YUANFEN, MI SALVACIÓN

Bởi Jenn_mor__

1.8K 127 47

Jhonas y Vaiolet se conocen en un centro psiquiátrico. Ella padece depresión y ha tenido varios intentos de s... Xem Thêm

Capítulo 1: La marcha de Lauren
Capítulo 2: Un sueño
Capítulo 3: El escondite
Capítulo 4: Acercamiento
Capítulo 5: La fiesta
Capítulo 6: Deseo
Capítulo 7: Nueva oportunidad
Capítulo 9: La Canción
Capítulo 10: Regreso
Capítulo 11: Diagnóstico
Capítulo 12: Alas de ángel
Capítulo 14: La chica de pelo rosa
Capítulo 15: Fugitivos
Capítulo 16: Nuevo hogar
Capítulo 18: El Vacío
Capítulo 19: Propósito
Capítulo 21: Tormenta perfecta
Capítulo 22: La gran noticia
Capítulo 23: La nota
Capítulo 24: No es un simulacro
Capítulo 25: El último adiós
Capítulo Final: Maktub
Capítulo 8: Almas oscuras
Capítulo 13: No existe lugar seguro
Capítulo 20: Estrellas binarias.

Capítulo 17: El tejo

39 4 2
Bởi Jenn_mor__

VAIOLET

Sujetó mi mano derecha, soltando un suspiro largo. Levantó la vista en dirección a mis ojos y a continuación cerró los suyos. Acariciaba mi piel con mimo, mientras sus párpados cerrados se movían buscando ver sin visión.

-Cuando era una niña se presentaban imágenes en sueños. Personas que no conocía y con el tiempo entraban en mi vida. Por ejemplo: estuve viendo un señor de tez negra, con una bolsa transparente y dentro una figura en forma de vaca, durante años. Pensé que estaba loca, hasta que con 11 años apareció de repente y ni siquiera me extrañó verlo, era como si ya lo conociera. Él me llevó a mi nuevo hogar, cosa que le odié por ello, pero es otra historia -continúa Daf, haciéndome entender que va a contarme algo que le atormenta.

-No sé qué pasará en el futuro, ni qué me aportará la persona que veo, pero percibo sensaciones y la experiencia me ha dado la oportunidad de saber si son buenas o malas para mí. Cuando te vi por primera vez, sentí una paz inmensa. Es como ese lugar seguro al que puedes refugiarte cada vez que te pasa algo malo. En mi caso, el centro de menores fue mi maldición, es más, pensé que estaba maldita. Porque se aprovechaban de mi cuerpo sin permiso y a veces tenía que pedirlo para conseguir algo que necesitaba, como una ducha... El caso, es que mi mente era fuerte, inquebrantable, ¿sabes por qué?

-No -es lo único que puedo contestar a tal semejante historia.

-Apareciste en mi cabeza sin saber muy bien cómo. Hace muchos años te vi en sueños, y también odie no poder verte en persona. Cada vez que alguien me sometía, yo recurría a ti, en mi mente. Noté la sombra que oscureció tus ojos cuando tuviste que decidir entre ver a tu madre morir o acabar con su dolor, y lloré por ti -. Mi cuerpo responde rechazando la información que acaba de recibir y ella lo nota.

Observé cómo me miraba, paciente y a la vez con preocupación al ver mi reacción. Lo primero fue quitar mis manos de su lado y posterior, me moví ligeramente hacía atrás, necesitaba un poco de espacio antes de asumir que sabía cómo murió mi madre y lo peor de todo, conoce cosas que no tienen explicación para mí. ¿Realmente existe la magia?Desconozco cómo debería sentirme. Si olvidar el hecho de que lo sepa o liberarme de una vez por todas de esta carga que me hunde cada día más.

-Puedes estar tranquila, yo guardaré tus secretos si tú escondes el mío -soltó confiada.

Respiré hondo y decidí dejarme llevar, mientras ya notaba como las lágrimas asomaban sin tiempo para retirarme y rebovinar.

