Jungkook siempre había sido madrugador, así que cuando dieron las siete de la mañana ya estaba despierto y preparándose para ducharse. Al mediodía debía dejar el hotel para tomar su tren de regreso a Busán, así que quería aprovechar para dar una última vuelta por la ciudad a la mañana.
@K.a.ng_
¿Quieres salir?
@Sung_KookHye
¿Contigo? No.
@K.a.ng_
Mira, ya tenemos a Mr. Gruñón de vuelta.
Tu clon amigable de ayer ya me estaba empezando a dar sobredosis de cordialidad.
@Sung_KookHye
🖕🖕🖕🖕🖕
@K.a.ng_
¿A qué hora tienes el boleto de tren?
@Sung_KookHye
14:50.
@K.a.ng_
Genial.
Nos vemos a las 9 en la cafetería de ayer.
@Sung_KookHye
Yo no he dicho que quiera quedar-
Jungkook frunció el ceño cuando no obtuvo respuesta en varios minutos, dejando el móvil de lado mientras terminaba de alistarse. A pesar de haberle dicho que no a Taehyung (y ante la nula respuesta), acabó saliendo del hotel con su celular y su cartera y se dirigió al lugar, tomando una ruta diferente a la del día anterior para poder ver nuevos lugares.
Cuando llegó Taehyung ya estaba ahí, concentrado en su celular. Jungkook se sentía realmente atraído por ese auro relajada y a la vez enérgica que tenía el chico. Inevitablemente, nada más verlo, volvía a sentirse igual de liviano que ayer.
-Mira quién ha aparecido -Sonrió Taehyung cuando el desteñido se sentó frente a él-. Por mucho que gruñas, al final eres un buen niño.
-Este buen niño te va a patear si vuelves a decir eso -Rodó los ojos.
-En realidad todo esto es una trampa, ¿lo sabías?
Jungkook enarcó una ceja con diversión: -¿Planeas secuestrarme y vender mis órganos?
-Mejor, voy a atarte a esa silla en la que estás sentado hasta que te dignes a darme tu número de celular.
-Estamos en un lugar público, voy a gritar.
-¡Vaaaaaaaaaamos! No es tan difícil, mira; me lo das, y así podremos chatear sin tener que entrar a Tik Tok. Suena genial, ¿no?
-¿Tener más contacto contigo? No, suena como una pesadilla -Bromeó y Taehyung lo miró falsamente indignado.
-Planeo empezar a llorar si no me lo das voluntariamente.
-¿Me estás amenazando con llorar?
-Absolutamente.
-Dios, eres peor que un niño de dos años -Rodó los ojos, sacando su celular de su bolsillo y pasándoselo a Taehyung-. Escribe tu número y yo veré si te escribo.
-Ni hablar, sé que no lo harás -Hizo un mohín.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Porque eres hombre. Todos los hombres mienten -Dramatizó juguetonamente.
-¿Y se supone que tú eres...?
-El amor de tu vida, por supuesto -ironizó Taehyung con diversión-. Vamos, dame tu número. ¡Prometo no ser realmente molesto!
-Invítame a un café y te lo daré -propuso Jungkook, cruzándose de brazos y apoyándose contra el respaldo de la silla con una sonrisa tirando de las comisuras de sus labios.
-¿Estás aprovechandote de mi desesperación?
-Sí, algo tengo que ganar de todo esto, ¿no? -Río Jungkook levemente.
-¿Acaso mi compañía no es suficiente ganancia? Okay, entiendo -Taehyung teatraliza como si limpiara una lágrima de tristeza de su mejilla, ahogando un sollozo.
-Deberías estudiar actuación, se te daría mejor estar delante de las cámaras que detrás ellas.
-¿Eso es un halago o un insulto? -preguntó el pelinegro ladeando levemente su cabeza.
-Como quieras tomarlo, pequeño Padawan. -Jungkook pestañeó encantadoramente cuando una camarera se acercó a su mesa para tomar el orden.
