabras, eran extrañamente parecidas, de la misma forma en la que se parecía una serpiente y el sol, en nada, pero si buscabas bien, quizas encontrarías que ambos poseen gases, quizas que despiden calor.

El viaje hasta el palacio fu silencioso e incómodo, Bannett una vez, cuando comenzamos a viajar juntos para ir al colegio, dijo que preferiría lanzarse por la ventana que ir conmigo, entendí ese sentimiento al viajar en un ambiente hostil y frio. Con una persona que no podía hacerme sentir más que enojo, frustración e impotencia.

BASTET BANNETT

Casi podía gritar de la felicidad, casi. Pero si que baile y brincotee por todos lados mientras Gray y yo caminábamos hacia su auto.

― ¿Esto es un sueño? ― le pregunté tomándolo de brazo ― SI es asi, no quiero despertar nunca, abracé su extremidad con todas mis fuerza y el solo rio.

― Me alegra que nuestro mayor deseo se haya hecho realidad.

― ¡A mi tambien! ― exclamé feliz ― Ahora solo me falta ganarme la loteria y tener un novio para que mis tres deseos estén completos.

― ¿Tener un novio? ― preguntó entre risas ― ¿Gastaste tu tercer deseo en eso?

Cuando éramos más pequeños, todos hicimos un alista de nuestros tres más grandes deseos y los lanzamos al mar en una botella, había una leyenda que decía que si lo hacías, se cumplirían. Teníamos apenas 10 años quizas, pero hasta Sora, la chica pragmática y lógica lo hizo.

― No cualquiera ― le dije metiéndome al auto ― El mejor.

De hecho pensaba en Gray cuando lo escribí.

― ¿Qué pediste tú?

― Una novia ― me dijo con una sonrisa ladina ― La mejor.

No pude evitar reír.

― ¿Entonces porque te ríes de mí?

― No se me ocurrió que preguntarías ― Lo vi encogerse de hombros cuando encendió el motor ― Tambien pedí una moto acuática.

― Un desperdicio de deseo.

― Concuerdo.

Me alegraba que hubiera una buena noticia hoy, más temprano, después de que Dylan me viera "besar" a Oliver, creí que todo sería un desastre, y cuando me acerqué a la cafetería, descubrí que Karla y Tabita le habían hecho compañía a Fonn en nuestra antigua mesa, lo que me dejó a mí con una incómoda cena en la mesa popular, Juan fue el único que se apiadó de mi alma y no me dejó morir en el ambiente.

Pero entre las miradas de Dylan, Mikaru y Osiris, creí que moriría. Oliver se habia disculpado de ante mano porque me ignoraría hasta hablar con Mikaru, y Gray, tampoco parecía cómodo en ese lugar.

― I hate it ― soltó Karla por el altavoz del telefono ― This is all like garbage, garbage vomited, garbage vomited into shit.

― Garbage vomited into vomited shit ― Terminó Gray, haciéndonos reír, quitándole un poco la molestia a mi prima.

― So Funny, but I didn't come from Sydney to be a student fight mediator.

El carro de detuvo frente a mi casa.

― You should get other friends.

Oí el suspiro de mi Karla en el telefono.

― Maybe.

No quise decir nada al respecto, más por el hecho de que el problema era en gran parte mi culpa.

― Keep calm. If it's unbearable, you can always come talk to me.

― Seriusly, Your accent is wonderful, if you speak inglish every day, i will stay with you forever.

Gray y yo reímos por su emoción, ella había repetido lo mismo desde que se conocieron. Ambos hablaban el mismo idioma, pero sus acentos eran muy diferentes, lo que hacía que de vez en cuanto se preguntaran qué diablos querían decir cuando hablaban; pero al mismo tiempo se entretenían. Asi que las conversaciones con ellos suelen llevarse en inglés.

No podía decir que no me parecía atractivo el acento de Gray, de hecho, me encantaba, asi que no me molestaba recurrir a otro idioma para conversar.

― Even if we don't understand each other?

― Your accent matters more to her than what you have to say ― Tomé mis cosas del asiento trasero mientras Karla trataba de desmentir mi afirmación.

― Well, Yes ― Terminó diciendo.

― Me siento ofendido ― Murmuró Gray con una sonrisa.

― Ya no hables en inglés para ella, para que se le quite.

Tome el telefono que había colocado en el centro del auto para que pudiéramos hablar los dos.

― Si, eso haré.

Karla se quejó al otro lado.

― No es mi culpa, es culpa de las hormonas, lo juro.

― Adiós Karla ― le dije al telefono rápidamente ― Y adiós a tus hormonas tambien.

― Adiós ― Gray aun reía.

― Goodbye, my beautiful accent.

Colgué mientras reía.

Me despedí de Gray y entré a mi casa con una sonrisa, pero la atmosfera en ella era más bien trágica. Mi madre estaba llorando en el sofá de la sala y mi padre la consolaba.

― ¿Qué sucede? ― pregunté al mismo tiempo que dejaba la mochila a un lado y me apresuraba a acercarme a ellos.

― No es nada ― murmuró mamá limpiándose las lágrimas del rostro, mi papá la miró con preocupación.

Ella se levantó del asiento y sonrió.

― ¿Tienes hambre?

― Fueron al palacio ¿No? Es por eso.

Su sonrisa se esfumó y comenzó a llorar otra vez, mi padre se apresuró a consolarla con un abrazo.

― Queríamos ver a Osiris ― me dijo mi padre ocultando el rostro de mamá en s hombro ― Aun no podemos creer que este viva, queríamos saber qué fue lo que pasó.

No quise preguntar directamente que habían descubierto, solo incliné mi cabeza con la duda en mi lengua.

― Bueno, Osiris nos dejó en claro que no quiere vernos, y que no somos nada para ella.

Como si eso fuera una señal, mi mamá comenzó a llorar más fuerte.

― Es una malagradecida ― murmuré cruzándome de brazos con el ceño fruncido.

Pero mi padre negó lentamente.

― Al parecer mi padre se la entregó al anterior rey para que la criara y educara para ser la esposa del príncipe, es como si la abandonáramos, es entendible que nos odie.

― ¡Pero ustedes no lo sabían! ― exclame enojada ― Creyeron que estaba muerta, ustedes no tienen la culpa.

― Lo cierto es, que no quiere nada de nosotros y nos pidió que no nos acercáramos.

― Es una imbécil ― murmuré furiosa.

Mi padre me extendió la mano para que me acercara a abrazarlo y yo lo hice, nos tenía a mi mamá y a mí en cada brazo, compartiendo el calor.

― Ella dijo que te donaría la Sangre Bast, esa es una buena noticia.

Mi papá pasó sus dedos ásperos por mi frente acomodando mi cabello.

― Estoy feliz por eso ― mi madre me miró con sus ojos cristalizados y una sonrisa ― Tambien que no vayas a atarte a alguien en tus ultimo años por nosotros.

Las manos de mi madre acariciaron mis mejillas.

― Pequeña, tú te mereces lo mejor del mundo.

Un mechón castaño de mi madre se vino al frente y yo le ayudé a quitarlo de su rostro.

― Gracias.

Nos quedamos un rato asi, después nos sentamos y hablamos del asunto con mayor profundidad, de lo que les habían dicho en el palacio. Después de eso cenamos y llego mi hermano, que se había ido con sus amigos por ahí.

Cenamos en familia y reinos como nunca, había extrañado esos momentos en los meses que estuve lejos, y me hacía feliz estar de nuevo asi como ellos.

Solo hizo falta una semana más para que anunciaran a todo el país la boda, la cara de Osiris inundó todo medio de comunicación, por la calle la gente me señalaba y tomaba fotos confundiéndome con la prometida del príncipe, tuve que explicar más de una vez que yo no era la persona de la que hablaban pero no servía de mucho.

En la preparatoria tambien se volvieron locos, Amber pasó a ser la segunda chica popular, siendo superada por Osiris, a ninguna de las dos le agradaba la otra, pero se lanzaban sonrisas y saludos corteses a pesar de eso.

Dejé de sentarme en la mesa popular, pero tampoco podía sentarme en mi antigua mesa, asi que Juan, Gray y de vez en cuando Karla y Tabita, comíamos en el patio, en los jardines o el kiosko.

Sora y Fonn parecieron arreglar las cosas, pero según Tabita y Karla, aun había algo de tensión entre ellas, no parecían estar de acuerdo en algunos temas con respecto a lo sucedido. Fonn, comenzó a acercarse más a Meise y por ende a Amber, a pesar de nutras advertencias.

― ¿Cómo vas? ― Oliver volteó a todos lados en busca de su príncipe caprichoso, pero Mikaru estaba ocupado discutiendo con Osiris.

― Mal ― respondió suspirando ― Mikaru no me ha dado ni una sola oportunidad para hablar con él.

― Oblígalo ― le dije encogiéndome de hombros con una sonrisa.

― Creme lo he intentado, pero ahora ni siquiera me deja pasar tiempo en su casa ― suspiró ― Pone de escusa esto o lo otro.

― Ve y bésalo de la nada, como te hizo a ti ― murmuré a lo bajo, mientras recibía mi café helado de la empleada.

Ambos estábamos haciendo las coas lentas para tener tiempo de hablar, sin arruinar más las cosas con el castaño.

― ¿En dónde? ¿Frente a las mil y un cámaras de su madre aquí? ¿O en su casa, frente a las mil y un cámaras allá? Además; no quiero que se haga ideas locas como que lo beso solo para que no se sienta mal por haberme besado antes y por sus sentimientos.

― ¿Por qué pensaría eso?

― Lo conozco, asi como a mí nunca se me ocurrió la idea de que él podía sentirse atraído por mí, no creo que le parezca facil pensar que yo siento lo mismo.

Tome la charola con mi comida lentamente, calculando que en poco no podría fingir más que estaba ocupada haciendo algo. Oliver se distraía intentando escoger alguna buena fruta de la fuente, la llamábamos asi por su similitud con estas, pero tampoco parecía muy real ya.

― Que persona tan problemática, sin duda, no lo entiendo ― negué desviando la mirada hacia el mencionado, quien hacia una mueca hacia la chica idéntica a mí, ella le respondía con desdén.

― A veces, yo tampoco. Pero es parte de su encanto.

― Si tú lo dices.... ― canturreé añejándome ― Suerte.

------------------

Como les dije, publiqué capítulos seguidos antes para poder desaparecerme... XD

estuve ocupada con el final de semestre, y acabó ayer, asi que como celebraron por haber reprobado 4 materias, pensé en subir un nuevo capitulo.

preguntas:

1. ¿Qué piensan de Osiris?  Se viene capitulo narrado por ella.

2. ¿Qué piensan de Fonn? Tambien estoy planeado su narración.

3. ¿Qué creen que ocurrirá a continuación?

Test de memoria:

1. ¿Cuántos hermanos tienen los personajes? 

Fonn

Sora

Bastet

2. ¿Que color de cabello tiene  los personajes?

Dylan

Karla

Oliver

3. ¿Qué color de ojos tiene los personajes?

Amber

Mikaru

Tabita

Solo quería hacer una pequeña dinámica, espero se diviertan.

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