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Hace 27 años atrás...
—¿A ti quien te toco cuidar ahora?
—Charlotte —respondió Elysiron con una gran sonrisa.
Seraniel alzo una ceja hacia su amigo.
—¿Por qué estás tan emocionado?
—¡Es un alma pura!
—Es mentira —Seraniel negó con la cabeza—, apenas llevamos siendo unos polluelos para que nos encarguen almas puras, esas son casi inexistentes ahora y son otorgadas a guardianes con más experiencia.
—Tú serás un polluelo Seraniel —Elysiron agito sus alas con entusiasmo—, ¡Al parecer fui ascendido!
Su amigo lo abrazó y Seraniel se sintió alegre por él. Los dos eran ángeles de la orden de los guardianes y estaba feliz por ver a su amigo escalar de posición. Los dos habían sido creados al mismo tiempo y siempre estaban juntos. Elysiron era lo más cercano que tenía a un familiar. Los ángeles no tenían hermanos o padres propiamente dicho. Fueron creados por los dioses de la creación y todos eran uno solo.
Sin embargo, para Seraniel no había nada más importante que Elysiron.
—Es una monja —Elysiron miró el pergamino donde le daban la información—, acaba de unirse al convento y al ser un alma pura, el enemigo intentara tentarla de diferentes formas y... oh...
—¿Qué? —pregunto Seraniel curioso.
—Es algo torpe, tiene tendencias de hacerse daño físico y sufre de migraña —Elysiron sonrió—, por eso me mandan a mí.
Elysiron dominaba el poder de la sanación divina. Con un simple toque, podía aliviar cualquier enfermedad o aflicción, restaurando la salud de los enfermos y heridos. Era uno de los poderes más raros entre los ángeles. Y en especial en un ángel guardián, Seraniel solo escuchó sobre la sanación divina en ángeles de alto rango.
Seraniel por su parte podía inspirar a las personas a cuidar de sí mismas, podía liberar a las almas de las cargas negativas y limpiar los corazones de las personas de odio, envidia y resentimiento. Para buscar la curación en aspectos espirituales de sus vidas. Un poder bastante común entre los ángeles guardianes.
—A mí me toco un abogado que está pasando un momento difícil porque su hijo tiene una enfermedad grave —habló Seraniel—, al parecer este abogado estaría destinado a llevar justicia e inspirar personas, pero el problema de su hijo puede desviarle del camino.
—¿Lo de su hijo es su gran prueba? —pregunto Elysiron.
—Al parecer sí —asintió Seraniel—, bien se hunde o lo enfrenta y se convierte en quien debe ser.
Elysiron le pasó el brazo por sus hombros.
—Vamos a hacer un excelente trabajo —lo sacudió con entusiasmo—, ¡Nos vamos a convertir en los mejores ángeles guardianes!
****
—¿Pasó algo grave? —pregunto Seraniel.
—No con ella —Elysiron señaló al frente de ellos—, pero la hermana mayor del convento, la cual se ha convertido en su figura materna, está muy enferma.
Seraniel miró la habitación pequeña donde una monja joven ponía paños húmedos a una monja muy mayor, acostada y delirando de fiebre.
—Se ve muy mayor —dijo Seraniel.
—Creo que su tiempo ya va a llegar —Elysiron suspiro—, ¿No es Charlotte tan bondadosa?, quedarse toda la noche cuidando de ella es algo muy noble.
Seraniel puso los ojos en blanco, desde que Elysiron conoció a su nueva persona para cuidar, solo hablaba de ella todo el tiempo. No se cansaba de decir lo perfecta y hermosa que era.
—Si ya es su hora, me voy —dijo Seraniel—, mi persona está cuidando a su hijo en el hospital y se ha quedado dormido a su lado. Además, seguramente va a aparecer un ángel de la muerte por aquí y esos tipos realmente me dan miedo.
—Si, son espeluznantes —Elysiron se estremeció a su lado —, ¿Tú crees que su aura extraña afecte al alma pura de Charlotte?
Seraniel puso los ojos en blanco una vez más.
—Me voy.
***
—¡Seraniel!
—¿Ahora qué? —Seraniel estaba muy a gusto viendo trabajar a su persona.
—¡Seraniel! —Elysiron apareció gritando como loco—, ¡Seraniel!
—Ya cállate —Seraniel tomó a su amigo por los hombros para calmarlo—, ¿Qué pasa aquí?
—¡Charlotte!
—Ay no —Seraniel lo soltó y caminó por la oficina de su persona—, no quiero escuchar si salvo a un perrito o si ayudo a un niño y lo sumamente perfecta que es. ¡Ya estoy harto!
—¡No Seraniel! —Elysiron negaba con la cabeza—, ¡Charlotte puede verme!
—¡¿Qué?!
—¡Charlotte puede verme!
Seraniel abrió y cerró la boca varias veces.
—¿Qué hiciste?
—¡Nada lo juro!
—¡Tuviste que hacer algo! —lo acusó Seraniel—, perturbaste algo. Se supone que las personas que ven ángeles suelen hacerlo por mandato divino del supremo. No tendrían que ver a un ángel guardián común como nosotros, ¿Qué estabas haciendo cuando sucedió?
—Es que... es que... —Elysiron abrió mucho los ojos.
—¡Si hiciste algo!
—¡Pero fue algo insignificante!
—¡Elysiron!
