- ¿Enserio me estas contando que vas a trabajar en un puto psiquiátrico?- me dijo Kay después de contárselo.
No sé qué le sorprendió tanto si fue él que me apunto a esto.
A ver para que lo entandáis mejor os pongo en situación.
Nos remontamos ha hace cosa de dos meses.
Mediados de septiembre.
Yo necesitaba trabajo, y entre risas y jajas, a Kay se le ocurrió apuntarme a un trabajo como ayudante en un psiquiátrico.
¿Os preguntareis porque aceptaste ese trabajo?
Lo primero y más importante, pagaban demasiado bien.
Y lo segundo, no me cogerían. O eso creí.
¿Quién iba a coger a una chica de 20 años, para trabajar en un sitio así?
Entonces Kay fue y echo mi curriculum.
Ambos olvidamos todo, hasta que esta mañana mientras me estaba comiendo unas galletas que le había robado a Kay me llamaron.
Y efectivamente, todo lo que pensaba que era una broma no lo era.
-La idea fue tuya- le replique
A mí no me hacía mucha gracia trabajar ahí, la verdad. Pero el dinero si.
-Pero no pensaba que te iban a coger, que pintas tu- me señalo- en un psiquiátrico, a saber, lo que te pueda pasar-
- ¿Pues que va a pasar? –
Era obvio que lo único que me iba a pasar, es que como me cogiera, no tendría ningún problema con volver a pagar el piso.
-Que se obsesionen contigo y te maten- Kay se estaba montando unas películas en su cabeza.
-Mejor, pero por lo menos que sea guapo. Quien sabe, nueva fantasía sexual desbloqueada: tirarme a un psicópata en el psiquiátrico- dije sarcásticamente.
Kay me miro mal y se levanto de su cama y se dirigió a mi
- ¿Tu estas mal? Te hace gracia esto o ¿qué? Por qué a mí no- parecía estar preocupado de verdad. Pobrecillo.
Le puse cara de puchero y le toqué el hombro
-Ay que te importo, que mono- le puse voz de pequeña.
Rodo los ojos
-Imbécil- salió por la puerta
-Yo también te quiero pelo zanahoria- le grite mientras le tiraba un beso al aire.
Me asome por el pasillo. Y me saco el dedo del medio sin girarse.
Me empecé a reír.
Si tampoco era para tanto, un trabajo, que pagaba demasiado bien, solo por estar atenta de unas cuantas personas con problemas mentales.
No era para tanto.
Si yo tampoco es que estuviera muy bien mentalmente.
Me fui de su habitación, cogí el bolso y las llaves del coche y me dirigí al psiquiátrico, para mi entrevista.
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Aparque fuera. Aparentemente era bonito. Había unos jardines bastante grandes, con bancos y una fuente central. En referencia al edificio, era grande, bastante grande, había ventanas, pero la mayoría estaban tachadas con barrotes – lo que es de entender-.
Alrededor había gente, bastante gente. Bien vestida y arreglada. No parecía un psiquiátrico como el de las películas.
Y menos mal, un peso se me cayó de encima.
La agente me ignoro, y mejor.
Entre por la puerta de entrada. Era grande, con varios sofás en el lado izquierdo, enfrente había unas escaleras, para subir y bajar, a otras plantas. Me giré a la derecha donde vi una especie de oficinas, con un cristal, que tapaba toda la estancia.
Me acerque allí y llame a la puerta.
Una señora de unos 50 años me abrió.
Era pelirroja, con los ojos marrones y no pasaba del metro sesenta.
-Hola, buenos días- dije sonriendo. Esto de socializar no era lo mío.
-Buenos días- me sonrió
Bueno parecía maja
- ¿Eres Brooke Harris? -
Afirme con la cabeza.
-Te estaba esperando-
La mujer iba vestida, bastante elegante con unos tacones bastante altos.
Madre mía como no le dolían los pies con eso.
Se giro hacia una de las mesas que había y se sentó, me señalo una silla enfrente de ella para que me sentara.
Había mas gente en la sala, algunos hablaban y otros simplemente estaban haciendo cosas en el ordenador.
-Bueno, por lo que veo, hay unas cuantas cosas que me ahorrare de preguntarte- se rio- por eso prefiero hacer las entrevistas en persona- me miro y se acercó a la mesa.
¿Qué significa eso?
- ¿Por? - la curiosidad puede conmigo.
-A ver te comento- cogió unos cuantos folios grapados de su mesa y me los acerco a mi lado
-hay dos puestos de trabajo disponibles, como eres la primera en venir, puedes elegir cual de los dos prefieres-
Empecé a leer por encima lo que me dio, no entendía nada.
-El primero y por el que te llame, es zona de comedor y limpieza de los pacientes, por eso te he hecho el comentario antes, porque para eso necesitas ser mínimamente un poco alta, porque si no te va a costar un poco-
Le sonreí
-Y el segundo trabajo... Bueno es el más fácil de todos y el mas complicado, no es para todas las personas-
-Cuál es? -
-Necesitamos alguien que vigile y se encargue de los pacientes de la planta 8-
-Seria solo vigilar? -
Por que la verdad, pasarme todo el contrato dando de comer a tíos y tías y duchándolos no era el planazo de mi vida.
-Vigilar, y encargarte de darles sus medicamentos, pero no mucho más-
¿Y eso era complicado?
-Y la complejidad? -
-Son pacientes psiquiátricos, con trastornos psicópatas, son los mas peligrosos de todo el edificio, pero están bien protegidos. Lo único que seria es darle la comida, por un hueco que tienen habilitado en la puerta. Y nada más, solo eso y vigilarlos-
Haber mal rollo daba, pero llamarme rara, prefería eso, antes que el otro trabajo.
-El sueldo en este trabajo subiría, por el horario y por el suplemento de peligrosidad-
¿He oído más dinero? Clic
-¿De cuanto estaríamos hablando? - le pregunte
Importancia a lo importante
-El otro trabajo seria...- miro su pantalla del ordenador y tecleo algo.
-lunes a sábado, turno rotatorio de mañanas y tardes... 1.700 euros al mes más o menos-
¿Acababa oír bien?
1.700 euros al mes?
¿Pero espera y el otro?
-Y el otro como ya te he comentado, es mayor. No ejerces tanto esfuerzo físico por lo que trabajas más, pero también ganas más. - hizo lo mismo que antes.
-Seria todos los días, algunos libres, que se te darán en el horario que hay, de 4 o 6 de la tarde a 8 de la mañana-
Madre mía, si iba a estar aquí todo el día.
-Y eso sería... alrededor de 3.700 euros aproximadamente, algunos meses cobraras más, depende de las horas que hagas- me sonrió.
Mi cara era un cuadro lo sabía, no era necesario verme.
¡¿Casi 4000 pavos?!
¿Pero esto que es?
-A si que el que tu prefieras. En el que te veas más cómoda. Puedes pensártelo o si lo tienes claro me lo puedes decir ahora-
-El segundo, el de la planta 8- dije sin pensar. ¿Tampoco podía ser tan malo no?
- ¿Está segura? - me miro sorprendida
-Eso creo- le dije
Ella se rio
-Bueno pues si te parece, llamo a alguien para que te enseñe todo esto y te explique lo que tienes que hacer- dijo levantándose.
-Vale- también me levante
-Cuando empezaría? -
-Podrías empezar esta tarde o te pilla demasiado improvisado?-
Hombre no entraba en mis planes, pero tampoco es que tuviera mucho que hacer.
-No me importa- le dije
Ella se acerco a una especie de sala, yo la seguí.
-Pues entonces perfecto-
Hizo un gesto a alguien, y se giró hacia mí.
-Mira ahora Oliver te va a explicar todo, muy importante, dentro de la sala, puedes hacer lo que tú quieras, no tienes que llevar uniforme, puedes llevar lo que quieras, pero no traigas cinturones ni objetos punzantes-
-Entendido- le afirme
Y entonces un chico no muchos mas años que yo salió de la habitación.
Era alto, tenía gafas, pelo rizado, su piel tenia un ligero color bronceado y por lo que vi tenia los ojos marrones claros.
-Hola- me saludo
-Brooke este es Oliver y Oliver esta es Brooke- nos presentó- Te importaría enseñarle el funcionamiento de la planta 8? -
-Eh no, claro que no. Ven si quieres conmigo- me indico
Nos alejamos de ella por el pasillo.
-Encantado- me dijo
-Lo mismo digo-
-No se si te lo han comentado, pero en esa planta...-
Le corte
-Están los psicópatas- le dije
-Menos mal que te lo han dicho- se rio
-Bueno a lo que iba, uniforme no tienes, no tienes que traer objetos punzantes, puedes hacer lo que quieras, poner música bailar, leer, lo que quieras- entramos a un ascensor.
Saco una especie de llaves y la puso en la pantalla del ascensor.
-Vas a necesitar un juego de llaves, porque aquí todo está bien protegido-
El ascensor se cerró y empezó a subir
-allí nadie sube, así que estarás sola, pero no te preocupes no te va a pasar nada, si mantienes la puerta cerrada de todos. Debes tener cuidado, pueden llegar a ser un poco manipuladores, y hacer que hagas cosas que no quieres-
Este chico me estaba ayudando a relajarme
-Y eso hace cuanto a pasado? - le pregunte era obvio
-La anterior chica a ti-
Que bien
-Bueno, pero porque psicológicamente no estaba demasiado bien y se encapricho de un chico de allí, haber para ser realistas no estaba nada mal- se rio
Yo también me reí con él.
-Pero no te preocupes porque ya no está, ahora hay un chico. Lo trajeron hace cosa de unos cuantos meses-
-Mejor- dije. En ese momento se abrieron las puertas del ascensor.
La buena vibra que daba la parte de abajo, se había quedado allí.
Paredes blancas, eso si impecables, sin ventanas, solamente con luces bastantes altas y cosa de 10 puertas. ¡¡¡Pero puertas de metal!!!
¿Pero esto que es una cárcel?
-Es raro, lo sé, yo también me quedé así, cuando lo vi la primera vez- salimos del ascensor.
-Mira ahí- me señaló una salita con un cristal- es donde puedes hacer lo que quieras. Puedes poner música para arreglar un poco el ambiente, si quieres- y entonces empezó a andar por el pasillo de las puertas.
-1, 2, no te acerques demasiado a ellos. 3, 4, 5, 6 y 7 son inofensivos, están medicados y no son muy listos, pero siguen siendo psicópatas-
Afirme con la cabeza
-Y el ocho no se como sea, nunca he pasado, es de un chico- se acerco a la puerta.
Esta era la única que tenía doble protección y una tarjeta roja en el manillar de la puerta.
-Que yo recuerde no habla, bueno tampoco es que sepa que hace- cogió una especie de papel que tenia en la puerta
-Edson Frey- dijo y volvió a meter el papel donde estaba.
Se volvió a girar y entonces yo me asome un poco por la rejilla que había, no se veía nada, todo estaba oscuro.
-Bueno eso es todo, todo lo necesario lo pone en las fichas- llegamos al ascensor y volvió a hacer lo mismo que antes.
-Tampoco esta tan mal- le dije
-No, si es tranquilo, pero son peligrosos-
-Ya- era obvio