la bella y la bestia (adaptad...

De LinaMarcelaGalviz

44.5K 1.2K 72

SINOPSIS: que feo es cuando la personas que mas ama es la persona mas fría del mundo, que feo es que le inten... Mais

Capítulo 1
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 4
capitulo 5
capitulo 6
capitulo 7
capitulo 8
capitulo 9
capitulo 10
cpitulo 11
capitulo 12
capitulo 14
capitulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
Untitled Part 19
capitulo 20
Untitled Part 21
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 25
capitulo 26
capitulo 27
capitulo 28
capitulo 29
capitulo 30
capitulo 31
capitulo 32
capitulo 33
capitulo 34
capitulo 35
capitulo 36
capitulo 37
capitulo 38
capitulo 39
capitulo 40
nota
capitulo 42
capitulo 43
capitulo 44
capitulo 45
capitulo 46
capitulo 47
capitulo 48
capitulo 49
capitulo 50
capitulo 51
capitulo 52
capitulo 53
capitulo 54
epilogo
nota
nota
nota

capitulo 13

600 22 1
De LinaMarcelaGalviz

- Porque debían creérselo.

- ¿Ah sí?- Dije arqueando una ceja.- No te creo Porcella.

- No me creas.- Dijo nervioso.

- Bueno, creo que ya me voy a dormir. Que descanses.- Me levanté y salí de ahí.


Entre en mi habitación y me metí en la cama. Estoy segura que no es un viaje solo de trabajo es algo más que eso, porque si no, no estaría tan nervioso a la hora de hablar sobre eso. De tanto pensar en que puede estar tramando Porcella, me quede completamente dormida


Desperté porque un rayo de sol daba justo en mi ojo, volteé hacía el otro lado y abrí los ojos. Tardé un rato en despertarme bien y luego me fui al baño.

Me di una ducha y me arregle. Baje a desayunar y no había nadie, ni señales de Nicola.


- Buenos días señorita.- Me sonrió una de las chicas.- ¿Qué va a desayunar?

- Un jugo, no quiero nada para comer.- Dije viendo si Nicola se encontraba por ahí.- ¿Dónde está Nicola?- Dije intrigada.

- Ah el señor salió temprano. Dijo que tenía que hacer unas cosas antes del viaje de mañana a México.

- Ahh, gracias.- Le sonreí.


Bueno, parece que Nicola tenía bastantes cosas que hacer porque estuve toda la tarde sola y aburrida en la pileta. No tenía nada que hacer más que tomar sol sobre una reposera y escuchar música desde mi celular.

Almorcé sola, tome la media tarde sola, y cené sola. Me fui a dormir temprano porque el aburrimiento era el apoderado de esa casa.


- Hey, arriba, vamos a perder el vuelo.- Lo sentí decir desde la puerta de mi habitación. Me senté en la cama y lo miré.- Levántate.

- Explícame donde estuviste ayer Porcella.- Dije abriendo solo un ojo.

- No tengo que darte explicaciones.- Dijo entrando a mi baño. Sentí el agua de la ducha correr.- Vamos entra ahí, dos horas sale nuestro avión.

- ¿Qué hora es?- Pregunté levantándome.

- Las 5:00 am.

- Hey, no me voy a levantar tan temprano.

- Tienes que levantarte temprano porque en dos horas sale el vuelo.

- Nicola.- Dije acostándome de nuevo.- Quiero quedarme aquí.

- Dije que te levantes.- Dijo insistente.

- Dije que quiero quedarme.- Le dije del mismo modo.

- Bien, tú te la buscaste.


Caminó hasta mí y me tomó en sus brazos.


- ¿Qué haces?- Grité intentando bajarme de sus brazos.


Pero ya era tarde él me había dejado en pijama bajo la ducha.


- Imbécil.- Murmuré mientras el cerraba la puerta del baño.


Me saqué la ropa mojada y la tiré fuera de la ducha. Insulté a Nicola mientras me daba mi baño y al salir me coloqué unos jeans y una remera simple, deje mi cabello suelto. Baje y me encontré con Nicola sentado a la mesa, desayunando.


- Me las vas a pagar, te lo aseguro.- Dije sentándome. Rió por lo bajo. Al instante tenía mi desayuno en frente.- Me mojaste todo el pijama y el agua estaba fría.

- La culpa es tuya.- Dijo sin despegar los ojos del diario.- Tu no quisiste meterte por tu cuenta, algo tenía que hacer.

- Bueno, bueno, como tú digas.- Dije desviando la mirada.


Nicola terminó de desayunar y subió. Al rato estaba abajo con las maletas mías y las de él.


- Apúrate, no tenemos mucho tiempo.- Dijo impaciente mirando su reloj.

- Bueno Porcella, tranquilízate porque la verdad no estoy como para tus estupideces.- Dije de mala gana mientras me levantaba de la mesa.- Voy por mi bolso.- Corrí escaleras arriba y minutos después bajé de la misma manera.


El chofer de Nicola cargó las maletas en el auto y ambos subimos. Estaba segura de que este viaje no iba a ser el mejor de todos, ni siquiera iba a ser bueno.

Llegamos al aeropuerto y Nicola me obligó a andar de su mano hasta subir al avión.

Yo sabía que Nicola Porcella era un hombre importante pero no tanto como para tener su jet privado. Entonces toda la estupidez de esta mañana por hacerme levantar temprano era una completa mentira. Pero todo se paga por su precio.

Abordamos el avión y minutos después este despegó.


- Nicola.- Dije llamando su atención. Volteó a verme.- Te detesto.

- ¿Qué?- Arqueó una ceja.- ¿Qué hice ahora?

- Te detesto desde siempre.- Dije secamente. Rodó los ojos.

- Estoy tan cansado de tu inmadurez.

- Pfff mira quien lo dice.- Dijo riendo sarcástica.

- ¿Por qué tienes la necesidad de hacerme irritar?- Dijo intentando no levantar el tono de su voz.

- Porque tú haces lo mismo.- Dije sin siquiera mirarlo. Tomó mi mano y la entrelazo con la suya, la colocó sobre él apoya brazo.- ¿Qué haces?- Intenté salir de su agarre.

- Le tomo la mano a mi novia.- Dijo de mala gana.

- Mira Porcella.- Me solté de su mano.- No estoy de humor como para tus estúpidos juegos.

- ¿Juegos?- Dijo "sin comprender"- No, amor yo no estoy jugando.- Agregó. Sonreí con sarcasmo.

- Ah con que eso quieres, ¿verdad?- Arqueé una ceja.- Pues, así jugaremos.

- No estoy jugando, yo hablo muy en serio.- Dijo.- ¿Por qué no puedo ser cariñoso con mi nena?

- ¿Tu nena? Primero que todo, soy una mujer.- Lo señalé con mi dedo.- Y segundo no soy tuya.- Dije casi en un grito.

- Aunque lo niegues eres mi nena.

- A los ojos de todos, pero verdaderamente no lo soy.

- Tu solo finge porque las consecuencias son peores que las causas.


¿A qué se refería con eso? Bien, ya me había dejado algo en que pensar mientras viajábamos a México.

El resto del viaje fue tranquilo, porque me quedé dormida. Desperté cuando Nicola me pegó un grito "Angie". No saben que lindo es despertar al lado de la persona que más amas y con un hermoso grito. Se nota mi sarcasmo, ¿Verdad?


- Baja del avión.- Me dijo desde la escalera.

- ¿Qué pasa si no quiero?- Lo desafié.

- Te bajare yo.- Sonrió malévolamente.- Vamos, baja.

- Es que me gusta estar acá.- Dije como nena pequeña.- ¿A ti no te gusta?

- No, y tampoco me gusta lo que estás haciendo, así que muévete debajo de este avión o te juro que subo a buscarte.- Terminó de bajar y volteó a verme. Le sonreí.- ¿Crees que no soy capaz de subir a buscarte?