Taehyung pidió un Ice Americano y Jungkook un café negro sin leche.
-Así que lo amargado viene de aquí... -Comentó el mayor viendo la bebida de su acompañante, haciendo una mueca al ver un color tan oscuro que casi parecía más petróleo que café.
-Esto, querido Taehyung, es lo que me hace tolerar la existencia humana -Contradijo, alzando su taza con un ademán antes de darle un largo sorbo sin inmutarse.
-Qué asco, por Dios...
-Asco tu Ice Americano. ¿Quién en su sano juicio le pone hielo al café? -preguntó Jungkook ofendido, frunciendo la comisura de sus labios.
-¿Media Corea, por ejemplo?
-Vivo en un país de psicópatas -dramatiza-, pero esperaba más de tí, Kim Taehyung.
-Siento decepcionarte, señor café de petróleo.
-Más te vale sentirlo, obseso del hielo.
Taehyung sonrió ampliamente ante eso. Jungkook a veces podía tener un humor igual de simple que el suyo. Diría que, muy en el fondo de su amargo sabor café oscuro, había un resto dulce que trataba de esconder a toda costa.
Quizás, después de todo, Jungkook era un sabor disfrutable aunque lo negase, y Taehyung estaba un poco ansioso por poder probar más de él, más de ese dulzor oculto en su aspereza, en su forma irreverente y directa de ser.
-¿A qué hora tienes que volver? -le preguntó Jungkook.
-No sé. Me iré a la tarde.
-¿No tienes ya tu boleto?
-No, sólo tomé de ida porque no sabía a qué hora ibas a volver tú exactamente y no quería irme antes. Así que compraré uno directo una vez haya salido tu tren.
-Vaya, eso es... bastante considerado -Jungkook enarcó una ceja-. Estás ganando puntos.
-Ya te dije que soy irresistible -Sonrió inocentemente, sintiéndose contento al saber que estaba ganando puntos con Jungkook, porque significaba que había más probabilidades de que al final pudiera conocer a su presunto hijo.
A Taehyung le gustaban los niños desde pequeño. Tenía varios primos pequeños y siempre se la habían dado bien los infantes, así que estaba deseoso de poder conocer a HyeSung y hacer la prueba de paternidad.
Quizás todo fuera una falsa alarma, pero en cualquier caso todo aquello estaba siendo una verdadera experiencia y en el camino había conocido a una persona maravillosa con la que realmente se sentía a gusto. A veces era refrescante descansar del positivismo y energía de su entorno inmediato en Daegu.
El humor de Jungkook, su forma de expresarse, sus gestos... Se sentía diferente, un poco más tenso y preocupado por todo a diferencia de la familia de Taehyung y de sí mismo, que se tomaban la vida de forma mucho más liviana, decididos a vivir el presente antes que preocuparse por un futuro que todavía no ha llegado.
-Si lo repites demasiado quedarás como un creído -Jungkook enarcó una ceja ante su comentario.
-Quizás lo soy un poco -Se encogió de hombros el mayor.
Jungkook sonrió un poco ante su comentario, antes de darle otro trago a su café.
No hicieron mucho más durante la mañana; terminaron su café y dieron unas vueltas por la ciudad. Cuando dió la una del mediodía Taehyung se ofreció a acompañar a Jungkook a su hotel.
-¿Entonces? ¿Cuál es tu veredicto sobre mí?
-¿Veredicto? -preguntó Jungkook, confundido.
-Sí, ya sabes, sobre tu hijo.
-Oh. Lo había olvidado.
Realmente lo había vuelto a olvidar y eso le preocupaba.
Taehyung sonrió pensando que se trataba de una broma, metiendo sus manos en los bolsillos de su abrigo.
-Supongo que... -Empezó el desteñido-. Bueno, sí, quiero decir- podría pensarlo. Sí, podría... -Carraspeó nerviosamente-. Supongo que nos veremos en Incheon la próxima vez.
