22.

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Capítulo 22.

Gracias al cielo, mi hermano no está cuando cruzamos el umbral de la puerta. Todo está silencioso y oscuro.
Con mucho cuidado, subimos las escaleras y nos metemos dentro de mi habitación.

-Ry, estaba pensando que lo mejor será decírselo a Liam —Dice apenas cierro la puerta detrás de mí.

-¿Para qué? —Pregunto —Niall, me niego. Nos haría la vida imposible, lo sabes. Él no te quiere a mi lado.

-Lo sé, es solo que no me gusta mentirle. Es mi mejor amigo y siento que quizás podría comprenderlo —Insiste —Él sabe que no soy como antes, hemos crecido, hemos madurado.

-Liam no lo entenderá, créeme.

Él me observa y asiente.

-Mejor hablemos de esto otro día.

-Vale ¿Dormirás conmigo verdad? —Pregunto esperanzada. Se supone que lo haría, pero después de aquel mensaje de mi hermano, no estoy segura.

-Si tú lo deseas —Susurra acariciándome el mentón.

-Lo quiero ¿Tú no? —Niall sonríe.

-Por supuesto.

-Entonces quédate. Mi madre duerme y mi puerta tiene seguro, nadie entrará. Y si llama a mi puerta, tendré tiempo para ocultarte dentro del ropero —Bromeo y él aprieta mi nariz suavemente.

-Que graciosa. Iré a cambiarme de ropa.

-Esa habitación de visitas está muy desolada.

Niall sonríe.

-¿Porqué será? —Acercándose me da un beso en los labios, pienso en profundizarlo pero él se aleja dejándome con la boca estirada.

-Oh —Susurro y él sonríe.

-Ven aquí —Añade aferrando sus manos en mi cintura. Cuando su boca se une con la mía, me besa apasionadamente por largos segundos —Te amo, Rylie. Espérame.

-Te amo, aquí estaré. Sé silencioso.

-Es mi especialidad —Besándome por última vez, sale de mi habitación y se escabulle a la que es suya cuando discute con su madre.

Con una tonta sonrisa camino hasta mi closet y busco mi pijama. Mientras muevo los conjuntos, observo aquel pijama que me dio la tía betty para navidad. En ese tiempo, me parecía muy descarado, incluso me molesté y se lo hice saber a mi madre. <<¿Como puede darme algo así? ¡Esto es para una mujer, no para una niña! >> Me quejé, pero ahora viéndolo bien, me doy cuenta que agradezco enormemente el regalo.

Una idea cruza mi mente mientras observo el conjunto de satén rosa pastel. Tentar a Niall no está bien, no aquí cuando estamos en mi habitación y con mi madre durmiendo a pocos metros de distancia. Pero increíblemente, él tiene más fuerza de voluntad de la que creí posible.
Sacándole la etiqueta porque está nuevo, me lo llevo al baño y me lo pongo. Gran parte de mis glúteos quedan expuestos, es demasiado pequeño, pero le resto importancia. El camisón también es pequeño, ajusto los tirantes y me lavo los dientes casi con violencia.

Antes de abandonar el baño, me observo en el espejo. Sonrío, es muy descarado, pero ahora me encanta. Gracias tía Betty.
Cuando entro en mi habitación noto que Niall aún no vuelve, me da tiempo para acomodar las almohadas y abrir el edredón.

-Pero que preciosidad —Escucharlo me hace sonreír.

-¿Él qué? —Finjo no saber mientras continuo acomodando las almohadas.

Lo escucho cerrar la puerta y echarle el seguro. Por la luz de la lámpara, puedo ver su silueta situarse detrás de mí.

-Tú, por supuesto —Susurra al mismo tiempo que sus manos acarician mi cintura desde atrás —Aquí hay mucha piel expuesta —Añade. Las yemas de sus dedos se deslizan por mi muslo hasta la curva de mi trasero —Estás preciosa —Susurra y me besa el hombro.

𝐔𝐍 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora