29.

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Capítulo 29.

Niall.

No puedo recordar todas las veces que he follado y con cuantas chicas lo he hecho. Eso es algo que será parte de mi pasado y no podré cambiar jamás, pero esto es completamente diferente.
Lo que he estado viviendo con Rylie no se compara a nada que haya experimentado antes. Quiero complacerla, quiero hacerla sentir bien, quiero que ella entienda que para mí esto también es nuevo, nunca le he hecho el amor a una mujer.

Es difícil mantener la calma, mi lado primitivo anhela romper su camiseta, besarla y chuparla por todas partes. Pero no es lo que ella necesita, así que tomándome mi tiempo acaricio sus exquisitos pechos por debajo de la prenda, sintiendo la dureza de sus pezones contra mis dedos.

-¿Todo bien? —Susurro mirándola.

-Sí.

-Voy a desnudarte —Le hago saber —Y besarte en cada rincón de tu lindo cuerpo.

-Niall...—Me observa avergonzada.

-Relájate —Ella asiente —Levántate, será más fácil.

-Puedo desnudarme yo.

-Lo sé —Sonrío —Pero quiero hacerlo yo.

No me responde, pero se pone en pie. Siguiéndola me paro a su lado y comienzo a subirle la camiseta, dejando sus lindas tetas expuestas. Mi miembro se endurece más, es malditamente perfecta.
Dejando la prenda sobre la cama, me acerco y deslizo mi lengua por ellos. Me aferro a sus pezones, lamiéndolos como si fuera mi comida favorita.
Rylie jadea y es un estímulo que le gusta a mi polla.
Poco a poco, caricias tras caricias le quito la ropa dejándola completamente desnuda delante de mí.
Como un animal hambriento observo su cuerpo, las curvas de sus caderas y su suave y depilado coño.

-Acuéstate, bonita —Susurro sobre su boca.

-¿Puedo desnudarte? —Me pide.

Sonrío.

-Sí.

Sin dejar de mirarme alcanza los costados de mi camiseta y comienza a subirla hasta sacármela por los hombros.
Su pecho sube y baja rápidamente, un claro signo de nerviosismo.

-Rylie, todo estará bien —Susurro besándola —Déjame continuar, estaré a tu lado en 30 segundos.

-Está bien —Responde acostándose en la cama.

Me quito el Jeans y el bóxer frenéticamente para ir con ella. Rylie sonríe cuando subo a la cama y recuesto mi cuerpo sobre el suyo.
Acercándome a su cuello comienzo a besarla, dejando un rastro húmedo hasta su boca. Nuestras lenguas se acarician y nuestras caderas se encuentran. Jadeo ruidosamente cuando su suave vagina se frota contra mi miembro.

-Te necesito —Susurra entre beso y beso.

-Aún no, quiero meter mi rostro entre tus muslos.

Ella se queja, está ansiosa por tenerme pero quiero verla correrse solamente con mi lengua. Así que desciendo por su cuerpo, lamiendo y mordiendo la piel de sus caderas, su vientre y el pequeño montículo donde inicia su exquisito coño.
Usando mis dedos, separo sus pliegues y expongo su clítoris hinchado y deseoso de mí. Cuando mi lengua entra en contacto con su pequeño botón del placer, la veo arquearse y temblar mientras sus gemidos inundan la habitación.

-Jesús, eres tan exquisita.

Aferrando mis brazos alrededor de sus muslos la mantengo quieta mientras mi boca lame, muerde y chupa su coño con devoción.
Mi lengua juguetona empuja dentro de su más que apretada obertura y suelto una respiración ruidosa al pensar que dentro de poco será mi polla quién ocupe este estrecho agujero.
Mi pulso se acelera y mis acometidas también, beso todo su coño, la punta de mi lengua juega con su más que caliente e hinchado clítoris. Ella Gime de placer cuando hago eso y vuelvo a repetir la acción una y otra vez mientras mi polla se mueve y gotea desesperada.

-Niall —Gime enredando sus dedos en mi cabello —Oh mi Dios.

