𝐔𝐍 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

3.

Capítulo 3.

Niall venda mi mano con mucho cuidado. Sus dedos tocan mi piel de la manera más delicada que puede existir. Jamás creí que el fuera así. Siempre ha sido tan brusco e idiota conmigo.

-Ya está, con esto debería bastar, por ahora. —dice alzando la vista y encontrándose con mi mirada.

-Gracias.—susurro sonriéndome repentinamente tímida.

-Para la próxima, intenta no ser tan impulsiva, podría haber sido peor. —dice con seriedad, y yo asiento.

Él se aleja de mi y recoje los restos de vidrios que están en el suelo. Quisiera poder decirle algo más, pero temo por su respuesta. Discutir con él me cansa demasiado, me gustaría que no fuera así.
Me levanto del taburete y camino lejos de él.

-¿Rylie? —Me llama e inmediatamente me doy la vuelta para mirarlo. —¿Puedes disculparme por ver tus mensajes?

-Sí. —Susurro y él me sonríe levemente.

Me alejo rápidamente subiendo las escalera de dos en dos. No entiendo porqué tengo ganas de llorar, quisiera echarle la culpa a mi mano herida, pero sé que no es por eso.
El dolor viene directamente desde mi corazón, y es por el chico que está allá abajo.
Hace mucho tiempo que no me pasaba esto, creí que había superado el llorar por él, porque sé que es estúpido que lo haga.
Pero aquí estoy, intentando engañar a mi corazón haciéndole creer que mi llanto se debe al dolor punzante que ejerce mi mano.
Como un ovillo me acuesto en mi cama y me permito llorar como cuando tenía quince años y moría de celos porque alguna chica viniese a preguntar con él.

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En algún momento debí quedarme dormida, porque cuando despierto me siento entumecida.

-¿Ry? Despierta. —Las manos de Liam se posan en mis hombros, haciéndome abrir los ojos.

-¿Qué pasa?

-Ven a cenar. Ya has dormido demasiado. —Me dice. —Niall me contó que te habías lastimado la mano.

-Sí. —Respondo. —Ya estoy mejor.

-Eso es bueno. —Él me sonríe.

-Voy enseguida.

-Esta bien. Y por cierto, Niall se quedará.

-Vaya, que novedad. —Murmuro.

Él suspira.

-Apresúrate.

Liam sale de mi habitación y yo me meto en el baño inmediatamente. Mirándome en el espejo me doy cuenta que soy un desastre. Mis ojos están hinchados debido a las lágrimas que derramé y el haber dormido mucho tiempo. Lo único que puedo hacer es mojarme la cara y peinar mi cabello intentando no verme tan desastrosa.
Cuando termino, bajo las escaleras. Mi madre al verme se preocupa por mí, pero rápidamente le explico que todo está bien, que solo fue una herida superficial.

Mientras le explico, recibo una llamada, es Harry. No debería ponerme nerviosa, pero lo hago igualmente. Me disculpo con ella y me meto en la cocina.

—¿Hola? —Contesto.

—Hola Ry, ¿como estás? —Me saluda él con simpatía.

—Muy bien ¿Como estás tú?

—Bien, te envié algunos mensajes, pero no has respondido.

—Oh ¿De verdad? Lo siento, es que no he mirado el teléfono.

—No, esta bien. —Él se ríe. —Quería preguntarte algo.