Lucas
Siento como mi corazón se vuelve nada al ver que tienen una hija adolescente, ver al amor de mi vida con ese idiota me enferma, pero no pude negarme a su pedido, enseñar a su hija.
__ Bianca a veces eres tan cruel. –susurro en lo oscuro de mi habitación.
No hay nada más doloroso que ver feliz a los demás mientras tú te pierdes en un laberinto de recuerdos del pasado. Llevo mis manos a mi cara y revuelvo mi ordenado cabello.
__ ¡Soy un idiota! Es definitivo... ¿Cómo pude caer en mi propia perdición? Ahora tengo que lidiar con una chica problemática que sólo le preocupa verse bien y lucir linda para los chicos. –cierro los ojos necesito calma, mucha calma.
Y para completar mi caótica vida tengo que ir por Fran el hijo de Ana, otro adolescente descontrolado. Sin más me rindo ante el sueño. El despertador me hace dar un salto de la cama, miro la hora y con pocas ganas entro al baño, después de asearme bajo. Mi hermana tiene una cara de alegría que no se la quita nadie.
__ ¡Oh querido ve por mi bebé! –expresa dándome un abrazo. –Hoy luces extremadamente guapo. –dice acomodando mi corbata.
__ Gracias hermana. –miro mi celular. – Ya es tarde, debe estar por llegar. Nos vemos. –Le doy un beso en la frente.
Al salir pongo en marcha el auto, enciendo la radio y busco algo de música, ya que el camino es largo, al parecer hoy va hacer un día largo.
Detengo el auto y bajo busco con la mirada a ese mocoso de melena revuelta, una voz me distrae.
__ ¡Tío! – esa voz, me giro para encontrarme con un chico alto de cabello rubio muy parecido al mío.
__ ¡Fran! –Exclamo abrazándolo. – ¡Mírate eres todo un hombre!
__ Y tú más guapo que antes. Mi madre debe estar ansiosa por verme. –Indica con una gran sonrisa.
__ Ni te lo imaginas. Ven por acá tengo el auto.
Me alegra ver lo sano que creció mi sobrino. Leonard y Ana se separaron cuando el apena era un chiquillo. Durante el camino hablamos de diferentes temas y lo mucho que se divirtió viajando por América. Al llegar Ana sale a recibirlo.
__ ¡Hijo!
Cristal
Estamos todos sentados en la mesa desayunando; papá, mamá, James, Karla y Claudia. Mi padre me lanza una mirada de enojo mientras que mamá trata de calmarlo.
__ Así que mi hija tiene un comportamiento inapropiado en el colegio. –respira hondo. –estas castigada hasta nuevo aviso. –dice firme.
__ ¡Pero papá! –lo miro suplicante. –Pasado mañana hay una fiesta y quiero ir.
Él rodea los ojos para hablarme luego.
__ No, es no. No consentiré malos comportamientos. Ve al auto y al salir el chofer te esperara en la entrada y hay de ti si llegas tarde.
Sin más que decir camino hasta el auto. Es la primera vez que lo veo de tan mal humor. Yo de verdad quería ir. El chofer pone en marcha el auto. Mis pensamientos se llenan de nada ¿Qué sentido tiene vivir así si no puedo hacer lo que más deseo? Sé que no he sido la mejor estudiante en este último año, pero mi padre está exagerando al dejarme encerrada en casa.
El ruido del motor se detiene sacándome de mis aturdidos pensamientos. La puerta del auto se abre permitiendo la entrada de luz del sol, sin bajar la mirada salgo con gracia y estilo del auto, un licántropo como yo no debe ser débil ante nada. Todos me miran y comienzan a susurrar cosas de mí, pero no presto atención de chismes baratos.
Entro al salón y tomo asiento colocando mis brazos sobre la mesa entrelazando mis dedos y manteniendo mi espalda firme y recta, una señorita como yo debe tener buena postura y elegancia en cualquier lugar. De repente alguien se para delante de mí.