Rylie balancea sus caderas contra mí, me folla la boca en busca de más placer. Cuando sus piernas tiemblan a mi alrededor y su cuerpo se vuelve rígido, sé que está cerca. Deslizo mi lengua de su interior y lamo su clítoris viendo como su estómago sube y baja rápidamente hasta recibir su orgasmo. Se sacude de placer, gritando mi nombre con respiraciones entrecortadas.

-Nena, siento que podría correrme solamente con escucharte gemir —Digo mientras vuelvo a recostar mi cuerpo sobre el tuyo —¿Estás satisfecha? —Bromeo y ella aún temblorosa, sonríe.

-No, te quiero a ti.

-Me tendrás, nena —Acercándome a su boca la beso profundamente mientras alcanzo una caja de los preservativos —Si duele, debes decírmelo inmediatamente.

-Lo haré.

-Más te vale —Sonrío besándole la nariz rápidamente para luego sentarme entre sus piernas separadas. Rápidamente echo un vistazo a su vagina, está mojada y suave, lista para recibirme.

Ella observa cada uno de mis movimientos. Mi polla está erecta y muy dura, antiguamente me daba exactamente lo mismo causar daño o molestia, pero ahora me preocupa que sienta incluso él más mínimo de dolor.
Sé que será inevitable, pero mientras pueda hacerlo más llevadero, me sentiré menos mal por causar esa molestia. Deslizando el condon, me acerco a su rosado clítoris y lo estímulo.

-No lo olvides —Le pido nuevamente mientras me inclino hacia adelante y me abro paso lentamente dentro de su coño, mirándola en todo momento mientras su carne se abre para mí y mi estómago arde de placer —Oh nena, estás tan apretada, caliente y mojada.

-¡Ah! —Sus uñas se clavan en mis hombros.

-Rylie —Gimo cerrando los ojos brevemente con el deseo de empujar ferozmente.

-Oh mi Dios —Jadea y la observo inmediatamente. El dolor atraviesa su rostro —Continúa, por favor.

Sé que esto va a doler, mi polla no está completamente en su interior pero lo estará en breve. Es mejor hacerlo rápidamente.
Salgo de su interior casi por completo y luego empujo dentro de ella hundiéndome hasta el fondo.

-¡Ah, Niall! —Sus uñas vuelven a clavarse en mi piel.

-Ya está, la peor parte ya pasó.

Beso su cuello mientras nos quedamos alrededor de un minuto quietos. Poco a poco la noto relajarse bajo mío.
Muevo mis caderas, lentamente al principio, entrando y saliendo de su coño apretado. Apoyándome en un brazo al costado de su cabeza, acaricio sus tetas, su cintura y todo lo que puedo mientras voy cada vez más profundo.

-Oh...eso se sintió bien —Gime suavemente cuando mis caderas hacen círculos.

Sonrío.

-¿Te gusta? —Pregunto y ella asiente.

Vuelvo hacerlo entonces, porque a ella le gusta y quiero que su primera vez sea digna de recordar.
Penetrandola, chupo su cuello mientras la oigo gemir y jadear. Sus manos viajan por mi cuerpo, me acaricia la espalda y luego empuja sus caderas, para encontrarse conmigo. Cuando lo hace, sé que está lista para mí siguiente movimiento.
Me muevo con fuerza, hundiendo mi polla en su agujero caliente y mojado.

-Joder, sí... No pares, no pares —Jadea.

-Rylie —Gimo besándola profundamente mientras follamos.

Me estrello contra su pelvis y me hundo una y otra vez mientras el calor baja por mi vientre y se acomula en mis bolas.
Todo esto es malditamente increíble, el calor inunda la habitación y su aliento caliente se funde con el mío mientras nos besamos y siento como su vagina se trae apunto de correrse.

Joder.

-Nena...—Jadeo mientras el calor llena mi ingle y el semen sube por mi polla al mismo tiempo que escucho su grito de placer.

Su cuerpo se sacude bajo el mío y me corro también, embistiendola profundamente tantas veces como mi cuerpo me lo permite. Derramo hasta la última gota, saciado y agradecido de este momento.

𝐔𝐍 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora