¡Hola!
Les escribo para recordarles que doy avisó por mi cuenta de Instagram cada vez que subo capitulo, ya que a veces esta plataforma no avisa.
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Besos y abrazos.
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Clark volvió a sentir los temblores de su cuerpo, tomó una copa de un licor asqueroso que hacían artesanalmente en la manada. Volvía a repasar la conversación que pensaba tener con Liam en la cabeza una y otra vez. Buscando la forma de que quede muy en claro que la manada Black Moon no era quien trajo a Jess aquí.
—Tengo que volver —dijo el primo del alfa Roman—, tengo que terminar el muñeco de Dantalian, estoy pensándolo entregárselo lo más antes posible.
Clark intervino en la conversación inmediatamente.
—¿El pequeño Dantalian? —dijo alegremente—, ¿Qué pasó con sus muñecos? ¿No pudo tomarlos cuando salieron apresuradamente de su manada?
—¿Se están quedando en la casa de tu hermano cierto? —el alfa Roman le sonrió a Clark—, tengo que pasar a ver a Jess y Dantalian, pero con todo esto de la llegada del príncipe no he podido.
—Yo vengo de ahí, están bien —Kenai miro a Clark—, Dantalian le ha agarrado cariño a tu sobrino.
—¿Y saben cuándo volverá Gunnar? —preguntó Clark intentando no sonar sospechoso—, debería ser presentado ante los príncipes.
—Dijo que volvería en tres días más aproximadamente —explicó el alfa Roman—, quería llegar antes de los príncipes, pero no sabíamos que llegarían tan pronto.
—¿Mañana les explicaran todos nuestros avances a los príncipes, cierto? —preguntó Kenai.
—Esa es la idea —contestó el alfa Roman.
Clark siguió hablando con ellos unos minutos más, intentando sacar un poco más de la historia de Jess. Entendió que la persona que ingresó a Gunnar a su manada fue el padre del alfa Roman, este no sabía muy bien la historia de cómo pudieron haberse conocido o de donde provenía Gunnar. No obstante, todos esos años Gunnar y Jess se habían convertido en personas muy queridas para la manada y el hechicero había salvado su vida. Así que no necesitaba más evidencia para confiar de él.
Clark se separó de ellos después de eso mezclándose con la gente, pensando que la historia empezaba a tomar algo de sentido. Si Jess en realidad es Jessy, la mate del príncipe Bael significa que llegó hace más de seis años a la manada del alfa Roman cuando estaba a punto de dar a Luz y se quedó todo ese tiempo ahí, en una manada aislada del mundo, en un lugar donde el príncipe Bael no tenía manera de encontrarla.
Miro a los príncipes, miro en especial al príncipe Bael que vigilaba a cada persona que se acercaba a Liam. De pronto entendía porque era tan amargado, Clark no había encontrado su mate, pero no conocerla era muy diferente a haberla encontrado y que desapareciera tantos años.
Se acercó a su hermano con ansias.
—Debería llevar a los príncipes a la casa donde se van a hospedar —le dijo Clark a su hermano—, Liam debió usar mucha magia para curar a Cody, debe estar agotado.
—¿Liam? —Bruce miró preocupado a su hermano—, ¿Ahora lo llamas por su nombre?
—Clark tiene razón —Inuk se metió en la conversación—, ¿Me harías el favor de llevarlos?, debería conversar con algunos alfas para planear todo lo que vamos a hacer mañana.
Clark asintió y se acercó a los príncipes que estaban rodeados por varios alfas.
—Mi tío Jeremy es doctor tanto de humanos y de hombres lobos —le decía Liam mientras lo escuchaban atentos, Liam se había metido al bolsillo a todo el mundo—, es una de las personas más brillantes que conozco y no creo que sea porque es un lobo blanco porque...
—Si desean, puedo llevarlos a la casa que preparamos para ustedes —Clark le susurro a Bael—, seguramente necesitan descansar.
—Si no sacamos a Liam de aquí, se tomará todo su alcohol y empezará a intentar curar cosas inexistentes a todos —gruño Bael.
El escuadrón saco a su príncipe heredero a rastras mientras este se despedía de todos sus nuevos amigos.
—No sé cómo dudamos de que Liam no conquistaría a todos con su sonrisa de comercial de pasta dental —se burló Estefan.
—Oye —Liam lo empujo levemente.
—Mi corazón no para de latir con fuerza —Liana se aferraba al brazo de Bael—, estoy feliz de que todo saliera bien, ahora mañana debemos escuchar los planes de cómo enfrentaran a la manada enemiga.
—¿Por qué se ve mucha menos gente ahora? —Taylor miró a todos lados—, cuando llegamos parecía que las calles estaban abarrotadas.
—Ya casi es el toque de queda —explico Clark—, está prohibido salir en los toques de queda porque en la noche suelen salir depredadores, además desde el anuncio de la guerra, la gente está más nerviosa.
Siguieron caminando a paso lento, para la buena suerte de Clark la casa asignada está muy cerca de la casa de su hermano.
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca y mirando a todos lados para ver que nadie los miraba, se dio la vuelta y los encaró.
—Tengo que decirles algo —a Clark empezó a sudarle todo el cuerpo.
Liam suspiro.
—¿Es sobre Leia cierto? —Liam parecía sufrir—, ella... ella te contó sobre el pasado de su familia ¿verdad?
Clark lo miró extrañado, pero sacudió la cabeza.
—No tiene nada que ver con Leia —Clark dio un paso atrás y se concentró—, necesito que me escuchen con atención ¿correcto?, porque puedo estar equivocado y necesito que entiendan que mi manada no tiene nada que ver con esto.
—Ahora entiendo —Theo se cruzó de brazos—. Has estado viéndonos raro todo el día, así que sácalo de una vez.
—Cuando llegué aquí —empezó a decir Clark casi retorciéndose—, le informé todo a mi hermano como le dije a Leia que haría, solo fue al día siguiente que me planté delante de todos los alfas y les expliqué la situación. Lo demás lo saben, ellos accedieron a que llegaran y todo lo demás. Entonces en la reunión, el alfa Roman que ustedes conocen hoy...
—¿El que su manada fue la primera en alertar del ataque cierto? —preguntó Liana—, los que llegaron a escapar.
—Lo que no les dijeron y bueno... —Clark boto aire—, se supone que se lo dirán mañana, no es que quieran ocultarles información, ellos escaparon gracias a que en su manada hay un hechicero muy poderoso.
—¡Lo sabía! —gruño Bael—, este lugar tiene protecciones muy sutiles.
—A mí me pareció muy sospechoso, porque a diferencia de las personas de aquí, yo sé que un hechicero de ese calibre son muy escasos y las cosas que él había hecho se equivalían a la magia oscura de la cual escuche en el Reino —siguió Clark—, el hechicero puede transportarse como ustedes, puede invocar cosas y otros poderes realmente asombrosos. Rápidamente pensé que era uno de los hechiceros que posiblemente escapó de la batalla en el Reino hace años y se refugió aquí, pero no quise decir nada para no alertarlo y porque no tenía suficiente evidencia para señalarlo.
—¿Dónde está? —gruño Estefan amenazadoramente—, podríamos decir si es o no es un hechicero de magia oscura ahora mismo.
—Es el encargado de rastrear a la manada invasora —explicó Clark—, se fue ayer y volverá en unos días.
—Gracias por decírnoslo —Liam se acercó a Clark—, ahora entiendo tu nerviosismo, no podríamos culpar a tu manada de ocultar a un hechicero oscuro cuando tu manada no tiene información de que era él en realidad.
—Todavía no acabo de contarles todo —Clark cerró los ojos para tomar valor—, la cosa es que el hechicero tiene familia, se hospedaron en la casa de mi hermano para mejor protección.
Bael soltó un bufido.
—El maldito empezó otra vida después de atacar nuestro hogar —gruño Bael—, no creas que será perdonado si es quien realmente es uno de ellos.
Clark miró a Bael.
—Cuando vi a su familia —Clark volvió la mirada a Liam—, por la diosa, casi me da un infarto.
—¿Tiene hijos deformes o algo así? —preguntó Taylor impaciente.
Theo la miró reprobatoriamente.
—Tenía un hijo... un... —Clark miro Bael—, tiene al parecer una pareja y un... un hijo, pero el hijo...
—¡Habla de una vez maldita sea! —explotó Estefan—, ¡No tenemos todo el maldito día!
—¡El niño es la imagen viviente del príncipe Bael! —exclamó Clark por fin destrabando su propia lengua—, el niño tiene los ojos grises, el mismo cabello y... ¡Es malditamente idéntico!
Todos quedaron en silencio unos segundos.
—¿Cuántos años tiene? —pregunto Liana.
—Tiene 5 años y le faltan pocos meses para cumplir 6 —Clark recordó al mismo niño diciéndolo—, se llama Dantalian y la madre... la madre se llama Jess.
Bael soltó un alarido, como si alguien lo hubiera dañado. Clark creyó por un instante que el príncipe estaba siendo demolido por dentro.
Estefan tuvo que sujetarlo porque parecía estar a punto de colapsar.
—¿Dónde están? —preguntó Bael empujando a Estefan con fuerza y con los ojos prendidos de rojo, la ira a flote—.¡¿Dónde están?!
Clark retrocedió asustado, Liam se interpuso en su camino mirando hacia Bael.
—¡Cálmate! —Liam habló con voz de alfa haciendo que Bael parara de caminar—, ¡Si realmente es ella se va a alarmar al verte así!
Bael luchaba contra el instinto de obedecer a la voz de alfa de Liam.
Theo, Liana y Taylor también se interpusieron entre Clark y Bael.
Estefan sujetó nuevamente a Bael por la espalda.
—Ella parece no recordar nada —habló nuevamente Clark intentando calmar la situación, porque nunca había querido poner a Jessy en una situación peligrosa—, tiene una cicatriz enorme en la cabeza, no sé si está mintiendo, si es una coartada o... no sé. Pero creo que, si es la mate perdida, ya que no solo coinciden por el nombre, también tiene los ojos morados como suelen tenerlo la familia gobernante de la manada alemana.
Bael cayó al suelo de rodillas, intentando controlar a su lobo.
—Por eso se escondió —temblaba Bael—, ella... ella estaba embarazada. ¡Por eso se escondió!
—Maldita sea cálmate de una puta vez para poder ir a confirmar esto —Estefan sacudió a Bael enojado—, no tenemos tiempo que perder, si ese hechicero puede aparecerse cuando quiera, puede llevársela si es que no se la ha llevado cuando llegamos aquí.
Bael volvió a abrir los ojos y cuando Liam noto que estaban normales, se volteó directamente hacia Clark.
—Llévanos con ellos —le ordenó Liam a Clark—, ahora mismo.
Clark los guió con prisa hasta llegar a la casa y casi derribar la puerta.
Se sorprendió de encontrar a su cuñada sentada en el mueble con cara de disgusto y a su sobrino Kenny que parecía preocupado a su lado.
—¡Kaya! —grito Clark—¿Estás bien?
—Tengo algunas contracciones... —Kaya abrió mucho los ojos—, ¿Quiénes son esos?
Clark vio al grupo de príncipes mirando a Kaya y a Kenny totalmente alterados. Rápidamente interrogó a su cuñada antes de que alguno reaccionara mal.
—¿Dónde está Jess? —preguntó Clark,
—Está en el bosque, fuimos a lavar ropa hoy —dijo Kaya levantándose—, me regrese primero porque me sentía mal, debe estar...
Clark no terminó de escucharla.
—Vamos inmediatamente al bosque —dijo empujando a todos—, los guiaré.