Capítulo 7
Me observo por última vez en el espejo antes de salir al pasillo. Mientras bajo las escaleras me percato del silencio. Mi hermano no está y al parecer su amigo tampoco, es mejor así.
Sentándome en el sofá, espero que Harry venga por mi. Él debería estar aquí pronto y honestamente me pone nerviosa. Recordar sus besos y la forma en que me trató aquel día, hace que mi corazón comience a latir desenfrenado.
Después de lo que parece una exterminar, el timbre suena y me levanto a toda prisa para abrir.
Harry aparece ante mis ojos, él esta mirándome con aquella sonrisa perfecta suya. Rápidamente lo escaneo con la mirada, se ve tan jodidamente guapo.
-Hola, linda. —Me saluda y el rubor sube por mis mejillas.
-Hola.
No me había detenido a pesar en la forma en que él me saludaría después de nuestro primer encuentro, pero cuando él me besa un suave beso en los labios, me doy cuenta que realmente estamos teniendo Algo.
-Te eche de menos. —Él susurra sobre mi boca.
-Yo también. —Respondo.
Harry sonríe y vuelve a unir sus labios con los míos brevemente mientras sostiene la parte baja de mi espalda con su mano.
-Ejem ¿Estamos interrumpiendo algo? —la voz de mi hermano me hace retroceder.
Su ceño está levemente fruncido mientras me observa. Debería sentirme realmente nerviosa por su mirada asesina, pero mis nervios se deben a otra cosa. El chico que esta detrás de él me mira detenidamente, sin expresión.
-No, por supuesto que no. —Le digo. —De todos modos ya nos vamos.
Harry le sonríe y los saluda cortésmente. Mi hermano estrecha su mano y luego hace exactamente lo mismo con la mano de Niall. Me siento un poco incómoda pero puedo disimular perfectamente.
-¿Nos vamos Ry? —Me pregunta Harry.
-Sí. Nos vemos más tarde, hermano. —Liam me sonríe.
Harry también se despide y luego lo saco de casa. En realidad lo arrastro afuera de ella tomando su mano. Liam no me pone incómoda, él lo superará un día, no siempre estaré sola, pero Niall... Lo que me pasa con él es completamente diferente, tonto y estúpido. Solo debo sacarlo de mi cabeza.
-Es idea mía ¿O el amigo de tu hermano me odia? —Me pregunta mientras caminamos hasta su auto.
-Niall odia a todo el mundo. —Bromeo y él se ríe. —Sólo debes ignorarlo. Yo lo hago.
-Es como si quisiera matarme con la mirada.
No puedo hacer otra cosa más que reír, pero solamente porque no sé qué responder. Harry lo deja pasar y suspiro aliviada.
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Caminamos juntos tomados de la mano por el parque central. El día es muy bonito y la mayoría de las personas prefiere estar paseando aquí que estar en sus casas. Yo no conozco mucho este lado de la ciudad, pero conocerlo junto a Harry me hace feliz.
-¿Te gusta este lugar? —Me pregunta.
-Es precioso.
-¿Sabías que en la otra esquina hay un zoológico?
-No, no tenía idea.
-Eso es bueno. —Sonríe. —Seré el primero en enseñarse lo hermoso que es este lugar.
-Y a mi me encantaría que lo hicieras.
-¿Quieres beber algo? —Me pregunta mientras caminamos hacia el zoológico.
-No por ahora, muchas gracias. Quizás después.
-¿Estas segura? Hace mucho calor.
-Estoy segura. —Él me sonríe.
Continuamos caminando, después de unos minutos nos encontramos frente al zoológico que el mencionó. Es raro no saber de su existencia, ya que las escasas veces que vine por estos lados, mamá jamás mencionó un zoológico.
El lugar en sí, es precioso, ni siquiera hemos entrado y ya estoy maravillada. Harry me guía hacia la boletería y esperamos que la fila avance.
-Mamá nunca mencionó este zoológico. —Le cuento.
-¿Cuando fue la última vez que estuviste por aquí?
-Hace muchos años.
-Quizás es por eso que no lo nombró, el zoológico fue inaugurado hace tres años.
-Eso lo explica todo.
