La fuga de Nebula a los tramos inexplorados del espacio fue alimentada por un solo deseo ardiente: distanciarse lo más posible de Thanos y su dominio opresivo. Con cada parsec que puso entre ella y los horrores de su pasado, esperaba encontrar una pizca de paz o al menos un respiro del implacable tormento que había soportado.
Su barco tarareó a través del cosmos, dejando rastros de luz a su paso, sin un destino establecido en mente, solo una dirección, lejos del territorio de su padre. Fuera del espacio salvaje, más allá de la traicionera extensión de las regiones desconocidas, y hacia los territorios más trazados del Borde Exterior.
Mientras navegaba por el laberinto de estrellas, su mente era un torbellino de emociones: miedo, alivio y una voluntad indomable de sobrevivir. El dolor de sus últimas "mejoras" todavía latía a través de ella, un recordatorio constante de lo que estaba escapando, pero también sirvió para fortalecer su determinación.
Pero la libertad, parecía, no vendría tan fácilmente...
No mucho después de entrar en el borde del borde exterior, una repentina alarma sonó a través de la cabina. El corazón de Nebula se hundió al ver la razón: un largo bloqueo de buques de guerra dispuestos en un formidable muro, extendido ante ella.
Antes de que pudiera siquiera pensar en un desvío, el bloqueo cobró vida, abriendo fuego con una precisión despiadada. "?!"
Su barco se estremeció bajo el impacto de las explosiones de plasma, las alarmas gritaban en protesta cuando los sistemas críticos comenzaron a fallar. Los motores, el alma de su barco, fueron golpeados directamente, chisporroteando y muriendo en un rugido final y desafiante.
El corazón de Nebula se aceleró mientras se preparaba para el final. Varada e impotente, esperó el último bombardeo que destrozaría su barco, esperando encontrar su muerte en el frío e indiferente vacío del espacio.
"Al menos ya no tendré que preocuparme por volver al infierno..." Pensó, pero el destino, parecía, tenía otros planes.
En lugar del final letal que anticipó, un rayo de tractor se bloqueó en su recipiente lisiado, tirándolo hacia el buque de guerra más grande del grupo.
Nebula se sentó, resignada, en la silla de su piloto, sus pensamientos una mezcla de aprehensión y desesperación mientras su barco era tragado por la boca abierta del hangar del buque de guerra.
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Después de reunirse con Nova Prime, la nave estelar Jedi salio del bloqueo del Imperio Nova, en su camino hacia su próxima reunión programada, que sin duda sería mucho más desalentadora que la última.
Windu volvió su mirada hacia Peter, que se sentó envuelto en la contemplación, con un ceño fruncido que ensuciaba sus rasgos. Su frente se frunce, una tormenta de pensamientos haciendo estragos dentro de él.
"¿Qué pesa en tu mente, Peter?" Windu preguntó, con su voz tranquila y firme.
Los ojos de Peter parpadearon de incertidumbre antes de expresar sus preocupaciones: "¿Crees que deberíamos pedir respaldo? Después de todo lo que dijo Nova Prime, el Kree... Ronan y los otros acusadores... No parecen ser del tipo con el que razonar".
La expresión de Windu se endureció ligeramente, y después de una breve pausa, asintió: "Enviaré un mensaje a Coruscant detallando nuestra situación. Pero nuestra reunión con el Kree continúa según lo planeado. Terminar con esta guerra es nuestra prioridad número uno".
Peter asintió, con una expresión resignada en su cara. A pesar de la tranquilidad, una sombra de presentimiento se aferró a él, susurrando dudas sobre el próximo encuentro con el Kree. "Tengo un mal presentimiento sobre esto..."
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Con su mensaje a la República enviado, muy pronto, el formidable bloqueo de Kree salió a la vista, la atmósfera dentro de la cabina se volvió tensa en un instante.
Justo cuando estaban a punto de saludarlos y anunciar su llegada, de repente, el barco Kree más cercano abrió fuego, un aluvión de artillería de plasma, atravesando el vacío con una intención letal.
"¡Nos están disparando!" Peter advirtió, sus preocupaciones se han reflejado.
Los ojos de Windu se abrieron de par en par mientras tomaba los controles, y maniobraba rápidamente el barco, tejiendo su barco a través del ataque mortal con precisión y habilidad poco naturales, la fuerza lo guió.
El enfoque de Windu era inquebrantable, su voz solo ligeramente tensa. "Parece que Nova Prime no estaba exagerando..." Cada maniobra evasiva iba acompañada de un fuego de plasma que casi no tenía como objetivo.
Mientras Windu continuaba evadiendo, Peter abrió un canal, saludando a la flota hostil que ellos. "¡Alto el fuego! ¡Estos son el Maestro Jedi Mace Windu y Padawan Peter Quill, emisarios de la República Galáctica! ¡No somos hostiles, repito, no somos hostiles!"
Segundos después, el barco dejó de disparar antes de que una respuesta crujiera sobre los altavoces. Frío y lleno de desdén, respondió el Kree. "Jedi. Tu reputación te precede. Ronan el Acusador te recibirá, pero sé esto: cualquier traición será recibida con una retribución rápida y despiadada".
El corazón de Peter se aceleró por la mención del nombre de Ronan, su mano moviéndose instintivamente hacia su sable de luz. 'Está aquí...'
Puede que Ronan no haya sido uno de los villanos más fuertes del MCU o Marvel, pero ciertamente era lo suficientemente poderoso, especialmente en comparación con Peter, que era solo un Jedi Padawan. Un Padawan muy impresionante, pero sigue siendo un Padawan.
Peter miró a su Maestro: "¿Es Windu lo suficientemente fuerte como para manejarlo?" Se preguntó.
Si hay algo que Peter ha notado a lo largo de su tiempo en los Jedi, es que parecen más fuertes de lo que eran en las películas, por lo que Windu podría tener una oportunidad.
"Todo depende de lo fuerte que sea esta versión de Ronan..."
Windu, sintiendo el aumento de las emociones de su Padawan, habló, rompiendo a Peter de sus pensamientos: "Relájate, confía en la Fuerza... Caminamos por un camino de paz, incluso si nos lleva al peligro".
Peter asintió, calmándose con fuerza. "Está bien, pero eso no cambia el hecho de que nos dispararon, lo cual no es una buena señal..."
"Entiendo", reconoció Windu, guiando a su barco hacia la bahía de atraque del buque de guerra más grande. "Pero eso no cambia nuestra misión. Mantente bajo control y recuerda que el miedo es el camino hacia el lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Debes superar tus miedos..."
Peter se resistió al impulso de poner los ojos en blanco, ya que lo había escuchado innumerables veces en el templo Jedi. "Sí, Maestro". Asintiendo con la cabeza una vez más, se preparó para lo que estaba por venir.
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En las entrañas del enorme buque de guerra Kree, el aire estaba lleno de tensión y el olor metálico a sangre. Ronan el Acusador, una imponente figura de piel azul envestida en la armadura tradicional de su pueblo, estaba de pie en medio de una gran habitación llena de cuerpos sin vida y destrozados de sus propios soldados.
Ante él, un soldado Kree solo se arrodillaba, temblando de miedo. Sus ojos, abiertos de terror, se disparaban entre Ronan y la horrible escena que lo rodeaba. "Por favor, acusador", rogó el soldado, con la voz de desesperación. "Juro que nunca volveré a desafiar tus órdenes. Nosotros... simplemente no pudimos llevarnos a matar a esas personas inocentes..."
Ronan se burló con desdén, con la mirada fría e insensible. "La misericordia", dijo como veneno, "es una enfermedad. Una debilidad que infecta a los débiles de mente, como tú. Usted y sus camaradas fueron los que se encargaron de limpiar esa ciudad de sus impurezas, purgándola en nombre de la superioridad de Kree. Sin embargo, elegiste desafiar mis órdenes y perdonarlas... Patético".
Levantó su poderoso martillo, el Arma Universal, su superficie grabada con runas antiguas y brillando con una luz púrpura malévola.
Las súplicas del soldado arrodillado se convirtieron en mendicidad histérica, su voz resonando en las paredes frías y duras de la habitación. Pero la mirada de Ronan permaneció inquebrantable, su convicción inquebrantable.
Y con un movimiento rápido y despiadado, Ronan balanceó su martillo hacia abajo. *¡Crunch! * El sonido del impacto era repugnante, un ruido húmedo y aplastante que significaba el final de las súplicas del soldado, su cabeza se borró en un instante.
El cuerpo se desplomó hacia adelante, un testimonio final y silencioso de la brutal forma de justicia de Ronan, a medida que aún más sangre se acumulaba en el suelo.
El sombrío silencio que siguió fue roto de repente por los pasos apresurados de otro soldado. El recién llegado se congeló en la puerta, horrorizado por la carnicería.