__ ¿Cómo está mi futura esposa? –dice Peter con una sonrisa en sus carnosos labios.
Yo le dedico una mirada indiferente.
__ Peter hazme el favor de irte por donde viniste. –Articulo mirando a los lados. –No quiero ser presa de tu grupo de locas.
Sin más vuelvo la vista a mis manos.
__ ¡Amor no seas fría conmigo! Sólo espera y veras que seré el hombre que deseas. –dice en un tono de lamento.
__ Peter hay una distancia muy, pero muy distante entre tú y yo. Acepta lo que el destino te ha deparado y créeme, tú no estás en mi futuro.
Él se da la vuelta y sale con la mirada gacha, Peter cero Cristal uno.
Durante las clases estuve atenta anotando todo, la verdad no quiero quedar como una bruta delante de mi nuevo tutor. La campana de salida se hace presente, sin demora llego a la salida y justo como dijo mi padre ahí está el auto esperando por mí.
__ Señorita suba por favor. –Indica el chofer abriendo la puerta con cuidado.
__ Gracias.
Es lo único que puedo decir. Al llegar a casa mi sexy tutor me espera con una radiante sonrisa.
__ Bienvenida señorita Cristal. –dice él indicando por donde debo ir.
Mi mamá me abraza y besa mi frente, mientras mi lindo profesor la mira con cara de tonto, yo rápidamente hago que mi madre se retire.
__ Bien madre es hora de mis estudios. –Ella se gira.
__ ¡Oh! La sala de estudio será la cabaña al final del jardín. Yo misma la preparé para ti mi linda niña.
__ Gracias madre. –Así que me encamino hasta el dicho lugar.
Al entrar todo luce más ordenado y limpio, un lindo librero, repleto de libros viejos, una pizarra, un escritorio y una mesa con la silla. Lucas entra en silencio y camina hasta el escritorio.
__ Bien empecemos con física. –dice tomando el libro de ejercicios. –Hoy realizaremos los primeros cinco.
Aburrido, suspiro y comienzo a mirar a los lados, esto es una tortura, salir de la escuela para entrar en otra al llegar a casa.
De repente Siento un ligero golpe en mi cabeza. Sin demora levanto la vista para encontrarme con la cara de mi sexy tutor.
__ Cristal debes ser más seria con tus estudios, en realidad no te pareces en nada a tus padres, ellos eran excelentes estudiantes. –Lo miro molesta.
__ Lamento informarte que no soy ellos, tú sólo limítate a enseñarme lo que corresponde.
Él se acerca a mí y con una mirada calmada coloca su dedo en mi frente.
__ No sacaste nada de tu madre, eres grosera y pedante... señorita. Volvamos a los primeros ejercicios, que se resuelven de la siguiente manera.
Siento como la rabia se apodera me mi cuerpo haciendo que el lápiz en mi mano se parta a la mitad.
Después de dos horas de tortura me estiro, todo mi cuerpo esta entumecido, él camina en mi dirección.
__ Mañana le haré una pequeña prueba para ver si está atenta a la clase.
__ Lucas ¿No es así? –digo alzando la vista. –Hagamos algo más sencillo. –con mi dedo índice lo toco. –usted no realiza esa prueba mañana, mejor déjela para otro día.
Lucas suspira.
__ Que decepción esperaba algo mejor que una chica frívola y sin neuronas.
Sus palabras me hacen enfadar ¿Cómo me acaba de llamar?
__ ¿Perdón? Que poco caballeroso es usted.
__ Con esa actitud de seguro morirás sola.
Sin más que decir sale.
Toda yo arde de rabia. Llego a la casa y me voy directo a mi habitación. Ese estúpido y sensual Lucas ¡Lo odio!
¡Hola! Disculpen por tardar tanto, bueno yo pensé que había publicado este capítulo y no fue así ¡Qué horror! De verdad lo siento, estar estresada y enferma creo que me volvió un poco loca. Espero que les agrade este capítulo que no es muy largo.