-Tuve que hacerlo, no había otra opción... bueno sí, seguir viendo cómo moría lentamente. Y aunque no lo creas, eso no fue lo difícil. Mi pesadilla comenzó la primera vez que me pidió ayuda, y después de muchas súplicas lo hice -Lloré y lloré acurrucada en su pecho mientras Daf me acariciaba el pelo y cantaba cerca de mi oído.

No me pidió que parase o cómo debía recomponer la realidad al pasado. Se mantuvo a mí lado y firme en su postura de apoyarme. De verdad la sentí mía, mi mejor amiga.

Solté muchas barreras con estas declaraciones y también con unas lágrimas que se me estaban atragantando en mi garganta. De pronto, todo lo que parecía una pasadilla, se volvió real. Regresé al momento justo donde pasó. Mi madre llevaba meses intentando convencerme de que era la única persona que podía ayudarla. Nunca dude, hasta que llegó un día en el que mis fuerzas se habían esfumado con ella. Allí, en esa cama dónde pasaba los días postrada, mi madre ya no estaba y supe que no la recuperaría. No existían medicinas que calmaran su dolor, ni el amor de una hija era suficiente para querer sanar... Ella solo murió en vida y yo me encargué de que su corazón dejara de luchar.

Preparé una combinación explosiva de pastillas, ella me había explicado cual era la cantidad justa de cada una de ellas, y mientras se las tomaba con un vaso generoso de agua, la vi apagarse.

Y en aquel lugar en el que se inspiraba paz y tranquilidad, ya solo quedaban los lamentos de una buena llantina y Daf, permanecía callada, hasta que se pronunció.

-¿Sabes un secreto?

No respondí, seguía en mi trance mientras ella continuaba hablando.

-Estamos ante un árbol mágico. Es un árbol sagrado para los celtas: sus druidas empleaban unos bastones mágicos confeccionados con unas ramas para averiguar el futuro. Además, tiene propiedades curativas y un veneno mortal, convirtiéndose así, en un árbol sagrado de muerte y vida. Es capaz de resurgir en sí mismo y crece de arriba hacia abajo ya que sus raíces son las que generan un nuevo tronco mientras el que tiene se seca y se desprende -ambas admiramos el imponente árbol que teníamos delante y me hizo sentir interés por lo que me estaba contando.

Aunque en mi mente, aún seguía la imagen de mamá.

-¿Cómo se llama? -sorbo por la nariz.

No sé si es una leyenda o una historia que se acaba de inventar para que me recomponga, pero funciona.

-Se llama Tejo -Sonríe de forma cariñosa y acaricia mis pómulos.

Sus dedos se dirigen a mi labio inferior y como si lo hubiera hecho antes, me besa rápidamente, sólo un chocar de labios. Se aparta como si nada y me ofrece sus manos para ayudarme a levantar del suelo.

-Vamos, los chicos tienen que haber terminado -asiento y la sigo sin saber cómo voy a gestionar ese beso y peor aún, cómo se lo tomará Jhonas.

Y justo antes de entrar en la casa, me suelta;

-Nada es demasiado para ti, pero eso ya lo sabes. Nunca vi dos amores en tus manos... solo la fuerza que emanas de dentro.

Y por algún regalo divino que no entiendia, acepté esta frase como mía "nada es demasiado para mí"

Desconozco qué se apoderó de mi cuerpo y mente, pero creo que ver a Jhonas sin camisa y sudado, la conversación con Daf y las emociones que estoy viviendo e intentando gestionar, generó una exaltación que difícilmente podía manejar yo sola. Fui directa a lo que quería, Jhonas. Es complicado parar la noria cuando te has subido y comienza a girar, así soy yo. En el momento más triste, mis emociones se vuelven contrarias. Seguramente tiene que ver con la falta de medicación, y no porque no la tenga, sino porque he aprendido a vivir sin ella y estoy mejor que nunca o eso quiero pensar.

No se lo contaré a Jhonas, no lo entendería.

JHONAS

Me preocupa cómo voy a hacer para traer al "hermanito" con vida. He elaborado un plan junto con Walls, por eso dejamos a las chicas un rato a solas, necesitaba hablar sin tapujos con él y conseguir mantener la mente fría, con Vaiolet es imposible.