Harry sonríe al mismo tiempo que abraza mis hombros y apoya su mentón en mi cabeza. Él es tan alto y eso me hace sonreír.
Después de unos minutos la fila avanza y Harry me suelta para poder seguir caminando. Cuando llega nuestro turno, comienzo a sacar el dinero que traje para nuestra salida.
-¿Que haces? —Me pregunta. —No, Rylie.
-Pero...—
-No. —Responde mientras compra los tickets.
-Puedo pagar un boleto. —Me ofrezco.
-Olvídalo. —Insiste.
-Vale, está bien. —La señora que está vendiendo los tickets se ríe mientras se los entrega.
-No sabía que eres el tipo de chicas que no le gustan que paguen por ellas. —Me dice divertido.
-No es eso. —Le explico. —Es solo que no estoy acostumbrada a que hagan eso.
-Bueno, supongo que deberás acostumbrarte conmigo.
-Por ahora lo dejaré pasar. —Ambos sonreímos.
Él toma mi mano y juntos entramos al zoológico.
-Te llevaré al lugar más bonito, a mi parecer.
-Así que...ya has venido. —Digo.
-Por supuesto.
-Con una chica.
-No precisamente.
-Con varias chicas. —Bromeo y él se ríe.
-No, Ry. Con mi hermana pequeña.
-Oh, ya veo. —Le sonrío.
-¿Ya estabas comenzando hacerme escenas de celos? —Bromea haciéndome reír.
-Por supuesto que si.
-Esta bien, me gustan las chicas así.
-¿Las chicas? —Finjo sentirme herida.
Él deja de caminar para plantarse frente a mi, debo alzar la vista para mirarle. Harry me abraza por la cintura y me levanta, sofoco un grito mientras lo tengo frente a frente pero aún así envuelvo los brazos alrededor de su cuello para sostenerme.
-Las no. —Susurra. —La chica que me gusta. —Agrega para luego unir sus labios con los míos.
Me besa mientras me sostiene y yo le devuelvo el beso inmediatamente, se que no deberíamos hacer esto, ya que hay niños por aquí, pero no puedo evitarlo. Nuestras lenguas se acarician brevemente antes de separarnos.
-Deberíamos detenernos. —Susurra mientras comienza a bajarme, pero sin despegar sus labios de los míos.
-Sí. —Respondo mientras mis pies tocan el suelo, harry sonríe mientras me deposita un corto besos en los labios otra vez.
Sonrío mientras vuelvo a coger su mano e intentar ignorar a las personas que están mirándonos. Harry me lleva hacia donde hay una pileta y cientos de bancos que se encuentran bajo unos árboles.
Cuando nos sentamos él vuelve a rodear mi cintura con sus brazos.
-Este lugar esta casi vacío. —Digo.
-La mayoría está viendo a los animales. —Me explica. —Quizás podríamos besarnos otra vez.
Me río mientras miro hacia todas partes. Luego lo miro a él, quien me mira sonriendo.
-Esta bien. —Susurro mientras me siento de lado en sus piernas, mis pies no tocan el suelo en ningún momento.
-Si alguien nos dice algo, te echaré la culpa. —Dice sobre mis labios.
Sonrío mientras envuelvo mis brazos al rededor de su cuello. Sus labios se abren paso sobre mi boca tomando mi labio inferior y tirando de ellos con suavidad.
Del fondo de mi garganta sale un leve gemido. Él lo nota porque sonríe, mientras que yo me ruborizo. Pero aún así, continuamos besándonos.
Él me devora la boca mientras que yo hago lo mismo con él. Mis dedos acarician su largo y fino cabello mientras que sus manos acarician mi cintura sutilmente.
-Yo no entiendo porque esta gente viene a besarse aquí, para eso existen los moteles. —Se queja una mujer detrás de nosotros.
La risa de Harry es tan contagiosa que termino riéndome con él por lo que acabamos de escuchar.
-¡Te lo dije! —Me dice. —¡Mira lo que nos han dicho por culpa!
-¡Oye, no seas así! —Respondo —Tú diste la idea de besarnos.
-Es porque me gustas mucho.
