KALEB ® {03}

By RafiValderrama

433K 37.1K 14K

Trilogía Bestia [03] Fantasía y Romance. "No todos pueden ser salvados, otros corren el riesgo de elegir la... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24
Capítulo 25.
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31.
Capítulo 32
Capitulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60. (Capítulo Final)
Epílogo.
2. Fragmento.

Capítulo 13.

8.7K 814 322
By RafiValderrama

▬▬▬▬❀▬▬▬▬

KALEB WALKER.

De nuevo la veo desaparecer en sus ojos, pero tengo esperanza, por primera vez la tengo y sé que ella está ahí.
Lilith es poderosa, fuerte y muy inteligente, por ello tengo que tener mucho más cuidado con cada paso que de o no recuperaré a Eda.

— ¿Tienes idea de lo ridículo qué se ve un demonio con sentimientos? —Pregunta riendo.

— Puede que en algún momento tu hijo pueda responderle a eso mejor que yo. —Contesto burlón. A lo que ella responde frunciendo el ceño furiosa. — Oh ¿No sabías?

— Mientes, mi hijo jamás sería tan débil.

— ¿Por qué te sorprendes? Esta dentro de una daga. El poderoso Ethan, fue encerrado por mi madre.

— Esa mujer —Susurra con rabia— cuando la vi supe que algo pasaba con ella, pero es imposible que mi hijo se enamorase de ella.

Empiezo a reír. La suelto para poder caminar mientras miro su cara de confusión ¿De verdad no sabe la historia? Quizás realmente estuviera desterrada, en un lugar donde ni siquiera la maldad de Lucifer la alcanzó.

— Estás mintiendo. —Repite llena de seguridad.

— Mi padre creció con Ethan en su mente, amó a mi madre y tu hijo no pudo evitar amarla también.

Ríe. — Lucifer sin querer lo hizo. Creó un ancla en algún lugar del mundo. —Se acerca a mí— Y tú nacimiento creó otra.

— Quieres hacerme creer que no conoces toda la historia, pero si sabes sobre los anclas.

— El mal no puede crear más mal, sin una debilidad ¿Entiendes? La debilidad de mi hijo fue tu madre, la tuya esta chica.

— La debilidad de tu hijo fue Diana. —Aclaro. — Él la amó a ella antes de cruzarse con mi madre.

Parece que sabe perfectamente quien es Diana. La observó detenidamente y pienso, lo hago hasta que me doy cuenta de todo lo que esta pasando.
Ella pudo salir del mundo donde estaba encerrada gracias a mí. Cuando supe que mi madre moriría, mi poder casi sobrepasa el límite, separó la tierra y abrió una grieta entre el infierno, el cielo y el lugar donde ella se encontraba.
No so significa que ella salió, también significa que alguien más pudo salir.

— No puedes quedarte dentro de Eda.

— ¿Por qué no? Es fuerte, poderosa, ágil y muy hermosa ¿Tienes idea del tiempo qué llevo sin sentirme hermosa? —Noto la furia en su voz. El rencor guardado hacía quién la encerró.

— ¿Eso es todo lo qué deseas? —Pregunto mirándola fijamente, esperando que muestre una pizca de distracción.— También es humana. Las brujas son heridas, asesinadas y muchas de ellas se quedan sin poder ¿Crees qué quedarte dentro de ella es una buena opción?

— Tengo donde ir después. Puedo entrar en el cuerpo que desee, cuando quiera hacerlo me iré. De momento no perderé la oportunidad de estar en el cuerpo de una bruja tan poderosa.

De repente, desaparece. Alguien acaba de invocarla, lo sé porque he visto su cara antes de desaparecer y ha sido una gran sorpresa para ella marcharse.
Rápidamente salgo de la cueva y corro en busca de los demás, que me esperan pacientes después de haberse entretenido bastante matando demonios.
Alanna correa hacia mí para abrazarme y me golpea por haberme ido de esa manera.

— ¿Eres imbécil? —Pregunta molesta— ¡Te dije qué iría contigo!

— ¿Qué es lo que no puedes llegar a entender, Alanna? —Pregunto enfadado, tanto que ella queda petrificada. — Eres un maldito ángel, no eres quién para enfrentarte a Lilith.

