—Estaba en medio de un edificio abandonado en Corea y creo que he encontrado un cuartel de drogas por casualidad —Estefan pateó la puerta de su tío Oliver y entrando dramáticamente—, así que espero que esta reunión de escuadrones tenga una buena razón, porque necesito ir a ver si ese cuartel de drogas tiene que ver con mi investigación o solo los desgraciados han tenido muy mala suerte de que los encontrara.
—Creo que empezaré a redactar mi carta de renuncia al escuadrón —habló Jeremy que llegó segundos antes que Estefan.
—Eres un lobo blanco, se supone que debes ayudar a guiar a los hombres lobos —empezó Matt.
—Sanarlos es una mejor opción para mí — protestó Jeremy.
Alan ingresó con cara de pocos amigos.
—Estaba sobrevolando la barrera de la isla para ayudar a mantenerla —gruño Alan—, tengo que terminar antes que anochezca ¿Qué carajos está pasando ahora?
—Bueno, ahora si estamos casi completos —hablo Alex.
—Falta Liam —dijo Bael que estaba parado en una pared observando todo en silencio—, ¿Dónde está?
—Fue Liam quien nos convocó —Oliver alzó su mirada de su trabajo—, ya debe llegar.
Bael alzó una ceja, miró a Theo en busca de una explicación y este solo se encogió de hombros. Era temprano y Bael se había tomado unos días de descanso después del cumpleaños de Liana. Pronto sería la reunión de manadas y Bael quería estar tranquilo para afrontarla. Además, que estaba visitando a sus amigos con los que no hablaba hace mucho tiempo.
No había visto a Liam desde la madrugada donde lo ayudó a ir a su casa junto a Theo.
La puerta se abrió, todos pensaron que era Liam, pero era Gabriela con una gran sonrisa en el rostro.
—Mi princesa ¿Qué haces aquí? —Alan la miró confundido y después miro a Oliver con sospecha—, ¿No le diste licencia de maternidad?
—Se la di —Oliver miro confundido a su sobrina—, se la di a ti y a Jose, ¿Qué haces aquí cariño?
—Vengo a apoyar a mi príncipe —Gabriela se sentó al lado de su tío Alex, el cual le apretó la mano con cariño—, Liam tiene cosas importantes que discutir y me pidió que venga, Jose iba a acompañarnos también, pero Zephyra se quedó dormida en su regazo y si la movemos solo un poco, se despertara a gritos incesantes.
Gabriela miró a Estefan, este le alzó una ceja y esta le guiñó el ojo. Bael temblaba de rabia, pero su gemela ni siquiera lo miró.
Liam ingresó un poco después, luciendo un poco desencajado. La habitación se llenó de un incómodo silencio por la actitud sombría del príncipe heredero. Junto a él, como siempre le seguía Seraniel. El ángel se pegó a una pared y quedó en silencio para no intervenir. Normalmente se quedaba en otro lugar del palacio al sentir a Liam dentro de él. No obstante, sentía al príncipe agitado, así que estaba a su lado donde fuera ese día.
—¿Vas a decir que pasa o vas a seguir con esa cara amargada? —espeto Estefan perdiendo la paciencia.
—El día de ayer me la pase leyendo y analizando la ley de género sobre las posiciones de alfa en las manadas —empezó a decir Liam.
Bael abrió mucho los ojos y miró a su tío Jaime.
—¿Qué pasa con esa ley ? —preguntó su padre apoyando sus manos sobre su escritorio—, ¿Deseas agregarle alguna cláusula?
—Deseo modificarla —dijo Liam—, he descubierto que esa ley no está explícitamente conectada a la línea real. Si tuviera una hija, esta no podría heredar mi puesto ya que aun las mujeres por ley no pueden ser gobernantes del Reino.
—¿Qué? —Oliver miró a Jaime—, ¿Eso es cierto?
—Tendría que revisar la ley yo mismo —hablo Jaime con tranquilidad—, pero recordando como fue redactada esa ley, tan rápido y tan improvisadamente, no me sorprendería que fuera así. Creo también recordar decirles que se tomaran el tiempo en pensar bien qué imposiciones iban a hacer, pero claro, dijeron que yo solo estaba evitando que la ley existiera, bueno, estas son las consecuencias cuando alguien no piensa bien las cosas antes de lanzarse a hacerlas.