Mis mejillas arden, sé que nos gustamos mutuamente, pero que él lo diga así de esa manera, me hace sonrojar demasiado.
-Y tu a mi. —Respondo y lo abrazo con el fin de dejar de mirarlo y no sentirme tan cohibida.
-Debí pedirte que nos conociéramos antes.
-Puede ser. —Digo. —Pero lo importante es que te conocí.
-¿Puedo decirte algo?
-Por supuesto.
-Me encanta estar contigo. A veces desearía vivir más cerca de ti, así pasaría más tiempo contigo.
-Pienso lo mismo.
-¿Te gusta estar conmigo?
-Mucho.
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Después de aquel episodio en que la mujer nos dijo que deberíamos ir a un motel, decidimos recorrer el zoológico. Con harry llevándome de la mano, caminamos por cada sección del lugar.
-¡Harry, no quiero entrar a la casa de los insectos! —Le pido y él se ríe.
-Están detrás de un cristal ¿Que daño podrían hacerte?
-No me gustan, por favor.
-Esta bien, no entraremos.
-De verdad lo siento, es solo que les temo mucho.
-Vale, lo dejaré pasar. ¿Quieres ir a comer?
-Sip. ¿Puedo pagar yo?
-No. —Responde. —Jamás lo harás mientras estés conmigo.
Él me sonríe y luego toma mi mano. Juntos salimos del zoológico y caminamos hasta el McDonald's. Después de pedir nuestra orden y ser entregada buscamos una mesa disponible.
-Esto esta increíble. —Me dice mientras se come sus papitas fritas.
-Amor eterno a las papitas fritas.
-Concuerdo plenamente contigo. —Ambos sonreímos.
El día que he pasado junto a él ah sido increíble, nunca pensé que me haría sentir tan cómoda.
-¿Nos vamos? —Me pregunta una vez que hemos terminado.
-Sip.
Al salir al exterior ya está casi anocheciendo.
-Es por este motivo que odio vivir lejos de ti. —Dice mientras enciende el motor.
-¿Porqué?
-Si no viviera tan lejos, estaríamos más tiempo juntos, no me preocuparía de estar antes del anochecer en casa. —Me explica.
-Quizás algún día puedas quedarte en mi casa. Así no tendrías que preocuparte por eso.
Él sonríe.
-Me parece una idea genial.
Joder, no puedo creer que este invitándolo a pasar la noche.
En nuestro viaje de regreso escuchamos música y nos reímos de las anécdotas que él me cuenta. Nuestro tiempo se pasa tan rápido que no me doy cuenta que estamos afuera de mi casa.
-Me encantaría dejarte en la puerta,pero debo irme ahora. —Me dice con cierta tristeza.
-Esta bien, no hay problema, no me moriré si no lo haces. —Le sonrío.
-Pero yo sí lo haré. —bromea. —Acércate.
Lo hago y nos besamos. Quisiera no sentirme como me siento, pero es imposible. Su mano sostiene mi mejilla mientras desliza su lengua dentro de mi boca y profundiza nuestro beso por más de un minuto.
-Adiós, Harry. Gracias por este día. —Le digo cuando nos separamos.
-Gracias a ti. —Responde dándome un último beso antes de marcharse.
Cuando cruzo la puerta, lo primero que veo es a mi hermano junto a su amigo. Él me dice que mamá no llegará esta noche, que se quedará en la casa de su amiga Sara.
Ni siquiera miro a Niall cuando le digo que esta bien, simplemente me voy directo hasta las escaleras.
En mi habitación tomo algunas toallas y me voy al baño para darme una ducha.
Mientras dejo que el agua caliente recorra mi cuerpo pienso en lo agradable que fue el día de hoy. Harry es todo lo que está bien en este momento, adoro estar con él.
Prolongo mi tiempo durante varios minutos bajo el agua pero luego pienso en mamá y en lo histérica que se pone cuando gastamos agua demás.
En mi habitación me pongo el pijama y me seco el cabello. Cuando estoy lista para acostarme, alguien toca mi puerta, al abrir veo a Niall.
-¿Podemos hablar? — pide apenas en un murmullo.
Al principio no sé qué decirle, pero después como una tonta permito que él entre en mi habitación.