Bael miró a su hermano menor, Belial dormía plácidamente en su cama. Su rostro mostraba tranquilidad y su habitación olía a hogar.
Había sido fácil para todos acoplar a Belial con ellos cuando llegó, no solo porque era un tierno niño que los veía a todos con admiración o que su olor y su esencia era parecida a ellos. Belial era brillante, amoroso y el hermano que cualquiera pediría, se metió los corazones de todos rápido.
Bael lo veía como si realmente fuera su hermano, su corazón no podía verlo de otro modo. Pero ahora debía verlo todo objetivamente, podía entender a papá y porque estaba protegiendo a Belial. Cuando su papá se enterará cuan metido estaba él en todos los planes de su tío Jaime y que, en la mayoría de las veces, él era la mente detrás de todo, probablemente su padre le gritaría hasta quedar sordo.
Su tío Jaime le enseñó a mantener siempre una careta en su familia, Alan tenía mucho conocimiento de todo lo enmarañado del poder y los planes de Jaime, pero poco a poco Bael fue remplazándolo en cosas cada vez más oscuras y peligrosas. Alan estaba demasiado cegado en el cariño y lealtad que sentía hacia Jaime para ver en lo que las enseñanzas de su amigo transformaron a Bael.
Bael se sentó al lado de Belial sujetando su mano, a veces le costaba entender que ese chico solo tenía 7 años, su cuerpo parecía de mayor edad, pero su esencia seguía siendo la de un niño.
—Hmmm... —Belial se removió despertándose un poco—. ¿Papá?
—Si haces otra estúpida broma de que me veo exactamente igual a mi papá por la maldita barba te ahogare con la almohada —se quejó Bael.
Belial abrió los ojos en la oscuridad. Bael lo miraba sonriente.
—No ayuda que me mires dormir como papá —se burló Belial.
—¿Cómo has estado cachorro? —Bael le sacudió el cabello con cariño.
—Estuve medio loco por un par de días —Belial se sentó en su cama y después se encogió de hombros—, lo normal.
Bael suspiro.
—Perdón por no venir antes a verte —se disculpó Bael—, estaba ocupado.
—Lo sé, estabas en una de tus secretas misiones —el menor bostezó—. ¿Todo está bien?
Bael lo miro seriamente.
—No, no lo está —dijo gravemente—, es por eso por lo que vine hablar contigo.
El hermano menor lo miró asustado.
—¿Tiene... tiene algo que ver con mi origen? —susurro Belial.
Bael miró hacia la pared, realmente odiaba hacer esto. En especial a su hermano menor.
—¿Recuerdas la charla que te dieron papá y mamá sobre cómo llegaste aquí?
El demonio asintió.
—Tengo algunos recuerdos sobre mi infancia difusos, así que solo me aclararon cosas —dijo Belial—, no me gusta saber sobre... sobre eso ¿sabes?, cada vez que pienso como nací siento náuseas.
—¿Te acuerdas sobre lo que te explico papá sobre sus misiones?
—Intentaba evitar que nazcan más como yo —respondió su hermano—, para que no los utilicen.
—Hasta hace poco descubrí algo terrible —Bael tomó la mano de su hermano otra vez, apretándola con un poco de fuerza—, descubrí que esos malnacidos lograron que dos demonios más nazcan.
Belial abrió mucho los ojos sorprendido.
—¿Hay... hay otros como yo?
—Ellos los han tenido ocultos por varios años, también descubrí que posiblemente los han estado torturando y usando para cosas realmente horribles, ya sabes que son fuentes inagotables de magia oscura.
Belial cerró los ojos, nunca sintió tanto miedo como lo sentía en ese momento.
—Después de eso, yo... yo fui el que sugerí sacarte sangre Belial, lo siento —Bael atrajo más a su hermano—, sé que sacarnos sangre a seres como nosotros no es tan fácil como meternos jeringas como a los demás, sé que es doloroso y complicado. Pero no lo hubiera sugerido si no fuera realmente necesario Belial, un poco de tu sangre podría servir para encontrar a esos chicos maltratados. Ellos nacieron en la misma condiciones que tú, secuestraron y torturaron a sus madres para que un ente demoníaco naciera dentro de los bebés. No han tenido la suerte de que mi papá los encontrara como a ti, no obstante, con tu ayuda podremos rescatarlos antes de que sea demasiado tarde.
—¿Tarde para que Bael? —Belial lo miro a los ojos—. Mi papá nunca me ha querido decir realmente porque nos hicieron, ¿Para qué querían que naciera?, no creo que sea para hacer rituales o cosas así.
—Siempre has sido un cachorro listo —Bael beso su frente—, ellos querían usarlos para tener más poder, para atacarnos.
Belial se estremeció.
—¿Nos van a atacar otra vez? —pregunto angustiado—, ¿Cómo cuando llegue aquí?
—Si, vendrán por ti, por todos nosotros —Bael abrazo a su hermano—, no te preocupes, nosotros te protegeremos, no importa quien venga por ti. Jamás te tocaran un cabello mientras tus hermanos mayores y tu padre estén vivos.
Belial se aferró a su hermano mayor, estaba aterrado que hicieran daño a su familia por su culpa.
—Lo haré —dijo Belial después de un rato—, lo haré, daré mi sangre y voy a entrenar mis visiones.
—Si no estás seguro, es mejor esperar —Bael lo sujetó de los hombros—, tenemos que pensar en tu salud primero.
—Quiero poder protegerlos a ustedes también —dijo Belial—, y quiero ayudar a encontrar a esos chicos que son como yo. Tal vez mis visiones tengan que ver algo con ellos, quiero ayudar Bael.
—Está bien cachorro —sonrió Bael—, estoy muy orgulloso de ti, de igual manera nos tomaremos esto con calma. Tu bienestar es lo primero para mí.
Belial volvió abrazarlo y Bael le correspondió, aunque su rostro cambió cuando su hermano no estaba viendo. El trabajo ya estaba hecho.
***
—Creo que realmente no estás listo para esta tarea —Joon escuchó una voz molesta a sus espaldas—, no sé, para ser alfa se necesita algo más, ¿no crees amigo?
—Hay que tener algo de garra —otra voz más odiosa apareció—, Joon parece que se va a orinar encima.
Joon se dio la vuelta para ver a un par de idiotas sonriéndole.
—¿No se supone que deberían estar gobernando a sus manadas? —dijo gruñendo.
—¡¿Esa es la forma de saludarnos?! —Bastian se abalanzó hacia Joon en un abrazo de oso—. ¡¿Después de todo este tiempo separados?!
—Aunque solo hemos estado sin vernos un par de meses —Natsuki se acercó para darle palmadas en la espalda—, y casi nos escribimos todos los días.
—Estoy harto del grupo de chat, siempre se burlan de mi —Joon intentaba salir de los enormes brazos de Bastian—. ¿Por qué pareces más grande cada vez que te veo?
El cuerpo de Bastian dio un gran estirón cuando cumplió 18 años y como todos los Moore, era de complexión gruesa.
—Estoy haciendo ejercicios —Bastian le guiño un ojo mientras posaba sus brazos haciendo fuerza.
—Cada vez te veo más gordo —le pico Joon.
—¡¿Gordo?! —Bastian lo miró ofendido—, soy musculoso, es muy diferente.
—Bueno, Liam también es bien ancho —hablo Natsuki—, seguro será de familia.
—Musculosos —Bastian los miro a los dos con ojos entrecerrados—, no anchos, los Moore somos musculosos.
—Lo que digas panzoncito —Joon le dio palmadas en la barriga—. ¿Qué carajos hacen aquí?
—Estefan nos raptó —explicó Natsuki—, yo estaba tranquilamente trabajando y de pronto estaba aquí.
—Kerim no va a estar contento de que me trajera sin él —habló Bastian—, al menos esta vez no me raptó en calzoncillos como la última vez.
Joon contuvo una sonrisa al recordar la vez que Estefan apareció con un Bastian casi desnudo con toda su familia presente.
—Si ese idiota piensa que lo voy a perdonar fácil porque los trajo para ayudarme está muy equivocado —Joon gruño.