Ronan, sacudió la sangre de su martillo con un columpio practicado y se volvió hacia el soldado, su mirada lo exigió. "Informe".
Recuperando la compostura, el soldado entregó apresuradamente su mensaje. "Los Jedi han llegado, acusador", informó, con su voz apenas por encima de un susurro.
Los ojos de Ronan se estrecharon pensativamente, una oscura intriga parpadeando dentro de ellos mientras salía de la habitación, con sus pesados pasos resueltos. "Limpia este desastre", ordenó sobre su hombro, dejando que el soldado se ocupara de las secuelas.
Solo, el soldado miró a sus camaradas fallecidos, tragando de miedo mientras se puso a trabajar. Después de todo, este podría ser él si no hiciera lo que se le dijo.
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Cuando su barco aterrizó en el cavernoso hangar del buque de guerra Kree, Peter y Windu emergieron a una vista menos que bienvenida.
Se encontraron rodeados por un contingente de soldados Kree, con armas extraídas y dirigidas directamente a ellos. La tensión en el aire era palpable, el dedo de cada soldado aparentemente picaba en el gatillo.
La expresión de Windu se oscureció ligeramente, sus preocupaciones comenzaron a reflejar las aprehensiones anteriores de Peter. Sin embargo, en medio, su compostura se mantuvo inquebrantable.
Peter, por otro lado, era una bobina de preparación. Su mano se cierne cerca de su sable de luz, sus instintos gritaban por acción. No estaba a punto de ser cogido desprevenido, no aquí, ni ahora. Esta segunda oportunidad de vida fue preciosa, y estaba decidido a no desperdiciarla.
Antes de que la situación pudiera deteriorarse aún más, la multitud de soldados se separó como el mar, dando paso a Ronan el Acusador, su presencia llamó la atención.
La mano de Peter fue instintivamente a su sable de luz, lista para dibujarla en cualquier momento. Su mirada se aferró a Ronan, analizando, calculando. "..."
Incluso cuando llegó su comandante, los soldados no bajaron sus armas, manteniéndolas dirigidas a los Jedi, esperando las órdenes de Ronan.
Y justo cuando Ronan se preparaba para hablar, una conmoción en el otro extremo del hangar llamó la atención de todos.
Un grupo de soldados Kree estaban luchando con una niña desafiante de piel azul, sacándola de un barco maltratado. Ella contraatacó ferozmente, empuñando porras electrificadas que dejaban caer a los soldados de rodillas con cada ataque.
Peter observó, se intrigó y se impresionó un poco por sus habilidades. "Ella sabe cómo manejarse bien..."
Sin embargo, a pesar de sus valientes esfuerzos, las probabilidades se volvieron rápidamente en su contra, y por una ventaja numérica. Con ella restringida e inmóvil, los soldados a los que se les entregaron sus a*s hace solo unos momentos se levantaron para conseguir sus lamidas, pateando y pisoteando a la chica caída antes de arrastrarla por el pelo.
(A/N: Sí, todavía tiene pelo. Sus mejoras cibernéticas aún no han llegado a ese punto.)
Peter apretó los puños, la ira burbujeando dentro de él al ver a la niña siendo maltratada de manera tan cruel. Apenas contuvo el impulso de intervenir, la fuerza temblando a su alrededor.
Sintiendo la creciente furia de su Padawan, Windu puso una mano calmante en el hombro de Peter, un recordatorio silencioso de su propósito y la necesidad de moderación. Su mirada, severa pero comprensiva, transmitía un mensaje más fuerte que las palabras: esta no era su lucha, ni aquí, ni ahora.
Ronan, después de haber observado toda la escena, finalmente se dirigió a sus invitados. "Disculpas por la perturbación, y la recepción menos que cordial", dijo, haciendo señas para que sus hombres bajen sus blásteres, con un tono que llevaba una nota inesperada de civilidad.
Peter miró fijamente a Ronan, el escepticismo aumentaba, "¿Qué está haciendo?"
Aceptando la disculpa de Ronan con un asentimiento, Windu mantuvo su comportamiento compuesto: "No hay problema en absoluto. Entendemos las complejidades de estos tiempos y las precauciones que requieren. Sin embargo, seamos claros: nuestra misión aquí es pacífica. Buscamos el diálogo, no el conflicto".
"Sí, por supuesto, por favor, sígueme. Tenemos mucho de lo que hablar..."