- No eres capaz.- Dije con un tono más desafiante de lo normal. Dejó la maleta en el suelo.

- Ahora veraz Angie Arizaga, vas a entender de una vez que conmigo no se juega.- Y corrió hasta donde yo estaba.

- Me tocas y eres hombre muerto.- Le dije apoyando mis manos sobre su pecho.- Así que no te atrevas porque sabes lo que pasa.

- ¿Qué pasa?- Dijo acercándose a mis labios.

- Porcella, la última vez que te pusiste cerdo conmigo terminaste agarrándote tus partecitas, no te atrevas.

- Okei, Okei.- Dijo alejándose de mí. Sonreí, había ganado.- Pero baja ahora mismo.

- Pídelo bien.- Dije apoyándome sobre la baranda de la escalera.

- Angie, amor. ¿Puedes bajar?- Dijo y luego suspiró. Reí.

- Si, gordo, ya bajo.- Dije entre risas y luego baje hasta donde él estaba. Me tomó la mano.- No, no, no.- Se la saqué.- No sin mi permiso.- Agregué. Tragó saliva antes de hablar.

- ¿Puedo tomar tu mano?- Dijo moviendo el pie con impaciencia.

- Puedo tomar tu mano, que? 

- ¿Puedo tomare tu mano, amo?.- Seguía de impaciente.

- Así me gustas más Porcella.- Dije divertida mientras tomaba su mano.


Ni me pregunten, solo rían por que el me obedece. Este viaje había comenzado divertido, para mí, no para él, así que pronto debía comerme sus regaños y gritos por hacerlo esperar.

Entramos al aeropuerto y le pedí ir al baño. Lo hice esperar más de lo normal solo porque me gustaba molestarlo. Cuando salí le pedí ir por una revista, se negó, pero luego aceptó y me la compró. Luego le pedí que me regalara un bolso pero esta vez no aceptó. Fuimos al quiosco y de igual manera insistí que quería un chupetín, me lo regaló y yo le compré un chocolate. Pobre, después de todo se estaba comportando bien, y me estaba haciendo reír mucho, así que por lo menos debía regalarle un chocolate.


- Ya sin más vueltas.- Me jaló de la mano.- Vamos al hotel.

- Pero trátame bien Nicola.- Dije lo más sutil posible.- Yo no te estoy haciendo mal a ti.

- Bueno, perdona.- Dijo con pesadez.- ¿Podemos ir al hotel?- Arqueé un ceja.- Angie, cariño, ¿Vamos al hotel?

- Si, mi amor, vamos.- Dije divertida.


Créanme, ustedes en mi lugar, no aguantarían las risas.

Llegamos al hotel, y era enorme. Bastante lujoso para lo que yo acostumbro, pero debo comenzar a acostumbrarme a esto porque así va a ser de por vida junto a Porcella. Viajes, hoteles de cinco estrellas, viajes, hoteles de cinco estrellas, y así de por vida, muuuuy exagerado para mí.


- Una suite.- Dijo a la recepcionista. Lo miré aterrada y apreté su mano. Volteó a verme y me sonrió.

- Tome señor.- Le entregó la tarjeta.- Gracias por alojarse en nuestro hotel y que disfruten de su estadía.


Ahora la diversión estaba del lado de Porcella. Esta era su venganza, yo iba a tener que compartir habitación con él.

Continue lendo

Você também vai gostar

88.8K 7.8K 41
Alexia es una chica con miedo al amor y con muchas inseguridades con su cuerpo. Conocerá a pedri gracias a su nuevo trabajo, atracción, risas, buenos...
127K 17.5K 101
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
93.9K 8.9K 29
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
62.3K 5.9K 29
Ser guardaespaldas de la hija de un mafioso no fue nada fácil para Jeongyeon, su vida está puesta sobre la vida de Nayeon para protegerla cueste lo q...