Los ojos del mayor se iluminaron con euforia.
-¿¡En serio!? -Chilló completamente emocionado.
-Todavía voy a pensarlo -Puntualizó Jungkook rápidamente-. Pero, sí, creo que no estaría mal la idea...
-Joder, no sabes lo feliz que me haces -Dramatizó un poco, colocando las manos sobre su corazón y echando su cabeza hacia atrás.
Por un instante los ojos de Jungkook se clavaron en su cuello; la marcada manzana de Adán en su garganta, su mandíbula...Su boca se secó repentinamente y apartó los ojos.
-Este es mi número -Jungkook sacó su celular y se lo mostró a Taehyung un poco inseguro. El mayor rápidamente lo apuntó en su propio teléfono y agendó al menor con un mote tonto.
-¿Acaso he muerto? Oh, Dios, finalmente tengo tu número, debo estar en el paraíso -Volvió a dramatizar, y Jungkook ya estaba descubriendo que Taehyung era muy propenso a teatralizar todo. Le gustaba, era divertido.
Encontraba en esa actitud una descanso a su negativa mente, a su oscura realidad que día a día lo consumía un poquito más. Y no era por ser exagerado, porque su vida no era miserable sino todo lo contrario: Jungkook usualmente podía decir que era feliz. Pero ser tan consciente de que ese "usualmente" no era "siempre" le hacía hervir la sangre y a esas alturas de su vida no sabía si era por culpa, ira o tristeza.
Hacía lo mejor que podía para no pensarlo demasiado. Cuando más vueltas le daba más fomentaba a que sucedieran las cosas que no debían suceder.
Estar con Taehyung, estaba descubriendo, significaba volverse algo más consciente de eso.
-Espero que no se te ocurra morir luego de todo lo que me has hecho pasar, Kim -Lo amenazó con una ceja enarcada-. Todavía me debes la manutención de un año.
-¿Es muy tarde para arrepentirme e ir a comprar leche?
-Muy tarde, sí -Sonrió Jungkook y al mayor le encantó la forma en la que se formaron pequeñas arrugas en sus párpados.
-Está bien, entonces no voy a ningún lado -Aceptó con falsa resignación-. Ahora sube a por tu maleta que ya casi con las dos, señor gruñón.
-¡Sólo tengo 20 años, ¿cómo qué señor?!
-¡20 años de vejez, ahora date prisa! -Taehyung prácticamente lo empujó dentro de la recepción del hotel para que subiera de una vez-. No tardes demasiado, me quedo aquí a esperarte.
-¿También me vas a acompañar a la estación? -Bromeó.
-Claro, ¿qué clase de hombre sería si dejase que un invitado esperase su tren solo?
-¿No eras tú el que decía que los hombres sólo mienten? -Enarcó una ceja el menor.
-Nunca dije eso -Mintió mientras pestañeaba inocentemente.
Jungkook entrecerró los ojos antes de negar un poco con la cabeza, diciéndole que volvería en cinco minutos antes de desaparecer en el ascensor del hotel. Y, para ser justos, Jungkook era un hombre bastante honesto, porque en 4 minutos con 45 segundos (sí, Taehyung lo cronometró), el de cabello desteñido volvió a aparecer cuando las puertas del ascensor se abrieron, con una mochila mediana en su hombro.
-¿Eso es todo lo que trajiste?
-Bueno, para pasar una noche no necesitaba más -Se encogió de hombros-. Soy un hombre simple, qué puedo decir.
-Y tan simple -Confirmó Taehyung con un deje burlón.
La estación no quedaba demasiado lejos así que decidieron ir andando en lugar de tomar un taxi.
-¿Qué harás cuando llegues a Busan?
-No lo sé -Respondió Jungkook-. Tengo que ir a recoger a Hye a casa de sus abuelos así que probablemente me quede ahí toda la tarde con Jinseo.
-Jinseo, tu amigo, ¿no?
-Sí. Él me está cubriendo las espaldas con HyeSung. No tenía con quien dejarlo así que él y sus padres me han hecho el favor de cuidarlo desde ayer.
-Es tierno que llames a los padres de tu mejor amigo como los abuelos de tu Sung -Sonrió dulcemente, enternecido por ello.
Las comisuras de los labios de Jungkook se elevaron levemente al pensarlo también.
-Es lo más justo -Dijo con seguridad-. Son lo más cercano a una familia que tengo. Se han ganado ser sus abuelos a pulso. Mara y Minho fueron realmente comprensivos conmigo...
-Estoy feliz de que estés rodeado de gente que te hace bien -admitió Taehyung con dulzura. Escuchar a Jungkook hablar de ellos se sentía con una carga emocional especialmente grande.
-Bueno, a veces son un poco pesados pero me quieren como a un hijo -Se encogió de hombros-. Yo no he dicho esto, pero estoy seguro de que Mara me quiere más que a Jinseo.
-Alta traición por parte de una madre.
-Sí, la verdad. Pero lo justifico porque yo sí le dí un nieto. Jinseo apenas y sabe ligar. Está como para conseguir novia, casarse y tener hijos
-Tú no te casaste y tienes un hijo, así que existe la posibilidad de que él llegué un día a casa diciendo "eh, mira, conocí a una chica por Tik Tok y resulta que es la madre de mi hijo perdido" -Bromeó.
-Entonces tendré que correr a guardarme los derechos de autor, podría cobrarle si eso ocurre -Jungkook soltó una suave carcajada que contagió a Taehyung.
-¿Y qué hay de su padre?
-¿Minho? ¿Qué pasa con él?
-Has dicho que eres el favorito de su madre, ¿también le has arrebatado el puesto como el niño de papá?
-¡Ni aunque quisiera! -Lloriqueó Jungkook-. Ese puesto lo tiene su hermano mayor. Se mudó a Daegu en cuanto se graduó de la universidad hace un año. Creo que entre él y Minho me tienen como su conejillo de indias M-preg.
-Eres el pequeño experimento de esa familia, eh.
Jungkook dramatizó un puchero y asintió.
-¿Tú tienes hermanos? -Le preguntó al mayor luego de unos instantes.
-Soy hijo único. Aunque tengo muchos primos que son casi como mis hermanos -Sonrió ampliamente.
-Pareces alguien con una familia muy unida -Asumió Jungkook.
-¡Lo soy! Somos como un gremio -Bromeó haciendo reír al menor.
-Me imagino un montón de pequeños Taehyungs correteando por doquier y consumiendo ciudades enteras con su optimismo y extraño humor.
-Oh, acabas de describir a la manada que tengo como primos pequeños -Carcajeó el pelinegro de buen humor.
-Me aseguraré de nunca conocer a tu familia en ese caso -Jungkook detuvo su caminar cuando llegaron frente a la estación.
Todavía quedaban unos diez minutos para que su tren llegase así que entraron al recinto y tomaron asiento en el andén para poder seguir hablando con tranquilidad.
-¿Cómo puedes decir eso? En algún punto de nuestra relación tendrás que conocer a tus suegros, Jungkook.
-Oh, Dios, primero me das un hijo y ahora un matrimonio, ¿de qué otra forma vas a amarrar mi vida, Kim Taehyung? -Echó su cabeza hacia atrás como si estuviera sumido en una agonizante miseria, haciendo al mayor soltar una estruendosa carcajada que tuvo que acallar con su mano.
-¡Todavía lo estoy pensando! Creo que pagar la hipoteca de nuestra futura casa suena como otra forma efectiva de atarte a mí, ¿no?
-¡Já! Eso tendrás que pagarlo tú. Yo aún debo dinero de la cocina eléctrica que instalé en mi choza -Se jactó.
-Está bien, pero entonces tú pagarás todos los juguetes de nuestro futuro perro.