— Kaleb, detente. —Me pide tío Kendo.

— ¡No! No voy a detener nada. No quiero que sigáis haciendo esto. —Digo, también mirando a mamá que solamente me mira silenciosa. — ¿Tenéis idea de cómo me hacéis sentir? No necesito protección.

— Eres idiota si piensas que vamos a dejarte solo. —Me dice Alanna. — Ni siquiera enfrentándote al mismísimo Lucifer, estarás solo.

— ¿Qué os hace pensar que necesito vuestra ayuda? —Pregunto cruelmente, después rio y niego con la cabeza. — ¿No os dais cuenta todavía?

— Si, nos damos cuenta de que podrías hacer desaparecer el cielo si quisieras, que podrías hacer venir el infierno hasta aquí y poner a todos los demonios de rodillas ante ti —Habla tía Jenna. — Nos dimos cuenta desde el primer momento en el que mostraste lo poderoso que eres, y aclaro que eso ocurrió cuando tenías cuatro años.

— ¿Entonces? —Pregunto. — ¿Qué cojones hacéis protegiéndome?

— Porque de quien debemos protegerte no es del infierno Kaleb, es de ti mismo. —Contesta papá, haciendo que un nudo aparezca en mi garganta.

— ¿Qué?

— Puedes destruirte si sigues tomando decisiones a través de la rabia. —Explica acercándose. — Sé lo que estas sintiendo, lo sentí cuando tu madre murió.

— Seguís tratándome como un niño ¿No es así? Pensáis que en una rabieta voy a mataros a todos. —Río, aunque en realidad estoy apunto de llorar.

Miro a mamá, ella termina acercándose a mí y agarra mi rostro con sus manos. Me mira con sus ojos dulces y una bonita sonrisa aparece en sus labios. Ella niega con la cabeza, y seguidamente mira a todos los demás.

— Ve. —Me dice, algo que me deja confundido.

— ¿Qué?

— Sálvala.

Sonrío. Ahora soy yo quien sujeta su rostro y le doy un beso en la frente, mientras todos nos miran y papá parece no estar de acuerdo con la decisión que mamá acaba de tomar, pero no parece que a ella le importe.
Antes de marcharme, los miro a todos sin decir palabra y estoy de acuerdo en que debería disculparme, que Alanna merece una disculpa, pero no hago nada más que desaparecer en silencio.

YULIMA TYLER.

Cuestionan mi decisión.
Myke se mantiene en silencio sentado a un lado, distanciado de todos nosotros y sin querer decir nada al respecto.

— Amor. —Digo dejando a todos hablando entre ellos. 

Me mira brevemente y vuelve la mirada al suelo. — ¿Por qué lo has hecho?

— Veo que no estas de acuerdo.

— ¿Estar de acuerdo en qué mi hijo se ponga en riesgo? —Pregunta levantándose— ¿Acaso as perdido la cabeza?

— Myke Walker —Lo agarro del brazo obligándolo a mirarme— ¿Dónde queda eso de dejarle cometer los errores qué necesite?

— Un maldito error normal, nena. Joder, no esto.

— ¿Qué? ¿No es lo mismo qué yo hice y volvería a hacer por ti? —Le pregunto haciendo que recapacite. — Sabes perfectamente que ese adolescente tiene lo mejor de los dos.

— Es inestable, por rabia es capaz de cualquier cosa.

— Ya veo, te ves a ti reflejado en él.

— Nena, él. . . —Le doy un beso.

— Yo también estoy asustada, yo también temo que pierda el control y sus manos se llenen de sangre. —Baja la cabeza— Pero no podemos interferir en sus decisiones, no podemos impedir que vaya en busca de esa chica ¿Entiendes por qué?

— Porque iría a nuestras espaldas.

— Yo lo habría hecho. Yo lo hice por ti. El vínculo es tan poderoso, que en medio de la noche habría ido a buscarla e incluso si estuviera encerrado. —Sus ojos me miran de nuevo, tristes. — Él esta descubriendo sus sentimientos, amor.

— Es una Marshall. —Rio.

— Si, es una Marshall. Tampoco me hace gracia, tengo que reconocer que no me caen muy bien las chicas con ese apellido, ya sabes, intentaron matarme a mí y a mi bebé, también ayudaron a matarte a ti.

— Es una bruja y para colmo familiar de esa loca. —Protesta.

— Es buena chica.

— ¿En serio? Nunca te he visto decir que los ligues de nuestro hijo eran "buenas chicas".

— Eso es porque ninguna de las chicas que venían buscando a tu hijo a media noche, eran buenas chicas ¿Qué puedo decirte? Nos salió como tú.

— Te recuerdo que acaba de irse en busca de la que posiblemente sea su ancla, sin importarle que dentro de ella esta Lilith, madre de demonios, vampiros y evidentemente malvada.

— Hijo vuestro tenía que ser. —Se entromete Kendo—. Menos mal que mi hija no tiene coche, porque ya sé la historia. —Bromea.

KALEB WALKER.

Entro en casa buscando desesperadamente algo, hasta que lo encuentro y me marcho. Tengo que encontrar la manera de que Eda vuelva antes qué Lilith consiga su propósito.
De repente, Erik, el hermano de Eda aparece delante de mí.

— ¿Sabes dónde está mi hermana? Nuestro alfa pregunta por ella. —Me explica preocupado— Y ella nunca me dejaría solo tanto tiempo.

— Creo que ella te ha dejado solo varias veces ¿Por qué no estaría tanto sin aparecer?

— Porque sabe que no tengo a nadie más. —Trago saliva— Y sé que tiene una obsesión poco sana contigo.

— ¿Eso dice? —Rio.

— No, ella dice que eres imbécil. —Alzo la ceja— Pero la conozco, cuando dice que un tío es imbécil, le gusta.

— ¿No soy el primero? Que decepción.

— Bueno, eres el primer tío al que persigue. Supongo que no eres un imbécil cualquiera para ella. —Asegura sentándose en un bordillo. — Pero veo que no esta contigo.

— No, pero no estará muy lejos. Quédate tranquilo.

— ¿La buscarás? —Pregunta ansioso.

— ¿Si la busco, me juras qué esperarás y no la buscarás tú por tu cuenta? —Pone cara de pensativo— Oye, que puedes ir a buscarla tú, total, solo es una bruja con carácter feo, qué posiblemente se ha metido en problemas.

Hago el amago de irme y él me detiene.

— No tengo a nadie más —Repite— ella es toda la familia que tengo.

— ¿Y la manada?

— Ya no estoy maldito, y ellos me odian por ser el único que se ha salvado de ello. No entienden como y creen que los hemos traicionado. —Explica con tristeza— Si ella no esta conmigo, son capaces de matarme.

— La encontraré, pero tú no hagas tonterías y espérala. —Advierto— Si me entero que estás buscándola por tu cuenta, me arrepentiré de haberte salvado de Allison cuando mataste a su amigo.

Asiente con la cabeza y se marcha con mucha prisa.

Así que, la pelirroja ha llamado imbécil a más de un tío. No me sorprende, con ese carácter que se gasta estoy seguro de que incluso les ha pegado a todos ellos.

Camino hasta el palacio, allí es donde necesito estar para hacer lo que quiero hacer. Entro precavido, sé que ahora soy visible para todo aquel que estuvo buscándome para matarme de niño y no puedo bajar la guardia, ni siquiera cuando no pueden hacerme daño.
Me siento en las escaleras. Echo mi cuerpo hacia atrás y cierro los ojos. Entonces ocurre lo que esperaba, estoy en el otro lado, como cuando era un niño y no sabía que estaba en un lugar donde todos están muertos o han sido castigados. Aquí puedo encontrarme cualquier cosa, desde demonios, hasta ángeles.

— ¡Kaleb! —Escucho.

— Tío Cody. —Él me aparta. — ¿Qué pasa?

— No puedes estar aquí ahora, es peligroso.

— ¿Por qué?

— Porque hay alguien buscándote.

— ¿Y? ¿Por qué debería preocuparme?

— Has creado una brecha y eso ha causado problemas ¿Ves? Todos están buscando esa puerta para salir de aquí. —Me lleva hasta mi cuerpo— Tienes que volver.

— No me iré hasta encontrarla.

— ¿Buscas a Eda? —Pregunta.

— ¿Dónde esta?

— Has liberado a Lilith. Sobrino, ella ha estado siglos preparándose para esto.

— He preguntado algo, respóndeme. —Insisto. Suspira, mostrando preocupación en su rostro.

— Encerrada. —Responde. — Su alma se encuentra encerrada y en este momento no puedes hacer nada por ella.

— ¿Cómo dices? —Lo aparto. — Voy a encontrarla aunque no quieras ayudarme.

— Esta bien, te llevaré hasta ella, pero prométeme que no intentarás nada.

— No voy a mentirte.

— Sobrino, debes hacerme caso.

— No pienso irme de aquí sin ella.

En silencio, caminamos hasta un pasillo oscuro donde una puerta nos espera al final. Cody se queda fuera, porque no puede pasar, pero no deja de suplicarme que no cometa ninguna locura en este momento.
Paso sin responderle, encontrándome a Eda tumbada en una cama detrás de unas rejas.

— Pelirroja. —Susurro. Abre los ojos y corre hacia mí.

— ¿Cómo?

— Te dije que no hay nada qué no pueda hacer. —Se aleja.

— Tienes que irte. —Me pide.

— ¿Irme? ¿Por qué?

— Porque alguien te esta buscando. —Suspiro— ¡No suspires! Tienes que largarte de este lugar.

— Me iré cuando te saque de aquí.

— Te escuché. —Dice sonriendo.

— ¿Qué escuchaste?

— No te hagas el loco, no vas a hacerme creer que no te acuerdas.

— Eda, tienes que luchar. Puedes expulsarla de tu mente, no es más poderosa que tú.

— Lo estoy intentando.

— ¡No quiero qué lo intentes! Creo en ti y sé que puedes hacerlo. —Pone las manos en las rejas y yo pongo las mías sobre ellas. — Mírame ¿Por qué la has dejado entrar?

— No pude evitarlo.

— Si no luchas, te quedarás aquí para siempre ¿Entiendes? —Señalo el reloj de arena a nuestra izquierda— No puedes seguir aquí cuando la arena acabe.

— Mi hermano. —Susurra preocupada.

— Él se encuentra bien, le pedido que no te busque y le he dicho que yo me encargaré de encontrarte.

— ¿Por qué?

— Digamos que. . . casi me preocupa que lo maten.

— Imbé. . .

— Ni se te ocurra llamarme como a todos. —Ríe.

— ¿Qué?

— Ahora sé que no soy el único imbécil con el que te has cruzado, es muy feo que llames a todos los que te gustan de la misma manera ¿Sabes? Les quitas lo especial.

— ¿Qué te hace pensar que me gustas?

— Soy un poco advino.

— Yo también lo soy. —Sonrío.

— ¿Por qué lo dices?

— Siempre supe que te gustaba.

— Solo me caes bien. —Susurro.

— A ti nadie te cae bien, solo Alanna. —Asegura, aceptándolo de pleno.

— Puede que tú también me caigas bien.

— ¿Quieres besar a todas las qué te caen bien? —Muerdo mi labio. — ¿Te muerdes el labio siempre con alguien qué te cae bien?

— Pelirroja. . . no colmes mi paciencia, que puedo arrepentirme de estar aquí.

— Te sabes el recorrido, puedes dejarme e irte.

Miro sus dedos. Creo que es la primera vez que no puedo mirar los ojos de alguien, saco de mi bolsillo lo que he cogido de casa y se lo doy rápidamente.
De repente, ella empieza a alejarse tanto que incluso los barrotes que la mantienen atrapada son solo un espejismo.

— Voy a salvarte. —Prometo en un susurro, mirando el espejismo formado ante mí.

— ¿Por qué? —Pregunta, su voz suena tan lejana que apenas es un leve murmullo.

— Quiero seguir haciéndote la vida imposible y. . . bueno, que tú me la hagas un poco más fácil.

Desaparece, todo a mi alrededor es oscuridad. Despierto en el palacio, miro a mi alrededor y golpeo el escalón en el que estoy sentado. Paso las manos por mi nuca, soltando así un suspiro y me pongo en pie.
Justo cuando camino hacia la puerta, escucho unos pasos detrás de mí, cuando me giro una silueta negra  me sorprende.

— Tú eres quien me buscaba ¿No es así? —Pregunto. — Dime quien eres.

Se mueve a una gran velocidad hasta mi, pero sin embargo no me muevo y tampoco siento una pizca de miedo. Me mantengo quieto, expectante. La silueta negra comienza a tomar forma, hasta que frente a mí se posicionan algo con aspecto humano con ojos demoníacos.
Comienza a observarme, me analiza durante unos segundos mientras que lo miro aburrido.

— ¿Qué? ¿Te parezco atractivo? —Pregunto riendo. — ¿Tú eres de quién mi tío me advertía, ese qué me busca?

— He estado esperando esto dieciocho años. —Contesta. — Te he visto crecer, he visto tu poder y también he visto demonios arrodillarse ante ti para llamarte majestad.

— ¿Y crees qué es normal acosar a la gente? —Pregunto, haciendo que enfurezca.

— Esto no es ninguna broma ¡Yo no soy una maldita broma! —Me grita, haciendo que todo el palacio tiemble, todo menos yo.

Lo hago retroceder. — Dime ¿Quién eres?

MYKE WALKER.

Todos estamos preocupados, esperando impacientes. Yulima está empezando a arrepentirse de la decisión que ha tomado, y no porque no le parezca buena, si no porque no puede correr a socorrer a nuestro hijo y no sabe que está ocurriendo en este momento.

— ¡Estoy de los nervios! —Exclama. — ¿Por qué me has dejado decirle eso?

— A mi no me culpes. —Resopla. — Has decido que lo mejor era dejarle ir.

— ¡Si, pero creí qué tardaría menos!

— Estas jodidamente loca. —Rio— ¿En serio?

— No aguanto esta incertidumbre, quiero ir a buscarlo.

— Estaba esperando que lo dijeras. —Me levanto.

— ¿De verdad? ¡Podrías haberlo dicho antes!

— Claro, arriesgándome a un sermón. —Bromeo, me golpea riendo y coge mi mano.

— Vamos a por nuestro hijo. —Suspiro, sí que esta loca.

— Me enloqueces. —Le susurro.

— ¿Eso es bueno o malo? —Pregunta y la beso.

—Yulima. —Se entromete Janet.

— ¿Qué? ¿Ni tiempo para besar a mi mujer tengo? —Pregunto molesto— ¿Ahora qué te pasa, Janet?

— Pues. . . —Sus nervios la impiden terminar.

— Hey —Le susurra Kendo— Cariño ¿Qué pasa?

— Yu. . . Yu. . .

— Vaya, ahora si me preocupa. —Me acerco. — Janet ¿Qué pasa?

— ¿Janet? —Le pregunta Yulima.

Con el dedo indice, señala haciendo que nos giremos y quedemos exactamente como ella.

— Tío, dime que estoy alucinando. —Me pide Kendo.

— N. . . No. —Contesto.

— Es Cody. —Murmura.

▬▬▬▬▬▬▬▬

Nota de la Autora: ¡Hola! ¿Cómo estáis? Espero que estéis muy bien. Siento mucho no estar por aquí, pero como dije estoy atravesando un momento emocional bastante malo y no me da la cabeza para escribir nada. Gracias por esperarme, aquí os dejo un capítulo bastante 🫣🤯.

¿Quién es la persona qué buscaba a Kaleb?

¿Lilith será más poderosa qué Eda?

¿Qué le ha dado Kaleb a Eda?

¿Cómo es qué Cody esta entre los vivos?

¡Déjenme sus teorías! 🫶🏽

Por aquí mis redes:

Instagram: rafivalderramac
Twitter: rvalderramaa1
Tik tok: trilogiabestia
Booknet: Rafi Valderrama
Gmail: rafivalderrama3@gmail.com

Os dejo el trailer 🫠

Os quiero. 🫶🏼

Continue Reading

You'll Also Like

258K 17.2K 33
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
1M 46.8K 53
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
25.5K 3.1K 79
• COMPLETA • Algún sabio dijo una vez: "Del odio al amor, hay un solo paso." ¿Cuántos hay entre la verdad y la mentira? ¿La misma cantidad? ¿Muchos...
307K 23.1K 17
Un nuevo año en Howarts llega para Harry Potter, un tierno chico que después de tener un significativo accidente y perder la memoria decide regresar...