Liam frunció el ceño en dirección de su tío Jaime, era como si se estuviera regodeando del mal trabajo que hizo hace un año.
—Se supone que para eso están los miembros del escuadrón, para ayudar al Rey y al príncipe heredero a gobernar —intervino Gabriela—, pido disculpas por nuestra parte, nadie del escuadrón del príncipe se dio cuenta. Nos confiamos de que al ser una ley que debía ser firmada por el Rey y los alfas, los miembros del escuadrón mayor se esforzarían en que todo estuviera muy bien redactado. Claramente lo subestimamos.
—¿Qué carajos está pasando? —Alan mira a su hija y a su amigo—, dejen de hacer tanto drama y simplemente cambien la ley.
—Hay un problema —Oliver suspiro—, necesitaríamos la firma de todos los alfas.
—En unos días se celebra la reunión de manadas, podremos replantear la ley y que lo firmen —hablo Alex intentando que el ambiente mejore—, todos los alfas son casi de la nueva generación. Esto se resolverá rápido.
—Tendrán que entregarles una lista del nuevo orden de los sucesores a la corona —intervino Dylan que hasta ese momento se había mantenido callado—, ¿Cómo van a explicar el nombre de Dantalian Hoffman, heredero de la casa Hoffman y actualmente el único heredero de Liam?
—Supongo que es hora de decirles la verdad a todos —respondió Liam—, pero esto tiene que arreglarse lo antes posible, si tengo una hija, ella merece ser nombrada mi heredera. No aceptaré nada más.
Liam salió de la habitación siendo seguido por Bael.
—¡Liam! —exclamó Bael siguiendo a su primo.
Liam paró en medio del pasillo, dándose la vuelta para enfrentar a Bael.
—¿Lo sabías cierto? —Liam lo cuestiono—, ¿Sabías sobre el error en la ley?
—Lo supe hace poco —intentó explicarse Bael—, iba a decírtelo.
—¿Cuándo? —Liam negó con la cabeza—, ¿Cuándo tuviera una hija que no podría tener mi corona?
—Solo estaba esperando que todo el problema con Jessy y Dantalian pasara —dijo Bael—, no pretendía que mi hijo le quitara el tuyo su derecho de nacimiento.
—Siempre pensando en ti mismo y en tus problemas —exclamó Liam—, ¿Acaso pensaste en mí o en Leia y lo mucho que nos afectaría esto?
—Liam...
—Leia ya lo sabe y está destrozada —dijo Liam retrocediendo del agarre de Bael—, fue mi culpa que se enterara de esta forma, ella la perdonó hace mucho, pero su loba al parecer no.
—Lo siento tanto Liam, yo...
—No hay nada que puedas hacer —hablo Liam con resentimiento—, después de todo, pensé que al fin eras honesto conmigo, pero siempre puedes sorprenderme.
—No pensé que esta información te afectara tanto, solo estaba intentando proteger a mi familia.
—Yo pensé que también lo era —Liam suspiró decepcionado—, solo mantén a Jessy lo más alejada de Leia, si su nombre la afecta tanto no quiero pensar que pasaría si la ve. Yo también debo velar por ella y por mi futuro hijo.
Bael intentó decir algo más, pero Liam lo detuvo.
—No voy a quitar mi apoyo hacia Dantalian si te lo preguntas y seguiré firme hacia el perdón de Jessy —hablo Liam firme—, porque te lo prometí y sigo pensando que es lo correcto, solo espero que tu algún día me veas como algo más que un medio para alcanzar tus deseos.
Con esas últimas palabras Liam siguió su camino dejando a Bael que se quedó parado sintiéndose una total mierda.
Se sujetó la cabeza y pensó, aún tenía el perdón de Liam y tenía tiempo de pensar cómo manejar a los demás alfas. Tendría que hablar con Auguste para decirle que la bomba explotaría muy pronto y debían prepararse.
Antes pensó que debía resolver su mayor problema, antes pensaba que tenía a toda su familia de su lado. Pero con Gabriela en contra, todo se podía desmoronar. Su hermana podía hacer que condenen a Jessy.
Tenía que resolver de una vez por todas esto con su gemela.