—Una ave se cayó del árbol y ella lo estaba viendo desde la ventana y no pudo hacer nada para ayudarlo porque estaba castigada por esa bruja que deberían botar del convento y que le gusta torturar a las monjas jóvenes — Elysiron empezó a explicarse—, estaba a su lado molestando a Charlotte, mientras está fregaba suelos con sus hermosas manos, entonces se puso a llorar porque no podía ayudar al pajarito y yo me aparecí al lado del pajarito que estaba muy lastimado y parecía que moriría. Lo sané y lo puse en su nido nuevamente. Entonces mire en dirección de Charlotte y esta estaba pasmada, empezó a balbucear, la otra monja que es su amiga y que estaba fregando el suelo le preguntó que tenía. Charlotte me señaló y dijo claramente... ¡Angel!
Seraniel cerró los ojos.
—¿Qué hiciste después? —preguntó con tranquilidad disimulada.
—Me aparecí aquí —Elysiron miró a su amigo suplicante—, tienes que ayudarme Seraniel.
—¿Y qué quieres que haga exactamente?
—Cálmala —dijo Elysiron—, tú eres bueno calmando personas, por eso te pusieron al neurótico este.
Elysiron señaló a su persona, el abogado enfureció mientras leía sus papeles.
Seraniel suspiro, fue al lado de su persona, le puso su mano en su hombro y este empezó a calmarse. Estaba quitándole los sentimientos negativos.
—¡Vez! —Elysiron chillo—, ven conmigo, calma a Charlotte para explicarle que soy su ángel guardián y que no puede enloquecer y desviarse del camino.
—Si esto se descubre —Seraniel trago saliva—, estaremos en muchos problemas.
—Por favor, por favor, por favor... —Elysiron sujeto su mano, hizo un puchero y empezó a lloriquear como un niño—, Seraniel tienes que ayudarme o si no me azotarán, despues me expulsaran de la orden de los guardianes y será mi fin ¡Tienes que ayudarme!
Seraniel asintió a regañadientes.
***
Charlotte estaba arrodillada al pie de su cama, a pesar de que estuvo todo el día arrodillada limpiando suelos y tenía las rodillas lastimadas. Necesitaba rezar ese día porque había tenido una especie de alucinación y le pedía a dios no tener alguna enfermedad mental.
Seraniel y Elysiron aparecieron detrás de ella.
Elysiron le hizo señas y Seraniel le devolvió las señas a él para que dejara de ser cobarde y le llamara para comprobar si podía seguir viéndolo.
Seraniel le golpeó el hombro y empujó a Elysiron para que se aproximara a su persona.
Elysiron tomo valor y llamó.
—¿Charlotte?
Esta seguía rezando.
—¿Charlotte?
Ella seguía sin responder.
—Gracias padre santo —Seraniel botó el aire que estaba reteniendo—, solo fue un susto, tal vez ella no te vio y el que está alucinando cosas eres tú.
—Estoy seguro de que me vio —Elysiron pasó las manos por la cara de Charlotte—, tierra llamando a Charlotte.
—¿Vez? —Seraniel puso la mano en el hombro de Charlotte—, ella...
Charlotte empezó a llorar mientras seguía rezando.
—Padre santo por favor elimina estas voces de mi cabeza —Charlotte rezaba más alto mientras se estremecía por el toque que sintió en su hombro—, padre por favor, no dejes que el demonio entre en mi mente...
Seraniel y Elysiron se miraron mutuamente, los dos estaban totalmente pálidos. Seraniel pudo detectar el miedo que tenía Charlotte, así que afianzó el agarre en su hombro y empezó a consumir ese miedo.
—Charlotte no somos enviados por el demonio —dijo Seraniel tomando las riendas de la situación—, somos ángeles enviados por dios, así que levántate y míranos.
Elysiron dio un paso atrás. Charlotte se levantó con lentitud, volteándose para enfrentarlos. Sus ojos se abrieron con demasía al verlos.
—Dios santo —gimió.
—Yo soy Seraniel —el ángel se tocó el pecho y después señaló a su amigo— y este Elysiron, somos ángeles guardianes.
—Hola —saludo Elysiron tímido.
—¿Me volví loca? —preguntó Charlotte limpiándose las lágrimas.
—No, somos ángeles reales, no te has vuelto loca, pero tenemos un problema aquí —siguió hablando Seraniel—, se supone que no deberías vernos, Elysiron es tu ángel guardián y parece que ha averiado algo.
—Hola —volvió a saludar Elysiron, sin creer que estaba hablando con Charlotte.
—¿Tengo un ángel guardián? —preguntó Charlotte mirando a Seraniel.
—Uno muy tonto —siguió Seraniel intentando no perder la calma—, muy pero muy tonto, intervino en algo que no debió intervenir. No sé cómo la muerte de ese ave tendría que afectarte, uno diría que algo así debía ser insignificante, pero al parecer debía suceder. Este tarado se interpuso, sanó al pájaro y... no sé qué paso, pero ahora puedes vernos.
Charlotte miró a Elysiron.
—Tu... —ella sonrió un poco—, tú salvaste a ese pajarito. No lo imagine.
—Si.
—Gracias.
Seraniel tenía un tic en el ojo.
—Si puedes vernos a nosotros, probablemente... verás todo —Seraniel masajeo sus sienes—, dios santo, tendrás que actuar como si no, si alguien se entera de esto, nosotros dos estamos fritos.
Charlotte los miro preocupada.
—Yo actuaré como si no los viera nunca —asintió ella—, lo prometo. No quiero que les pase algo a unos ángeles por mi culpa.