—¿Ahora que hizo? —preguntó Bastian.
—Electrocuto el cabello de mi tía —susurro Joon por si el personal que trabajaba a su alrededor escuchaba—, quedó casi calva, ahora está usando peluca.
—¿Tu tía In jae? —Natsuki puso cara de póker—. ¿La que siempre me persigue para decirme lo perfecta que sería su hija como mi luna?
—Esa misma —asintió Joon algo avergonzado—, te sugiero no acercarte a ella, si la vuelves a ver, la pobre Sunhee cumple 5 años de no haber encontrado un mate y mi tía está muy insoportable por eso.
—No me sorprende que me quemara el cabello —Bastian miró alrededor—, lo que me sorprende es que no la electrocutó de cuerpo entero.
—¿Cómo van los preparativos por aquí? —Natsuki copió la acción de Bastian y empezó a observar el lugar.
—Todo está casi listo, aunque estoy nervioso por el buffet —explicó Joon—, ya sabes que no quiero ofender a ninguna manada con los platos de carne que algunos no comen o piensen que es un dios o algo así.
—Debiste hacer tu entrega de poder en privado como Auguste —hablo Bastian amargado—, ese presumido bufón mandó al carajo a todos y nos mandó un memo informándonos que es un alfa ahora.
—Bastian aun no le perdona que no lo invitara —Natsuki empujó a su amigo.
—¡Se supone que somos sus más cercanos y queridos amigos! —estalló Bastian—. ¡¿Cómo pudo pasar así de nosotros?!
—Es Auguste —Joon negó con la cabeza—, no tiene la paciencia ni las ganas para atender a tantos alfas y dignatarios, normalmente le gusta que lo atiendan, no al revés.
—El bastardo hizo que consiguiera licores difíciles de encontrar para mi nombramiento —Bastian se cruzó de brazos resentido—, también me hizo reorganizar las mesas porque no quería estar cerca de varias personas.
—A mí me dijo que necesitaba tres mayordomos y una habitación con dimensiones especiales para poder estar cómodo —Natsuki sonrió con el recuerdo—, tuve que mandar a pedir utensilios hechos de oro porque dijo que no podía comer con otra cosa.
—Es un desgraciado —Joon se burló—, tuve que traer a su chef especializado porque él no come cualquier cosa.
—¿Están hablando de nuestro francés hijo de puta favorito? —Estefan apareció ante ellos.
Joon le lanzó dagas con la mirada.
—Ya me disculpé con ella —Estefan lo miro temeroso—, de verdad lo lamento Joon, pero ella realmente me sacó de quicio.
—Si insiste con casarme con su hija seré yo quien le corte la peluca con mi katana —amenazó Natsuki.
—¿Me perdonas? —Estefan se acercó con ojos de borrego degollado—. ¿Me perdonas amor?
—¡No me vas a manipular con esos ojos!
—Oh vamos Joon —Bastian palmeó a su amigo—, tienes que aceptar que tu tía es una bruja insufrible, cualquiera la hubiera electrocutado si pudieran.
—Es una verdadera hazaña que el pobre Estefan resistiera tantos años sin hacerle nada —acotó Natsuki—, dale algo de mérito.
—Ustedes son todos unos encubridores —los acusó Joon.
Estefan abrazo a Joon.
—¡Perdóname! —dijo haciéndole cosquillas.
—¡Está bien, está bien! —Joon soltó risas—. ¡Te perdono!
Una luz brillante salió de la nada y Bael apareció junto a Auguste.
Auguste no dijo absolutamente nada y fue directo a la habitación que a veces le brindaban en la residencia de la manada de Joon.
—¿Y a ese que le pico? —señaló Bastian.
—No tengo una puta idea —Bael parecía muy malhumorado—, al fin pude acostarme después de días de estar despierto sin dormir y de la nada reventó mi teléfono con mil llamadas pidiéndome que lo trajera aquí para ver a Joon y a Estefan, creo que tiene una crisis existencial... ¡Que no me importa!
Bael desapareció inmediatamente.
Estefan y Joon se miraron.
—Quédense aquí —Estefan miró a Joon—, iré a hablar con él.