-¿Para qué querría yo un perro si ya te tengo a tí, que es básicamente lo mismo?
-¡Jungkook!
El desteñido soltó una risa maliciosa al ver el mohín que hizo el otro, disfrutando el poder molestarlo. Ninguno de los dos pensaba ese tipo de cosas en serio porque, vamos, ¿un futuro juntos? Por mucho que parecieran una pareja de ancianos peleando cada dos por tres, probablemente eran el tipo de personalidades más incompatibles de todas.
Jungkook no sabía el tipo de sangre de Taehyung, pero estaba seguro de que hasta en eso eran incompatibles.
Así que sí, era extraño que ellos bromearan así, pero para Jungkook era un instante de tranquilidad donde podía pararse a imaginar un futuro estúpido que nunca pasaría: No tener que preocuparse por el siguiente año de la universidad o el trabajo o ni siquiera por las vacaciones de verano, los gastos y todo lo demás.
Simplemente él durante cinco minutos diciendo cualquier tontería con Taehyung. Nada más, nada menos. Sólo normalidad, una normalidad que perdería al subirse a ese tren que ahora estaba deteniéndose frente a ellos.
-Uhm, bueno... -Jungkook se levantó de su asiento, tomando la mochila en su hombro nuevamente y sonriendo un poco-. Me ha gustado conocerte, Taehyung, realmente. Así que, eh, supongo que seguiremos en contacto.
-¡Claro! -El mayor se puso de pies con emoción, una brillante sonrisa plasmada en su rostro-. Te mandaré un mensaje luego para asegurarme que has llegado bien.
-Por favor, no es como que tenga cinco años y no sepa cuidarme -Rodó los ojos con diversión.
-¿Seguro que no? Quiero decir, tu tren podría descarrilarse y morir. ¿Quién sabe? ¡Yo sólo me preocupo!
-Bien, acabas de crearme una nueva paranoia -El desteñido golpeó su hombro sin mucha fuerza, arrugando su nariz con disgusto-. Voy a irme antes de que te atrevas a decir alguna estupidez más.
-Eres un desagradecido -Farfulló Taehyung, cruzándose de brazos-. Vete, ¡abandoname! De todas formas no te amaba.
-Que bueno porque me estaba acostando con tu hermano -Jungkook le sacó la lengua juguetonamente y se dio la vuelta para correr al tren al escuchar a Taehyung chillar indignado, muy comprometido con su actuación de esposo engañado.
Resopló con alivio cuando nada más entrar al vagón las puertas empezaron a cerrarse. Taehyung parecía paralizar su mundo entero hasta volverlo ajeno a su entorno. Si se hubiera perdido cinco segundos más en la forma en la que sus ojos seguían la forma de su sonrisa, probablemente habría perdido el tren.
Tomó su asiento antes de que el transporte se pusiera en marcha, viendo como el pelinegro permanecía en la parada, esperando a que el tren se fuera. Detallista, esa sería una buena palabra para describir a Taehyung, así que Jungkook pensó en sumarla a su larga lista mental, entre las cuales estaban idiota, molesto, divertido, y extraño.
Sí, Taehyung probablemente era extraño.
...
¡Hola! Reaparezco.
Bueno, ésta semana termino los exámenes así que ya debería poder centrarme más en escribir, espero 🐇
Para los que no lean gitty (allí expliqué un poco mi ausencia estos últimos mesecitos) pues resumiré diciendo que tuve un HORRIBLE bloqueo. No podía escribir literalmente nada AAAAAAH
hace ya unas semanas me decidí a sentarme y obligarme a escribir para poder superar el bloqueo y aquí ando, poco a poco.
Estoy haciendo un objetivo de 500 palabras diarias pero entre los exámenes y que Tik Tok Tae siempre me cuesta más de escribir, pues me he demorado haciendo este :(
Igual aquí lo tienen y si todo sigue bien este mes tendrán otro! Espero que estén todos bien y que les haya gustado este capítulo ^^