capitulo 33

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Luego de pasar una semana y media de diversión con Patricio, Nicola y las chicas, tuvimos que volver porque Nicola debía trabajar y su padre necesitaba de su ayuda mientras viajaba al otro lado del mundo.
Nos encontrábamos en el avión, Nicola estaba viendo una película mientras por momentos cerraba sus ojos y los abría de golpe. Yo, por mi parte, estaba a su lado, leyendo una revista sobre chismes de famosos, nada interesante.
Nicola estiró una pierna y me pateó haciendo que me sobresaltara y la revista cayera al suelo, maldije por lo bajo y me agaché a tomar la revista.

- ¿No tienes sueño?- Preguntó bostezando. Negué con la cabeza y tomé de mi jugo de manzana.- ¿Ni un poco?- Preguntó apagando el pequeño televisor frente a nosotros.
- Anoche pude dormir como Dios manda.- Dije sonriendo y volví a tomar del jugo.- ¿Tú no?
- Convengamos que dormir en ese sillón nunca fue lo más cómodo.- Se quejó mientras se acomodaba sobre el asiento.- Invítame.- Dijo estirando su mano.
- No, búscate el tuyo.- Le dije sacando el vaso de su alcance.
-¡Que mala persona!- Dijo de mala gana.- Quiero jugo.- Se quejó. Le di el vaso y me sonrió antes de tomarlo.- Retiro lo dicho.- Me dijo y tomó del vaso, dejándolo completamente vació. Me lo devolvió.
- Hey Porcella.- Dije mirando que el contenido del vaso, ya no estaba.- Ahora me buscas uno.
- No queda nada para aterrizar.- Dijo acomodándose mientras me daba la espalda.
- Quiero un jugo.- Dije insistente.
- Pídele a Ximena.- Me dijo.
- A bien, ahora le dices Ximena.- Dije más que molesta. Volteó y me miró.
- ¿Celosa?
- ¿Qué crees?
- Pensé que no te gustaba ni un poquito.- Me dijo sonriente.- ¿Ves? Te dije que nadie se resiste a mí, soy una bomba sexual.- Sonrió.
- Que este celosa no significa que me gustes tú.- Dije arqueando una ceja.- Aparte, cuido lo que es mío y tú serás mi esposo y no dejare que me engañes.- Me crucé de brazos.
- ¿Y también eres mía?
- Basta Nicola.- Dije enojada.

Si bien nos llevábamos mejor, las peleas eran muy comunes día a día. Podíamos pasar momentos muy lindos juntos, mientras que cuando uno miraba a otra persona, el otro ya se fastidiaba y se iba todo por la borda. Nicola, quien siempre quería tener la razón, me hacía casi vendarme los ojos cuando íbamos a la playa, y yo, que según él, siempre quería tener la razón, no podía decirle que dejara de mirar a las chicas, porque comenzaba con sus juegos de preguntas sobre mis celos hacia sus actos.

- Nicola, vamos a aterrizar.- Dijo la castaña cuando se colocó frente a él.- Le sugiero que se ponga el cinturón de seguridad.- Esa era Ximena, la castaña que de seguro traía loco a Nicola. Eso me ponía de los pelos.
- Claro y que a mí me parta un rayo.- Dije enojada. Nicola rió.
- Oh, a usted también.- Sonrió. Falsa, estúpida, castaña hueca.
- Si, si, comprendimos, puedes retirarte y dejar de tirarte a mi novio.- Dije mientras me abrochaba el cinturón de seguridad. Nicola volvió a reír y la castaña se retiró con cara de perro.
- Eso fue descortés.- Me dijo.
- Lo descortés me lo paso por ya sabes dónde.- Le dije de mala gana. Rió.- Oh, ¿estas risueño Porcella?
- Ya, cálmate.- Dijo entre risas.- Me gustó tu forma de marcar territorio.
- Bueno.- Le dije sin siquiera mirarlo.- Abróchate eso, no vaya a ser que Ximena tenga que volver a recordártelo.- Miré hacia el frente.
- Tú y tus celos.
- Tú y tus estúpidos encantos que, en realidad, no sé qué te ven.
- Lo que tú misma ves, pero no quieres admitir.
- Ya, como digas Porcella.
- Me gustaba más cuando me decías Nico.- Dijo haciendo puchero.
- A mí me gustaba más cuando no eras tan fastidioso.
- Okei, voy a callarme porque ya veo que te enfadaste de nuevo y me vas a montar otro numerito por la azafata.
- Yo no te monto ningún numerito.- Dije enojada.- Tú te le tiras a cualquier zorra.
- Bueno, ya, de verdad, dejémoslo aquí.
- Muérete.
-¡Ya, cállate Angie, me sacas de quicio!- Gritó haciendo que yo abriera mis ojos a todo lo que daba. Imbécil.

Me quedé callada. El avión privado de Nicola descendió hasta tocar tierra. Una vez ahí, Nicola se desabrochó el cinturón y yo hice lo mismo. Tomando mi bolso me le adelante a Nicola y baje las escaleras con rapidez para tomar mis tres maletas, que llevaría, no sé cómo.

la bella y la bestia (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora