capitulo 31

713 26 1
                                    

Luego de calmarme y destaparme la nariz, pude sentir a Nicola hablar, pero no estaba solo. Su supuesto amigo llegaba mañana, no podía estar aquí, justo ahora.
Decidí que capas para relajarme debería tomar una ducha, aunque esta mañana ya lo había hecho, necesitaba otra.
Me despojé de mi ropa en solo unos segundos y entré a la tibia ducha. Luego de diez minutos, salí y me vestí con lo mismo que llevaba antes pues solo lo había usado durante unas horas.
Tomé valor para salir del baño y fingir que todo estaba bien. No iba a hablarle a Nicola por más que le había prometido fingir ser su novia. Él no había sido nada bueno conmigo y de eso me vengaría.

- Angie.- Dijo Nicola cuando me vio salir del baño. Alguien a su lado volteó a verme y no tardó en sonreír.
- No, mi gemela.- Dije molesta. Nicola arrugó la nariz en señal de enojo.- ¿Necesitas algo que tanto me miras?- Pregunté. El amigo de Nicola rió con ternura.
- Si, necesito que tú y yo hablemos ahora mismo.- Se levantó del sillón y me jaló hasta el baño.- ¡Ya voy para allá Patricio!- Le gritó desde allí.- ¿Qué es lo que te ocurre?- Preguntó enojado.
- ¿A mí?- Hice un gesto con la mano.- Disculpa Nicola pero si mal no recuerdo hace menos de media hora estábamos peleando.- Dije casi en un grito.
- Habíamos quedado en algo.- Me dijo casi suplicando.- Yo te llevaba al cine y a comprar ropa y tú te comportabas cuando Patricio estuviera aquí.- hablaba despacio y con tranquilidad.- Vamos Angie, no me falles.- Suplicó.
- Nicola, nosotros habíamos quedado en que iba a comportarme como tu novia, mañana.- Aclaré.- ¿Y sabes qué? Hoy no es mañana.- Dije con enojo.
- Y lo se Angie.- Dijo rápidamente.- Pero él llegó hoy porque quería darme una sorpresa, que no fue nada más y nada menos que una gran molestia.- Dijo y tragó sonoramente.- Por favor.
- No Nicola, yo voy a ser mala como tú lo eres conmigo.
- Te compensare, lo prometo.- Dijo tomando mi mano.- De verdad, no vamos a pelear nunca más y seré como el novio perfecto que tú tanto buscas, pero por favor.- Apretó mi mano esperando una respuesta.

Y es que no voy a mentirles, me gusta verlo sufrir como él me hace sufrir a mí. No se merece que lo ayude, estoy en lo correcto, pero si él promete lo que está diciendo, pues claro que aceptare.