Estás noches atrás, me ha buscado sexualmente y la he evitado como he podido. Casi he tenido que inventarme una camisa de fuerza para detener al ser lujurioso que quiero corromper, pero mi nueva ética me lo prohíbe. Sé que lo hicimos una vez y luego repetimos, también sé que debo rezar a los dioses, que estoy próximo a conocer, para que no se haya infectado.

¡Eres un puto imbécil!

¿No sabes parar a una tía?

Y mientras acribillaba a mi cerebro de insultos, Vaiolet entró como un tiro y se sentó en la cama, con una mirada asesina que dudé si había hecho algo.

-Cierra la puerta Nhas -me pide nada más entrar.

Tragué saliva y me puse nervioso al instante. Tenía unos pantalones vaqueros oscuros y una sudadera negra de las típicas que le gustaban a ella, bastante anchas para su cuerpo, pero no sé cómo, le sentaban de maravilla.

-¿Qué haces? -cierro la puerta despacio porque no sé a qué atenerme.

-Quítate la camisa -me ordena furiosa.

¿Está enfadada? Repaso mentalmente todas mis actuaciones por si alguna le pudiera haber sentado mal. Y descubro, que se mueve inquieta posicionando el peso de un lado a otro. Esto me lleva a otra pregunta, ¿Qué ha hecho?

-¿Por qué? -continua con esa mirada que me complica la existencia.

Sé lo que busca. A mí.

-Porque lo digo yo -me río por dentro.

-Te equivocas ojazos, el que domina aquí soy yo -intento cambiar las tornas con un poco de humor.

A lo mejor con unos besos queda zanjada su lujuria, pero que me empuje contra la pared de forma violenta, me deja clara sus intenciones.

¡Estoy jodido!

-Quítate la camisa o te obligaré a hacerlo.

-¿Eres una dominatriz?

Obedezco sus órdenes, ¿qué otra cosa puedo hacer?

-Ahora -señala mis extremidades.

-¿El pantalón para qué?-sueno estúpido, lo sé.

-¿Me estás vacilando? - suelta cabreada.

- Nhas, no me gusta repetir lo que quiero -sonríe de forma traviesa y se me pone dura al instante.

¡He entrado en el juego!

Noto como mi respiración se acelera y el pulso comienza a martillar desde mi cuello. Se acerca más decidida. Posa su dedo índice en mi clavícula y va bajando lentamente sin apartar la mirada, hasta tocar la dureza que sobresale de mi pantalón..

-¿Esta nueva tú la has comprado en alguna tienda de por aquí? - ya no existe el Jhonas cariñoso o cuidadoso, sale el animal que no piensa y se mete en problemas.

Esto es muy sencillo. Accedo a sus peticiones o me toca una difícil conversación que me niego a tener con ella.

-Ajá -se relame los labios.

-Quítate tú la camisa -le pido seguro de lo que quiero hacerle.

-Nhas, este no es el juego-me observa de arriba abajo, deliberando qué hacer.

Con un movimiento calculado y poco perceptible, rozo su barbilla y empujo su cuerpo contra la pared.

-¡Jaque mate! -susurro en su oído.

Muerdo el lóbulo de su oreja y noto como su cuerpo solo responde a mis órdenes, las suyas quedaron en un intento de "chica mala".

-No juegues conmigo Vaiolet Masset. No sabes dónde te metes, ni de lo que soy capaz -me lame el labio inferior, retándome.

-Muéstrame lo que sabes hacer- suelta sin escrúpulos.

Necesito poseerla, como un perro domina a una perra. Quiero sentir el deseo incontrolable, irrefrenable de no poder aguantar, de cometer errores sin pensar más allá. Disfrutar del aroma sensual que desprende cuando siento a mi hembra cerca. Que sea primitivo, sin dudas.

Todo el subidón se esfuma cuando la veo reflexionar. Parando su intromisión para pensar...

¡Joder!

-No me vengas con excusas o intentes buscar formas para distraerme como en estos días. No saldrás de aquí sin satisfacer mi deseo
-seguramente ha malinterpretado mis intenciones de hoy porque ahora quiero lo que ella ansía.

La oscuridad es caprichosa, cómo lo es mi deseo por ella. Arremeto contra sus labios, lamo, chupo y succiono la parte inferior y este gime de placer, al igual que los sonidos que salen de los míos.

-Necesitamos condones -recuerdo de pronto. Ni de puta coña vamos a hacerlo sin nada.

Debo sentir que algo de mí la protege. En ese instante, Vaiolet saca un condón del sujetador, ¿por qué lo lleva ahí?

-Has pensado en todo... joder eso me pone mucho Val.

-A veces se me da bien -responde y me pasa la lengua por la piel que protege mi garganta, descaradamente.

Nos fundimos en un sexo salvaje, rudo, potente. Verla en todo su esplendor es como si todos mis deseos platónicos se convirtieran en realidad. Y aunque lo hace con fiereza, tengo cuidado y soy consciente de mis movimientos. La cuido, mimo cada parte de su cuerpo, no dejo sitio sin saborear, morder o palpar. Me lleva a niveles en los que nunca había estado y si pudiera elegir, escogería este momento sin dudarlo.

Ella también protege mi cuerpo, haciéndome ver que nunca me haría daño. Jamás me han cuidado de ese modo y ha llevado la situación sin dudar, aunque me haya costado ceder el control. No me he sentido vulnerable, sino todo lo contrario.

Cuando ambos alcanzamos la máxima delicia, caemos rendidos sobre la cama, mientras nuestras respiraciones se ralentizan.

-¿Te cuento un secreto? -pregunta y pongo mis pies sobre su cuerpo, el contacto hace que todo lo demás deje de importar.

-Pienso en sexo a todas horas, te veo y me abalanzaría como una leona en celo -me explica dándome a conocer a una nueva Vaiolet.

-Con que eres una pequeña pervertida -se sube encima mía.

En medio de un beso bastante acalorado, donde las manos de Vaiolet exploran por debajo de las sábanas, Walls toca la puerta y nos comunica que tenemos "la reunión".

-¿Qué reunión? -pregunta acelerada por nuestros besos.

-Una que no podemos evitar.

Nos vestimos dedicando miradas fortuitas y sonrisas tímidas. Y justo antes de salir, meto un mechón de pelo detrás de su oreja y le doy la mano para mostrarle mi apoyo.

He disfrutado de ella y quiero seguir haciéndolo, pero ha llegado el momento de contarle la verdad, y esto puede traer más problemas a nuestra ya vida con interminables dificultades. Tengo que encontrar el momento perfecto.

Ahora toca algo importante y debo concentrarme. Me sitúo en el centro del salón de pie, junto a Walls.

Ellas se sientan en una alfombra vieja alrededor de la mesa, en la que hay un portátil, cuatro teléfonos móviles, dos walkie talkies y una mochila negra.

-Chicas, tenemos que ser un equipo. Nos buscarán y no van a parar hasta dar con nosotros, por eso hemos elegido este lugar porque pensarán que nos hemos marchado de la ciudad. Ahora mi familia son vosotras y tenemos que luchar los unos por los otros. -Dana acerca un cuenco de cereales y apoya su mano en el muslo de Vaiolet. ¡Concéntrate Nhas! -Cada uno tendrá siempre encima un móvil, solo pueden recibir o hacer llamadas a los números anotados, que por supuesto somos nosotros. Los walkies son para Walls y para mí, no por nada chicas, tenemos más experiencia, eso es todo.

-Y un cuerno -suelta Dana tirando unos cereales por la alfombra.

-¿Te crees una boy scouts? -me río de ella y está me saca un dedo.

-Haya paz, chicos -se mete Walls

-Después de la importantísima intromisión de Daf, prosigamos.

-En esta mochila hay 18.000 dólares, parece mucho, pero realmente es una minucia teniendo en cuenta que ninguno de nosotros tendrá ningún ingreso próximamente, pero de eso nos encargaremos más adelante. Quiero que nos llevemos bien -miro hacia Dana -sobre todo no meternos en relaciones que no incumben -Dana suelta una carcajada pero se disculpa con ironía al momento. -Hay una norma muy importante que ninguno debe saltarse: nunca, bajo ningún concepto contactaremos con nadie del exterior, todo se tiene que aprobar en consenso
-asienten ambas confirmando que están de acuerdo.

-Una última cosa, Walls y yo daremos unas clases de defensa personal, no queremos que haya cualquier movida en casa y ninguna sepa defenderse. Y eso es todo... -Dana aplaude y Val le da un golpe en el hombro, parece que su pasatiempo favorito es picarme.

¡Joder con la rubia de los cojones!

Fuimos muy amigos y debo reconocer que la quiero, pero está actitud que tiene con Vaiolet todo el día, saca lo peor de mí. Admito que estoy celoso, porque Val se comporta con ella de una forma muy diferente a como es conmigo y sin darme cuenta se lo estoy contando a mi amigo.

-Nhas, no seas infantil. Son amigas, eso es todo. Deberías estar contento por cómo nos hemos complementado.

-Lo sé... ¿Has conseguido saber dónde está Elisabeth? -cambio de tema. Su hija es muy importante para él, y para mí, mucho más para mí.

-Está a salvo, pero prefiero llevar esto en secreto. Si cogen a alguno de nosotros, buscarán hacernos daño y no quiero que la encuentren.

-¿Crees que delataría a mí propia hija? -Suelto enfadado, apretando mi mano contra su cuello.

Walls comienza a asfixiarse y lo suelto. Podría haberse defendido, pero sabe que hay temas en los que debe tener más tacto.

-También es mi hija tío, ¿o no recuerdas lo que me dijiste cuando apareciste en mi casa drogado y con un bebé recién nacido?

Otro secreto del que no puedo hablar, ni siquiera con Vaiolet. Tengo que protegerla de todos, incluso de mí. Cuando me enteré hace 5 años de que la chica con la que me acosté una noche, tras una velada de drogas y alcohol, estaba embarazada, mi mundo se vino abajo por completo. Era un niño y la única familia que había visto fue a la abuela de Walls visitarnos en el centro de acogida. Imaginé un bebé en mis brazos y dos drogadictos como padres, como mis donantes de sistemas... Y eso acabó completamente conmigo. La mejor decisión que tomé fue dársela a la abuela de Walls y éste se hizo cargo de ella como un verdadero padre.

-Lo siento -me disculpo y lo pienso mejor. No es conveniente que todos conozcamos su paradero. Confío en él.

Esa noche, sueño con rizos dorados y ojos muy oscuros, tanto como los míos.

Pasamos el resto de la semana aumentando el nivel de entrenamientos. Ahora corremos todas las mañanas, hacemos un circuito junto al lago y meditamos cuando el sol desaparece cada día. Esto último ha sido impuesto por Dana y debo reconocer qué, aunque al principio estaba en desacuerdo, ahora me encuentro más cómodo y en paz al hacerlo.

Lo mejor de este lugar es la noche. Normalmente el cielo está lleno de estrellas y preparamos picnic en el porche. Después, solemos terminar el día junto a la hoguera del salón, con risas y charlas de todo tipo.

El sexo con Vaiolet ha mejorado en cantidades industriales, cualquier momento es bueno. Cuando rozo cualquier parte de su cuerpo, reacciona como si de una mecha encendida se tratara. pero no me olvido de que debo extremar precauciones con ella. No puedo cometer el error de la primera vez, y no protegerla.

Sé que debo hablar con ella y no retrasar más esta agonía. No es justo para ella ni para mí.

- Vaiolet, aunque me encanta lo que haces, debo contarte algo - detiene la intrusión debajo de mi calzoncillo y me escucha con atención, pero antes de soltar la manzana podrida ella expone que también debe contarme algo y todo se vuelve muy sombrío.

¿Cómo pueden haber tantos secretos ocultos con la persona a la que amas?

"Escribir es una de mis pasiones. Agradecería tu apoyo y si te apetece comentar algo, aquí estaré dispuesta para leeros y contestar" ¡Gracias infinitas!

Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

6.6M 320K 104
El prominente abogado Bastian Davis conocido como "El Lobo de Minnesota" ha decidido casarse con unas de las hijas de Rob Walton y todo para unir fue...
788K 40.2K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
1.6M 116K 84
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
643 103 32
Jannet Hall no suponía lidiar con inhumanos, pues ella no era creyente de lo irreal. Hasta que todo cambió cuando lo conoció a él, Lynn Hadyn: El dem...