CAPÍTULO 13.- segundo fragmento

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—Por la diosa luna —Odette se levantó—, hasta aquí puedo escuchar el conflicto, iré a ver que está pasando.


Theo le dio una sonrisa débil.


—No es nuestra familia si no se matan entre ellos en una reunión ¿cierto? —dijo intentando bromear.


Odette salió de la habitación y Theo siguió en la misma posición. Sujetaba la mano de Taylor casi recostado a su lado. Le rompía el corazón verla de ese modo, vulnerable y herida. Le hacía sentir tan impotente no poder hacer nada para poder ayudarla.


Taylor normalmente parecía alguien imponente e inquebrantable. Se veía tan poderosa y segura de sí misma que Theo pasaba por alto muchas veces que es humana. Que no tenía poderes o regeneración como ellos y algo como una bala o un accidente podía acabar con ella.


No podía imaginar un mundo sin Taylor, ella lo era todo para él. Desde que se levantaba y hasta que se acostaba. No sabía si era posible, pero cada día la amaba un poco más. Una vida sin Taylor no tenía ningún sentido para él.


—¿Eres real?


Theo levantó el rostro al escuchar la voz de Taylor.


—¡Taylor!


Theo se aproximó a ella para unir sus bocas.


—Gracias, gracias , gracias —Theo inundaba de besos su rostro—, por la diosa, estaba tan asustado.


Taylor abrazo a Theo con mucha fuerza.


—Mierda... —Taylor soltaba algunas lágrimas—, dime que eres realmente tú, dime que no es un sueño, dime que estás a salvo.


—Mi amor —Theo intentaba hablar entre los besos desesperados que se daban y las lágrimas que surcaban sus rostros—, mi amor, estoy bien, soy yo realmente. No me hicieron nada, lo que viste fue una alucinación.


Los dos lloraron y siguieron besándose de modo impaciente. A Taylor le costó un momento reconocer que ese no era un sueño o una alucinación. Theo la calmó entre caricias y mimos.


Cuando la cazadora pudo calmarse, él se acostó a su lado apapachándola y explicándole lo que había pasado desde que entró en trance. Taylor empezó a sentir vergüenza.


—¡Dios!, soy una idiota —gimió Taylor ocultando su rostro en el pecho de Theo—, todos pensaran que soy una débil de mente, ¡Qué horror! ¡Gerard y Bael se van a burlar hasta el cansancio!


Theo suspiró.


—Estuvieron muy preocupados de hecho —Theo negó con la cabeza mientras le acariciaba el cabello—, Bael estaba totalmente furioso, te ha agarrado mucho cariño como supuse que lo haría. Ustedes son un par de cabezas huecas impulsivos, por supuesto que se harían buenos amigos.

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