- ¿Cómo sé que no me mientes?
- Porque de verdad quiero ver a mi hermana y si no finjo que estoy de novio contigo, nunca la veré. De verdad, soy capaz de hacer mucho por ella y si tú me permites también podré ser bueno contigo, Angie no me arruines la vida.
- Tú me arruinas la vida.- Dije y me zafé de su mano.
- Ayúdame.- Mordió su labio inferior.
- Okei, pero no quiero que me...- Fui interrumpida por un beso.- Beses.- Concluí cuando él había acabado.
- Perdón.- Se disculpó tomando mi mano de nuevo.- Entonces... ¿sí?- Preguntó ilusionado.
- Si, dije que si, pero luego vamos a almorzar porque muero de hambre.
- Si, si, si, si, gracias.- Dijo abrazándome, a lo que respondí con una leve palmada en su espalda.
- Ya, Nicola, salte.- Dije amargamente alejándolo de mí.
- Okei, gracias.- Me sonrió con notoria felicidad y prácticamente me llevó a rastras a donde se encontraba su amigo.- Patricio, ella es Angie, Angie él es Patricio.- Sonrió. Patricio se levantó del sillón y me analizó tres segundos para luego darme un beso en la mejilla.
- Es un placer Angie.- Dijo sonriendo. Le devolví la sonrisa.- Nicola no se equivocaba al decir que eres hermosa.- Comentó. Nicola soltó mi mano y se aclaró la garganta.- Solo he escuchado maravillas de mi futura cuñada.- Volvió a sonreír.
- Aw gracias.- Dije tiernamente.- ¿Acaso son tan amigos?
- Como hermanos.- Dijo Nicola.
- Oh, qué bien.- Sonreí.
- Bueno, sentémonos y así podemos hablar cuanto quieran.- Dijo Nicola tirándose en el sillón. Patricio se sentó en el sillón más pequeño y a mí no me quedó otra opción que sentarme al lado de "mi novio".- Entonces, estabas contando sobre Francesca y Andrea.- Sonrió y pasó su brazo sobre mis hombros.
- ¿Quiénes son?- Pregunté intrigada.
- Las "novias" de Patricio.- Hizo comillas con sus dedos.- Según él, antes del casamiento se prueba con muchas mujeres.- Rió. Patricio lo pateó levemente.
- No son mis novias.- Alzó las cejas.- Son mis acompañantes de cama.- Añadió causando la risa de Nicola.
- Oh.- Dije sintiéndome incomoda.- ¿Y ellas dónde están?
- Es curiosa.- Le informó Nicola entre pequeñas risas. Patricio asintió.
- Están descansando.- Me informó.- Es que tuvimos un viaje agotador.- Sonrió con picardía. Nicola rió. Yo simplemente me quedé callada.- No lo tomes en doble sentido como Nicola.- Rió.- De verdad, Porcella.- Dijo entre carcajadas.
- Yo no he dicho nada.
- Pero te has echado a reír dando a entender eso.- Contuvo su risa.- Cállate.- Dijo arrojándole un almohadón.
- Este bien, está bien.- Dijo Nicola agarrando el almohadón en el aire.
- No te contare más nada porque todo lo mal piensas.- Dijo haciéndose el molesto.
- Bueno, no te enfades Parodi.- Le dijo graciosamente. Reír y ambos me miraron extrañados.
- ¿Qué hice?- Pregunté alzando los hombros.
- Te ríes raro.- Dijo Patricio.
- Tú no te ríes así.- Me acusó Nicola.
- Siempre me he reído así.- Dije excusándome.- En serio, no me miren de esa manera.
- Me gusta.- Opinó Nicola. Sonreí por compromiso.- Eres tierna.- Añadió.
- A mí también me gusta su risa.- Dijo sonriente. Nicola le tiró el almohadón de vuelta.- Que celoso eres.- Frunció el ceño.
- No soy celoso pero cuando estoy cerca de ti debo esconder a mi novia.- Arqueó una ceja. Patricio entrecerró los ojos y sonrió.
- Celoso.
- Que no lo soy.- Le dijo Nicola.
- Que si.- Dije yo. Ambos me miraron.- ¿Van a mirarme así todo el día?- Pregunté inocentemente. Nicola me atrajo más a él.- Es verdad que eres celoso.
- No lo soy.- Se negó.
- Que si.- Dijo su amigo.
- Que no.- Arrugó la nariz.
- Nicola, si no eres celoso como dices...- Dije casi en un cantito.- ¿Por qué me hiciste semejante problema con Mario?
-Ja, tu propia novia te acuso.- Dijo riendo.
- No.- Se negó nuevamente.- No te hice semejante problema, pero es que siempre anda coqueteando contigo.- Dijo molesto.
- Eso son celos, Porcella.
- Que no lo son.- Dijo por enésima vez.
- Ay es que si lo son Nicola.- Dije yo. Volvieron a mirarme de manera conjunta.- Bueno, ya no hablaré más porque me están dando miedo.- Dije encogiéndome de hombros.
- Cómo pretendes que no esté celoso si siempre llega cuando... ya sabes.- Dijo haciendo que mis mejillas se tornaran más rojizas que un tomate.
-¡Nicola!- Lo regañé. Patricio rió.- Eres un imbécil.
- Perdón pero tú estabas acusándome.- Se defendió.
- De todas maneras...- Quise arreglar lo que Nicola había dicho.- Eso fue solo una vez, lo demás te causó celos solo porque me habló cuando tú me dejaste sola en recepción.
- Oh, eso debió doler.- Dijo Patricio entre risas.
- Bueno, ya no peleemos.- Me dijo con ternura.
- Si ya no peleen, es feo pelearse.- Se burló Patricio.
- ¿Tú que te metes?
- Uy Nicola, hoy estas con ganas de pelear.- Dijo negando con la cabeza. Coincidí con él así que reí por lo bajo. Se levantó del sillón.- Tengo que ir a ver cómo están mis nenas.- Dijo pícaramente.- Nos vemos esta noche señor y señora Porcella.- Sonrió.
- Aún no es señora Porcella.- Le corrigió Nicola.
- Pero pronto lo será, ¿Qué más da? Es lo mismo.- Hizo una mueca con gracia.

la bella y la bestia (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora