Educando a la futura princesa...

By Emina02

4.2M 236K 42.4K

Tras una típica vida sin preocupaciones por el futuro, nuestras protagonista tiene que enfrentarse a una inev... More

IMPORTANTE
Libro 2!!
CAPITULO 1: "El comienzo"
CAPITULO 2: "Propuesta"
CAPITULO 3: "Destino o Karma"
CAPITULO 4: "Un paseo en la fuente"
CAPITULO 5: "¡Buen apetito!"
CAPITULO 6: "Los gatos y los ratones"
CAPITULO 7: "Game Center"
CAPITULO 8: "Cena y mentiras como postre"
CAPITULO 9: "Grupo de idiotas"
CAPITULO 10: "You're an idiot"
CAPITULO 11: "Un Secreto Problemático"
CAPITULO 12: "Conversaciones De Pasillo"
CAPITULO 14: "Fanática loca"
CAPITULO 15: "Corredores y pasadizos"
CAPITULO 16: "Cita y parejas"
CAPITULO 17: "Como por primera vez"
CAPITULO 18: "Comidas y visitas"
CAPITULO 19: "La cita perfecta"
CAPITULO 20: "Idiota sin remedio"
CAPITULO 21: "Cine y bodas"
CAPITULO 22: "Juntas de consejo"
Muy importante
CAPITULO 23: "Zeth y apuestas"
CAPITULO 24: "La chica que necesitamos"
CAPITULO 25: "La chica 2A"
CAPITULO 26: "Aniversario"
CAPITULO 27: "Baile Real"
Un enlace ingenioso
CAPITULO 28: "Salto en el tiempo"
CAPITULO 29: "Feliz cumpleaños"
CAPITULO 30: "San Valentín"
CAPITULO 31: "Parque de diversiones"
CAPITULO 32: "Conversemos y riamos"
CAPITULO 33: "Sin un gatito"
CAPITULO 34: "Dos veces"
CAPITULO 35: "Doppelgänger"
CAPITULO 36: "Decisiones"
CAPITULO 37: "¡Mierda!"
CAPITULO 38: "Soluciones"
CAPITULO 39: "La hoja de la reglas"
CAPITULO 40: "Amistades"
CAPITULO 41: "Salida en grupo"
CAPITULO 42: "Días de juventud"
CAPITULO 43: "Verdad o Verdad"
CAPITULO 44: "De princesa a Hada"
CAPITULO 45: "La decisión de Romeo"
CAPITULO 46: "Romeo y Julieta"
CAPITULO 47: "El viaje"
CAPITULO 49: "Somebody call me wrong"
CAPITULO 48: "Somebody call me right one"
CAPITULO 50: "La princesa de la torre"
CAPITULO 51: ¡Por Helios!
CAPITULO 52: "La chica del cuento"

CAPITULO 13: "Castigo"

78K 4.7K 958
By Emina02

Lo primero que hicimos al salir del aula fue al baño a intentar quitar la goma, el color de mi falda era azul marino, bastante oscuro como para disimular un poco, pero no lo suficiente. Hicimos lo que pudimos pero el desastre no fue solucionado por completo.

Después de ellos nos depusimos a encontrar Sora quien no estaba en la cafetería.

Fonn intentó llamarle pero no le respondió.

― ¿Así que debo disculparme y averiguar que le sucede? ― pregunté mientras caminábamos por el ala este del edifico para salir a los jardines, cerca del salón de bailes.

Usualmente esta desierto ese lugar y por eso es que a Sora le gusta frecuentarlo cuando quiere estar sola y leer.

― Trata de ser sutil ― me sugirió la chica más sutil del mundo. Un elefante caminado en una fiesta de hormigas.

― Suena a una pésima idea ― la rubia ignoró por completo mi comentario, me quitó mi mochila y me lanzó de un empujón fuera del complejo.

Las volteé a ver, ambas paradas en la gran puerta este, con sonrisas enormes de apoyo y confianza absoluta en sus miradas.

Quizás Karla no entendía lo que sucedía, pero el apoyo que daba era innegable.

Aspiré aire como si de valor se tratase y caminé por los corredores de piedra del jardín en su búsqueda. Encontrarla no fue muy difícil, y al contrario de lo que creía, no estaba leyendo; La castaña estaba sentada debajo de un árbol al costado del edificio de bailes.

El edificio era un complejo de estilo clásico diseñado específicamente para que ahí se llevarán a cabo los eventos formales de la escuela, tenía el mismo uso que el del palacio.

Me salí del camino para acercarme a ella, se dio cuenta que yo me acercaba solo hasta que mis zapatos se posaron sobre el pasto verde.

No parecía enojada ni inquieta, sino pensativa. Quizás hasta dispersa.

Solo veía a la nada con las piernas estiradas y la espalda recargada al tronco, hasta que llamé su atención.

Su expresión no cambió mucho cuando me vio, quizás porque ni siquiera le importaba demasiado.

― Hola Cat ― murmuró regresando a ver a la entrada del edificio.

Me detuve frente a ella sin saber que hacer o que decir, pero en realidad no hizo falta decir algo.

― Lamento lo de ayer ― murmuró con una sonrisa, pero aun no me dirigía la mirada.

Opte por sentarme a su lado sin decir mucho. El invierno permitía que sol llegara solo como una pequeña flama que calentaba un poco el frío.

― También lo lamento ― le seguí yo.

Ella negó y por fin volteó a verme, no había mucho que descifrar en su rostro, ella fue difícil de leer siempre.

― Estaba frustrada y me desquite contigo, solo busque una excusa para culpar a alguien ― suspiró pesadamente ― entiendo que solo reaccionaste a los insultos como siempre lo haces.

Hice una mueca.

― No está bien en absoluto que lo hagas, pero lo entiendo.

― ¿Por qué te sentías frustrada? ― pregunté abrazando mis piernas y dejando caer el lado izquierdo de la cabeza en mis rodillas para verla de lado ― ¿Hay algo que te preocupe?

Solo se encogió de hombros ― Solo esto y aquello.

― ¿Y qué es esto y aquello?

Ella sonrió, quizás era difícil de leer, pero había cosas que podíamos asegurar con solo verla y esa era una de ellas. No iba a hablar de ello.

― Nada importante ― entonces se levantó de su lugar tomando su mochila y aturdida por eso no me levanté de inmediato, sino hasta que la vi caminar hacia el camino de piedra.

― En realidad envidio tu actitud ― me dijo mientras caminábamos juntas.

Nuestros pasos estaban coordinados pero ella no miraba hacia abajo como yo. Su mirada como siempre estaba al frente, con su postura perfecta y su caminar elegante.

Yo me sentía como una vagabunda a su lado, con mi chaqueta desabotonada, la camisa interior un poco chueca y mis calcetas una más abajo que otra. Una de mis agujetas hasta se había soltado y algunos mechones de cabello habían perdido el lugar que Adelina les había dado esta mañana.

Me acomodé la corbata y la camisa interior como pude mientras la oía.

― También me gustaría poder enfrentar los problemas a la cara sin miedo a las consecuencias.

― Es porque soy irracional cuando me enojo ― le dije con un sonrisa y ella soltó un sonora risa.

― Si ― admitió.

Le mandé un mensaje a Fonn diciéndole que no había logrado saber algo, y ella estuvo de acuerdo en no presionarla demasiado con el asunto.

Cuando nos reunimos las cuatro otra vez en uno de los pasillos nadie menciono nada de la pelea, como si hubiera ocurrido solo en nuestra imaginación.

La rubia me devolvió mi mochila con una sonrisa.

La puse en mis hombros sin decir mucho. Las cuatro decidimos solo pasear por ahí hasta la hora de nuestra clase. Pero quizás la atmósfera fue demasiado para Karla.

― ¿Podemos visitar el salón de la clase A?

― No ― respondimos Sora y yo al mismo tiempo, de acuerdo en que esa era la peor idea de todas.

No por que ella y yo apenas hayamos salido de la pelea de ayer, sino que simplemente no quería verme involucrada con ellos por el resto de mi corta vida.

― ¿Por qué no? ― preguntó sonriendo ― quiero ver los salones que todos dicen que están a otro nivel, escuché que hay lugares exclusivos.

― ¡Yo quiero ver al príncipe! ― La rubia subió la mano como si nos encontráramos en una clase y ella necesitara permiso para dar su opinión.

― No ― volvimos a responder nosotras, como un cántico lleno de molestia.

― ¿Por qué no? ― lloriqueó Fonn.

Uno pensaría que Fonn sería más evasiva, por el momento. a encontrarnos con alguien de uniforme rojo debido a los problemas de la última vez. Pero parecía que realmente había lanzado el asunto por un agujero negro.

― Porque no ― respondimos nuevamente al mismo tiempo, coordinadas como nunca antes.

― ¿Por qué porque no? ― Ellas también hablaron al unísono haciendo la situación más extraña.

― Porque no y punto ― nos enojamos un poco por la conversación. Una situación que en realidad en otro momento hubiera sido raro en Sora.

― Es extraño que estén de acuerdo ― apuntó Fonn.

Al final de una pequeña discusión accedimos a darle un tour a Karla como compensación del alboroto que le hicimos pasar, aunque nadie dijo esto en voz alta era facil asumir que esa fue la razón.

El plan era evitar encontrarnos con una cantidad grande de alumnos de la clase A, ir a lugares poco concurridos.

El salón de informática estaba en la zona oeste del edificio principal, cerca del salón común de la clase A, fue ahí donde nos dirigimos.

Su espacio era enorme, con sillas súper cómodas y elegantes, como las del presidente de una compañía en las películas. El muro que daba al pasillo era completamente de cristal pero tenía unas cortinas que servían para cuando se requería de oscuridad en el interior.

Sus equipos eran tecnología de punta y podía notar que algunos lugares tenían cosas demasiado específicas, dando a entender que cada alumno personalizaba un poco su lugar. Un mouse con luces violetas por aquí, una estampa por allá, o una afombrilla con diseños coloridos.

― Es increíble ¿Nosotros tenemos lago parecido? ― preguntó la castaña pegada al cristal.

― Ni en un millón de años ― aseguré riendo.

― Te quejas demasiado ― comentó Sora ― Por lo menos tenemos más que otras clases.

― Cierto ― admití asintiendo ― Lo peor se lo lleva la clase E.

― ¿Por qué? ¡Cuánta desigualdad!― El comentario que hizo Karla fue al aire porque seguía observando el interior, nosotras tres veíamos desde más atrás.

― Bienvenida a Dream High, llena de agradables alumnos y excelentes profesores, todos con la mejor de las intenciones ― dije con sarcasmo.

― Que linda ― me respondió la chica con mi mismo tono.

― Pues yo creo que es un horror ― la voz de un chico nos hizo voltear a las cuatro, aunque antes de eso yo ya sabía de quien se trataba, no era difícil pasar por alto aquel tono de voz.

― Muérete ― fue mi respuesta inmediata al ver al chico alto frente a mí, con su uniforme rojo y negro pulcro y su sonrisa, que parecía contradecir al insulto que había soltado antes.

― ¿Qué haces aquí Dylan? ― la pregunta de Karla fue casual, como si te encontraras a tu amigo de toda la vida, lo que desde luego desubico un poco a las otras dos ― Se supone que no habría clases aquí ― señaló el salón ― Razón por la que me trajeron aquí ― después rió.

― Olvide unos papeles aquí así que regresé a buscarlos.

Si a Dylan le sorprendió la familiaridad con la que le hablaba la chica no lo demostró.

― Vaya suerte la nuestra ― murmuré sarcástica volteando a ver a hacia un lado.

― Vaya suerte a la mía ― me dijo de vuelta ― encontrarme contigo hasta en lugares improbables ¿Me estas acosando? ― preguntó con una sonrisa de lado.

― ¡SUEÑAS! ― Exclamé a la defensiva, pero Sora me tomó de la mano para que reconociera que estaba excediéndome, me tranquilice un poco solo para no tener más problemas ― Solo estamos aquí por petición de Karla y Fonn.

La rubia hizo un saludo con su mano, tensa y quizás reteniendo las ganas de gritar y lanzarse encima del chico.

De hecho, me preocupaba seriamente que lo hiciera.

― ¿Asi que la idea de tus amigas? ― Su pregunta dejaba ver que dudaba de la veracidad de mi respuesta.

¡Se estaba burlando de mí!

― Disculpe los inconvenientes ― la voz de Sora atrajo su atención, al principio sorprendido pero luego suavizo su expresión ― A veces Cat es un poco... ― busco entre sus palabras algo adecuado; pero quizas se detenía un poco para no causar una pelea con la que eligiera.

― Igualada ― respondió por ella al ver su conflicto mental.

― ¡Púdrete! ― exclamé con el ceño fruncido, tome a las dos chicas más cercanas a mí que resultaron ser Fonn y Sora y las jale en dirección a las escaleras de ese pasillo ― Nos vamos de aquí.

Vi sobre el hombro que Karla se acercaba a él con una sonrisa, intercambiaron palabras y rieron antes de que ella nos siguiera.

¡Odio a ese tipo! ¡En verdad lo odio! Es la persona más insoportable sobre la tierra.

Después de unos pasos solté a ambas chicas y vi a Karla caminar a nuestra altura.

― Cat... ― comenzó a decir la castaña, pero yo me adelanté a cualquier posible discusión sobre el tema.

― Lo sé, lo sé ― repetí exhalando ― No es necesario que lo digas cada vez que nos encontremos con ese idiota.

― ¡Pues yo creo que harían una linda pareja!

¡Mierda, cierra la boca Karla!

La voltee a ver con una el ceño fruncido, pero ella no me miraba, solo le sonreía al aire.

― ¿Tú crees? ― La pregunta de Fonn, quien caminaba a mi lado izquierdo junto a la Karla, sonó divertida y realmente interesada en el asunto; como siempre que se hablaba del príncipe heredero.

― No seas tonta Karla, él y yo ni siquiera nos conocemos más allá de un par de veces que nos henos topado ― intenté sonar despreocupada pero mi sonrisa forzada salió como una advertencia para la chica, por suerte la rubia es muy despistada como para notar esa interacción.

― Aunque el parece tan cercano a ti ― murmuró emocionada ― más que con cualquier otra chica además de la insípida de Amber.

― ¡QUE NO LO CONOZCO DIJE! ― sí, soné muy histérica, más de lo que pretendía, de hecho no pretendía sonar así en absoluto.

― Ay, que sensible Cat ― hizo un gesto exagerado de sorpresa y casi de inmediato de echo a reír.

― No me llames así ― me queje continuando con el camino, Sora había vuelto a ignorarnos y perderse en el país de las maravillas.

Hablamos de diferentes cosas antes de volver a nuestro salón a tomar la clase de Cálculo. Ya saben, Mateburricas.

― ¡Señorita Rodríguez! ― exclamó la profesora Wretter.

Reprendía a la rubia que se encontraba parada al frete de la clase con el marcador blanco en la mano, la pizarra digital se encontraba aun blanca y todos en la clase miraban hacia ella atentos.

― No puedo creer que no pueda con un problema como este ― se quejó ― Como estudiantes de clase B dejan mucho que desear.

Rodé los ojos ante su comentario, que nunca faltaban en esa clase. Nunca dejaba la oportunidad de hacernos ver lo superior que era la clase A en comparación.

― La clase A lleva temas más complicados aun, y ustedes no pueden con esto ― señaló en la pizarra la integral, la mujer golpeaba el piso con sus tacones en señal de desesperación.

― Pero no se puede resolver ― murmuró al chica sintiéndose intimidada por la docente.

― Sora ― le susurré a la chica volteando solo un poco hacia atrás ― ¿Ya viste el problema? ― Mi pregunta no estaba destinada a ser respondida ― Esta mal planteada.

Ella estaba concentrada en su libro de lectura y prestaba poca atención al mundo en general, mucho menos a la pizarra. Cuando me escuchó hablar subió la mirada hasta ese lugar.

La profesora seguía dando su discurso y regañando a Fonn por su falta de compromiso como estudiante de una clase elevada.

― Profesora ― llamó la castaña a mi espalda subiendo la mano para pedir la oportunidad de hablar.

Me sorprendí tanto por ese gesto que la voltee a ver, girando mi torso por completo.

El gesto de intención de mi amiga solo hizo enojar más a la señorita Wretter.

― No puede ayudarle ― dijo antes de que Sora hablara ― Debe dejar que sus amigos enfrente por si mismos su deficiencia, sino se volverá unos inútiles.

― Profesora, usted se equivocó.

Ante tal afirmación seca y dura la clase reacciono con un sonoro y unísono "uuuuh" colocándole más leña al fuego, ese acto más organizado que cualquier evento incluido en el contrato inexistente de "compañeros de clase y sus traiciones".

― ¿Me equivoque? ― preguntó como si la sola idea fuera alocada e imposible, todo con el tono que en verdad quería decir "¿Disculpa? Yo jamás me equivoco".

― Si ― aseguró la chica, yo miraba de la una a la otra sorprendida por aquel acto de parte de la castaña ― La integral está mal planteada si se considera el tema que nos está enseñando, es imposible resolverse.

Después se incendiarla con la mirada la docente volteo hacia la pizarra, donde Fonn también se encontraba impresionada por la actitud de Sora. Vi la expresión de la señorita Wretter cambiar de la arrogancia al susto. Sus tacones sonaron en el suelo cuando se acercó al escritorio a revisar la tableta digital que estaba conectada a la pizarra, donde seguro tendría el problema resuelto.

Pude ver un "Esto tiene que ser una pesadilla" en su cara, fue tan graciosa que me hubiera reído si no me encontrara en shoock por la situación.

― Estaba en lo correcto entonces ― soltó la rubia ya más relajada y con las manos en la cintura ― No se puede resolver.

― ¡Claro que se puede! ― exclamó la profesora sin soltar la cuerda de la que las chicas jalaban ― El punto de este problema es que vean más allá de los que yo les enseño.

Ella parecía muy confiada de sus palabras, tanto que si no sonara tan ridículo varios en el aula le habrían creído.

― Eso no es cierto ― el atrevimiento de Sora no solo me sorprendió a mí esta vez, sino toda la clase ― Es una adulta ya, compórtese como tal y asuma sus errores.

― ¡Que insolente! ― exclamó alarmada ― Esta castigada señorita.

― ¡Eso no es justo! ― fue Fonn quien respondió.

― Usted tambien está castigada ― Dio volteando a verla con los brazos entrecruzados.

El silencio de todos en el aula casi podía tocarse, parecían estatuas de inmóviles que estaban. Volteó ver a la castaña quien estba parada justo detrás de mí y al bajar la vista pareció reconocerme.

― Y usted tambien ― dijo se repente señalándome.

― ¿Y yo por qué? ― me exalté, sorprendida y enojada por tal falta de sentido de toda la situación.

― Las tres se irán a la dirección justo ahora por un reporte de conducta ― señaló la puerta pidiéndonos groseramente que saliéramos de ahí.

― ¡Pero esta vez yo no dije nada! ― me defendí.

― Tendrán dos horas de castigo en la sala de detención ― puntualizó.

― ¿Qué? ― gritamos al unísono, viendo como cada vez había menos sentido en sus palabras.

― ¡Eso no tiene fundamentos! ― exclamó Sora tambien cruzando sus brazos frente a ella.

― Tres horas ― soltó sin despegar los dientes.

― ¿Pero que mi...? ― comencé a decir feliz de hacer valer las horas de castigo cuando me interrumpió.

― ¡Cuatro horas! ― era una advertencia ― ¿Quieren más o se callaran?

― Esta bien ― respondió Fonn en un hilo de voz, entristecida por la escena.

― ¡Cinco horas!

― ¿Y eso por qué? ― grité enojada parándome furiosa de mi lugar.

― Recibirán dos horas hoy y vendrán el sábado a hacer servicio comunitario.

Su sonrisa de satisfacción me daba cólera.

Estaba a punto de decirle un par de amables palabras cuando Sora me tapó la boca por detrás, solo hice ruidos monstruosos y me obligó a salir de ahí en silencio.

¡ODIABA A ESA PROFESORA!

Cuando salimos de ahí nos dirigimos a la sala de detención, donde digitalmente el profesor a cargo había recibido indicaciones sobre nuestro castigo, en el camino las chicas insultaron a la profesora fuertemente y yo, como excelente alumna, la defendí.

Bueno no, pero fue algo parecido.

― ¡ESTÚPIDA PROFESORA! ― exclamé en voz alta, sacando toda la rabia reprimida ― ¡Maldita vieja bruja! Es por eso que si esposo la abandonó, ¡Por ser una víbora!

― Cat, cálmate ― La castaña miraba a todos lados esperando que nadie estuviera cerca para escucharme, aunque los pasillos estuvieran vacíos alejados de las aulas de clases.

― No está bien gritar eso, Cat... nos pueden castigar ― ella lo pensó ― Mas ― agregó después.

― ¿Cómo se le ocurre? ¡Yo ni siquiera había hablado!

― Parece que te tiene odia ― La rubia se encogió de brazos como si el tema no fuera de lo más bizarro.

― Si, ella te odia ― afirmó la otra.

Eso no podía negarlo, pero igual me enfurecía.

― Pero no hay mucho que hacer ahora ¿No? ― Fonn palmeó mi espalda intentando reconfortarme pero eso solo me hizo sentir más impotente. Ciertamente no podíamos hacer nada contra el trato injusto dentro de la preparatoria.

― En los libros derrocar un mal sistema parece más facil ― se lamentó Sora.

El salón de detención quedaba un poco más alejado que el resto, es un aula que jamás había visitado pero sabía de su ubicación por los alumnos que hablaban de él, de hecho era raro que alumnos de la clase B fueran ahí. Quizas estábamos haciendo historia al entrar las tres ahí.

Había escuchado tantas historias del aula que cuando nos detuvimos frente a la puerta de madera, igual al resto, me parecieron todas exageraciones.

Fue la rubia quien abrió la puerta con una sonrisa de emoción, quizas tambien con la idea de lo conocido solo por rumores.

― ¿Las señoritas de la clase seis B? ― preguntó el profesor Tamber cuando la puerta ancha nos dejó ver, había alrededor de cinco estudiantes más ahi, por las etiquetas en su uniforme pude descubrir que cuatro de ellos eran de la última clase, de hecho, yo conocía a dos de ellos, Oscar y Daniel y la quinta persona era una estudiante de la clase E de tercero.

Sonreí y alcé la mano en un saludo, ellos estaban sorprendidos pero al mismo tiempo les causaba gracia.

― ¿Y esta rara sorpresa? ― preguntó riendo Daniel.

El más bajo de ellos dos, con el pelo tan oscuro como sus ojos y rasgos tan marcados como sus músculos. Fácilmente podría ser un matón, pero en realidad era un chico bastante menos rudo de lo que parecía.

― Acusación injusta ― respondí a la defensiva.

― Sera una leyenda tener aquí a tres chicas de la clase B ― el profesor parecía más relajado de lo que quizas pensé que debía ser alguien que cuidaba a los alumnos en la sala de detención ― Eso me convertirá a mi en una leyenda como el profesor a cargo.

― Habría muchos más alumnos aquí de la clase B si la profesora Wretter nos diera más clases ― comente riendo, di unos pasos al frente al ver que mis amigas no se animaban a entrar.

― Asi que debes ser la señorita Bastet Bannett ― en realidad que me reconociera me sorprendió ya que el profesor no me había dado clases en mis años ahí ― Adelante chicas, tomen asiento.

Las tres caminamos por el pasillo eligiendo visualmente los lugares que tomaríamos, me senté a un lado de Daniel y como si fueran nuestros asientos en clases, Fonn a mi derecha y Sora atrás de mí.

― Estoy interesado en la razón por la que la asombrosa Bastet la han castigado ― Daniel posó sus grandes ojos negros en mí y me sonrió esperando mi respuesta.

― Daniel, cállate, estas en detención no en el patio de recreo ― le reprendió el profesor enojado ― Peros si, cuéntenos que pasó ― dijo cambiando su expresión a una sonrisa.

― La profesora Wretter se enojó porque Sora ― dijo Fonn señalándola ― la corrigió.

Los chicos se rieron divertidos por la situación que comentaba, lo que ahora me pareció ya más gracioso.

― ¿Y por qué están ustedes dos aquí si fue Sora quien la corrigió? ― Los ojos caramelo de Oscar se asomaron por un costado de su amigo.

― Me imagino por qué ― El profesor Tamber se inclinó en su asiento relajando su espalda.

― Fue súper bizarro ― respondí sonriendo ― Fonn dijo que era injusto y a mi solo me señalo y me castigó aun cuando yo apenas y me moví de mi asiento.

Otra vez rieron, y era porque todos conocían a la profesora Wretter y su manía por despreciar a las clases inferiores, como tutora de la clase A de ultimo año, se colgaba todos los reconocimientos de esta.

― Últimamente la profesora no te saca de su boca ― confesó el profesor, en realidad el tenía fama de llevarse bien con todos los alumnos, era joven, asi que era facil considerarlo un amigo ― Pero no le digas que yo te dije.

― Debe amarte demasiado si todo el día habla de ti ― el comentario irónico de Daniel le hizo sonreír ― Quizas desea incluirte en su clase.

Vi hacer una bolita de papel a profesor y lanzársela a Daniel.

― Estas en detención, debes guardar silencio.

― Usted tambien está hablando ― se quejó el chico.

― Yo soy el profesor ― le respondió con obviedad ― Asi que más vale que respetes el sistema de encarcelamiento o hoy no saldrás al patio a tomar el sol.

Reí por su metáfora.

― Habla en serio ― la voz de Daniel me hizo voltear a verlo ― Es un dictador.

― Como la estudiante número uno de la clase B, eres la que tiene más "posibilidades" de pasar a la clase A ― el profesor hizo comillas con sus dedos ― Y al perecer no te comportas como tal y por eso te detesta

Vi su silla moverse ligeramente como si jugara con ella.

― Mi consejo es que no se metan en muchos problemas, a la mayoría de ustedes solo le falta poco para entrar a la universidad ― señaló al pelinegro ― excepto a Dianiel, él no tiene esperanzas de ir a la universidad, con suerte conseguirá empleo en un local de comida rápida.

El mencionado exagero su expresión de ofensa y nos hizo reír a todos, excepto quizás a Sora, que seguro ya estaba perdida en su mente.

― Probablemente termine robando autos ― dije yo, ganándome un golpe en el brazo.

― Si es que es capaz de correr al volverse gordo por la depresión de una vida miserable ― concluyó Oscar.

Pasamos hablando un poco más de tiempo, en realidad la sala de detención era un lugar más agradable de lo que decían.

― ¿Ya nos podemos ir? ― pregunte viendo el reloj digital del escritorio.

― Faltan diez minutos, aquí somos amantes de las reglas ― espetó el señor Tamber.

― ¿podríamos huir? ― Le susurré a Daniel.

El me sonrió mientras negaba, como para darme a entender que era muy ingenua

― Cámaras de vigilancia sin puntos ciegos y sensores en la puerta ― me dijo señalando dichos aparatos ― ¿Crees que no lo he intentado ya? Me rendí al tercer año.

― ¿Lo has intentado cuando los profesores cambian de turno? ― pregunté retándolo.

― Claro que si ― respondió como si la sola pregunta le ofendiera ― pero fui atrapado por los sensores que les notifican al móvil.

― Wow, sí que es como una prisión ― murmuré aterrada por el sistema de seguridad de una simple sala de detención.

― Somos criminales ― murmuró Fonn con una mueca de miedo fingido.

― Bienvenidas al mundo de la clase E, los parias de DH.

Solo nos tomó diez minutos más salir de ahí.

― Por cierto ― dije mientras tomaba mis cosas ― ¿Qué hiciste esta vez para estar aquí?

Daniel rió ― El miércoles pasado hubo pasta ¿Comiste? ― preguntó con una sonrisa ladina.

― Si ― respondí durativa, con los ojos entrecerrados y el rió mas fuerte

― Olvídalo entonces, no querrás saber.

Lo mire con miedo por las posibilidades.

No quise insistir en el tema por mi propio bien. El profesor colocó en la pantalla el cumplimiento de la tortura y nos prometió vernos el domingo.

Oscar me comentó la suerte que habíamos tenido que el profesor Tamber nos tocara en ambas ocasiones como profesor de castigo, que los demás no eran nada agradables.

― Nos vemos en tu siguiente castigo Cat ― se despidió Daniel con una sonrisa y Oscar imito el gesto.

― Puedes venir a visitarlo cuando quieras, pasa todo el día aquí, seis días a la semana― se burló el profesor.

---------------

Perdón por tardar una eternidad, por un instante olvide lo referente a wattpad XD

pero estoy aquí de nuevo.

Continue Reading

You'll Also Like

280K 15.6K 68
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
91.9K 5.2K 155
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
677K 78.1K 35
Cassie Harper es una amante del chisme que tiene una sola regla desde que le rompieron el corazón: No volver a enamorarse. Así que crea un plan perfe...
1.1M 99.8K 45
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...